En la época de la evangelización de los jesuitas en Oriente varias obras religioso-literarias de España se tradujeron a lenguas extranjeras para servir como textos básicos para el catecismo y para la doctrina del cristianismo. Entre ellas destacarían las Fábulas de Esopo, Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola, la Guía de Pecadores de Luis de Granada, etcétera. En total 29 libros fueron traducidos e impresos: 15 libros religiosos, 9 literarios y 5 de lingüística. En aquella época se produjo el primer contacto entre España y Corea, ya que en 1593 Gregorio de Céspedes, jesuita español, visitó Corea en calidad de sacerdote católico con la idea de extender la fe de Cristo.1 Su visita tiene gran valor histórico, porque no solo permaneció en la tierra coreana para la evangelización durante el período de un año, sino que además dejó la primera descripción sobre el reino coreano, que posteriormente se publicaría en la Historia de las Misiones de Luis de Guzmán en 1601 en Alcalá. En 1592 Juan Cobo, padre dominico, tradujo la obra literaria china llamada Beng Sim Po Cam al castellano desde el original chino con el título Espejo rico del claro corazón.2 Este es el primer libro oriental que se tradujo del chino a la lengua castellana. Juan Cobo tradujo al español esta obra de moral y virtudes de Confucio mientras los jesuitas tradujeron varios libros religiosos y literarios de España a la lengua oriental en los siglos xvi y xvii. Por primera vez en la historia, a través de la labor de los misioneros españoles, se produjo un intenso intercambio entre la cultura y filosofía de ambos pueblos. Gracias a estos esfuerzos de los traductores, se habían dejado huellas e influencias lingüísticas en la vida cotidiana de ambas sociedades. De tal modo que la cultura europea fue recibida a gran escala en Oriente, y se introdujo la cultura oriental en el mundo europeo. Curiosamente en 1615, en la dedicatoria de la Segunda Parte del Quijote al Conde de Lemos habla Miguel de Cervantes del enorme interés que su novela ha suscitado por doquier. Y el autor explica que el que ha mostrado mayor entusiasmo sobre su novela ha sido el emperador de China, quien le escribió diciéndole que quería fundar un colegio donde se leyese la lengua castellana y además quería que el libro que se leyese fuese el de la historia de don Quijote. Pareciera que en la mente de Cervantes su novela ya se hubiese traducido al chino por orden del emperador chino. Después de que el mundo oriental decidiera cerrar las puertas al mundo exterior en el siglo xvii, habría que esperar casi 250 años hasta reanudar el contacto cultural entre ambos mundos.3
Con la recepción de la civilización europea en Corea apareció por primera vez en 1915 Don Quijote de la Mancha. El escritor Choi Nam Sun tradujo brevemente desde el texto japonés los 10 episodios más disparatados del Quijote, resumidos en tan solo 15 páginas. Y esta traducción apareció en una revista literaria llamada La Juventud. El título del Quijote se tradujo como Episodios extraños de un hombre de poco ingenio. Este hecho marcaría la primera impresión que los coreanos tendrían posteriormente de don Quijote de la Mancha. En la primera adaptación del Quijote, el ingenioso hidalgo se llamaba «viejo señor» y Sancho se llamaba «Bumpo», que significa en coreano ‘humilde’. En realidad el Quijote se consideraba como una serie de episodios de un loco que se involucraba en aventuras disparatadas. Veamos brevemente lo que sucedía en otros países asiáticos: en China la primera versión del Quijote, conocida bajo el título de La Historia de un caballero loco, correspondía a la primera parte de la novela y fue traducida en 1922 por Lin Shu a partir de una versión inglesa. En la primera traducción, don Quijote no pasa de ser un pedante obsesionado e insensato.4 En Japón la primera traducción del Quijote, aunque parcial y también a partir de la versión inglesa fue publicada en 1887 por Shujiro Watanabe. El título se puede traducir como Historia de las conductas extrañas de un viejo gracioso de poco ingenio.5 Pero esta versión fue traducida solo hasta el capítulo xx de la Primera Parte del Quijote. Sin duda existía una falta de comprensión de la figura del Quijote en Japón. En 1936 Serizawa Keisuke publicó 31 ilustraciones del Quijote en las que se presentó a don Quijote como un samurái equipado con armadura japonesa. Se encuentra incluso acompañado de mujeres en kimono. Los molinos de viento se convierten en noria, y el león se convierte en un tigre.6 De esta manera, en Asia el Quijote fue traducido parcial e indirectamente desde el texto inglés y japonés. Los traductores tampoco entendían el valor de la obra cumbre de la literatura mundial ni entendían el pensamiento y la filosofía de Miguel de Cervantes. Además, aquellos traductores del Quijote que no conocían la literatura española ni tampoco habían aprendido español cometieron múltiples errores en las traducciones, de tal modo que la imagen de don Quijote había sido distorsionada hasta convertirse en la figura de un anciano loco. En tiempos pasados e incluso hoy en día para los niños y adultos en Corea el nombre de don Quijote es sinónimo de un simple aventurero maníaco y cómico. ¿A qué se debe esta imagen distorsionada? No cabe duda de que tanto en Corea como en otras partes del mundo un escaso número de lectores han leído la obra entera del Quijote. Todavía la mayoría de los lectores guardan en su mente una imagen imprecisa de don Quijote, puesto que beben del recuerdo de las aventuras cómicas del Quijote leídas durante su infancia, tales como la aventura de los molinos de viento o la de las ovejas.7 Recordemos que según Andrés Trapiello, autor de la primera adaptación al castellano actual del Quijote, la dificultad que tiene el Quijote es que parece que lo entendemos todo, pero en realidad nadie entiende nada. Además Andrés Trapiello comentó que a pesar de ser la obra más representativa de la literatura castellana, se hace complicado encontrar a alguien que de verdad lo haya leído entero.8 Cien años después de salir a la luz el Quijote en Corea, la situación ha cambiado principalmente gracias a los filólogos e hispanistas y también a la aparición de varias instituciones de estudios hispánicos.9 Desde 1987 hasta 2012 se han traducido al coreano un total de 352 obras literarias tanto de España como de América Latina. Entre ellas destacan las obras de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Pablo Neruda, Isabel Allende, Jorge Luis Borges, Camilo José Cela, Arturo Pérez-Reverte, Mario Vargas Llosa, Eduardo Mendoza, Carlos Ruiz Zafón, Luis Sepúlveda, Manuel Puig, etcétera. En Corea, en 2004, se tradujo por primera vez de forma completa la Primera Parte del Quijote al coreano directamente del español, usando la edición del Quijote de Vicente Gaos con las ilustraciones de Gustave Doré.10 Asimismo salió a la luz la Segunda Parte del Quijote en 2015 con el prólogo de Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, y el de Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes.11 Gracias a estos esfuerzos ha ido cambiando poco a poco la imagen de don Quijote: de mentecato a héroe que lucha por la justicia y la libertad humana y corrige los entuertos del poder.12Incluso los medios de comunicación mencionan hoy día a don Quijote como un aventurero idealista y un héroe.
El Quijote puede suponer una primera lectura en la que el lector se centra en la dimensión más cómica y divertida de sus episodios. Esta visión ha pervivido a lo largo del tiempo, de tal manera que se ha difuminado la lectura más filosófica y de enseñanza moral en el Siglo de Oro. Para lograr traducciones más rigurosas y fiables, se requiere que los traductores sean capaces de ahondar en el pensamiento profundo de Cervantes como reformador, inconformista y amante de la libertad y justicia. ¿Cómo podría haber sobrevivido el Quijote si solo se hubiera tratado de una obra de entretenimiento? ¿Por qué cien escritores contemporáneos determinaron que el Quijote era la mejor novela de todos los tiempos?.13 La razón se debe a su gran valor universal que trasciende todas las épocas: conceptos del pensamiento moderno tales como la libertad y la dignidad humana, o la búsqueda de un mundo utópico. Para leer y entender bien los núcleos de la Primera y la Segunda Parte del Quijote, debemos reconocer que Cervantes es un gran pensador moderno e incluso un feminista.14 Podemos encontrar en el Quijote varias veces la frase hecha «cada uno es hijo de sus obras»,15 y «Dulcinea es hija de sus obras»,16 lo cual nos da clara idea de que Miguel de Cervantes niega la herencia de sangre fundada en los linajes de la nobleza. Asimismo, don Quijote dice a su escudero Sancho después de la batalla de los carneros: «Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro».17 Lo que percibimos en esta frase es el anhelo de anteponer el valor y virtudes individuales a los valores y privilegios derivados de la sangre noble. Cervantes piensa que es el individuo quien, con sus buenas obras, puede hacerse ilustre o miserable. Cervantes idealiza su república bien ordenada en el gobierno de la ínsula Barataria de Sancho Panza. Este término «la república bien ordenada»18 ha sido traducido literalmente a lo largo de las traducciones en coreano, no entendiendo el sentido de reforma social y pensamiento utópico existente en el texto cervantino. Cervantes soñaba una «república bien ordenada» o una «república bien concertada» donde había de ser limitado el tiempo de los matrimonios,19 donde el alcahuete es el oficio de los discretos y muy necesario, y donde se permitía hacer públicas comedias para entretener a la comunidad con alguna honesta recreación, y divertida, de los malos humores que suele engendrar la ociosidad. Se puede decir que el tema central del Quijote está representado por la aspiración a una república utópica20 que coincide con el gobierno de la ínsula Barataria.21 Al traducir el Quijote a las lenguas extranjeras encontramos varias frases hechas o refranes que necesitan ser revisados hasta lograr una mayor profundización que esté más acorde con el pensamiento cervantino. Sin captar el sentido de estas frases, los lectores no pueden acercarse al verdadero pensamiento cervantino.
A lo largo de cien años el Quijote ha venido traduciéndose en Corea desde el texto inglés o el texto original por parte de traductores e hispanistas. Hemos visto que las traducciones a mano de los hispanistas cualificados han influido mucho en una mayor comprensión de la obra del Quijote. Hoy en día vemos con preocupación que la tendencia actual es precisamente la contraria. El fenómeno de la globalización ejerce su influencia en todos los países del mundo, y afecta también enormemente en todos los aspectos de la traducción literaria. Gracias al desarrollo de las telecomunicaciones, el mundo se ha convertido en una aldea global y se han reducido las distancias físicas, de tal modo que se producen frecuentes contactos entre los países del mundo. A resultas de ello, está previsto que la demanda de traducciones de las obras literarias en distintas lenguas se incremente ostensiblemente.22 A diferencia de lo que sucedía en el pasado, cuando las obras literarias se traducían a las lenguas extranjeras desde el texto original, actualmente se ha hecho frecuente que las obras que reciben buenas críticas en sus respectivos países se traduzcan en primera instancia al inglés y luego se traduzcan a las lenguas extranjeras desde la versión inglesa. Un buen ejemplo de ello es la novela coreana Por favor, cuida de mamá (Grijalbo, 2011) de la escritora Kyung-sook Shin, que vendió en Corea dos millones de ejemplares. A diferencia de las otras obras coreanas que han sido traducidas directamente del coreano a las otras lenguas, esta novela fue traducida a 22 idiomas a partir de la traducción inglesa.23 Este fenómeno también se produce frecuentemente en otros países de Asia, baste como ejemplo el caso del autor japonés Haruki Murakami.24 Recientemente AmazonCrossing de Estados Unidos surge como un nuevo reto, dado que traduce obras maestras de escritores extranjeros a partir de su versión inglesa. El fenómeno de la globalización hace hincapié en el inglés como lingua franca como sucede en AmazonCrossing.25 De esta manera, las obras más populares del mundo se podrán traducir fácilmente de la versión inglesa a cualquier otra lengua extranjera.26 Es decir, en el mercado internacional los libros traducidos al inglés serán textos de referencia para las traducciones a otros idiomas. De hecho, este fenómeno ya están ocurriendo con frecuencia en varios países del mundo.
Para hacer frente a este inminente reto, propondría mayores acciones culturales desde las instituciones públicas de los países hispanohablantes. Ya sabemos que desde 1984 el Ministerio Español de Educación, Cultura y Deporte viene desarrollando diversos programas de actuación para el fomento de la traducción literaria, que lamentablemente han disminuido por la situación de la crisis económica. Los programas deben continuar su labor, pues sus resultados afectan tanto al fomento de la labor de los traductores de español, como a la promoción de la traducción de las obras clásicas y contemporáneas del mundo hispano. El programa de ayuda por parte del Ministerio debería fomentar la difusión de la literatura y el pensamiento españoles en el mundo, concretado en un sistema de estímulo a la traducción y edición de obras de autores tanto españoles como hispanoamericanos a otros idiomas. Creemos también que el Instituto Cervantes puede contribuir a hacer frente al reto de las grandes empresas editoriales como AmazonCrossing, apoyando e incrementando la labor cultural en su red de centros en diferentes países. El Instituto Cervantes es una institución que podría aglutinar a todos los agentes culturales de las diferentes naciones hispanohablantes. De este modo, podría ser la plataforma ideal para motivar e impulsar el apoyo de traducciones de obras tanto clásicas como contemporáneas. En el caso de Corea se inauguró en 2001 la Casa de Traducción de la Literatura financiada por el gobierno, cuyo propósito es traducir obras literarias coreanas a las lenguas extranjeras: inglés, español, alemán, francés, árabe, ruso, etcétera. Desde que se fundó en 2001, hace ya 15 años, se han traducido y publicado 1077 títulos a 32 lenguas extranjeras.27 Las obras traducidas no son publicadas en Corea, sino en las editoriales de cada país a las que pertenecen las lenguas. Una mejor ayuda financiera garantizará la mejor traducción de las obras literarias a manos de traductores cualificados.
El primer encuentro cultural entre España y Asia se debe a los misioneros españoles en el siglo xvi y en el siglo xxi continúa la labor de la traducción del Quijote en diferentes lenguas extranjeras de manera cada vez más rigurosa. El fantástico sueño de Miguel de Cervantes es ahora una realidad, pues en Corea, como en el resto del mundo, hay centros de enseñanza del español y de difusión de la cultura hispana que llevan su nombre. Don Quijote, lejos de envejecer, sigue cabalgando en Asia y en todas partes del mundo predicando los grandes ideales de los valores universales.