La larga historia de la lengua española en Marruecos Hossain Bouzineb
Universidad Mohammed V de Rabat (Marruecos)

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Resumen

La vecindad entre Marruecos y España creó una realidad lingüística que se manifiesta a través de improntas dejadas en las lenguas de sendos territorios en las diferentes categorías léxicas y, a veces, incluso en la importación de algún sonido. La traducción pudo, a veces, solapar algunos préstamos, y la toponimia y antroponimia hermanaron a los dos territorios en determinados nombres de sus habitantes y localidades.

En realidad, los 10 minutos que me han sido otorgados para presentar mi contribución, apenas me van a permitir esbozar los contornos de esa larga historia de la lengua española en Marruecos, sobre todo al abarcar numerosos elementos reflejados en los aspectos toponímicos, antroponímicos, léxicos, etc. de las lenguas de España en mi país. Por todo lo evocado, llego a la certidumbre de que las lenguas de España corren en la sangre de las de mi país, lo mismo que las de este corren en las de esta tierra española, y muchas veces, corren en los respectivos genes de ambas lenguas y no se prestan a revelarse sino con serias indagaciones analíticas. Por eso les voy a preguntar: ¿acaso se imaginaban que una expresión como «al alimón» podía proceder del bereber marroquí, lo mismo que el significado de «ahorrar» y «forrarse», etc. (lo podría explicar luego si les interesa saberlo). Muchas veces, el paso del tiempo solapa las facciones de la expresión haciendo difícil su reconocimiento.

Por todo lo que acabo de decir, únicamente voy a procurar trazar unas pinceladas del tema propuesto.

Los topónimos antiguos y sus traducciones

Desde tiempos remotos, como la época romana, se consignaron variados topónimos de nuestras tierras en el Itinerario de Antonino. Por lo común, el topónimo suele evolucionar desde su forma primaria hasta llegar a la actual, manteniendo su raíz léxica más o menos alterada, como ocurre por ejemplo con Sabta/Ceuta < Septa < Septem (fratres); o Salé/Salā < Šella; etc. Sin embargo, puede ocurrir que un topónimo, en lugar de mantenerse en sus elementos léxicos, se conserve a través de su traducción a las lenguas locales. Este hecho pasa, a veces, desapercibido ante los ojos de los estudiosos que tratan las cuestiones toponímicas. En efecto, puede ocurrir que la traducción del topónimo grecolatino a la lengua árabe local, al bereber o incluso a la lengua española, permanezca oculta. Los siguientes ejemplos me permiten hacer esta aseveración:

  • رأس الطرف Ras Aṭṭarf , literalmente «cabo del extremo», que corresponde al actual Cabo Negro, situado entre Ceuta y Tetuán; traduce el Phoebi Extrema del Itinerario de Antonini, donde ‘Extrema’ corresponde a ‘Aṭṭarf’.
  • النسر حجر ḥaǰar annasr «roca del águila», corresponde al ad Aquilam Minorem que encontramos en el mapa llamado Ancient Africa or Libya (1840)1. Este lugar podría ser aquel mencionado dos veces por Ibn Ḫaldūn en su Historia2: «قلعة حجر النسر الدانية (القريبة) من سبتة» ‘Fortaleza de la Roca del Águila cercana a Ceuta’.
  • Castelleya / Castelleyo que encontramos en el mapa de 1765 denominado Carte topographique des pays et côtes maritimes qui forment le Détroit de Gibraltar3, etc. Corresponde al español Castillejo, Castillejos; ár. marr. الفنيدق al-Fnidaq dim. del ár. funduq, «venta, posada, actualmente hotel». En el mapa anteriormente mencionado aparece la imagen de un alcázar en el mismo espacio [Vid. mapa 1].
  • سبعة رجال Sabcatu Riǰāl «Siete Hombres» < Septem Fratres. Esta denominación latina aparece en el mapa denominado Africae Tabula Geographica de Guillaume de l´Isle del año 17004 seguramente designando el santón del pueblo del Rincón del Medik. Sabemos que Septem Fratres es el nombre antiguo de Ceuta, pero en este caso Ceuta aparece designada en el mismo mapa como Septa [Vid. mapa 2].

En este contexto, poseemos algún caso de una falsa interpretación que se da con el nombre de la ciudad de Rabat cuando es interpretado como Arrabal de Salé, que podemos encontrar en el Memorial del franciscano Julián Pastor5. Aquí vemos que el parecido fonético entre los dos vocablos lleva a algunos españoles a asimilar Rabat < arribāṭ «lugar de acantonamiento de fuerzas militares» y arrabal < ár. rabaḍ «alrededores de un pueblo».

Cabo Porquillo, antiguo Foebi Extrema y actual Cabo Negro, procede de una antigua denominación latina de Caput Porcus (C. Porcus) que encontramos en mapas antiguos como el del holandés Hendrik Lynslager de finales del siglo XVII (1697)6 , por la abundancia de jabalíes que lo habitan. [Vid: mapa 3]

En este contexto de los topónimos y la traducción, podemos mencionar el nombre español de la ciudad de Casablanca, que durante mucho tiempo se dijo, sin razón documentada, había sido traducido del portugués Casa Branca, hasta que el historiador Ramón Lourido Díaz zanjó definitivamente la cuestión con su estudio «Documentos inéditos sobre el nacimiento de Dâr Al Baidá (Casablanca) en el siglo XVIII», en el que demostró que el nombre español fue tomado directamente del nombre árabe antiguo Dar Baida7.

Por otra parte, tenemos también topónimos que no parecen haber transitado por una operación traslativa sino concebidos directamente en lengua española como Wād Negro (así mencionado en alguna versión del geógrafo andalusí Abū cUbayd al Bekri8); Río Martín, que dará la nueva forma de Martil; Monte Negrón; Cabo Negro; etc. Este último se mantiene hasta el día de hoy e incluso se ha traducido al árabe: الرأس الأسود.

Topónimos coincidentes en los dos territorios vecinos de España y Marruecos

Puede que nos sorprenda, a veces, la existencia de algún topónimo que se mantiene vivo en España, pero ya desaparecido en Marruecos. Almuñécar, que antiguamente designó el actual pueblo de M´Diq o Rincón del Medik, tuvo un uso verificado en Marruecos durante más de tres siglos y medio, aunque con el paso del tiempo quedó disimulado, pero, afortunadamente, revelado por las imborrables fuentes históricas como la Cronica do Senhor Rey Don Duarte9 o por algún mapa español como el de la Rada de Tetuán del año 179010, conservado en la BNF, colección Gallica.

Entre los topónimos existentes en los dos países, que se pueden distinguir por el mantenimiento de rasgos comunes, tenemos por ejemplo Cádiz/Gadir, Agadir; Teruel/Tarwal; Zamora/Azammur; Titagüis/Tetuán (en rifeño Thiṭawen; Tiṭṭawen, actualmente); Azaila/Azaila (Aṣīla como forma oficial; Arcila forma española); Alarba / Larbac(«miércoles», día del mercado semanal en numerosos puntos del país; Zuera/Aṣṣwira (oficialmente Aṣṣawīra); Mequinenza/Maknāsa, Maknās (Mequínez en español.; Fabara/Hawwāra; Lebrija/Labriǰa...

No sólo tenemos topónimos coincidentes entre España y Marruecos, sino también apellidos como Fanǰero < alfanjero, Tuirto < tuerto, Sorḍo < sordo, Zawǰal < sauzal, Karrakcho < Carrasco, Tamorro < Chamorro, Loqaš < Lucas, Sabbaṭa < Zapata, Faršado < Fajardo, Šcalant < Escalante, y otros tantos como Abril, Becerra, Carmona, Denia, Federico, Galán, Hornachos, Jerezano, Luque, Maldonado, Orgaz, Padilla, Ríos, Segura, Valenzuela, Zapata, Torres, Medina, Erzini, Lebbadi, Salas, Aragón, Delero, Cegrí, Ercaina, Baeza, Requena... etc.

Restos léxicos antiguos de procedencia española

En la misma línea de lo que estamos exponiendo, la actual vida social marroquí rebosa de elementos lingüísticos de procedencia española, sin que se tenga siempre conciencia del origen de tales elementos que, en diferentes circunstancias, le llegaron de los vecinos inmediatos del norte. En este sentido, las monedas «real», «sueldo» o «duro» siguen vivas en Marruecos a través de ryal, soldi y doro, esta última que deriva de «duro» (moneda de 5 pesetas), sigue utilizándose hasta el día de hoy en el Rif y zona oriental de Uxda, además de pervivir en el apellido marroquí Bendoro, o en el dicho popular que dice «doro clih kandoro» (duro, al que andamos buscando). «Sueldo», sobre todo en el Rif, dejó el plural ªṣṣwalªd con el significado de ‘dinero’, donde coexiste con tmªniath y thincašin (la primera con origen el árabe ẕamāniya y la segunda en el también árabe iẕnā cašar; por supuesto, con adaptación morfológica al bereber) con el mismo significado de ‘dinero’.

Actualmente, no se extrañen si oyen a un marroquí de Rabat o Casablanca llamando a un muchacho «¡aǰi al mucho!» (¡ven muchacho!) cruzando o confundiendo los vocablos mucho y muchacho. Tampoco les tiene que extrañar si en una panadería oyen a alguien decir «bġit komira» (quiero una barra de pan) donde el verbo «comer» se sustantiva en komira (barra de pan francesa, baguette).

Por otra parte, determinadas pronunciaciones como la /f/ < /p/ en vocablos árabes y bereberes de origen español —como el berb. rifeño fomada < pomada; rfiras o el berb. faris, tafirest, pl. tifiras, tifirasin en otros bereberes que significan peras; flayu <; poleo— nos pueden interpelar acerca de su antigüedad, sobre todo cuando constatamos casos de conservación de la /p/ en vocablos como spitar «hospital»; spania «España», polisía, pareja, etc. en el norte de Marruecos, frente a sbitar, sbania, bulis, etc. en otras regiones del país con /p/ sonorizada en /b/. Señalemos también que la conservación de la pronunciación de la /p/ en apellidos moriscos de Rabat como Palamino <; Palomino, Piro <; Peiró, Palafreǰ < Pelafrés, etc. es una herencia de la pronunciación traída de España y conservada hasta el día de hoy.

El desplazamiento de comunidades españolas a Marruecos

Ya desde la Edad Media se trasladaron a Marruecos grupos humanos de musulmanes y judíos, con sus distintas hablas. Sin mencionar los territorios marroquíes contiguos a la península ibérica, como Tetuán, por ejemplo, que siempre mantuvieron una relación fluida de vecindad con España, vemos que incluso otros puntos como Rabat o Marraquech, algo más distantes de la península ibérica, acogieron a comunidades españolas que marcaron su habla con elementos lingüísticos españoles. En este contexto, queremos recordar el reclamo lanzado por el sultán meriní Al Rachid en 1240 a favor de los habitantes de Sharq Al Andalus ofreciendo el traslado a Rabat deseando su

vecindamiento y procurarles lugar de establecimiento y morada que acabara con su errancia. Entonces, (el Soberano), les permitió trasladarse a Ribat Alfath, ... acompañados de todos sus allegados, para habitar sus viviendas y tierras en lugar de las suyas...11.

Por otra parte, al no disponer de registros documentados en las épocas que aquí nos interesan, vamos a acercarnos al caso del habla de Rabat a través de estudios llevados a cabo a partir de las primeras décadas del siglo XX, como puede ser la obra de Louis Brunot, publicada en 1921, o la de Christiane Brunot-David en 1943. Pero aun así, tenemos referencias acerca del establecimiento de moriscos en el lugar como el Memorial del franciscano Julián Pastor, que data de 1661, y que evoca la historia de los últimos moriscos instalados en la desembocadura del río Buregreg, cuando dice:

En tiempo del (...) Morabito Layax, muchos Moriscos de los que salieron de España, Andaluzes y Hornacheros (...) labraron muchas casas en el Arrabal que hoy llaman de Zalé, y los Hornacheros labraron la Alcazava, o Castillo, con que parece quedavan dueños del Puerto y del Arrabal. Los Andaluzes que eran más en número y no ynferiores en brío, con engaño y a trayçión les tomaron a los Hornacheros la Alcazaba o Castillo, con que los Andaluzes quedaron dueños de todo el Puerto. Estos dieron en tratar de corso por el mar, corriendo nuestras costas hasta el canal de Inglaterra, y otras partes con que vino aquel lugar en mucho aumento12.

Así pues, en medio de la agitada historia vivida por este lugar, se perpetuó todo un legado lingüístico español que marcó el habla de las ciudades de Rabat y Salé, recogido por Louis Brunot13, que se erige como testimonio vivo de lo que fue este lugar. En este sentido, se conservan todavía elementos lingüísticos como:

Nombres de embarcaciones y partes de las mismas

fªrgata ‘fragata’; bªrcasa y también čata ‘barcaza’; batel; proa; popa; galiota ‘galeota’; budiga ‘bodega’; cabilia ‘cabilla’; coberta ‘cubierta’; bataria ‘batería’; lqamra ‘cámara’; ªḍḍman ‘timón’; šcarmo, pl. ªššcarmoiat’ ‘escalmo’; skellera ‘escalera’...

Estado del mar

benṭbol ‘vendaval’; bolanṣa ‘bonanza’ (término utilizado también en el norte de Marruecos); calma ‘mar en calma’; bªrraška ‘borrasca’; mareṭa ‘ola corta’; ªnnorṭeia ‘viento del norte’;

Nombres de peces

Boqa, bulqa ‘pez boga’; bellina ‘ballena’; danfil delfín’; qamrun, qarmud ‘camarón (en qarmud tenemos una confusión con la misma palabra que significa ‘teja’; šibia ‘sepia’; cabala, cabaila ‘caballa’; baqlao ‘bacalao’; bonito, bonit ‘bonito’; šappo o sappo ‘sapo’; luizi’ ‘pez, de Luis’; šabal ‘sábalo’; šqarqor ‘escorpena’.

Artes e instrumentos de pesca

ġanǰo ‘gancho; ġanǰar: ‘enganchar’; tris, treš ‘abreviación de trasmallo (también utilizado en el norte del país); attanbil ‘chambel’; bešquira ‘pesquera’ (modalidad de pesca consistente en aprovechar la retirada del agua del mar con la marea baja para recoger los peces que quedan atrapados dentro de una valla previamente establecida cuando la marea era alta)...

Comidas asociadas con el mar

čarmila, šarmola ‘salmuera’; bofªrtuna ‘buena fortuna’ (una especie de sopa típica de Rabat)...

Expresiones de la actividad marinera

larga cal-bªrr ‘largar hacia la costa’; carga cal lªgiul ‘carga sobre... elevar los remos’; abanṭe ‘¡avante; adelante!); hiṣa lqlac ‘izar la vela’...

Otro repertorio que ha conservado interesantes vocablos españoles en Rabat es el del arte del bordado, estudiado por Christiane Brunot-David en 194314. Entre los vocablos que recoge, tenemos:

bǝrḍāḍa, rqēm bǝrḍāḍa, dim. breḍēḍa ‘bordado’; bǝrnāṭa ‘bruneta’; faiza, pl. faizat (probable relación con el esp. ‘faja’, se usa para la cinta de tela que forma un cinturón y se usa para envolver a los bebés); grāna ‘rana’; kǝrṣāḍo (especie de calicó, ‘cruzado’); lirōn; qaššaba ‘casaca’; qeqlani, qeqlan (color amarillo mimosa < acacia farnesiana, probablemente relacionado con ‘ciclamen); qǝrbāṭa ‘corbata’; qšiniya, qšini (color) ‘cochinilla’; lenqaš ‘encaje’; šerbil ‘servilla’; ranḍa ‘randa’...

Siglos XVII y XVIII, con Muley Ismael y Sidi Mohammed ben Abdallah

En los siglos XVII y XVIII, en tiempos de los sultanes Muley Ismael y Sidi Mohammed ben Abdallah, se realizaron tres viajes de ministros marroquíes a España con la finalidad de negociar el rescate de cautivos musulmanes y cristianos, así como tratar otras cuestiones como la devolución de la biblioteca de Muley Zidán capturada en el mar por los españoles a los marroquíes en 1612 y luego depositada en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial.

De tales viajes resultaron interesantes memorias de los enviados marroquíes que consignaron una serie de vocablos españoles que se podrían clasificar en dos categorías: una de uso corriente en la sociedad marroquí, y otra de probable captación con ocasión de dichos viajes. Los vocablos de la primera categoría se hallan completamente integrados en el uso social del pueblo y sometidos a las leyes del habla marroquí de la zona donde se utilizan como Rabat o Tetuán. Estos registros nos pueden sorprender, a veces, con la antigüedad de determinados usos que fácilmente se podrían creer como pertenecientes a épocas tardías como la del protectorado, por ejemplo. Tal es el caso de magana ‘reloj’ < máquina, que encontramos en [Al Gassānī]15 (1690-91) bajo la forma del plural sano المكانات al-maganat (p. 124), que también tenemos en [Natijat]16 (1766-67), p. 46, registrada en su actual forma de plural fracto مواكن mwagan; الفسيان fisiān ‘oficiales’[Natijat]. Determinados vocablos de uso muy común como fsian, blasa, qonso (pl. qonsowat) [Natijat], etc., que actualmente se dan también en la antigua zona del protectorado francés en Marruecos, se pueden fácilmente atribuir a una influencia de la lengua francesa. Sin embargo, testimonios como los que aquí estamos manejando, pertenecientes a una época en la que esta lengua no tenía todavía la actual influencia, pueden con toda razón zanjar esta eventual confusión.

La segunda categoría se compone de vocablos recogidos en las mencionadas memorias de viajes y que, por lo común, no siempre tienen vigencia en la sociedad, pero no dejan de someterse a la fonética, conjugación y demás leyes propias de la lengua árabe marroquí, como por ejemplo el hecho de someter la palabra «fraile» al plural marroquí frailiya, o «sombrero» a la pronunciación marroquí šamrir con plural de la lengua culta šamārīr, pero también šamriro [Natijat], o «coche» pronunciado kuči con pl. ár. cult. en akdāš; šalyāt ‘sillas’ [Natijat]; al kondi pl. ár. culto al kundiyūn ‘condes’ [Al Iksir]; ḍāma pl. ḍāmāt ‘dama, damas’ [Al Iksir]17; al markīz, pl. ár. cult. al markīziyūn ‘marqueses’.

Quisiera señalar que algunos vocablos como aššalya ‘silla’, al wardia ‘guardia’, ġallira ‘galera’, al qamra ‘cámara’, berkado ‘brocado’, etc., recogidos también por los Brunot, perviven en Rabat hasta el día de hoy.

Mapas

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Mapa 1. Carte topographique des pays et côtes maritimes qui forment le Détroit de Gibraltar.
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Mapa 2. Africae Tabula Geographica de Guillaume de l´Isle del año 1700.
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Mapa 3. Carte de la mer du Detroit de Gibraltar de Hendrik Lynslager.

Notas

  • 1. Véase: https://www.geographicus.com/P/AntiqueMap/ancientafricalibya1-sduk-1844.Volver
  • 2. Véase: http://www.islamport.com/w/tkh/Web/912/2919.htm.Volver
  • 3. Véase: https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b530569526/f1.item.Volver
  • 4. Véase: https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~2919~300055:In-Notitiam-Eclesiasticam-Africae-.Volver
  • 5. Archivo General de Simancas. Legajo E2677. cf. Bouzineb. H. Alcazaba del Buregreg, Rabat. 2006, doc. Nº 50. Volver
  • 6. Véase: https://www.alamyimages.fr/carte-de-la-mer-du-detroit-de-gibraltar-hendrik-lynslager-gravure-ancienne-image417567423.html.Volver
  • 7. Lourido Díaz, R. (1974), «Documentos inéditos sobre el nacimiento de Dâr Al-Baydá (Casablanca) en el siglo XVIII», Hespéris-Tamuda, XV, pp. 119-146. Volver
  • 8. Description de l'Afrique septentrionale. Texte arabe revu par le bon. de Slane. Pág. 106. Volver
  • 9. De Livros Ineditos de Historia Portugueza, dos reinados de D. Joaó I, D. Duarte, D. Affonso V, E D. Joaô II... publicados de orden da Academia Real das Sciencias de Lisboa. Por José Corrêa da Serra. Tomo I. Cap. XX, pág. 142. Lisboa 1790. Volver
  • 10. BNF, Gallica, Portefeuille 108, div. 3, felle. 28.Volver
  • 11. Bouzineb. H. (2006), Alcazaba del Buregreg. Rabat, doc. n.º 1. Volver
  • 12. Bouzineb. H. (2006), Alcazaba del Buregreg. Rabat, doc. n.º 50. Volver
  • 13. Brunot, L. (1921), La mer dans les traditions et les industries indigènes à Rabat et Salé. París: Leroux. Volver
  • 14. Brunot-David, C. (1943), Les broderies de Rabat, 2 vol. Rabat: Ecole du Livre. Volver
  • 15. محمد الغساني الأندلسي. [Al Gassānī] رحلة الوزير في افتكاك الأسير1690-1691. أبو ضبي. دار السويدي للنشر والتوزيع. 2002. Volver
  • 16. أحمد بن المهدي الغزال. [Natijat]نتيجة الاجتهاد في المهادنة والجهاد. تحقيق الفريد البستاني. العرائش. مؤسسة الجنرال فرانكو. 1941. Volver
  • 17. محمد بن عثمان المكناسي. [Al Iksir]الإكسير في فكاك الأسير. تحقيق محمد الفاسي. الرباط. المركز الجامعي للبحث العلمي. 1965. Volver