Se dice que la cultura en español «está de moda» y que, en los últimos años, se ha convertido en una lengua universal, no solo por los más de cuatrocientos millones de hablantes nativos, repartidos en cuatro continentes, sino también por el interés que despierta su estudio como lengua extranjera en todo el mundo.
Pese a que La Hispaniola representó la puerta de entrada o punto de partida de la lengua castellana al Nuevo Mundo, convirtiéndose en lengua materna de las naciones hispanoamericanas, con elevado número de hablantes nativos, la enseñanza de E/LE no ha corrido igual suerte en cuanto a un significativo crecimiento, expansión y difusión de esta actividad lingüística y académica en el país.
Sin embargo, existen sistemas de certificación del español como lengua extranjera que han sido desarrollados por universidades o autoridades educativas de diversos países de habla hispana y que se aplican nacional o internacionalmente con el objetivo de certificar la competencia lingüística de hablantes que no tienen el español como primera lengua.
Dada su importancia, el sector de la evaluación y de la certificación debe regirse necesariamente por principios de calidad y eficacia. Urge, por lo tanto, unificar criterios y ofrecer a los estudiantes de nuestra lengua servicios óptimos de evaluación y certificación que les sean útiles y prácticos en todo el ámbito hispánico.
El presente trabajo pretende acercarse a la realidad que rodea la E/LE en la República Dominicana y, al mismo tiempo, reunir algunos datos sobre esta actividad educativa en el país.
En vista del gran vacío bibliográfico sobre esta temática en particular para el ámbito específico dominicano, nos proponemos cotejar, en esta primera versión, una breve aproximación sobre la situación de E/LE, tratando de ofrecer una visión actualizada para el caso concreto de la República Dominicana.
A pesar de que en los últimos años se han desarrollado numerosos sistemas de evaluación y certificación del español como lengua extranjera, no existe, hasta la fecha, en la República Dominicana, ninguna práctica homogénea de filiación a estos medios, solo estándares de calidad poco confiables y satisfactorios que puedan regular y certificar convenientemente la competencia lingüística de aquellas personas que no tienen el español como primera lengua.
Por lo general, el deficiente manejo en los planes y programas de estudio de la lengua, los materiales didácticos, los proyectos de formación del profesorado, la metodología empleada y la ética en la evaluación y en la misma certificación y el ausente reconocimiento de las variedades lingüísticas, entre otros muchos aspectos, convierten a esta actividad en ineficiente y poco confiable para el ámbito dominicano.
Antes de analizar el caso específico de E/LE en la República Dominicana, nos referiremos sucintamente a diversos sistemas de certificación e instrumentos de medición de la competencia lingüística de hablantes no nativos, del ámbito americano y del europeo, como instrumentos internacionales para la normativa lingüística de certificación y códigos deontológicos de referencia para los evaluadores lingüísticos.
En Europa han proliferado en los últimos tiempos escalas de medición de la competencia que no toman como punto de referencia el patrón americano, incluso antes de la irrupción del Marco Común Europeo de Referencia (MCER), promovido por el Consejo de Europa para propiciar el plurilingüismo en esas naciones y considerado, junto a otros códigos deontológicos de corte anglófono (como el ILTA, el EALTA o el ALTE, el CNELE), como el más reconocido a nivel internacional.
El ILTA (Internacional Language Testing Association) fue aprobado en la reunión anual de dicha asociación en Vancouver en marzo de 2000, y se trata de un código ético y de buena práctica de ILTA.
El Código Deontológico de EALTA (European Association for Language Testing and Assessment), denominado Código de Práctica de EALTA, es una guía de buena práctica en la evaluación de la competencia lingüística de la Europa multilingüe y está vinculado con el Marco Común Europeo de Referencia (MCER) desde 2006.
El Código de Buena Práctica de ALTE (Association of Language Testers in Europe) propone unos «Listados funcionales ALTE para la gestión de la calidad», junto con unos «mínimos» para el establecimiento de perfiles de calidad en los exámenes de ALTE y unos «procedimientos de auditoría ALTE» (2006), cuyo objetivo central es la inspección externa formal de los estándares de sus miembros, para que logren un perfil de calidad apropiado al contexto, al uso y a la población candidata a quien va dirigida.
Existen también los «Lineamientos de Proficiencia de CNELE» (Consejo Norteamericano para la Enseñanza de Lenguas Extranjeras) para las destrezas oral y escrita, y las «Escalas de competencia lingüística ACTFL (American Council on the Teaching of Foreign Languages)», cuyo primer proyecto de proficiencia de CNELE data de 1986, los cuales fueron revisados en 1999 para la destreza oral, y en 2001 para la escrita.
Por su parte, el Marco Común Europeo de Referencia (MCER), promovido por el Consejo de Europa, reúne todas las teorías de aprendizaje, métodos de enseñanza y evaluación de lenguas, establece especificaciones claras y precisas para medir cada nivel de dominio y sugiere su estandarización a fin de facilitar la acreditación internacional del dominio de una lengua. Su uso se está extendiendo cada vez más en sistemas de enseñanza reglada y en asociaciones internacionales, tanto para comparar certificaciones como instrumento de implantación de sistemas de validación de la competencia lingüística.
Los certificados de proficiencia del idioma inglés son, probablemente, los más antiguos, y datan de 1913 y años sucesivos (como, por ejemplo, el CPE de la Universidad de Cambridge, el TOEFL de la agencia norteamericana ETS, entre otros), frente a los del español, cuya experiencia más antigua data, posiblemente, de 1927, con la creación del Diploma de Suficiencia en Lengua Española de la Universidad de Zaragoza.
A esta experiencia siguen otras como el diploma DELE creado en 1981 por el Ministerio de Educación de España y contratado a la Universidad de Salamanca en 1991, el cual es asumido paulatinamente por el Instituto Cervantes, tras su creación en ese mismo año.
A partir de 1990 proliferan los sistemas de certificación lingüística en el ámbito hispanoamericano, y lideran la implementación de estos instrumentos de medición universidades de Argentina (entre ellas la UBA) y la UNAM de México.
En el mundo hispánico existen muchos otros entes certificadores de la competencia en español para extranjeros, cuyas vías de implementación son instituciones especializadas como las escuelas oficiales de idiomas, los institutos, las academias y los centros o departamentos de idiomas de universidades de muy diversas latitudes, con títulos y certificados propios u oficiales, tanto a nivel nacional como internacional.
El inicio de la actividad de la enseñanza de idiomas en la República Dominicana comienza con la creación de las llamadas escuelas de lenguas e institutos privados, específicamente con la apertura de la estatal escuela de idiomas de la entonces Universidad de Santo Domingo, hoy Autónoma (UASD), en la primera mitad del siglo xx (1955) y a iniciativa del entonces dictador Trujillo, quien se propuso «crear la más moderna entidad al servicio de la enseñanza de lenguas extranjeras para toda el área del Caribe».
En sus inicios se impartía inglés como segundo idioma para formar a los oficiales dominicanos que viajaban a los Estados Unidos a formarse en academias militares. Se la denominó Escuela de Idiomas Presidente Trujillo hasta su ajusticiamiento en 1961.
Contaba, entonces, con las mejores instalaciones y recursos audiovisuales propios de la época, a instancias del propio gobernante, quien se propuso que dicha escuela fuese un modelo de enseñanza para el aprendizaje de idiomas. Se impartían clases de japonés, inglés, francés, alemán, chino, portugués e italiano, entre muchos otros. No se ofrecían clases de español para extranjeros, ya que dicha actividad estaba reservada a entidades vinculadas con la embajada de los Estados Unidos, como por ejemplo el Cuerpo de Paz, para enseñar a los cooperantes, los empleados y los diplomáticos de ese organismo extranjero que radicaban en el país.
Antes de la creación de dicha escuela de idiomas, la actividad de la enseñanza de lenguas extranjeras, fundamentalmente el inglés y el francés, estaba reservada exclusivamente a clases acomodadas que podían cubrir el pago de un profesor particular.
A partir de la caída de la dictadura trujillista, proliferan las instituciones educativas privadas al servicio de la enseñanza de lenguas extranjeras, pero siempre enfocadas al inglés y al francés como segundo idioma.
Con el propósito de reunir datos sobre estas entidades, y al carecer la temática de una bibliografía especializada sobre este particular, aplicamos un cuestionario abierto con preguntas relacionadas con esta actividad educativa en el país.
No existe, aún, ninguna institución estatal o privada que regule convenientemente este tipo de entidades, ni tampoco una instancia que posea un inventario regulado de la cantidad de centros de enseñanza de idiomas en la República Dominicana.
Dichas entidades proliferan con rapidez y se encuentran en un estado de desorden no reglamentado ni normado por sistemas de calidad en las certificaciones y evaluaciones, entre otros muchos puntos.
De acuerdo con la Ley 139-01 de Educación Superior, existen 46 instituciones de educación superior, clasificadas en 3 categorías:
No pertenecen a estas tres categorías los institutos o centros privados de idiomas, ni los 82 colegios denominados bilingües, regidos por la Secretaría de Estado de Educación, los cuales merecen apremiantemente mejor atención y reglamentación por parte de esa instancia del Estado dominicano, ya que constituye un tema neurálgico en E/LE en un país donde la lengua materna es el español.
Presentamos a continuación un cuadro, no exhaustivo, con el listado de los principales centros de enseñanza de idiomas y sus principales características en E/LE.
Nombre de la entidad | Tipo de entidad | Fecha de creación | Inicio cursos E/LE | Cantidad estudiantes E/LE | Niveles ofrecidos | Recursos didácticos, libro texto y método |
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Universidad Autónoma Santo Domingo (UASD)/ Escuela Idiomas |
Pública | 28 de octubre de 1538, Universidad 1955 (Escuela Idiomas) |
1990 (¿?), y con anterioridad para grupos visitantes | 19 alumnos en la actualidad | 4 niveles en 9 semanas | Libro de texto Super Goald, vídeos, CD, etc. |
Universidad APEC, (UNAPEC)/Escuela Idiomas | Privada | 1965 (Universidad) 1971 (Escuela Idiomas) |
Años ochenta | 250 en la actualidad, en su mayoría de origen haitiano | 6 niveles: 2 de básico o elemental, 2 de intermedio y 2 de avanzado y conversación |
Libro Cumbre (SGEL), funcional-comunicativo y laboratorio |
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)/ Depto. Español para Extranjeros | Privada | 1962 Universidad en Santiago, 1988 Dpto. ¿? |
1970 se crea el Dpto. (¿?) 1988 Cursos E/LE (¿?) |
20 en la capital actualmente, y numerosos grupos estudiantes extranjeros visitantes, en Santiago | 3 niveles: básico, intensivo y avanzado | Libro texto Cumbre, vídeos y material interactivo propio |
Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) | Privada | 1982 | Hubo un proyecto de la UE para grupos estudiantes caribeños, ya sin efecto. | — | — | — |
Universidad Iberoamericana (UNIBE) | Privada | 1982 | — | — | — | — |
Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) | Privada | 1972 | — | — | — | — |
Universidad del Caribe (UC) | Privada | — | — | — | — | — |
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) | Privada | 1966 | — | — | — | — |
Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) | Privada | 1974 | Dpto. Español | — | 3 ciclos de 2 niveles cada uno | Libro texto y audio |
Universidad Interamericana (UNICA) | Privada | 1977 | — | — | — | — |
Universidad INCE | Privada | — | — | — | — | — |
Universidad Nacional Evangélica (IDLE) | Privada | 1986 | 2005 | 15 en la actualidad | 3 niveles: 1 de gramática, 1 de lectoescritura y 1 de conversación | Libro texto de gramática y materiales propios, TV, DVD. |
Universidad Adventista | Privada | 1982 | — | — | — | — |
Universidad de la Tercera Edad (UTE) | Privada | 1992 | — | — | — | — |
Centros e Institutos de Idiomas | — | — | — | — | — | — |
Instituto Cultural Dominico-Americano (ICDA) | Privada | 1947 | 1970 | 103 en la actualidad | 5 niveles: 2 de inicial, 2 de intermedio y 1 de avanzado | Libro texto ELE, vídeos, láminas, radio, CD |
Berlitz Centro de Idiomas (perteneciente a la Universidad O & M) | Privada | 1987 | 1987 | 20 en la actualidad | 8 niveles, y 3 meses por nivel | Libro texto Espal 1 y 2, CD |
Casa Goethe, Centro de Idioma y Cultura Alemana | Privada | 1980 | 1995 | ¿? | 8 niveles, entre ellos principiantes y medio | Libro texto Español 2000 |
Servicio Jesuita a Refugiados e Inmigrantes | — | 1985 | 2002 | ¿? | Varios niveles para principiantes y avanzado en 8 meses | Libro texto Santillana, historia y literatura dominicana, poemas crónicas, etc. |
Academia Europea | Privada | 1971 (en El Salvador) | 2006 (en R. D.) | ¿? | 3 niveles: básico, intermedio y avanzado | Materiales propios |
Algunos datos fueron suministrados por el personal que accedió a llenar los cuestionarios, por lo que es preciso revisar algunos. |
Conjuntamente con estas reducidas actividades de E/LE de las diversas instituciones mencionadas en el cuadro anterior, algunas universidades del país (PUCMM, UNAPEC, UASD) logran acuerdos y convenios de colaboración con importantes universidades extranjeras, mayoritariamente norteamericanas, para trasladar grupos de estudiantes de español como segundo idioma en sus diferentes modalidades, niveles y estancias.
Asimismo, por ejemplo, entre 2000 y 2001, la Unión Europea, en colaboración con la Asociación de Estados del Caribe (AEC), puso en marcha un proyecto de E/LE dirigido a grupos de estudiantes francófonos y anglófonos caribeños de diversas carreras, principalmente del área de turismo, para que se trasladasen a Santo Domingo con el propósito de ofrecerles cursos de inmersión de español como segunda lengua, con estancias y niveles bien definidos. Esta iniciativa no se pudo sostener por sí sola y el proyecto no duró más de dos años.
Por lo general, en las últimas décadas, la población que toma cursos de E/LE es mayoritariamente norteamericana, cuando se trata de grupos pactados en los acuerdos interinstitucionales.
Sin embargo, el número de alumnos haitianos crece considerablemente hoy día debido a varios motivos. Primero, por la condición de obligatoriedad impuesta por el Estado dominicano a la mano de obra haitiana que emigra a la República Dominicana (R. D.), la cual deber aprender español, asunto que solo se cumple con los ciudadanos de ese vecino país; y, segundo, se recomienda aprender español a los estudiantes de esa nación que ingresan en universidades dominicanas a realizar sus estudios universitarios.
Hacia 1983, la población que recibía cursos de E/LE en la R. D. era mayoritariamente de chinos, debido a la emigración de esos nacionales al territorio dominicano.
Con la reciente publicación del Plan curricular del Instituto Cervantes. Niveles de referencia para el español, con 6 niveles (A1, A2, B1, B2, C1 y C2), se abren nuevas puertas para la E/LE en el mundo hispánico. Cuenta con un modelo de referencia curricular organizado, vinculado al MCER como sistema internacionalmente reconocido.
Este nuevo aporte del Instituto Cervantes contribuye a enriquecer y a fortalecer la E/LE en un contexto mundial, ya que:
(…) el esquema conceptual de los Niveles de referencia para el español trasciende el planteamiento tradicional de la competencia comunicativa e incorpora una visión más amplia que incluye la competencia intercultural y la competencia en el control y la gestión del propio aprendizaje de la lengua.
Desde ya, las diversas instituciones que se dedican a E/LE, al menos en el caso dominicano por la falta de criterios claros y precisos sobre esta actividad educativa, disponen de un material indispensable para la organización curricular de los cursos de español como segunda lengua.
Además de esta significativa contribución del Instituto Cervantes, es indudable que el mayor avance realizado en los últimos años en materia de E/LE lo constituye la instauración del Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera (SICELE), impulsado por esa institución española al servicio de la enseñanza y la difusión de la lengua y cultura en español en el mundo.
Este sistema internacional tiene como punto de partida el acuerdo suscrito en Salamanca en octubre de 2005 por rectores de universidades españolas e hispanoamericanas, en representación de 18 países, el cual establece las bases para la puesta en marcha de este sistema internacional de certificación. En reuniones de trabajo previas, tales como las de Rosario (junio de 2005) y Santiago de Chile (septiembre de 2005), la Comisión Académica designada en la reunión de Salamanca discutió y analizó la documentación que sería aprobada por la Secretaría Ejecutiva, la cual deberá ser ratificada por las autoridades universitarias de España e Hispanoamérica en reunión en Medellín en marzo de 2007, y hacer pública dicha declaración para el establecimiento del sistema.
La República Dominicana, a través de la Dirección Ejecutiva del Programa UNILINGUA de la Universidad APEC (UNAPEC), forma parte del sistema, colaborando con los trabajos encomendados al Comité Académico, y se adhiere a esta iniciativa emprendida exitosamente por el Instituto Cervantes.
Es de desear que las demás instituciones universitarias del país que se dedican a E/LE logren su adhesión a este sistema internacional de certificación del español, lo que sin duda alguna contribuirá a elevar la calidad académica de esta importante actividad educativa y redundará en nuestra comunidad de hablantes.
De este modo lograremos con verdadera dignidad lo que ha expresado José Ramón Parrondo Rodríguez, del Instituto Cervantes y coordinador de la Comisión Académica del SICELE, «que cada vez más ciudadanos del mundo se acerquen a nuestro idioma y a nuestras culturas y se conviertan también en portadores de nuestra riqueza lingüística y en miembros de nuestra comunidad global».