Comunicación y lenguaje claro: modelo y niveles de desarrollo en contextos multiculturales Claudia Poblete Olmedo
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Chile)

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Resumen

La presentación aborda los conceptos de lenguaje claro y de derecho a comprender como requisito fundamental para promover la comunicación clara en los contextos en que conviven diversas lenguas y culturas. Se presentará un modelo de lenguaje claro como parte fundamental del proceso de comunicación entre las personas y las instituciones públicas.

Mi intervención presenta el concepto de «comunicación clara» y sus dimensiones asociadas. El desarrollo será abordado en cuatro pasos, a los que me referiré más adelante.

1. Lenguaje claro: áreas de estudio hoy

Antes de referirme a esos pasos, me gustaría contextualizar algunos aspectos en cuanto a qué significa el estudio del lenguaje claro hoy en día. En este aspecto, podemos considerar lo siguiente:

1.1 Comunicación clara

Cuando hablamos hoy de lenguaje claro debemos reconocer que existe una gran área de trabajo, en la que se inserta el lenguaje claro, a la que denominamos comunicación clara. Dentro de esta última podemos visualizar trabajos y áreas de desarrollo tan específicos como la experiencia de usuario o el UX Writing (‘experiencia de usuario’), que se da mucho hoy en día en el ámbito privado; la alfabetización académica y la alfabetización profesional.

1.2 Lenguaje jurídico claro

Aquí se consideran algunas áreas de trabajo y de desarrollo específicos. En primer término, la cultura de la legalidad1, área de trabajo muy abordada en la actualidad. Por otra parte, se han potenciado áreas como la transparencia, la rendición de cuentas o el apego a la ley. Y muy relacionado con eso está la evaluación de la calidad de la ley, que hoy en día también se mira desde la perspectiva del lenguaje claro.

1.3 Criterios de claridad

En lo más específico, el lenguaje claro ha trabajado mucho desde hace algún tiempo los criterios de claridad. Estos criterios se abordan partiendo del diagnóstico, es decir, cómo es este lenguaje claro. Esto lo podemos remontar al estudio de la Comisión de Modernización del Lenguaje Jurídico2. En este punto también se plantean algunas propuestas de criterios de claridad desde el español. Por otro lado, también se ha abordado la validación, desde lo teórico, de algunos de esos criterios. Pero hoy en día ya se está pasando al plano de la certificación, es decir, cómo podemos evaluar, medir y declarar si un contenido es claro, por ejemplo, si una página web es clara o no. Esta es toda una línea de trabajo que va creciendo (incluso, a nivel ya más experimental, sé que la profesora Yepes está trabajando en su tesis doctoral con eye traking y medición experimental en esa área).

1.4 Fundamentos teóricos

Ahora bien, los estudios del lenguaje claro han avanzado bastante en los últimos dos años en cuanto a los fundamentos teóricos, partiendo por una definición propia. Cabe recordar que, en 2019, cuando se instaló por primera vez un panel sobre este tema3 en el Congreso Internacional de la Lengua celebrado en Córdoba (Argentina), estábamos recién tratando de explorar acerca de una definición de lenguaje claro. En este sentido, presentaré más adelante aquella con la que me siento más identificada y, además, como desafío, intentaré profundizar en los modelos explicativos de lenguaje claro.

Las diversas áreas relacionadas con el lenguaje claro las podemos representar de la siguiente forma (fig. 1):

Áreas de estudio del lenguaje claro
Figura 1. Comunicación clara: contexto general.

2. Pasos

Como siguiente punto me centraré en los pasos a los que hice mención en un comienzo.

Paso 1. Definición de lenguaje claro

En este punto, la definición que a mí me acomoda —por supuesto, es una propuesta perfectible, abierta a la crítica y a la mejora— es la que elaboramos con el ministro de la Corte Suprema de Chile Sergio Muñoz, donde señalamos que lenguaje claro es:

Lengua que se utiliza en el contexto de la Administración (poderes públicos) para dirigirse a los ciudadanos.

Se caracteriza por ser directa, sin tecnicismos (si los debe usar, los explica), que sigue una estructura de redacción lógica y con usos modernos (formas).

Su finalidad es transmitir (comunicar) un mensaje de manera entendible y comprensible para los usuarios. Utiliza criterios de claridad en la redacción con el fin de facilitar la comprensión del texto (oral o escrito) y sus vinculaciones con la sociedad.

En especial, este debe ser el lenguaje que utilizan los órganos del Estado para emitir los documentos de toda naturaleza.

(Muñoz y Poblete, 2022)

Tal vez esta no es la definición más extendida, pues sigue estando muy presente la planteada por Plain, pero, desde mi punto de vista, apunta más al concepto de comunicación, incluidos los aspectos visuales y de diseño, más que solo al aspecto lingüístico.

Paso 2. Modelos: alfabetización académica y profesional

Otro paso que visualizo en el tema de la comunicación clara y del lenguaje claro y accesible dice relación con los modelos explicativos.

En tal sentido, postulo que la comunicación clara debiera estar inserta en todas las áreas disciplinares que tengan una vinculación con los usuarios, por ejemplo, la medicina o el ámbito tributario4. Entonces, el lenguaje claro se debiera abordar en la formación disciplinar, sobre todo en los últimos años de la formación académica, precisamente cuando el estudiante egresa y tiene que enfrentarse a la sociedad, donde debe reformular lo que aprendió, pero para distintos contextos. Así, debe ser el mejor abogado o el mejor médico para comunicarse con sus pares, pero también para comunicarse y reformular el conocimiento adquirido con aquellos que no conocen la disciplina y no tienen ese conocimiento. Eso hablaría de un buen profesional. Por supuesto, esto se haría con apoyo de inteligencia artificial, de asistentes de redacción —existen hoy en día— y con apoyo desde la lingüística, para caracterizar las prácticas discursivas que manifiestan la claridad y también los aspectos lingüísticos que están involucrados en ello.

Lo anterior se puede visualizar de la siguiente manera (fig. 2):

Paso 2. Modelos: Alfabetización académica y profesional
Figura 2. Paso 2. Modelos: alfabetización académica y profesional

Paso 3. Modelos explicativos: niveles

Un tercer paso y otro modelo explicativo, en el cual quiero poner bastante énfasis, dice relación con entender que todos quienes estamos trabajando en el área de comunicación clara, de lenguaje claro o de lenguaje accesible debemos manejar tres niveles, que a veces se confunden o no se visualizan.

a) Primer nivel: Inicial

Un primer nivel es el que he denominado «inicial». ¿Qué significa esto? Generamos ayudas para los textos que ya existen y que no son claros. De esta forma, incorporamos sentencias que incluyan un apartado con lectura fácil o con lenguaje claro o, por ejemplo, tenemos un programa de Ley Fácil5 en el caso de Chile, que difunde la ley, etcétera. Es decir, me refiero a todo aquello que sirve de ayuda para reformular a lenguaje claro, o a comunicación clara, si incorporamos aspectos visuales. Para mí ese es un nivel inicial. Debo precisar que no se trata de niveles que se excluyan, sino que son absolutamente descriptivos.

b) Segundo nivel: Integración

Un segundo nivel es el que he denominado de «integración». ¿Por qué lo llamo así? Porque en la integración nosotros adquirimos la competencia y somos capaces de visualizar al destinatario, de diferenciarlo. Por ejemplo, en este nivel ya redactamos la ley con lenguaje claro, es decir, no generamos ayudas para que la gente entienda, pues la normativa ya está redactada con lenguaje claro. ¿Y por qué me detengo en el caso de la ley? Porque ya sabemos que la ley contamina todos los escritos de la administración de justicia. Si no tenemos una ley clara, esto se traspasa a todos los demás textos de la administración de justicia. Por eso parto por la ley.

c) Tercer nivel: Consolidación

Un tercer nivel es el que denomino de «consolidación». ¿Por qué? Porque acá ya no nos estamos refiriendo solo al texto en detalle, al texto que está o no está escrito con lenguaje claro, sino que estamos abogando por un derecho a comprender. Es decir, no buscamos solo reformular textos, sino que la comprensión sea un derecho. ¿Por qué un derecho? Porque es un derecho que nos permite acceder a otros derechos fundamentales.

Los niveles mencionados se pueden visualizar de la siguiente manera (fig. 3):

Paso 3.Modelos explicativos: niveles
Figura 3. Paso 3. Modelos explicativos: niveles

Paso 4. Derecho a comprender

El paso 4 es el que denomino «derecho a comprender».

En este punto sigo a José Luis Alliende, constitucionalista y experto en derecho administrativo, quien en una de sus publicaciones señala:

La transparencia no se satisface solo con la publicación de las leyes (primer paso), esto debe ser seguido por otras obligaciones que deben cumplir los órganos del Estado:

  • Material: difundir su contenido y elaborar textos actualizados que recojan las modificaciones que experimente y,
  • Sustantiva: ejecución de medidas que permitan la real comprensión de dichas disposiciones.

No solo es necesario que la persona disponga de suficiente información acerca de las normas jurídicas aplicables a un caso, que conozca la ley, sino que para que efectivamente pueda brindarle protección es necesario que la comprenda: única forma de poder formarse un juicio sobre ella y anticiparse a los efectos que se pueden producir a su respecto.

(Alliende, 2022: 216-2018)

En cuanto a la difusión del contenido, creo que muchas de nuestras legislaciones han dado ya ese paso: están en la página web o se supone conocida, etcétera.

Ahora bien, la implementación de medidas que permitan la real comprensión de las disposiciones es fundamental. Este salto, este cambio de paradigma es lo que demanda el derecho a comprender. Siguiendo a Alliende, no solo es necesario que la persona disponga de suficiente información acerca de las normas jurídicas, sino que para que de manera efectiva le brinde protección es necesario que la persona comprenda esa ley. De ahí la cultura de la legalidad.

3. Algunas reflexiones

En primer lugar, el lenguaje claro y la comunicación clara deberían estar presentes tanto en la formación académica con en la profesional de todas las disciplinas, sobre todo de aquellas que tienen mayor vinculación con la sociedad.

Una segunda reflexión apunta a la importancia de la rigurosidad. Se habla de la rigurosidad del derecho, de lo jurídico, pero yo agregaría la importancia rigurosidad lingüística. Es decir, estamos trabajando con conceptos lingüísticos que de pronto utilizamos sin ser rigurosos en cuanto a lo que significan, lo que implican, y a veces creamos algunas etiquetas que no son muy felices desde el punto de vista lingüístico.

Una tercera reflexión dice relación con el cuidado y la preocupación por los aspectos éticos que están en torno a la comunicación clara y al lenguaje claro. El lenguaje claro, desde mi punto de vista, debiera estar al servicio de la persona, debería ser un servicio público, debería potenciar la accesibilidad, sobre todo en los contextos multiculturales. Por lo tanto, no puede ser un negocio —entre comillas— una actividad lucrativa.

Una cuarta reflexión apunta a que las etiquetas no impidan el desarrollo del derecho a comprender. Si hablamos de lenguaje claro, de lenguaje accesible, de accesibilidad cognitiva, de lectura fácil o de comunicación clara, seamos rigurosos y sepamos que nos estamos refiriendo a cosas teóricamente distintas, pero que todos estamos abogando por un derecho a comprender. En consecuencia, lo importante es que estas etiquetas no paralicen un área del conocimiento, que no la parcelen, sino que colaboren y contribuyan a desarrollarla.

Notas

  • 1. Esta materia ha sido abordada por la ministra de la Corte Suprema de Chile Ángela Vivanco. Para profundizar sobre este punto se puede consultar: Arenas, G. (2022), «El lenguaje claro. Una estrategia para promover la transparencia y comprender la información pública», en S. Fernández, J. Pérez y A. Galdames (coords.) Nuevos enfoques sobre transparencia y derecho de acceso a la información pública. Pamplona: Aranzadi, pp. 369-386; Arenas, G. (2023), «Publish, explain, understand and comply: Legislation in Plain Language», . Theory and Practice of Legislation, 11, 2, pp. 107-135. Volver
  • 2. Comisión creada por acuerdo del Consejo de Ministros de España en diciembre de 2009. Volver
  • 3. VIII Congreso Internacional de la Lengua Española (Córdoba, Argentina). Panel «Lenguaje jurídico claro»: Juan Carlos Cassagne (presidente), Ricardo Rivero (coordinador), Silvia Bianco, Martín Böhmer, Juan Martínez, Claudia Poblete, Josefina Raffo, Libardo Rodríguez, Pablo Salazar y Diego Valadés (participantes). Volver
  • 4. En España se está llevando adelante un importante proyecto relacionado con cómo trabajar el lenguaje claro, la comunicación clara en el ámbito tributario. Volver
  • 5. Se trata de un programa a cargo de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile que explica de manera fácil los contenidos de una ley específica. Volver