Pedro Luis Barcia

El español en el ciberespacio Pedro Luis Barcia
Presidente de la Academia Argentina de las Letras (Argentina)

El objetivo central de este panel es reflexionar sobre el futuro de nuestra lengua en Internet, tema que ha generado valiosos trabajos de investigación y estimación,1 y considerar la expansión creciente del español en el ciberespacio. Esa acelerada expansión de Internet alcanzó 50 millones en 4 años, frente a los 70 años que necesitó la telefonía fija para imponerse y los 40 de la radio. Este notable crecimiento se verifica en diferentes concreciones: los periódicos en línea, las versiones digitales ascienden al 56 % de los impresos, en el mundo panhispánico2 las bibliotecas digitalizadas, las ediciones digitales de libros, disponibles en cedé o en la Red; la presencia de corpus cada vez más dilatados (p. ej. CREA, CORDE, de la RAE), la publicación electrónica de revistas, anuarios, actas y ponencias de congreso; los sitios electrónicos, particularmente los institucionales; las formas de comunicación interactiva como el correo electrónico, el chat, los foros de debate y las comunidades virtuales;3 y aun las tribus electrónicas consolidan la lengua en el ciberespacio; es decir, por un lado los aportes relativamente estables, y los ocasionales o fugaces, como el correo o el chat.

Sumémosle los varios recursos de e-learning, y, de preferente manera, la enseñanza de ELE, con el AVE del Instituto Cervantes a la cabeza (www.ave.cervantes.es), se expande con carácter inundatorio la instalacion de blogs; se dilata el mundo del e-business, de la mano del PBI y favorece la globalización económica transada en lengua castellana, las posibilidades cada vez más enriquecidas de los juegos hipertextuales, etc.

Desde el punto de vista lingüístico y de política lingüística, importa que la presencia de nuestra lengua, en las diversas variedades de la comunicación electrónica, resguarde la unidad y corrección básicas en todos ellos, y que el crecimiento necesario de esa presencia sea, a la vez, cuantitativa y cualitativa.

«No fueron los libros sino las pantallas las que levantaron el actual imperio de la lengua inglesa», dice Juan Cueto.4 Se sabe que es el inglés la lengua predominante como lengua franca en la ciencia y la técnica, y en el ciberespacio, y se atribuye a García Márquez la afirmación que «el inglés mal hablado, es esa lengua franca universal, no el inglés propiamente dicho».

El ciberespacio es una oferta desafiante para la expansión del español que gobiernos, instituciones, industrias culturales, creadores, intelectuales, docentes y usuarios comunes deben asumir con plena conciencia de resguardo lingüístico. El mundo hispanohablante ha avanzado con firmeza en el campo electrónico, como lo certifican los varios indicadores y las encuestas. Pero Hispanoamérica —y por favor, dejemos de lado lo de Latinoamérica, designación que salta por sobre la madre para acordarse de Roma, como si fuéramos hijos de la abuela— está muy distante de los parámetros y cifras que exhibe España. Pero seamos optimistas, poco a poco hila la vieja el copo, y con esa lana teje la Red.

Crecen la incorporación y los usos de las TIC, en nuestros países, en proyección increíblemente acelerada, con la consolidación de lo que se ha dado en llamar la Sociedad de la Información. Y que, con excesiva ligereza se la articula, como si fuera ello un paso elemental y natural, con la Sociedad del Conocimiento. Avanza la Internet, seductora y suasoria, con paso de mujer, que es sumamente vivaz, no como el cansino paso de hombre. Pero las dos instancias siguientes se darán con mayor lentitud: el tránsito a una real Sociedad del Conocimiento y por fin, una deseable Sociedad de la Sabiduría. Se nos abre, como dijo, Juan Pablo II, las infinitas posibilidades de la mayor ágora que en el mundo se ha dado. Aprovechémosla, incluso para reforzar la diversidad cultural, como imagen de existencia conviviente en Internet, al tiempo que dilatamos el panhispanismo por el ciberespacio.

Las bibliotecas digitales. El caso del Portal de la Academia Argentina de letras en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Las Bibliotecas Digitales son uno de los espacios que mejor robustecen el posicionamiento de una lengua en la Red. Desde la pionera Biblioteca Gutenberg, lanzada en 1971, muchos son los emprendimientos valiosos que se han producido en el ámbito idiomático español. Que es modelo la acción de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes www.cervantesvirtual.com, de la Universidad de Alicante.

Muchas instituciones, desde los cuatrocientos, se han lanzado a digitalizar material librario. Pero como reza el refrán: «De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno electrónico».

Como en aquel caso en que el visitante era acompañado en su visita por el instituto de los jesuitas y, conocía a los astrónomos, a los filólogos, a los botánicos, pero al llegar a un ala no se detuvieron en ella, entonces, el visitante intrigado preguntó: «¿Y estos quienes son? Se le respondió «¿Son los futuros mártires del Japón?». Pues tengo probado que, en varias instituciones se destina al disminuido a digitalizar textos, como si solo se tratara de una tarea automática.

Cuando uno asiste a la sala de Alicante en la que dos decenas de personas trabajan en pantalla con minucia de benedictino la página digital de cada texto, tomamos conciencia lo que es realmente «editar digitalmente».

Porque en este campo no se trata —aunque tiene su peso— solo de lo cuantitativo, sino de la calidad de las reproducciones, para empezar bien. Luego vendrá el tratamiento bibliotecológico serio de ese material. Calidad y profesionalidad son los dos parámetros de los que se debe partir.

Aunque, hemos empezado con este planteo por la mitad. En el origen está la selección del material que se incluirá. Y en esa operación cifrada en una palabra juegan muchos criterios combinados.

Voy a valerme de nuestra experiencia con la creación del portal de la Academia Argentina de Letras en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Como se sabe, este sitio estaba destinado originalmente a las Bibliotecas Nacionales de los países de la comunidad hispanohablante. La primera Academia de las veintidós de Academias de la Lengua fue la Argentina, y lo fue por mucho tiempo. Hemos hecho personales gestiones para que otras Academias se sumen al sitio de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

En primer lugar hemos de atender a la disposición de campos temáticos en el seno de las bibliotecas digitales, orientados por especialistas. En nuestro caso, un primer paso se había dado en falso, el año anterior a que tomáramos la dirección del portal, pues con el rótulo de «literatura gauchesca» estaban mezcladas obras de esa naturaleza y otras nativistas. La divissio aquarum que establecimos con un golpe de tecla en los listados, fue esclarecedora. Distinguimos, entonces subportales con áreas temáticas bien definidas, que irían creciendo en el tiempo: Literatura gauchesca, Literatura nativista, Clásicos de la literatura argentina, Literatura de viajes y viajeros por la Argentina, Folclore (no «literatura folclórica») narrativo, lírico y sapiencial (en tres agrupaciones), Revistas culturales, Epistolarios, España en la Argentina, y la sección Cervantes en la Argentina, Literatura femenina del siglo xix, etc.

Divididas las áreas atendimos a que ellas fueran lo más completas posibles. Con el Área Gauchesca se ha logrado ya incluir la totalidad de la literatura de esta índole. Primero, los textos; luego, introducciones y algunos estudios, que irán creciendo con el tiempo, hasta constituir un campo imprescindible de referencia, no solo para cualquier estudiante sino aun para los especialistas. Porque hemos digitalizado las primeras ediciones de los libros canónicos. Avanzamos, pues, con sistematización en la selección del material.

En el Área Folclórica están incorporados los mayores refraneros, que representan nuestra expresión sapiencial oral; hemos entregado digitalizados la totalidad de los gruesos tomos preparados hace tres cuartos de siglo por Juan Alfonso Carrizo y que constituyen la máxima colecta de la poesía tradicional de nuestro país, más de 200 000 piezas. Estas obras son hoy inhallables en las bibliotecas universitarias. Lo que constituye a nuestro Portal en una oferta tentadora.

Al criterio de la deseable exhaustividad del campo, le sumamos un nuevo valor agregado: las obras inhallables o de muy difícil acceso, y de consulta necesaria. Este nuevo factor potencia la capacidad atractiva del portal. Y convierte a nuestro repositorio electrónico en un espacio casi imprescindible de consulta. Así, p. ej., la presencia digital, de una notable impecabilidad lograda por los expertos de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la primera edición de una obra benemérita como la de Pedro de Ángelis, Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua y moderna de las provincias del Río de la Plata, aparecida a partir de 1836, es un nicho de consulta inevitable para los estudios filológicos, lingüísticos, históricos, geográficos, etc. de los dos primeros siglos del período hispánico, de nuestro país.

O bien el último avance es el de los ocho tomos de la obra de Navarro Viola, Anuario bibliográfico de la República Argentina (1879-1880) el mayor registro de sus años, con riquísima y aun inexplorada información.

A todos los criterios señalados (calidad de reproducción —bien sea en forma facsimilar o de textos consultables—,5 rigor científico bibliotecológico, nítida distinción de áreas, con preferencia de campos no bien cubiertos en otros espacios, firme selección del material, oferta de obras inhallables, de textos que sean fuentes para varios intereses culturales a un tiempo, labor continua y sostenida en la digitalización libre de las acciones espasmódicas habituales en nuestro países, y, por qué no, en nuestras academias), etc., corresponde señalar otros tres aspectos básicos: la interrelación de los campos con remisiones de enlaces, para facilitar una forma arborescente de articulaciones mediante los vínculos acertados, por un lado; por otro, el perfeccionamiento de tecnologías de búsqueda cada vez más afinados, y, finalmente, avanzar hacia una «navegación asistida» (evito llamarla «dirigida» por lo que puede sugerir de libertad restringida).

Un segundo maridaje muy fructífero ha sido el de nuestra Academia con Universia. Es el único país en el que una Academia de las veintidós cohabita en el foro con las Universidades.6

Ahora veamos: disponemos del apreciable bien de un caudal muy estimable de material incluso en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. ¿Qué nos está faltando ahora?

Pues, si descontamos que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes siga apoyándonos en forma cabal como lo ha hecho hasta ahora, lo que tenemos que completar es la articulación de nuestro portal con los docentes. Habituarlos a visitarnos, a asociarse a nosotros en esta difusión. Esto es difícil. Dice el proverbio africano (Cito un proverbio africano porque soy docente argentino. En una oportunidad, le dijeron a Fray Mocho, un notable periodista y escritor nativista nuestro, que estaba trabajando con provecho crematístico: «Che, Mocho, te estás haciendo la América». Y contestó: «Sí, por la veces que hice el África). El dicho negro reza: «Usted puede llevar el buey al agua pero no puede obligarlo beber». Aquí radica la cuestión. La motivación: que el docente de los pocos pasos de tecleo que necesita para acceder al portal.

Tenemos una dificultad grande, en nuestro país: el 63,2 % de los docentes no ha producido ningún texto en una computadora: el 72,4 % jamás usó correo electrónico; el 19,5 % lo hace cada 15 días y solo el 4 % diariamente; el 92,7  % de nuestros docentes nunca ha participado en un foro electrónico.7

Lo ideal es que nuestros sitios sean de frecuente consulta en las aulas. En España está ya instalada, y recién inaugurada en la Argentina, se da la producción de manuales y libros de estudio con referencia a sitios complementarios, ampliatorios, ilustrativos de la lección. Pero nuestras aulas están lejos de disponer todas de PC y conexiones a Internet, por eso se va a demorar el «apueblamiento» del alumnos en relación con los sitios asociados a lo educativo, para que los docentes puedan ejercer su labor de orientación en la Red y generar la habitualidad de sus excursiones.

Pero, lo sabemos, la organización vence al tiempo y conquista lo adveniente, se endereza hacia el porvenir y se instalará en el futuro.  

Notas

  • 1. V., entre vario material., p. ej., MILLÁN, JOSÉ ANTONIO. Internet y el español, Madrid: Fundación Retevision, 2001; MARCOS-MARÍN, FRANCISCO, «La lengua española en Internet», en Los retos del español, Vervuert, Iberoamericana, 2006; QUIRÓS ROMERO, CIPRIANO Y JORGE CRESPO GALÁN. Sociedad de la Información y presencia del español en Internet, DT 04/07, del proyecto «El valor económico del español», Madrid, Fundación telefónica, 2007. V., además, www.jamillan.com, www.funredes.org, etc. Volver
  • 2. OTERO, JAIME Y HERMÓGENES PERDIGUERO (Coord.) El porvenir del español en la Sociedad del Conocimiento, Fundación Caja de Burgos-Fundación de la Lengua Española, 2006. El dato negativo es que el 42 % destina solo dos o tres personas a la elaboración del periódico en línea, con lo que resulta versión abreviada del de papel. Volver
  • 3. LEBSANFT, FRAZ. «Lingüística popular y cultivo del idioma en Internet», en Español Actual. Revista del Español Vivo, Madrid, Arco Libros, 1999, n.º 72, pp. 47-57. El autor distingue cuatro modelos de foros sobre cuestiones lingüísticas: 1) El usuario escribe al correo electrónico de la RAE o la AAL, p. ej., consultando su duda y se le responde. 2) El usuario se dirige a una persona que opera como moderador de un sitio. Los integrantes del foro pueden o no participar. Luego, el moderador publica la pregunta y la respuesta que estima correcta., es el caso del Instituto Cervantes, y 3) Los usuarios escriben al grupo electrónico. No hay moderador. Todos opinan libremente, no se sacan conclusiones, es el caso del sitio www.apuntes.es. Volver
  • 4. QUIRÓS ROMERO Y CRESPO GALÁN, ob. cit., p. 26. El inglés ha tenido una notable merma en Internet, por el crecimiento de otras lenguas. Paso de tener las 3/4 partes a las 2/4. Sitios electrónicos en 2005: inglés, el 44 %; en alemán, 7 %, y en español el 5 %. Las dificultades de la tecnología de búsqueda en español son más complejas que en inglés, por los abundantes verbos irregulares.. Volver
  • 5. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dispone de cuatro formatos: 1) Textos en HTML, que se usa en los textos que deben ser retocados por expertos antes de la presentación; 2) Facsímil en JPG, para obras en las que interesan aspectos formales de la edición princeps; 3) Formato PDF con OCR para textos que deben estar disponibles para búsquedas y 4) PDF a partir de procesadores de textos. Volver
  • 6. Puede verse: La Academia en Internet. Biblioteca Virtual M. de Cervantes y Universia, Buenos Aires: Academia Argentina de Letras-III CILE, 2004. Contiene las páginas de presentación de ambos sitios y los índices. Volver
  • 7. V. BARCIA, PEDRO LUIS. Como la piedra inerte a la orilla del río, así el hombre que no está en el presente. Conferencia plenaria en el ciclo: «Pongámosle un chip a la educación», organizado por el Ministerio de Educación e INTEL., Salón de actos del Ministerio, febrero de 2006. Los datos están tomados de: TENTI FANFANI, EMILIO. La condición docente,. Análisis comparativo de la Argentina, Brasil, Perú y Uruguay, Buenos Aires, siglo xxi, 2006, ver cap. 5, esp. pp. 253-258. Volver