El tema de este panel del V Congreso Internacional de la Lengua Española al que he sido invitado es «Lengua y cultura hispánicas en los exilios». Alguna autoridad tengo para hablar del asunto, dado que llegué al exilio a los 18 años, hace casi medio siglo, y casi toda mi obra ha sido publicada en España, a donde me trasladé desde Puerto Rico, y en Estados Unidos, país que visito frecuentemente y en el que paso largas temporadas, de manera que poseo una triple visión de lo que significa escribir y vivir fuera de la patria, aunque la mayor parte de cuanto he publicado tiene una estrecha relación con Cuba.
En todo caso, la tesis central de esta breve ponencia es que el exilio, con todo lo que pueda tener de doloroso, contribuye a la calidad y a la intensidad de la obra literaria, lo que acaso explique la desproporcionada divulgación internacional que ha adquirido la literatura escrita por los desterrados cubanos. El hecho de carecer de un ámbito nacional propio ha precipitado a los exiliados a buscar en todas partes la realización de su destino profesional, circunstancia que, con frecuencia, va acompañada de la urgencia de contar las intensas experiencias que los han llevado a expatriarse y las peripecias que han vivido ellos o sus familiares y amigos en los nuevos mundos en los que han debido instalarse.
Hoy, pues, entendemos mejor la frecuente afirmación de que el xix fue el «siglo de oro» de la cultura cubana gracias, precisamente, a que algunas de sus mejores cabezas tuvieron que vivir en el destierro. Esa fue la centuria del poeta romántico José María Heredia y Heredia1, del pensador Félix Varela,2 de la dramaturga Gertrudis Gómez de Avellaneda3, del novelista Cirilo Villaverde4 y del periodista y poeta José Martí5. Los cinco, en efecto, vivieron fuera de Cuba una buena parte de sus vidas, y, con la excepción de la Avellaneda, todos fueron exiliados y perseguidos políticos.
Es muy posible que el destierro haya servido de acicate para mejorar la producción literaria de estos escritores. Los graves conflictos políticos en los que participaron, los maltratos y persecuciones de que fueron objeto, los infortunios que tuvieron que padecer, probablemente contribuyeron a templar sus caracteres, afinaron sus percepciones para entender mejor la naturaleza humana y los ayudaron a valorar la significación plena de vivir en libertad.
Al margen del talento innato que poseyeron, y del natural proceso de aprendizaje que debieron atravesar, escribieron bien porque vivieron intensamente, porque se alejaron de la Isla y pudieron comprender mejor los defectos, virtudes y potencialidades de sus paisanos. Escribieron bien, porque la experiencia de residir en otros parajes y conocer otras realidades y diferentes culturas les dio una perspectiva mucho más rica, compleja y profunda. Escribieron bien, y desplegaron ante sus lectores temas e historias muy interesantes, porque les había tocado participar en hechos dramáticos como testigos o como protagonistas. Tal vez, si se hubieran quedado encerrados en el mundillo insular cubano, alejados de grandes y estremecedores acontecimientos, sus obras hubieran sido menos valiosas. Probablemente ellos hubieran sufrido menos en el terreno personal, pero el legado cultural que dejaron a las generaciones posteriores hubiese sido menos trascendente.
Escritores exiliados en nuestro tiempo
En la segunda mitad del siglo xx, y en la década larga que ya llevamos del xxi, ese fenómeno ha vuelto a repetirse, pero esta vez en una proporción gigantesca, como corresponde a una enorme diáspora dispersa por el planeta, compuesta por unos dos millones de personas nacidas en Cuba —de las cuales millón y medio radica en Estados Unidos—, grupo al que es razonable agregar otros dos millones de descendientes que abrieron los ojos en las naciones de acogida.
La lista de notables escritores cubanos radicados en el exilio es impresionante y, por razones de espacio, sólo mencionaré setenta, una mínima parte de quienes tienen sobrados méritos para figurar en ella. Primero, hace casi cincuenta años, llegaron algunos de los que ya habían logrado un gran reconocimiento en la Isla: Lydia Cabrera,6 Lino Novás Calvo,7 Jorge Mañach,8 Carlos Montenegro,9 Ramón Ferreira,10 Gastón Baquero,11 Enrique Labrador Ruiz12 (quien consiguió emigrar mucho después del triunfo de la revolución) y Leví Marrero.13
Luego siguieron, en distintos momentos, los entonces muy jóvenes Guillermo Cabrera Infante,14 Matías Montes Huidobro,15 Severo Sarduy,16 Nivaria Tejera,17 Eduardo Manet,18 Hilda Perera,19 Pedro Entenza,20 Luis Ricardo Alonso,21 Heberto Padilla,22 Belkis Cuza Malé,23 Humberto López Morales,24 Carmelo Mesa Lago,25 Rita Geada,26 Orlando Rossardi,27 Ángel Cuadra,28 Uva de Aragón,29 Olga Connor,30 René Ariza,31 Maricel Marsán,32 y Amelia del Castillo.33 Más adelante, en medio de sucesivas oleadas de exiliados, se les unieron Reinaldo Arenas,34 Vicente Echerri,35 Armando Valladares,36 los hermanos José, Juan y Nicolás Abreu,37 Luis de la Paz,38 Manuel Díaz Martínez,39 José Triana,40 Armando Álvarez Bravo,41 César Leante,42 Andrés Reynaldo,43 Antonio Benítez Rojo,44 Zoé Valdés45 —probablemente el autor cubano traducido a más lenguas—, Daína Chaviano,46 Antonio Orlando Rodríguez,47 María Elena Cruz Varela,48 Eliseo Alberto,49 Jesús Díaz,50 Rafael Rojas,51 Raúl Rivero,52 Ernesto Hernández Busto, 53Antonio José Ponte,54 Juan Manuel Cao,55 Ladislao Aguado,56 Miguel Sales57 y tantos otros.
¿Qué tenían en común estos escritores además de sus raíces cubanas? ¿Por qué los menciono? Además de ser cubanos y exiliados, prácticamente todos han recibido valiosos premios literarios fuera de Cuba y generalmente sus obras han sido copiosamente divulgadas por editoriales prestigiosas en todas partes, menos en la Isla, lo que nos permite afirmar que la literatura cubana en el exilio, aunque apenas es conocida dentro del país por decisión del gobierno, se ha ganado un notable reconocimiento internacional, gracias, precisamente, a las difíciles circunstancias personales de estos autores, quienes, lejos de contar con el apoyo de su propia nación, como también sucedió en el siglo xix, han debido enfrentar la hostilidad y las campañas en contra de un Estado implacable, lo que hace aún más meritorios los logros obtenidos por ellos.
¿Por qué el éxito de este grupo de escritores? He señalado que la apremiante situación personal de casi todos ellos (algunos ex presos políticos) acaso les sirvió como un paradójico estímulo, pero hay otros elementos. Por una parte, la revolución cubana despertó una gran curiosidad internacional sobre cuanto sucedía en la Isla. Ningún otro país de América ha estado permanentemente en el centro del debate, como ha sucedido con Cuba. Tanto, que algunos escritores no cubanos, como el argentino Marcos Aguinis58 y el español Armas Marcelo,59 entre otros, se han servido de ese trasfondo para escribir magníficas obras de ficción.
Asimismo, los acontecimientos ocurridos en la Isla desde 1952, cuando comienza la lucha contra el dictador Fulgencio Batista, preámbulo del establecimiento de la de los hermanos Castro, hasta hoy, son casi seis décadas de constantes episodios de violencia, heroísmo, traiciones, desgarramientos y catástrofes que no han dejado indiferente a ningún cubano, material con el que suelen amasarse las mejores obras literarias. Las luchas clandestinas, las guerrillas, las larguísimas guerras africanas, la construcción de un estado totalitario, la exótica (y costosa) aventura de una isla caribeña artificialmente adosada a Europa del Este durante treinta años, el presidio político, la represión, los fusilamientos, las traiciones y la abnegación, son el magma perfecto para reflexionar, hurgar en la historia, glosar, y contar lo que se ha visto y lo que se ha sufrido o experimentado. Todo ello, naturalmente, constituye, por la propia naturaleza de los temas y las emociones que conlleva, un material supremamente interesante para la mayor parte de los lectores.
Queda, por último, una observación marginal: junto a la literatura cubana escrita en español por exiliados, que es de lo que trata esta ponencia, tal vez pueda agregarse una importante variante redactada en otros idiomas, como sucede con valiosos autores nacidos en Cuba o hijos de cubanos, que suelen frecuentar la temática cubana, pero cuyo primer vehículo de expresión escrita es el francés (Eduardo Manet60 y Jacobo Machover),61 o el inglés (Oscar Hijuelo,62 Carlos M. Eire,63 Gustavo Pérez Firmat,64 Nilo Cruz,65 Fabiola Santiago,66 Cristina García,67 Mirta Ojito,68 Nilda Cepero69 y Jorge Domínguez70 entre otras docenas). Fenómeno éste que recuerda casos como el de Franz Kafka, escritor checo de lengua alemana; el de Joseph Conrad, aventurero polaco que se convirtió en uno de los grandes escritores ingleses; o como su compatriota Isaac Bashevis Singer, escritor que utilizó el yidis como lengua literaria y con el que conquistara el Premio Nobel mientras vivía en Estados Unidos, aunque jamás abandonó mentalmente el gueto de Varsovia.
Entre los exiliados cubanos y sus descendientes hay viejos y honrosos precedentes: el gran poeta parnasiano francés José María Heredia Girard, pariente del otro poeta de igual nombre, autor de Les Trophées, sonetos que los niños franceses debían memorizar en el bachillerato hasta hace pocos años, había nacido en Cuba, estaba casado con una cubana emigrada, como él, y nunca perdió sus vínculos con la Isla. No es extraño que su extraordinaria sensibilidad literaria se haya agudizado como consecuencia de esa compleja identidad y de una vida, hasta cierto punto, desgarrada e itinerante, como son las vidas de los expatriados. Son las paradójicas ventajas del destierro.
Notas
- 1. José María Heredia (1802-1839). Según Menéndez Pelayo, fue el último neoclásico y el primer romántico. Su «Oda al Niágara» suele inscribirse entre las mejores poesías de la lengua. Murió exiliado en México.
- 2. Félix Varela (1788-1853). Sacerdote, filósofo y pensador. Fue un ilustrado que contribuyó a definir y forjar la identidad de los cubanos. Fernando VII lo condenó a muerte y debió escapar a Estados Unidos donde murió.
- 3. Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). En la segunda mitad del xix fue una destacada figura dentro de la literatura española. La llegaron a proponer para miembro de la Real Academia Española. Hubiera sido la primera mujer, pero ese honor le correspondió a Carmen Conde un siglo más tarde.
- 4. Cirilo Villaverde (1812-1894). Narrador costumbrista. Escribió la mejor novela cubana del siglo xix: Cecilia Valdés o la loma del Ángel.
- 5. José Martí (1843-1895). Periodista, poeta y orador destacadísimo. Es, por su prosa deslumbrante, la figura cumbre de la literatura cubana.
- 6. Lydia Cabrera (1899-1991). Etnógrafa y narradora. Su libro El Monte es la biblia de los estudios afrocubanos. Vivió exiliada en Madrid y Miami, donde murió.
- 7. Lino Novás Calvo (1903-1983). Nació en Galicia. En 1933 publicó Pedro Blanco, el negrero. Acaso la mejor novela cubana de la primera mitad del siglo xx. Gran cuentista. Tradujo a Hemingway (de quien fue amigo) y a Faulkner. Murió en Nueva York.
- 8. Jorge Mañach (1898-1961). Profesor universitario, periodista y político. Fue el ensayista más notable antes de la llegada de la revolución. Muy influido por Ortega y Gasset. Su texto, Indagación del choteo,es una brillante caracterización de la identidad cubana. Murió en Puerto Rico, donde enseñaba en una universidad pública.
- 9. Carlos Montenegro (1900-1981). Nació en Galicia. Muy joven, fue condenado a presidio por un hecho de sangre. La traumática experiencia le sirvió para escribir una importante novela: Hombres sin mujer. Murió en Miami.
- 10. Ramón Ferreira (1921-2007). Nació en Galicia. Excelente cuentista. Su libro Los malos olores de este mundo, publicado en México por el Fondo de Cultura Económica, es una de las grandes colecciones de narraciones cortas de Cuba. Murió en Miami.
- 11. Gastón Baquero (1914-1997). Poeta del Grupo Orígenes. Fue el primer intelectual cubano que denunció el carácter dictatorial de la revolución, en el mismo 1959, y luego marchó a Madrid donde vivió hasta el final de su vida. Fue finalista del Premios Príncipe de Asturias y del Premio Nacional de Literatura en España. En Magias e invenciones, publicado en Madrid en 1984, se recogen sus mejores poemas.
- 12. Enrique Labrador Ruiz (1902-1991). Periodista, cuentista, novelista. Siempre muy cerca de la vanguardia experimental. Obtuvo todos los premios nacionales importantes. Su novela más notable es La sangre hambrienta (1950). Se exilió en Madrid. Murió en Miami.
- 13. Leví Marrero (1911-1995). Historiador y geógrafo. Se considera que los quince tomos de Cuba: economía y sociedad constituyen la obra más valiosa de la historiografía cubana y la hazaña más importante realizada por un intelectual cubano. La escribió íntegramente durante su exilio en Puerto Rico, aunque investigó durante muchos años en el Archivo de Indias de Sevilla.
- 14. Guillermo Cabrera Infante (1929-2005). Novelista, cuentista, crítico de cine. En 1964 obtuvo en España el Premio Biblioteca Breve de novela por Tres tristes tigres, desde entonces un clásico de la narrativa cubana. Forma parte del llamado «boom de la literatura latinoamericana». Le otorgaron el Premio Cervantes en 1997. Murió en Londres.
- 15. Matías Montes Huidobro (1931). Dramaturgo, ensayista y narrador. En Cuba y en Estados Unidos ha sido premiado por la calidad de su teatro. En España obtuvo el premio Café Gijón en 1997 por la novela corta Esa fuente de dolor. Junto a su esposa Yara, notable investigadora, fue profesor durante muchos años en la Universidad de Hawai, institución que lo hizo profesor emeritus tras su jubilación.
- 16. Severo Sarduy (1937-1993). Narrador, poeta, ensayista, muy dentro de la estética barroca. Se exilió en Francia en 1960 y se vinculó al grupo de creadores nucleados en torno a la revista Tel Quel. En 1972 recibió el Premio Médicis por su novela Cobra.
- 17. Nivaria Tejera (1930). Novelista y poeta. Muy joven, en Cuba, estuvo vinculada al grupo de poetas conocido como Orígenes. Se exilió en París en los años sesentas tras una corta carrera como diplomática del gobierno revolucionario. En 1971 recibió el premio Biblioteca Breve por su novela Sonámbulo del sol.
- 18. Eduardo Manet (1927). Dramaturgo, narrador, cineasta. Autor de una vasta y apreciada obra, casi toda escrita en francés. Se exilió en Francia en 1968. Su novela La Mauresque fue finalista del Premio Gouncourt en 1983.
- 19. Hilda Perera (1930). Novelista y cuentista. Dos veces obtuvo en España el Premio Lazarillo (1975 y 1978) por sus narraciones infantiles. En 1972 fue finalista del Premio Planeta por su novela El sitio de nadie. Vive en Miami.
- 20. Pedro Entenza (19..-1969). Novelista. Murió muy joven en Estados Unidos, donde se había exiliado. En 1968 fue finalista del Premio Planeta por su novela No hay aceras.
- 21. Luis Ricardo Alonso (1929). Novelista y cuentista. Fue embajador de Cuba durante los primeros años de la revolución. Renunció a su cargo y denunció al régimen. Fue profesor universitario en Estados Unidos. En 1969 fue finalista del Premio Nadal por su novela El candidato. En 1995 recibió el Premio Asturias por su novela La estrella que cayó una noche en el mar.
- 22. Heberto Padilla (1932-2000). Poeta y narrador. Fue un extraordinario poeta que adquirió gran renombre por haber sido víctima de persecución política tras haber publicado en 1968 Fuera del juego, Premio «Julián del Casal», poemario que le trajo la fama, la cárcel, y que desencadenó el llamado «caso Padilla». Tras una larga batalla, consiguió salir de Cuba en 1980. Murió en Estados Unidos.
- 23. Belkis Cuza Malé (1942). Poeta, biógrafa y editora. Antes de cumplir los 20 años se dio a conocer en Cuba con Tiempos de sol, un poemario que fue finalista del premio Casa de las Américas. En 1967 se casó con Heberto Padilla. Logró exiliarse en 1979. En el destierro ha desplegado una gran actividad de animadora de la cultura con Linden Lane, una notable revista literaria.
- 24. Humberto López Morales (1936). Lingüista, medievalista, ensayista. Es el filólogo más notable de la historia de Cuba. Se exilió a principios de los años sesentas. Tiene más de 50 libros y 250 artículos publicados sobre diversos campos de la lingüística. Desde hace años, fue nombrado Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Vive en España.
- 25. Carmelo Mesa Lago (1934). Ensayista y científico social. Es el investigador cubano más prolífico y reconocido en materia seguridad social y estudios de economía cubana. Hasta la fecha, ha publicado 73 libros de su especialidad y 240 artículos o capítulos de libros. Profesor Emeritus de la Universidad de Pittsburgh. Presidió la Asociación de Estudios Latinoamericanos en Estados Unidos. Recibió el premio Alexander von Humboldt Stifftung.
- 26. Rita Geada (1937). Poeta. En Buenos Aires, Madrid y Estados Unidos ha publicado varios libros de poemas fundamentales para la literatura cubana. En 1970 le otorgaron el premio «Carabela de Oro» por su poemario Mascarada. Vive exiliada en Estados Unidos desde los años sesenta.
- 27. Orlando Rossardi (1938). Poeta y ensayista. Su verdadero nombre es Orlando Rodríguez Sardiñas. Es Académico Numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua. Su libro, Casi la voz, publicado en el 2009, que selecciona y recoge gran parte de su obra anterior, lo convierte en una referencia obligada de los jóvenes poetas cubanos.
- 28. Ángel Cuadra (1931). Poeta, periodista, abogado. Se dio a conocer en Cuba como poeta con el libro Peldaño (1959), pero su carrera de escritor fue dramáticamente interrumpida por una larga condena a 15 años de presidio motivada por razones políticas. Exiliado en Estados Unidos, creó el Pen Club cubano. En 1994 publicó La voz inevitable, uno de sus mejores poemarios.
- 29. Uva de Aragón (1944). Poeta, narradora, ensayista. Codirige un importante think-tank dedicado a Cuba dentro de Florida International University. Ha recibido numerosos premios. Su libro El caimán ante el espejo es un magnífico acercamiento a la identidad cubana.
- 30. Olga Connor (1941). Poeta, ensayista, cronista cultural. Obtuvo su doctorado en literatura en Emory University. Autora de un notable poemario de contenido erótico.
- 31. Rene Ariza (1940-1994). Dramaturgo y cuentista. Sus obras La vuelta a la manzana y El Banquete lo situaron en el pelotón de la vanguardia teatral cubana. Fue castigado por homosexual en los campos de trabajo forzado de la UMAP. Le propinaron diversos electrochoques con el objeto de «curarlo». Salió al exilio en Estados Unidos por gestiones de Amnistía Internacional.
- 32. Marcicel Marsán (1952). Poeta, cuentista y editora de la revista Baquiano. Es una de las poetas cubanas más divulgadas y reconocidas. Uno de sus mejores libros de poemas es Un corazón dividido.
- 33. Amelia del Castillo (1923). Poeta. Autora, entre varios libros de poemas, de Las aristas desnudas. Finalista del concurso Letras de oro.
- 34. Reinaldo Arenas (1943-1990). Novelista, cuentista, poeta. Su vida trágica fue llevada a la pantalla con el título de sus memorias: Antes que anochezca. Es autor de varias novelas justamente elogiadas por la crítica internacional, traducidas a diversos idiomas. Logró salir de Cuba en 1980 tras sufrir la represión policiaca por sus preferencias sexuales y su rechazo al gobierno. Alcanzó la fama internacional con El mundo alucinante. Se suicidó en Nueva York.
- 35. Vicente Echerri (1948). Poeta, cuentista, ensayista, columnista habitual de varios diarios. Los poemas de Casi de memorias y los cuentos de La señal de los tiempos le han ganado un notable prestigio.
- 36. Armando Valladares. Poeta, ensayista, pintor. Estuvo 22 años en la cárcel como preso político. Desde allí se dio a conocer cuando publicó Desde mi silla de ruedas, un sentido poemario. Tras salir de la cárcel publicó Contra toda esperanza, sus memorias de la prisión, libro que se convirtió en un sonado best seller internacional. En el exilio, fue nombrado Embajador de Estados Unidos ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
- 37. José, Juan y Nicolás Abreu Felippe. Los tres son escritores y abandonaron Cuba en la década de los ochentas. Estuvieron muy vinculados a Reinaldo Arenas y a lo que llaman «la generación del Mariel». Escribieron, juntos, un sentido relato titulado Habanera fue en homenaje a la madre trágicamente muerta en un accidente. Juan es novelista y pintor. Vive en Barcelona. José y Nicolás viven en Estados Unidos. José obtuvo el Premio Internacional de Poesía Gastrón Baquero por su poemario El tiempo afuera.
- 38. Luis de la Paz (1956). Ensayista, narrador, periodista. Recibió el Premio Museo Cubano por un trabajo sobre dulce María Loynaz del Castillo. Dirige la revista literaria El Ateje.
- 39. Manuel Díaz Martínez (1936). Poeta y ensayista. Ex diplomático durante el periodo revolucionario. Se exilió en España. Fue miembro de la Academia Cubana de la Lengua y hoy es Correspondiente de la Española. Obtuvo en Cuba el Premio Julián del Casal en 1967 por su poemario Vivir es eso. En 1994 recibió el premio Ciudad de Las Palmas de Gran Canarias por Memorias para el invierno. Su poesía ha sido traducida a varios idiomas.
- 40. José Triana (1931). Dramaturgo. Su obra La noche de los asesinos es una de las más conocidas y puestas en escena del teatro cubano. Vive exiliado en París.
- 41. Armando Álvarez Bravo (1938). Poeta, ensayista, crítico de arte y literatura. Fue miembro de la Academia Cubana de la Lengua y es Correspondiente de la Española. En 1981 recibió el Primer Premio Internacional de Poesía José Luis Gallego por su poemario Para domar un animal. Se exilió en España en la década de los ochentas, pero luego se trasladó a Estados Unidos.
- 42. César Leante (1928). Novelista y ensayista. Llegó al exilio precedido por una extensa obra literaria dentro de Cuba. En España adquirió notoriedad por una novela especialmente bien escrita y cuidadosamente documentada, El bello ojo de la tuerta, sobre la Princesa de Éboli y el controversial Antonio Pérez.
- 43. Andrés Reynaldo (1953). Poeta y periodista. Ganó en Cuba el Premio David de Poesía por el libro Escrito a los veinte años. En 1986, ya en el exilio, le otorgaron el Premio Letras de Oro por La canción de las esferas. Tiene una larga y valiosa labor periodística.
- 44. Antonio Benítez Rojo (1931-2005). Novelista, cuentista, ensayista. Tenía un alto nivel de reconocimiento en Cuba cuando, en 1980, en un viaje a Europa, decidió exiliarse. Su última gran novela, Mujer en traje de batalla, ha sido traducida a numerosas lenguas. En 1992 The New York Times seleccionó la traducción de su libro El mar de las lentejas como una de las mejores obras publicadas en 1992.
- 45. Zoé Valdés (1959). Novelista, poeta, ensayista. Su novela La nada cotidiana fue toda una revelación y gozó de una extraordinaria acogida internacional. Fue finalista del Premio Planeta con Te di la vida entera. Obtuvo el Primer Premio de Novela Breve Juan March. En el 2004 recibió el Premio de Novela Ciudad de Torrevieja. Un año antes le habían otorgado el Fernando Lara. Vive exiliada en París.
- 46. Daína Chaviano (1957). Novelista. Su prosa se mueve ágilmente entre la historia, el erotismo, la ciencia ficción y el esoterismo. Recibió en 1998 el premio Azorín de novela por El hombre, la hembra y el hambre. La Isla de los amores infinitos ha sido traducida a 25 idiomas y en el 2006 le otorgaron el Florida Book Award. Radica en Miami.
- 47. Antonio Orlando Rodríguez (1956). Novelista, cuentista. Obtuvo en 2008 el Premio Internacional de Novela Alfaguara con Chiquita, la asombrosa historia de una enana cubana que se convirtió en una artista famosa a fines del siglo xix. Es también un consumado (y premiado) autor de literatura infantil. Vive en Miami.
- 48. María Elena Cruz Varela (1953). Poeta y novelista. En 1989 recibió en Cuba el Premio Julián del Casal de poesía por su libro Hija de Eva. Poco después fue apresada por razones políticas. Cuando consiguió salir al exilio la Internacional Liberal le concedió el Premio Libertad. El periódico ABC de Madrid le otorgó el Premio Mariano de Cavia de periodismo en 1995. También en España galardonaron su novela Juana de Arco: el corazón del verdugo con el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio. Vive en Madrid.
- 49. Eliseo Alberto (1951). Novelista y ensayista. Premio Internacional Alfaguara de Novela en 1998 por Caracol Beach. En Cuba había recibido el Premio de la Crítica por su novela La Fogata Roja. En 1997 estremeció a los lectores con Informe contra mi mismo, donde relata cómo la policía política lo reclutó para espiar a sus padres. Vive exiliado en México.
- 50. Jesús Díaz (1941-2002). Novelista y cineasta. Fue un narrador importante en Cuba y fuera de ella. Se exilió a principios de los noventa. Creó en España una notable revista cultural, Encuentro de la cultura cubana, que también aparece en Internet. Su última novela publicada en el exilio fue Las cuatro fugas de Manuel, publicada poco después de su muerte ocurrida en Madrid.
- 51. Rafael Rojas (1965). Historiador y ensayista. Ha recibido diversos premios por su labor investigativa: el Matías Romero (2001) por Cuba mexicana: una anexión imposible; el Anagrama (2006) de ensayo por Tumbas sin sosiego; el Primer Premio Isabel Polanco (2009) por Las Repúblicas del aire: utopía y desencanto en la revolución hispanoamericana. Está exiliado en México.
- 52. Raúl Rivero (1945). Poeta, periodista y ensayista. Hasta que rompió con la revolución públicamente, a principios de los años noventa, se le tenía como el poeta más distinguido de su generación. Le habían concedido números premios literarios. En el 2003 fue condenado a 20 años de cárcel. Recibió en el 2004 el Premio Mundial de la Libertad otorgado por la UNESCO. La Universidad de Columbia lo distinguió con el Premio María Moors Cabot en 1999. En su libro Lesiones de historia recoge las crónicas cubanas de la década de los noventa. Vive exiliado en Madrid.
- 53. Ernesto Hernández Busto (1968). Ensayista. En 2004 recibió en España el Premio Casa de América por su libro Perfiles derechos. Fisonomías del escritor reaccionario. Se había exiliado en 1991 rumbo a México. Reside en Barcelona, donde publica el exitoso blog Penúltimos días.
- 54. Antonio José Ponte (1964). Narrador, pensador y ensayista. Su libro Un arte de hacer ruinas y otros cuentos inspiró el documental Habana: el arte nuevo de hacer ruinas premiado en Alemania. En 2002 la editorial Mondadori publicó su novela Contrabando de sombras. Edita en Madrid por medio de Internet el Diario de Cuba.
- 55. Juan Manuel Cao (1961). Periodista, poeta y novelista. Su narración Te juro que soy culpable, publicada por Planeta en 2004, fue un éxito notable de crítica. Fue preso de conciencia durante dos años. Se exilió en los ochenta en Panamá. Vive en Miami.
- 56. Ladislao Aguado (1971). Poeta y narrador. Como poeta, recibió en 2007 el Primer Premio Internacional de Poesía Hispálage por su libro Zona de silencio. Como narrador, en el 2006 le otorgaron el Premio CAM de novela corta Gabriel Sijé por Un adiós para Violeta. Vive exiliado en Madrid.
- 57. Miguel Sales (1951). Poeta y ensayista. Es autor de Desencuentros, poemario, y de Nacionalismo y revolución en Cuba, dos libros notables. Recibió la Beca Cintas. Fue preso político. Vive en París, donde trabaja para la UNESCO.
- 58. Marcos Aguinis (1935). Uno de los más destacados escritores de Argentina. En el 2008 publicó su novela cubana: La pasión según Carmela.
- 59. J.J. Armas Marcelo (1946). Exitoso novelista español. Su novela cubana se titula: El niño de luto y el cocinero del papa publicada en 2002.
- 60. Ver nota 18.
- 61. Jacobo Machover (1954). Ensayista, narrador. Vive y enseña en Francia. Es autor de varios títulos desmitificadores del castrismo. Entre ellos: La cara oculta del Che.
- 62. Oscar Hijuelos (1951). Hijo de inmigrantes cubanos. Nació en Nueva York. Su novela Our House in the Last World le ganó el Rome Prize de 1985. The Mambo Kings Play Songs of Love le procuró el Pulitzer en 1990 y luego fue llevada al cine.
- 63. Carlos M. Eire (1950). Novelista, memorialista, historiador de las ideas y de la religión. Su libro Waiting for Snow in Havana fue premiado en el 2003 con el preciado National Book Award. Es profesor en Yale University.
- 64. Gustavo Pérez Firmat (1949). Ensayista, lingüista, poeta. Autor de varios libros sobre la identidad y el lenguaje. Su obra Life on the Hyphen recibió el premio Eugene M. Kayden University Press National Book Award en 1995. Es profesor en Columbia University.
- 65. Nilo Cruz (1960). Dramaturgo. En 2003 escribió Anna in the Tropics y obtuvo el Premio Pulitzer de teatro. Era la primera vez que lo ganaba un latino. También recibió el Steinberg Award for Best Play. Vive en Nueva York.
- 66. Fabiola Santiago (1959). Periodista de The Miami Herald. Novelista. En dos oportunidades ha recibido el Pulitzer (compartido) por sus reportajes. Su novela Reclaiming Paris fue luego traducida y publicada en español bajo el título de Siempre París.
- 67. Cristina García (1958). Periodista de la revista Time y novelista. Su novela Dreaming in Cuba fue finalista para el National Book Award en 1992. The Agüero Sisters recibió el Janet Heidiger Kafka Prize en 1997. En el 2008 le otorgaron el Northern California Book Award for Fiction por A Handbook to Luck.
- 68. Mirta Ojito (1965). Periodista de The New York Times. Obtuvo un Premio Pulitzer (compartido) por sus reportajes sobre inmigración. Llegó a los Estados Unidos en 1980 por el llamado «éxodo de Mariel» a los 15 años de edad. Escribió sus recuerdos de aquella travesía en un libro titulado Finding Mañana que luego fuera traducido al español.
- 69. Nilda Cepero (1958). Poeta y editora. Su libro Bohemian Canticles, compuesto por 21 poemas eróticos forman parte de la mejor tradición literaria cubana.
- 70. Jorge Domínguez (1945). Politólogo e investigador. Profesor en Harvard. Tiene una extensa obra sobre Cuba, México y otros países de América Latina. Su bibliografía es tan impresionante como el reconocimiento que ha recibido. Presidió la Asociación de Latinoamericanistas en Estados Unidos. The United States and Mexico: Between Partnership and Conflict es un libro modelo en su género.