Amparo Morales

Procesos discursivos del español de Puerto RicoAmparo Morales
Academia Puertorriqueña de la Lengua Española

1. Introducción

La lengua española es el lugar de encuentro de muchas nacionalidades. El español de Puerto Rico, una de ellas, como uno de los dialectos representantes del español del Caribe, comparte con las otras comunidades de la zona rasgos fonológicos, sintácticos y léxicos caracterizadores de esa modalidad caribeña y también otros muchos, la mayoría, con el resto de las comunidades que hablan español. En este trabajo insistimos en los aspectos distintivos.

Las características sintácticas del español caribeño, de las que vamos a hablar hoy aquí, son ya conocidas. Los artículos dedicados a describir los rasgos que lo diferencian del resto del español general han alcanzado cierta notoriedad a partir de los años setenta.1 Aunque no hay coincidencia total entre los lingüistas en cuanto a cuáles son exactamente esos rasgos caracterizadores, los más repetidos hacen referencia a la frecuencia de los sujetos pronominales antepuestos, la reducción de la flexión morfológica verbal y la ausencia de inversión sujeto-verbo en contextos obligatorios (una muestra de los autores que han tratado estos temas sería: Suñer, 1986; Morales, 1989 y ss.; D’Introno, 1989, 2005; Pérez Leroux, 1999; Toribio, 1993).

Los rasgos citados se manifiestan en expresiones como las siguientes:2

  • debes hacerlo
  • Éli no sabía que éli tenía que hacer el pago
  • ¿Cuándo ella llega?
  • Usaba un paraguas, que él le había regalado3

Partimos del hecho de que estas oraciones serían poco frecuentes en el español general, que en estos contextos preferiría elidir o posponer el sujeto pronominal.

En esta primera presentación vamos a discutir el primer rasgo, muy relacionado con los otros y sobre el que hemos publicado ya algunos artículos. Queremos insistir aquí en que este proceso está motivado por principios universales del discurso que son compartidos por otras variedades del español no caribeñas, postulado que empezamos a presentar en Morales (1989) y que desarrollamos aquí con más cuidado. Conviene tener en cuenta que algunos de los modelos teóricos postulados parecen dar a entender que nos encontramos ante un dialecto que se encuentra a caballo de dos sistemas lingüísticos diferentes y en proceso de cambio hacia otro sistema distinto del español estándar. Este trabajo pretende demostrar que los datos empíricos encontrados no dan pie para establecer un modelo muy diferente del asignado al español general, solo indican que este dialecto recurre con mayor frecuencia que otras variedades a estrategias marcadas de tematización de sujeto.

2. Sujetos pronominales y modelos explicativos

Los hechos presentados han favorecido que el español de Puerto Rico, y el español dominicano en particular, hayan recibido distintas interpretaciones que lo distancian de las lenguas que permiten el sujeto tácito o lenguas de sujeto nulo (pro-drop languages), grupo al que pertenece el español. En general, los modelos relacionan la característica de poder elidir el sujeto pronominal con la riqueza flexiva de las formas verbales y postulan que en los dialectos en que las flexiones verbales desaparecen por el debilitamiento de las consonantes finales surge como compensación la no elisión del sujeto pronominal.4 Siguiendo esa dirección, algunos autores proponen modelos paramétricos que le asignan rasgos especiales a la CONC (ordancia) verbal (flexiones verbales).5 La naturaleza especial de CONC, categoría debilitada en los dialectos que pierden las consonantes finales, le impide identificar al sujeto y obliga a que este sea expresado. Algunos de estos dialectos pueden tener opciones paramétricas dobles (Toribio, 1993). Para esta autora, la modalidad del español dominicano, caribeño en general, es un dialecto en transición que puede exhibir, por ahora, propiedades asociadas a ambos sistemas; en este caso, a una lengua de sujeto nulo y a otra de sujeto obligatorio, es decir, tiene doble parámetro, retiene una gramática de sujeto nulo y a la vez es un dialecto de sujeto no nulo.6 Según D‘Introno (2005), más cauto en la interpretación del fenómeno, la pérdida de las marcas flexivas verbales debilita la condición de M ligamento (M-binding Condition), por la que el sujeto se identifica con la flexión verbal en el español general. La debilidad de las marcas flexivas en el español del Caribe hace que la condición sea menos efectiva y que se acreciente el uso del sujeto pronominal expresado.7 Como vemos, en todos los casos se establece una relación de causa efecto entre debilitamiento de las flexiones verbales y la aparición del sujeto pronominal.

3. Datos generales

Efectivamente, en el español de Puerto Rico se han encontrado sujetos pronominales explícitos en secuencias comunicativas neutrales, no contrastivas ni focales, es decir, en los casos de continuidad de tópico.8 Este uso de pronombres plenos en contextos neutrales, que se muestra en los ejemplos, sobrepasa la norma establecida, dado que la realización pronominal es el recurso utilizado por el español para los casos contrastivos o «enfáticos» (Gili Gaya, 1964). Los ejemplos se obtuvieron de grabaciones de lengua oral de San Juan y Madrid:

  1. La cosa del virus, pues, verdaderamente también me interesaba mucho, pues entonces, Ø cogí, Ø me vine aquí…,Ø empecé y Ø ahí sigo (M, MII)
  2. Yo no pude estar allí, yo oí la gritería, pero yo estaba en mi oficina en una reunión y Ө los oí gritando (SJ, MI)
  3. Bueno es que… yo… cuando me acuerdo… cómo eran las cosas… cuando yo era estudiante y cómo son ahora, pues, es que yo me acuerdo… por ejemplo, que nosotros aceptábamos el Rotecé voluntario, mejor dicho obligatorio, y nunca recuerdo yo, nunca recuerdo yo, que esto se cuestionase, nunca hubo un grupo de muchachos que dijera, bueno, pero esto hay que acabarlo (SJ, MI)
  4. Lo mismo le pasó a un fotógrafo…, también tuvo que esperar una serie de meses, porque [Se refiere a Picasso que es el tema del párrafo] él tiene los momentos contados ¿no? Él todavía se acuesta tardísimo, él trabaja muy intensamente, tal vez él esté la mayor parte del mediodía durmiendo pero es que ha estado hasta las tantas de la madrugada (SJ, III)

Nada en estos párrafos que mantienen continuidad de tópico clara indica que estamos ante contextos de secuencia temática diferente; el sujeto elidido de Madrid y el expresado antepuesto de San Juan parecen llevar a cabo la misma función, la de continuar el tema establecido en el párrafo, no presentan valores contrastivos ni focales.9 Como vemos, las soluciones son diferentes, en Madrid se tiende a elidir el sujeto correferente y en San Juan a anteponerse o, por lo menos, a elidirse mucho menos. Esta tendencia a la anteposición en San Juan se refleja en los datos cuantitativos. Así se ve en la tabla 1:

Tabla 1. Anteposición de sujeto pronominal (Morales, 1995)
  San Juan Madrid Buenos Aires
yo, tú 421/777 (54 %) 195/708 (28 %) 218/721 (30 %)
índice .64 .40 .45
él, ella (+ plu.) 180/517 (35 %) 33/419 (8 %) 70/397 (18 %)
índices .69 .26 .51
arb. (uno, tú) 132/191 (69 %)  19/85 (22 %) 58/121 (48 %)

Las diferencias cuantitativas son patentes, San Juan ofrece los porcentajes más altos10 y Madrid los más bajos. Sin embargo, conviene señalar que existe un comportamiento similar en las tres modalidades analizadas, son las primeras personas, los interlocutores de la comunicación (tú y yo), las que muestran los porcentajes más altos en las tres. En todas ellas han sido las primeras personas las más afectadas por la no elisión. El que eso suceda se puede considerar un reflejo de la jerarquía temática que rige a los referentes del discurso (Givón, 1976), es decir, los más idóneos para ser actantes posibles. En ella, son los pronombres personales, y dentro de estos, las dos primeras personas, las que ocupan el grado más elevado de esa jerarquía. Son los temas por excelencia porque el hablante tiende a ser el punto de referencia y el argumento más presupuesto en la conversación y por ello con tendencia a ser reforzados.

Esta disposición a la anteposición de sujeto pronominal que presenta el dialecto puertorriqueño, recogida también en investigaciones de otros autores (Cameron, 1993, 1995) y que se ve como poco natural por hablantes de otras modalidades, puede resultar una estrategia necesaria para los puertorriqueños. Según las expresiones de una asistente puertorriqueña al foro en que se discutían estos temas, la señora veía muy natural expresar el sujeto cada vez «porque esa persona es la que hace la acción y no otra y hay que decirlo». Es decir, veía en el sujeto expreso la única manifestación del actante oracional y, además, tenía interés en que su comunicación fuera efectiva. Se crea con ello un proceso de tematización marcada, casi obligatoria, que puede extenderse a otras personas, como se refleja en los datos de las terceras personas del dialecto puertorriqueño. Desde luego, se observa que el proceso no está tan activo en las otras modalidades, aunque hasta ahora estos hechos no han sido probados empíricamente en muchas de ellas.11

Estas tendencias arrastran también a las formas de sujeto arbitrario (y uno), que en las tres modalidades manifiestan porcentajes altos de anteposición. Todo parece indicar que, por estar incluidos en ellos el hablante y el oyente (cuando se dice vas allá y nadie te hace caso, ese incluye al hablante, al oyente y a cualquier otra persona), y uno siguen la misma estrategia que las primeras personas.

4. Datos comparativos y estrategias del discurso

4.1.Verbos de pensamiento y comunicación

Se ha comprobado en varias investigaciones que la clase verbal ofrece resultados importantes en la aparición del sujeto pronominal. Los verbos de actividad mental y comunicativa presentan los datos más representativos. En ellos se da el porcentaje más alto de aparición de sujeto pronominal. Los ejemplos siguientes muestran esos casos:

  • (23) Porque se enfrascan tanto en que tienen que crear una obra que se olvidan…, y aunque yo sé que ya no se usa este sistema en música, yo les digo… (SJ MI)
  • (23) Yo creo que ya no haga más muchachos (Caracas, Bentivoglio, 1987)

Los resultados indican que se tiende a expresar más el sujeto pronominal cuando se lleva a cabo una acción mental relacionada con la manifestación de una opinión o comentario y que es la primera persona la más usada en estos casos. Parece ser un rasgo general del español, los hechos se han comprobado en las investigaciones realizadas en Madrid, Caracas y San Juan (Enríquez, 1984; Bentivoglio, 1987; Morales, 1995, 1997), en todos ellos la primera persona ha sido la favorecida. Estos verbos expresan acciones propias de los seres humanos, generalmente se usan en la conversación para incluir el punto de vista del hablante o de los participantes del discurso (yo pienso, yo creo, él asegura, etcétera).12 El que las primeras personas sean las más usadas y que abunde la realización del sujeto en ellas no deja de ser sino una manifestación más de esas tendencias pragmáticas del discurso que privilegia a los participantes de la conversación y refuerzan la interpretación de los datos generales vistos en latabla 1, en cuanto a que son las formas más idóneas para la tematización marcada. Que se refuercen las acciones realizadas por los seres humanos en todos los dialectos, especialmente por el hablante, que es el que opina, dice, cree, etcétera, demuestra la parcialización del discurso a favor de las primeras personas.

4.2. Sujetos contrastivos

Hay casos particulares en que los sujetos pronominales tienden casi categóricamente a anteponerse; se trata de los sujetos contrastivos. En la lengua hablada la referencia contrastiva es un procedimiento retórico que hace que el enunciado en cuestión adquiera relevancia. En estos contextos el hablante señala que su contribución está en contradicción con un enunciado previo o con alguna supuesta creencia por parte de su interlocutor, o simplemente da a conocer que una acción o un actante contradice otra aseveración manifiesta. Chafe (1976) hablaba del foco de contraste como la unidad con información conocida que recibía una estrategia especial de refuerzo expresivo.13 Se trata de casos como:

  • (17) … en el cual él sacó una nota D y yo saqué una nota mejor (SJ MII)
  • (18) porque él se fijó en una cosa que todo el mundo veía y nadie… todo el mundo miraba y nadie veía ¿no? (BA MII)

Los resultados de aparición pronominal en sujetos contrastivos obtenidos en San Juan fueron muy similares a los de Caracas y Los Ángeles; en todos los dialectos la tendencia fue a la realización antepuesta del pronombre (Silva-Corvalán, 1982; Bentivoglio, 1987). En el dialecto puertorriqueño, un 89 % de los sujetos contrastivos aparecían expresados y antepuestos (Morales, 1995). Se trata de uno de los procesos universales de destaque cuya manifestación puede variar según las lenguas, en las modalidades del español se manifiesta con la anteposición del sujeto contrastivo.14 Lo que hay que subrayar aquí es que ante casos de posible confusión de actantes el recurso ha sido realizarlos y anteponerlos.

4.3.Oraciones de relativo

Ese ha sido también el recurso en las oraciones de relativo de objeto que presentan posible competencia entre el objeto y el sujeto. Se ha postulado que en estas oraciones debe aplicar la regla de inversión verbal que pospone el sujeto, puesto que ya hay otra unidad marcada en la primera posición oracional. Son contextos similares a los de pregunta. Por ejemplo, en ¿Qué quieres (tú)?, que es el foco antepuesto, lo que exige la inversión o elisión del sujeto; en El regalo, que envió (ella), está ahí el relativo que repite a el regalo, que se instala como nuevo tópico y el sujeto debía posponerse o elidirse también (Torrego, 1984).

Los textos analizados fueron los mismos de San Juan, Madrid y Buenos Aires, y los resultados mostraron que, a juzgar por los datos, en principio ninguno favoreció la posposición o elisión del sujeto pronominal. Así se ve en la tabla 2, cuyos resultados, salvo los de Puerto Rico, son bastante similares a los generales obtenidos en la tabla 1.

Tabla 2. Anteposición de sujeto pronominal en oraciones de relativo (Morales, 1999)
  San Juan Madrid Buenos Aires
yo, tú 56/85 (66 %) 16/60 (27 %) 23/62 (37 %)
él, ella 28/46 (61 %) 5/26 (19 %) 5/32 (15 %)

Como podemos ver en los ejemplos, estos contextos presentan la particularidad de ofrecer dos tópicos, un protagonista temático, que continúa el tema establecido en el párrafo, y otra entidad que, como nuevo tema, aparece representada por el relativo. Se producen así contextos en los que el sujeto y el objeto, los dos argumentos más idóneos para la tematización, compiten como posibles temas para posteriores enunciados. Se crean contextos propicios para la intervención de factores marcados de topicalización y contraste. En estos contextos particulares todos los dialectos mantienen la misma proporción de anteposición de sujeto, o una muy similar, a la que tenían en los contextos generales. No se aplica la regla establecida, los hablantes mantienen un similar porcentaje de sujeto pronominal aunque esté el relativo también antepuesto. San Juan lo incrementa un tanto.

Los párrafos siguientes muestran esas circunstancias:

  • (19) Además tú estás… tú retienes más de los casos que Ø has leído que posiblemente se te aplican a una y otra materia, y entonces cuando tú lees por segunda vez el caso, hay cosas que en el primer curso que tú cogiste, Ø no lograste agarrarlas… ¿ves? Y ahora tú lo ves con mayor claridad (SJ, MII)
  • (20 ) Ahora, aquella vida que le daba, creo que no lo he conseguido; a mí me dicen muchas veces, con amabilidad: «Hombre, esto es fantástico, qué bien» yo lo comparo con obras del maestro y veo que no… Mi maestro don J. M. B. cuando hacía un animalito, no llegaba al soplo de dar vida, pero un poquito más y aquel bicho, que él hacía, hubiese volado (M, MIII)

El sujeto y el complemento directo de la oración de relativo, los dos argumentos más representativos en la jerarquía temática, pasan a ser temas disponibles de referencia para la información posterior y este hecho favorece el refuerzo de uno u otro de acuerdo con las intenciones comunicativas del hablante. El aumento en el porcentaje de anteposición de sujeto en el dialecto puertorriqueño repite los datos anteriores. En Morales (1992: 683), que analizaba la duplicación con clítico del relativo objeto en los mismos contextos, fue el dialecto porteño el que mostró los niveles más altos de duplicación de objeto.15 La oración siguiente refleja este caso:

  • (21) Tienen una alta calidad, que la han logrado con trabajo (BA, Morales, 1992).

En la oración puertorriqueña que presentamos a continuación, se refuerzan ambos:

  • (22) Es un caso de bolita, que se llevó contra una señora muy pobre que vivía en el barrio Rojas de Santurce, y que yo la defendí, salió culpable (SJ MIII)

Los resultados ofrecidos hasta ahora son índices de que en el discurso actúan unos principios pragmáticos generales que privilegian a las personas del discurso dándoles un destaque especial cuando actúan de sujetos. En situaciones de doble tema, sujeto y objeto, favorecen que uno u otro aparezca reforzado.16

Conviene aclarar algunas particularidades, la modalidad de San Juan no presentó ningún caso de sujeto pronominal pospuesto en estos contextos, tanto las primeras personas como las terceras aparecían antepuestas, incluso sin matices contrastivos. Los otros dialectos fueron menos categóricos. Los textos madrileños, que sí ofrecían algunos sujetos pospuestos en estos contextos, los limitaban sobre todo a la primera persona, las terceras se utilizaron preferentemente en la posición antepuesta. Como se ha dicho en otras ocasiones, la posposición de sujeto pronominal puede marcar la continuidad de tópico (Bentivoglio, 1997). El dialecto madrileño podría mantener más activas las funciones asignadas a la primera posición oracional y marcar con ello diferencias pragmáticas entre sus sujetos pronominales, utilizando la anteposición también para los casos más contrastivos o focales. Sin querer dar demasiada importancia a datos que necesitan mayor representación numérica y ampliación de la variación dialectal, podríamos postular que en el español de Puerto Rico se ha debilitado la función de esa posición por el uso reiterado e indiscriminado de pronombres tematizados.

5. Perífrasis de relativo

Como prueba final de esta tendencia del dialecto puertorriqueño a anteponer el sujeto pronominal, basta observar las perífrasis de relativo del dialecto sanjuanero.17 Estas construcciones son, como las relativas de objeto, contextos pragmáticos especiales cuya compleja estructura responde a las distintas interacciones que se suceden entre los referentes del discurso y a la necesidad que siente el hablante, en un momento dado, de realizar estrategias expresivas particulares para dar cuenta de sus intenciones comunicativas. En las oraciones seudohendidas (SH)18 que comienzan con lo que (Lo que dice es que no la respetas), el 61 % de ellas tenía el sujeto antepuesto, y muchas lo tenían dislocado a la izquierda de la oración (Morales, 2005).

Las cláusulas siguientes sirven de ejemplo:

  • (23) Él lo que pensó fue que él no quería que sus hijos se criaran allí (IIF3)
  • (24) Y yo lo que hago es que no voy, mi esposo sí porque mi esposo es varón y se tiene que relacionar con las cuestiones que están sucediendo aquí (IF2)

Podía haber dicho otras oraciones más neutrales: «Lo que pensó fue que (él) no quería que sus hijos se criaran allí…» o «Y lo que hago es que (yo) no voy».

Es significativo que estas oraciones contrastivas en las que la unidad focalizada es la oración subordinada pospuesta (él no quería que sus hijos se criaran allí, yo no voy) hayan servido, además, como las relativas, de espacio apropiado para resaltar de nuevo la tematización marcada del sujeto en el dialecto puertorriqueño.

6. Conclusión

Los pronombres personales son unidades gramaticales que se utilizan para referirse al hablante, al oyente y a otros referentes del discurso. Para focalizarlos hacen falta procedimientos suplementarios cuya naturaleza viene dada por el sistema gramatical de la lengua de la que proceden. En las lenguas que permiten la elisión del sujeto, como el español actual, la simple realización del pronombre sujeto puede ser un recurso de tematización contrastiva o focalizada. Así se ha comprobado en los contextos de posible confusión entre actantes, llamados de sujetos contrastivos. En ellos, en todos los dialectos, el hablante impone su interpretación recurriendo a la realización antepuesta del sujeto e, igualmente, en las oraciones de relativo de objeto ante un contexto con dos temas activos. Se ha visto, además, que en los verbos de pensamiento y comunicación los sujetos pronominales están representados mayoritariamente por la primera persona, y esta se usa, también en mayor número de ocasiones, antepuesta. El español tiene, así pues, estrategias especiales de refuerzo y, como indican los datos, estas privilegian a las dos primeras personas.

Ante todo, hay que tener en cuenta que la realización pronominal antepuesta al verbo, que se percibe como un recurso marcado, puede carecer de significado comunicativo especial. Si en una comunidad lingüística las técnicas de tematización son recurrentes y se realizan con pronombres sujeto tónicos especialmente, estos pueden a largo plazo convertirse en elementos clíticos obligatorios. Ese podría ser el caso en el español de Puerto Rico, en él la tematización repetida actual no parece ser un recurso expresivo significativo, sino que los hablantes puertorriqueños lo perciben como la manifestación normal del actante.

La aparición reiterada del sujeto pronominal no necesita verse como compensación de la perdida de flexiones verbales, especialmente si consideramos que el refuerzo se da, en mayor medida, en las dos primeras personas y que lo sufren los dos argumentos fundamentales de la oración, sujeto y objeto. El debilitamiento de las consonantes finales actúa, a nuestro entender, como proceso fonético fonológico independiente, así parecen indicarlo los datos generales que no han ofrecido resultados concluyentes (para una discusión completa véase López Morales, 1983). Los modelos actuales basados en ese debilitamiento, si bien últimamente han recibido muchos cambios para acomodarlos a la diversidad dialectal existente, aún están muy ligados al postulado de transición de un sistema a otro. Si partimos de la base de que se trata solo de diferencias cuantitativas y de que los procesos de refuerzo de sujeto pronominal se mueven en la misma dirección en todos los dialectos, nos damos cuenta de la necesidad de insistir en esos principios pragmáticos universales compartidos. El uso abundante del recurso en la modalidad puertorriqueña podría obedecer a tendencias dialectales estables incorporadas en momentos tempranos de su configuración dialectal que siguen un patrón lingüístico simplificado y un tanto más rígido SVO. En ese sentido el sobreuso del sujeto pronominal, nombrado todo el tiempo como recurso «marcado», podría ser universalmente «no marcado», tanto en términos tipológicos como de aprendizaje, si consideramos el lenguaje infantil y las lenguas criollas.

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Notas

  • 1. A partir de 1976, motivados por el creciente interés en los temas lingüísticos del Caribe hispánico y bajo la iniciativa de Humberto López Morales, director del Programa Graduado de Lingüística de la Universidad de Puerto Rico, comenzaron a celebrarse los Simposios de Dialectología del Caribe hispano. El primero de ellos se celebró en Río Piedras, Puerto Rico. Desde ese simposio inicial se han sucedido otros varios que han contado con el patrocinio de las instituciones universitarias de distintas capitales caribeñas (entre ellas Santo Domingo en 1977, Miami en 1978, San Germán en 1979, Caracas en 1980, etcétera). Estos simposios ayudaron a la divulgación de las nuevas teorías y metodologías que se estaban construyendo sobre el español del Caribe.Volver
  • 2. Los datos contrastivos utilizados en este trabajo proceden principalmente de tres variedades del español (Madrid, San Juan y Buenos Aires) analizadas por el mismo investigador con los mismos métodos de análisis. Los textos pertenecen a las entrevistas transliteradas y publicadas de las ciudades de Madrid (Esgueva y Cantarero, 1981), Buenos Aires (Barrenechea, 1987) y San Juan (Morales y Vaquero, 1990).Volver
  • 3. Según algunos autores, estos primeros rasgos van acompañados de otros como la prohibición de FN indefinidas antepuestas (*Una carta de recomendación será bienvenida, *Un policía llegó) y de los sujetos antepuestos a infinitivos (*Los jefes no le ofrecieron ayuda para el poder resolver el pleito)Volver
  • 4. Estos comentarios hacen alusión a la llamada hipótesis funcional que justifica el parámetro lingüístico conocido como de «sujeto nulo». Las lenguas marcadas positivamente con respecto a ese parámetro, como el italiano y el español, porque tienen una flexión rica o uniforme, permiten que los sujetos no tengan representación fonética y aparezcan identificados por las flexiones verbales. El inglés y el francés, con flexiones verbales mucho más limitadas y menos uniformes, por el contrario, están marcadas negativamente y siempre aparecen con sujeto explícito. Los dialectos del español que presentan los sujetos explícitos tienen, a su vez, debilitamiento de las consonantes finales, lo que ocasiona la pérdida de muchas flexiones verbales. La hipótesis funcional en general estipula que los sujetos se expresan como compensación de las pérdidas de flexiones. Este tema ha producido una bibliografía relativamente copiosa con muchas variantes, para una visión de conjunto véase López Morales (1983) . Volver
  • 5. CONC también se nombra como AGR o INFL en inglés.Volver
  • 6. Pérez-Leroux (1999: 114) cuestiona la descripción dual del dialecto, para ella se trata de ausencia de movimiento de ascenso del verbo y la necesidad de concordancia expresa entre el núcleo de la concordancia de sujeto y su especificador.Volver
  • 7. D’Introno propone de la Condición de M-binding que establece que si una FN está representada por una categoría vacía y es argumental, estará ligada por otra, no argumental, que tenga los mismos rasgos y esté en la misma oración (D’Introno 2005: 33).Volver
  • 8. El tópico o tema se presentan aquí como sinónimos, aunque no representan exactamente lo mismo para todos los estudiosos. El tópico es la entidad de la cual la oración que se construye incrementa la información. Puede ser cualquier argumento de la oración y se establece según la relación que se da entre una entidad determinada de la proposición, su predicación y el contexto en el que está inmersa (Reinhart, 1982). El tópico recoge las propiedades que están asociadas a la información conocida, y suele recaer en el sujeto. De hecho, la identificación de sujeto y tópico es tan repetida que algunos textos definen el sujeto como el tópico y señalan «que sujeto es de quien se habla en la oración».Volver
  • 9. Foco es la unidad que ofrece una relación no predecible entre un referente y el resto de la proposición (Reinhart, 1982). Pertenece a la porción asertiva de una oración, pero no tiene que coincidir totalmente con ella, puede ser solo una parte. Suele ocupar la última posición de la oración, pero, en ocasiones, un foco marcado puede aparecer en la primera posición oracional.Volver
  • 10. Los datos puertorriqueños se han corroborado en muchas otras investigaciones tanto en el dialecto puertorriqueño como en las variedades de ese dialecto en los Estados Unidos (para una recopilación de ellas, Flores-Ferrán, 2005) Volver
  • 11. Los escasos datos cuantitativos del español de Santo Domingo muestran que este es, tal vez, el de mayor sobreuso del sujeto pronominal.Volver
  • 12. Estos verbos incluyen los que responden a actividad cognoscitiva (saber, pensar, cree, etcétera) y los de dicción oral (decir, sugerir, anunciar, etcétera). Eliminamos del grupo los que presentan un estado mental o sensación del tipo de esperar, temer, oler, etcétera, según la clasificación de Bentivoglio (1987: 49)Volver
  • 13. Las unidades marcadas como focos de contraste en este caso, que seguían tanto los postulados de Chafe (1976) como los de Silva Corvalán (1982: 114), requerían conocimiento compartido previo en cuanto a candidatos y selección de un candidato. En este trabajo se tuvieron en cuenta las que aparecían en las siguientes situaciones comunicativas: oposición entre dos o más referentes, elección entre varios y oposición en la predicación (Morales, 1995). Hay que reconocer, desde luego, que estos casos representan una porción mínima del texto, solo un 4 % de los sujetos pronominales analizados en los textos de Puerto Rico eran contrastivos.Volver
  • 14. Efectivamente, de los 5700 casos analizados solo 242 pudieron clasificarse como contrastivos. Más numerosos fueron los casos de «cambio de referente», cuyos resultados, también coincidentes con los de otras modalidades del español, fueron de 817, que presentaron un 61 % de aparición de sujeto pronominal (Morales, 1995).Volver
  • 15. Los datos de duplicación con clítico de relativo objeto obtenidos en el dialecto porteño (24,45 %) fueron superiores a los encontrados en Madrid (6,5 %) y San Juan (14 %). Volver
  • 16. Situaciones en ciertos aspectos similares provocan la gramaticalización de la marca preposicional del objeto primera persona en contextos de duplicación (Detges, 2005). Según Detges (2005: 171), esta gramaticalización es consecuencia no intencionada de estrategia discursiva destinada a poner de relieve el papel del locutor en el discurso.Volver
  • 17. Chafe (1976) incluía en este concepto de contraste las oraciones hendidas (cleft sentences en inglés). Volver
  • 18. Estas oraciones se clasifican en: hendida (H) (No era Noé el que daba la orden, fue Dios, que se la dio a Noé); seudohendida (SH): (Por eso la que viene es Sila, Lo que señala es que hay mucho robo) y seudohendida inversa (SHI): (Para mí Cucusa es la que puede ganar la alcaldía de San Juan). Volver