El I Congreso Internacional de la Lengua Española tuvo su sede en la ciudad mexicana de Zacatecas. Entre el 7 al 11 de abril de 1997 en la ciudad de Zacatecas se reunieron más de 300 periodistas, hispanistas, lingüistas, escritores, empresarios, editores, periodistas, cineastas, técnicos y profesores para participar en este foro que tuvo como eje de debate y análisis el tema «La lengua y los medios de comunicación».
El II Congreso se celebró en la ciudad española de Valladolid, entre el 16 y 19 de octubre de 2001, bajo el lema «El idioma español en la sociedad de la información. Fue organizado por el Instituto Cervantes en colaboración con la Secretaría de Educación Pública de México. Lo esencial de este Congreso, desde la conciencia de que el idioma español es el patrimonio común de cuantos lo hablan, fue construir un foro universal de reflexión de toda la comunidad hispanohablante, prestando suma atención a la unidad y diversidad que caracterizan a nuestro idioma, como así también a la incidencia que en él tiene el contacto con otras lenguas.
El III CILE se celebró, con enorme éxito mediático y de público, del 17 al 20 de noviembre de 2004 en la ciudad argentina de Rosario. Con el lema «Identidad lingüística y globalización» los organizadores del Congreso, el Instituto Cervantes y la Real Academia Española, en colaboración con el Gobierno argentino, convocaron a más de un centenar de especialistas en lengua española, comunicación y cultura, que durante tres días debatieron sobre el presente y el futuro del español en el nuevo siglo xxi.
He aquí los discursos que, el 13 de septiembre de 2004, en el acto de presentación del III Congreso Internacional de la Lengua Española, pronunciaron los responsables de las entidades organizadoras.
Buenas tardes a todos.
Hoy cuando recibimos en la Secretaría de Cultura a don Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española; a don Cesar Antonio Molina, director del Instituto Cervantes, y a sus respectivos acompañantes les dije: «Empezamos a ser felices con el Congreso de la Lengua Española». Aunque ayer habíamos estado conversando con la doctora Cristina Kirchner y ella me dijo: «Hace mucho tiempo que estamos en marcha».
Y es cierto, hace mucho que estamos en marcha, pero realmente están empezando a verse los frutos ahora. Está toda la Comisión Ejecutiva con la que venimos trabajando desde el año pasado… y yo solamente quiero decir que aquí hay gente de la cultura que en un esfuerzo desde ayer a la noche hasta hoy tratamos de convocarla por teléfono; gente de los medios, que nos está acompañando; gente de las empresas que van a hacer posible este Congreso y que nos hemos esforzado tanto desde el Estado Nacional para poder acceder a esos aportes y sabemos que estamos en un marco que es el de la lengua española, que es un instrumento de formidable integración. Hoy hablábamos de que la lengua es poder y realmente aparte del placer que nos va a significar este Congreso, porque yo sólo quiero darles la palabra a quienes tienen que hablar. Estoy segura de que todos vamos a salir muy contentos y con la expectativa de que noviembre está cerca, de que tenemos todos mucho por hacer y de que esto va a ser muy bueno para Argentina y para la comunidad iberoamericana. Me gustaría ceder la palabra a César Antonio Molina, director del Instituto Cervantes.
Señores y señoras.
Hace dos meses y medio que tomé posesión de la dirección del Instituto Cervantes y desde entonces una de mis mayores preocupaciones ha sido la de dedicarme casi por entero o gran parte de mi esfuerzo en tratar de sacar adelante, junto con las autoridades y las personas de la cultura argentina y con la Real Academia Española y las asociaciones de academias, este III Congreso de la Lengua que dentro de dos meses se va a celebrar en Rosario; porque para el Instituto Cervantes el tema de la lengua española y la cultura es fundamental, es la base fundamental de su dedicación, de su programa.
Tenemos que recordar que en el año 1992, en Sevilla, en un Congreso de la Lengua y a requerimiento de los mexicanos, se acordó de alguna forma el ir celebrando esta serie de congresos en los años siguientes y así se realizó el primero; aunque el de Sevilla podríamos considerarlo la cuna, el eje inicial, el primero fue en Zacatecas (México); el segundo en Valladolid, y el tercero va a hacer en Rosario. ¿Por qué? Porque tenemos que hablar sobre nosotros mismos, sobre nuestra cultura, tenemos que hablar sobre la fuerza que tiene nuestro idioma.
El español que es el común a todos, tiene una gran fuerza en el mundo, lo hablamos más de 400 millones de personas y esa es una gran fuerza que tenemos que sacar adelante, que tenemos que saber utilizar con nuestros medios y con la colaboración de todos. Por eso es importante este III Congreso en Rosario: porque de nuevo escritores, intelectuales, lingüistas volveremos a reunirnos, volveremos a debatir, volveremos a ver cuál es el presente importante de esta lengua y también ese futuro todavía más alentador que nos espera.
Ustedes saben que el Instituto Cervantes es una institución autónoma pero pública del Gobierno español que se dedica a la enseñanza, a la difusión del español y de la cultura y trata de ser la casa común de todos nosotros, no solo de los españoles sino de todos los hispanoamericanos de nuestra comunidad. Allí donde está un Instituto Cervantes está la casa común de todos nosotros donde podemos hablar, representar nuestras obras, exponer nuestros artistas, tocar nuestros músicos o exhibir nuestras películas.
Nosotros tenemos que seguir utilizando estos medios que tenemos; la senadora nos hablaba de que acababa de regresar de China y lo importante que había sido ese viaje. Para el Instituto Cervantes uno de los proyectos futuros más inmediatos es abrir también un centro en Pekín, porque Oriente es quizás el mundo del futuro y nosotros debemos estar allí presentes; todos nosotros, todos los que hablamos español, todos los que pertenecemos a esa misma idea cultural común, cada uno con sus características y sus aspectos comunes.
Por eso me siento muy cercano a este Congreso, me siento muy cercano a esta labor que ya prácticamente, después de las conversaciones de hoy, creo que está bastante avanzado, bastante cerrado y sólo quisiera agradecer de nuevo a las autoridades argentinas, a las instituciones culturales, a las Academias de la Lengua y también por supuesto a nuestra Academia, que es una de las bases en las que se nutre el Instituto Cervantes. Estoy encantado de estar en Buenos Aires y dentro de poco de asistir, estar presente y participar en Rosario. Muchas gracias.
Doctora Fernández de Kirchner: permítame expresar el orgullo y la sensación extraordinaria que tengo no sólo como director de la Real Academia Española sino como presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, que con ella integran las 21 academias, las 18 de las repúblicas iberoamericanas, la Academia Norteamericana de Lengua Española y la Academia Filipina de la Lengua Española.
Nosotros realmente en esta serie de congresos, que tuvo su número cero en Sevilla en 1992, nos ocupamos de la parte académica del congreso; un comité científico formado por los directores de las 22 academias de la lengua, a los que se añaden el representante del Instituto de Filología y Literatura Hispánica, Amado Alonso de la Argentina, del Instituto Caro y Cuervo de Colombia, del Instituto de Filología Andrés Bello de Venezuela, del Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires, así como otros presidentes del Colegio de México y de la Sociedad Argentina de Hispanistas, pues tenemos la responsabilidad de plantear la parte académica. Este Congreso se va a centrar, como todos saben, en el gran problema de la identidad lingüística en un momento de la globalización. La globalización efectivamente responde a ser una aldea global pero cada pequeña aldea por efecto contrario a la globalización está reconociendo sus plurales identidades, está ensanchando sus límites, está reencontrando su cultura, está repensando su identidad y todo esto naturalmente repercute sobre la lengua.
El Congreso, por tanto, después de la sesión inaugural en la que intervendrán Héctor Tizón, Carlos Fuentes y Francisco Ayala con sus 98 juveniles años —si no es posible que esté en persona lo hará mediante videoconferencia— se estructura a partir de ahí en tres grandes secciones. Cada una de las secciones consta de una ponencia general, que va seguida de una mesa redonda y después de una serie de 8 paneles que se ocupan de los aspectos parciales.
La primera sección se ocupa de los aspectos ideológicos y culturales de la identidad lingüística. En esta primera sección de los aspectos ideológicos y culturales de la lengua española, cuyo ponente será Claudio Guillén, catedrático de Harvard, hijo de don Jorge Guillén, ensayista, crítico, gran filólogo, los distintos paneles van a estudiar el largo camino de la norma, ese largo camino que partiendo de un rinconcito —entonces era España un pequeño rincón, era de castellanos Montes de Oca Mojón—, cuando después de la gran invasión árabe empieza a crearse ese pequeño núcleo que se va extendiendo en cuña, cómo a partir de la norma castellana va ensanchándose en la norma hispánica más ancha hasta constituir después ese río caudalísimo del español total.
Acabamos de venir de una reunión, de una semana de estudio con las Academias de la Lengua Española, elaborando el Diccionario Panhispánico de Dudas, que será presentado precisamente en el Congreso y ahí estudiábamos la enorme variedad del español, esa pluralidad de voces que es la que hace precisamente la fuerza de la unidad del español. Eso es lo que va a estudiar ese primer panel, estudiando por tanto tradición cultural e identidad lingüística y afrontando dos grandes temas: el español y las comunidades indígenas de hoy, es decir, el diálogo de las lenguas indígenas con el español.
Para ello hemos convocado a los primeros indigenistas sin duda alguna de la Amerindia, esto es desde Miguel de Ortontilla, que es el primer indigenista de México y después descendiendo desde los Mayas con Guillermina Herrera, con Adolfo Constenla que estudia las tribus de Centro América, con Rodolfo Ferrón Palomino que estudia el quechua, con los estudiosos del aimara, todos los primeros especialistas de lenguas indígenas estarán ahí debatiendo lo que es esa identidad, que hay que sostener. Veintiuna lenguas mayas hay en Guatemala y naturalmente hay que robustecerlas en el diálogo. Plantearemos también, como no, el tema del castellano en su relación con otras lenguas de España, con el euskera o vasco, con el gallego, el catalán. Para ello tendremos aquí a los directores de la Academia Gallega, José Luis Ramón Barreiro, a Martí Castells, el director del Institut d’Estudis Catalans y escritores de las 3 lenguas, que al mismo tiempo son escritores en lengua castellana o lengua española. Y plantearemos igualmente dentro de esa sección el problema de las migraciones, lengua e identidad, con el gran problema que está suponiendo por ejemplo toda la migración de hispanos hacia Estados Unidos, todo lo que ello está haciendo repercutir de enriquecimiento sin duda ninguna, porque el mestizaje siempre es enriquecimiento, desde el comienzo todos somos mestizos. Lo que está suponiendo ese mestizaje con el inglés en los Estados Unidos, pero no solamente ahí sino con Brasil, con otras lenguas. Todo esto, las migraciones, lengua e identidad cierra los paneles de esa primera sección de los aspectos ideológicos y culturales de la identidad lingüística.
La segunda sección de identidad y lengua es la creación literaria porque es en la creación literaria donde realmente más se enriquece la lengua, más la lengua se hace creadora por su propia definición y por tanto se hace efectiva. Ahí vamos a estudiar la comunicación textual en el mundo hispánico, es decir la transversalidad, ese gran éxito de los escritores latinoamericanos en España, ese diálogo que se establece entre los escritores de la otra parte del océano y aquí también la creación literaria hispánica en situación de lenguas en contacto, una sección interesantísima que coordina Julio Ortega, el catedrático de la Universidad de Providence con profesores hispanos en las distintas universidades de los Estados Unidos, y en tercer lugar la apertura de todo ello hacia la universalidad, es decir el diálogo de la escritura hispánica de hoy con otras literaturas. La creación literaria hispánica hoy no es un mundo cerrado en sí mismo, sino un mundo que está en el diálogo, basta ver las traducciones que van y vienen con la cultura francesa, germánica, sajónica, italiana, etcétera. Pero ahí al fondo hay un problema que conviene estudiar, que es la escritura literaria en cuanto a invención de una identidad. Todo creador, todo escritor, se está inventando un otro yo, que es quien realmente escribe. ¿De qué naturaleza es esa identidad? ¿Qué signo de nacionalidad tiene esa identidad que inventan a diario los creadores?
Y por último en esta sección, el español de los textos cinematográficos, los filmes, los doblajes, las series, las telenovelas. Y la tercera sección, que se ocupa del español internacional y de la internacionalización del español, hemos de estudiar el español estándar y sus variedades en los medios de comunicación, cuál es el español que están ofreciendo a los lectores de los distintos ámbitos los periódicos, los medios de comunicación. Aquí hemos convocado la lista que después les diré, a los grandes medios de comunicación y de creación cultural iberoamericana, también a los que se ocupan del espacio iberoamericano del libro y por último la enseñanza del español en el mundo bajo el título: «Hacia una acción coordinada». Es decir, cada país hispano hablante está llamado a enseñar español, su variante española a todo el mundo, pero qué sueño tan estupendo si todos pudiéramos confluir en un diploma unitario que llevara el respaldo de todos, con la enseñanza de cada uno en las áreas que le son propias, en las áreas que le están más cercanas. Pienso, por ejemplo, en la relación de Argentina hacia Brasil, también hacia los Estados Unidos, pero si el diploma fuera un diploma unitario, un diploma como los de Oxford o Cambridge etcétera, que tuviera ese respaldo que todos concedemos porque todos en definitiva somos copartícipes, somos condueños de un patrimonio común que es el patrimonio de la lengua. En ese sentido se hablará de la certificación de la competencia lingüística en español como lengua extranjera hacia un enfoque hispánico del sistema.
En el marco del Congreso vamos a conmemorar el Cuarto Centenario de la publicación de la Primera Parte del Quijote; va a aparecer una nueva edición de la gran edición del Instituto Cervantes del Quijote y todas las academias vamos a publicar y presentar en el Congreso una edición popular del Quijote, que con la introducción de Vargas Llosa, lleva un estudio de Martín de Riquer; la introducción de un texto crítico de Francisco Rico, un gran estudio que explica por qué el Quijote es la referencia maestra lingüística de todo; un volumen de 1400 páginas en semibiblia, encuadernado en tapa dura, en cuatricromía y que esperamos vender en Argentina a 6 o 7 dólares. Creemos que es un esfuerzo importante de todas las academias porque esperamos poder editar un millón de ejemplares.
Al mismo tiempo vamos a presentar algo en lo que hemos trabajado. El presidente de la Academia Argentina y yo acabamos de volver de Santiago de Chile donde la comisión interacadémica ha estado avanzando en el proyecto del Diccionario Panhispánico de Dudas. Queremos llegar, como en esa recta final de una carrera al Congreso como para poder presentarlo; es un diccionario donde se recogen en torno a 7500 dudas más frecuentes en el ámbito hispánico, con todas las variantes de soluciones pero siempre sobre la base de la unidad.
Al mismo tiempo, como saben, tributaremos un homenaje a Ernesto Sábato, y la primera personalidad que va a hablar en ese homenaje es José Saramago, que ha tenido que cambiar toda su agenda, pero que me dijo en cuanto le hablé de ello: «No puedo faltar a un homenaje a Ernesto Sábato, mi gran amigo, ha estado muchas veces en casa».
Las ponencias del Congreso serán accesibles desde antes del Congreso en la página virtual tanto del propio Congreso como en la página virtual del Instituto Cervantes, de manera que será una referencia de apertura a todo aquel que quiera acceder a los contenidos del Congreso y después estará abierta permanentemente en los foros del Centro Virtual Cervantes.
Los nombres no se los voy a dar todos; no por no dárselos, sino porque es una lista muy larga, pero a los escritores ya citados, Carlos Fuentes, Francisco Ayala, Héctor Tizón, Saramago, a Juan José Saer —rosarino que hablará en la sección de clausura—, a Vargas Llosa, posiblemente a Mario Benedetti —que lamentablemente se ha caído y tiene una fractura de clavícula pero que me ha dicho que si se encuentra mejor vendrá— se unen, cito por orden alfabético: Umberto Acabal poeta indígena guatemalteco; Eliseo Alberto de Cuba; Arturo Arzuela, de México; Alfredo Brais Echenique de Perú; Abelardo Castillo; Ernesto Cardenal de Nicaragua, Jorge Edwards de Chile, José Pablo Feinmann; Roberto Fontanarrosa; Elvio Gandolfo; Mempho Giartinelli, Angélica Gorodischer; Fernándo Iwasaki, de Perú; Luis Landero, de España; Tomás Eloy Martínez; José María Merino, español, Juan José Millás; Antonio Muñoz Molina; Alvaro Mutis; Cristina Peri Rossi; Nélida Piñón, de Brasil; Abel Posse; Federico Reyes Heroles; de México, Jorge Riestra; Jesús Urtanasti, de Bolivia; Jorge Volpi, de México, y se unen ensayistas como Tomás Abraham; Raúl Ávila, de México; Don Juariz, español; Enrique Crauce, de México; Alberto Manguel, Carlos Monsiváis, de México; Nicolás Rosa; cineastas como Juan José Campanella, bien conocido de todos, Carlos Gutiérrez Aragón igualmente conocido, Jorge Coscia, director del Instituto Nacional de Cine y después empresarios de los medios de comunicación, responsables de agencias, radios y televisión: ABC, la agencia EFE, Clarín; El Comercio, de Perú; El Mercurio, de Chile; El Mundo, de España; El Tiempo, de Colombia y de Ecuador; El Universal, de México; El Universal, de Venezuela; el Grupo Cisneros; el Grupo Alpízar, de España; el Grupo Reforma, de México; La Nación; La Opinión, de Los Ángeles; La Razón, Nuevo Día, de Puerto Rico; Nuevo Herald, de Miami; Página 12; Radio Caracol; Radio Chile, etc. Añádanles ustedes académicos y escritores, filólogos de todas partes, directivos de editoriales, grupos argentinos, de Colombia; grupo Carvajal; Grupo Interamericano de Editores, que son Santillana, Planeta, Siglo XXI, entre otros.
Realmente creemos que la Asociación de Academias de la Lengua Española, no la Real Academia Española, aunque la Real Academia Española y la Academia Argentina de Letras, aprovecho para agradecer a Pedro Luís Barcia, el gran apoyo, el constante apoyo que nos ha prestado. Creo que la Asociación de Academias ha hecho un buen trabajo para poder presentarle a la senadora Fernández de Kirchner, presidenta de honor de este Congreso, al que ha accedido con tanto aliento.
Recuerdo muy bien la visita a la Real Academia Española que fue para nosotros la seguridad, el espaldarazo, la seguridad de saber que el Congreso iba a ser posible por encima de todo, dentro de las dificultades que la organización de cualquier acontecimiento de este tipo tiene; sabíamos que con ella iba a ser posible y realmente todo, desde el tema que fue acordado con el gobierno de la República Argentina, hasta el último detalle que ha llevado la comisión ejecutiva, presidida por Magdalena Faillace y respaldada por Torcuato Di Tella, con el apoyo del Gobernador, de la Intendencia, con todos, todos en definitiva estamos uniendo esfuerzos para lograr un Congreso que, créame, es un Congreso de gran altura, que esperamos que tenga una enorme repercusión y que sea realmente eso: el encuentro familiar de cuantos compartimos ese riquísimo patrimonio que es la lengua española. Muchas gracias.