Las realengas entendidas en el español antiguo como «real lengua» fue una estrategia administrativa de la colonia para que la cultura de los pueblos originarios se preserve. La realenga constituía un territorio propio de los pueblos originarios donde se aprendía el español y se preservaba la cultura de los pueblos americanos. La lengua originaria se perdía y se mimetizaba con el español. El pueblo palta es una cultura milenaria ubicada en la provincia de Loja, cantón Paltas (Ecuador). Su lengua originaria es el palta, una forma dialectal del aents chicham o más conocido como shuar chicham. El presente artículo recupera una serie de palabras de la lengua palta que, al hablarlo con el español, hace que se entienda su significado.
El presente artículo tiene como objetivo analizar el papel de las realengas en la conservación de la lengua y la cultura del pueblo palta, ubicado en la provincia de Loja, Ecuador. Su análisis prevé conocer al pueblo palta, su ubicación geográfica, su familia lingüística, los préstamos lingüísticos de otras lenguas originarias y el papel del español en la conservación de sus expresiones culturales.
La temática aborda lo que son las realengas y su estrategia administrativa para el aprendizaje del español desde la visión colonial, y como estrategia de supervivencia cultural, desde la visión de las culturas americanas.
La metodología que se ha usado es la de análisis documental y análisis de testimonios vivenciales de personas provenientes del pueblo palta. Para ello se toma en cuenta el léxico cotidiano de su gente.
Concluye el análisis con un pequeño léxico de las palabras más comunes de la lengua palta, del kichwa, del aimara y de arcaísmos lingüísticos que aún hoy en día subsisten en las diferentes comunas de este pueblo milenario.
La palabra «realenga» tiene varias acepciones que nos permiten entender su significado y su contextualización dentro de los territorios americanos. Una de las acepciones define a la realenga como una institución administrativa generada en la Edad Media para promover la autodeterminación de los feudos. Dentro de ella se vivieron las tradiciones, costumbres, la lengua de grupos culturales y la organización de estos grupos a través de villas (Sáinz, 2014).
Otra acepción es la denominación de tierra baldía, es decir tierra que no tiene propietario alguno. Desde la visión de la Corona española, estas tierras «baldías» se consideraron tierras pertenecientes a los Reyes de España. Esta acepción implicó reconocer que todas las tierras «deshabitadas» eran de propiedad del Rey. De hecho, hasta hace unas décadas el concepto de realenga había fenecido, pero el término de tierra baldía se mantuvo por muchos años. Las realengas se consideraron tierras baldías y muchos pueblos originarios hicieron uso de dichas tierras realengas o baldías para su supervivencia cultural (Jurado, 2021).
De esta acepción se desprendió también la acepción de regalía proveniente de real ganancia, es decir que por el usufructo de una realenga se pagaba un tributo al rey. Los pueblos originarios, al hacer uso de un territorio denominado realenga o tierra baldía perteneciente al rey, debían pagar una regalía por su uso.
Otra acepción de realenga tuvo que ver con la definición de un espacio de tierra conformado por una legua alrededor a partir de un punto central de una villa urbana. Así, las realengas se organizaron desde un punto central hasta una legua a la redonda. Una legua colonial por lo general se estimaba en 4,19 kilómetros, si bien era una medida muy variada (Garza, 2012)1. De esta manera se distribuyeron muchos territorios de los pueblos originarios para su supervivencia (Galo Ramón, comunicación personal, 2023).
Otra de las acepciones que se aplicó a los territorios donde no se pudo implementar el uso de las lenguas generales fue el uso de la lengua española ‘real + lengua’ realenga. En este territorio, a través de las cofradías se evangelizó a los pueblos originarios utilizando el latín y el castellano. Por eso a muchos se los llamó ladinos por cuanto aprendieron el latín a través de estos procesos de catequesis (Félix Ramírez, comunicación personal, 2000).
Según las Leyes de Indias dos estrategias lingüísticas se dieron para el aprendizaje del español y el aprendizaje de las lenguas indígenas. En el primer caso las leyes procuraron que se aprendiera el español a través del catecismo cristiano. En el segundo caso se determinaron las llamadas «lenguas generales» y se le dio la potestad a la iglesia, y particularmente a quienes se formaban para sacerdotes, de aprender las lenguas generales y enseñar el catecismo cristiano en lenguas generales.
Las Leyes de Indias2 en el caso del español señalan lo siguiente:
Ley XVIII. El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia gobernadores en Valladolid a 7 de junio y a 17 de julio de 1550.
Que donde fueres posible se pongan escuelas de la lengua castellana, para que la aprendan los indios.
Habiendo hecho particular exámen sobre si aun en la mas perfecta lengua de los indios se pueden esplicar bien, y con propiedad los misterios de nuestra Santa Fé catolica, se ha reconocido, que no es posible sin cometer grandes disonancias, é imperfecciones, y aunque están fundadas cátedras, donde sean ensenados los sacerdotes, que hubieren de doctrinar á los indios, no es remedio bastante, por ser mucha la variedad de lenguas. Y habiendo resuelto, que convendrá introducir la castellana, ordenamos, que a los indios se les pongan maestros, que enseñen a los que voluntariamente la quisieren aprender, como les sea de menos molestia, y sin costa: y ha parecido, que esto podrian hacer bien los sacristanes, como en las aldeas de estos reinos enseñan á leer, y escribir y la doctrina cristiana.
(Recopilación de Leyes de los Reynos de Indias, Tomo II, Quinta Edición, 1841, p. 219)
Sobre la enseñanza de las lenguas indígenas llamadas generales, las Leyes de Indias señalan lo siguiente:
Ley XXX. Que los Clérigos y Religiosos no so sean admitidos á Doctrinas sin saber la lengua general de los Indios, que han de administrar. ley 30. tít. 6. de este libro.
D. Felipe II en el Pardo á 2 de Diciembre de 1578• Y en Badajoz á 19 y 13 de Septiembre de 1580, Y en Lisboa á 26 de Febrero de 1582. D. Felipe III en Madrid á 10 de Octubre de 1618, Ordenanza 43.
Encargamos y mandamos, que los Sacerdotes Clérigos, ó Religiosos, que fueren de estos nuestros Reynos á los de las Indias, ó de otras qualesquier partes de ellas y pretendieren ser presentados á las Doctrinas y Beneficios de los Indios, no sean admitidos si no supieren la lengua general, en que han de administrar , y presentaren fe del Catedrático que la leyere, de que han cursado en la Cátedra de ella un curso entero, ó el tiempo que bastare para poder administrar y ser Curas; y si habiéndolos examinado constare que tienen la suficiencia necesaria , en las presentaciones que se les dieren se ponga relacion de todo lo susodicho; y aunque sean los Clérigos ó Religiosos naturales, no se les admita la presentacion, si en ellos no concurrieren las dichas calidades: y esto se cumpla y execute inviolablemente, porque nuestra voluntad es, que lo contrario sea nulo y de ningun efecto.
(Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, Tomo I, Cuarta impresión, 1841, p. 45)3
Para el cumplimiento de esto se organizaron cátedras de aprendizaje de la lengua general. En el caso del Virreynato de Perú y de México se determinó lo siguiente:
Ley XXXXVI. Que en las Universidades de Lima y México y Ciudades donde hubiere Audiencias Reales haya Cátedras de la lengua de los Indios.
La inteligencia de la lengua general de los Indios es el medio mas necesario para la explicacion y enseñanza de la Doctrina Christiana, y que los Curas y Sacerdotes les administren los Santos Sacramentos. Y hemos acordado, que en las Universidades de Lima y México haya una Cátedra de la lengua general , con el salario que conforme á los Estatutos por Nos aprobados le pertenece, y que en todas las partes donde hay Audiencias y Chancillerías, se instituyan de nuevo, y dén por oposicion, para que primero que los Sacerdotes salgan á las Doctrinas, hayan cursado en ellas, y al Catedrático se le dén en cada un año quatrocientos ducados en penas de Cámara, donde no tuviere otra situacion; y no los habiendo en penas de Cámara, se le paguen de nuestra Caxa Real. Y ordenamos que así se execute.
(Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias. Tomo I. Cuarta impresión. 1841, p. 204)4
La Iglesia del Virreynato del Perú, luego del tercer Concilio de Lima (1582-1583) presidido por Toribio de Mogrovejo creó el catecismo cristiano en kichwa en aimara. La evangelización se centró en las comunidades que antes formaron parte de lo que fue el Tawantinsuyo.
Así, el III Concilio, procedió a concretar la creación de un catecismo que unificase la enseñanza de la fe a los indios: este fue la Doctrina Cristiana y Catecismo para la instrucción de los indios... publicado en 1584. Asimismo, para no dar lugar a errores, se requería que la transmisión de la doctrina fuese hecha en las lenguas indígenas del Perú; se mandó por tanto que el catecismo estuviese traducido al quechua y al aymara. Esto determinó que por primera vez se contara con una herramienta pastoral única para la provincia, que fue sin duda uno de los mayores logros del concilio.
(López, 2011: 59)
De acuerdo con los estudios arqueológicos el primer asentamiento del pueblo palta se ubica en Catamayo 3.600 años a.C., especialmente con una fuerte influencia de la cultura cañari. Hoy en día el grupo cultural «Ambacoa» y los «Nambacolas» se ubican en las comunidades de Cera, Taquil, Chuquiribamba, Gualel, El Cisne, Zenén Alto y Zenén Bajo. Otro grupo grande, los paltas, está ubicado en los cantones Calvas, Gonzanamá, Sozoranga y se los conoce con el nombre de «Calvas». Hacia el norte del cantón Saraguro, entre Llaquishapa y Oña, se encuentra el otro grupo palta denominado «Chaparra». Hacia el sureste se encuentra el grupo palta propiamente dicho, ubicado en los cantones Paltas, Macará, Celica, Zapotillo. Hacia el este se encuentra el grupo «Garrochamba» ubicado en los cantones Chaguarpamba, Olmedo en la provincia de Loja; yendo hacia el mar este grupo se ubica en Balsas, Zaracay, Zaruma hasta el Puerto Bolívar en la provincia del Oro. Además, se tiene al grupo de los «Cuxibambas» en lo que hoy es la ciudad de Loja; y, más al sur el grupo «Malacatos» (Brito, 2013).
Todo este territorio formó parte de la familia lingüística aents chicham, más conocido como jivaroana. Algunos autores como Utitiaj consideran al palta como «protoshuar», anterior a la lengua shuar y a las lenguas de la familia aents chicham del Alto Amazonas. (Utitiaj, 1999). La lengua palta se fue perdiendo debido a las estrategias lingüísticas coloniales de la realenga, quedando en el habla común del español unos pocos vocablos paltas.
El territorio palta fue invadido por el incario y su población fue diezmada. El sistema incaico utilizó el sistema mitimae para kichwizar al pueblo palta (hoy en día, el pueblo saraguro es la única población en la provincia de Loja que habla la lengua kichwa, fruto del expansionismo incaico). Esta estrategia tuvo su resistencia, pues no se aceptó la imposición de una lengua ajena. Esta situación se visibiliza en la guerra entre Huáscar y Atawalpa. Aquí, dentro del pueblo palta asoman dos posiciones: una, a favor de Huáscar, aceptada por el grupo palta de los Calvas; por otra, la posición atawalpista de la mayoría de los grupos culturales palta, que no aceptó la imposición incaica, pues el Inca Atawalpa planteó el multilingüismo para el territorio de lo que hoy comprende el Ecuador.
Con el apresamiento y muerte de Atawalpa en Cajamarca (1533) renace la posición huascarista al ponerse de parte de la colonia española, cediendo algunas posiciones como la imposición del español en ciertos territorios y el mantenimiento de una política lingüística quechua, kichwa y aimara en los territorios donde antes fue el Tawantinsuyo. Esta posición fue la que se consolidó en el Concilio de Lima (1582-1583) en donde la lengua del Tawantinsuyo se impuso sobre las lenguas dominadas del incario y ahora por parte de la colonia española. Estos antiguos territorios del Tawantinsuyo utilizaron la lengua general del inca, para el caso ecuatoriano el kichwa.
En el caso del pueblo palta, la imposición del kichwa dentro de su territorio no avanzó. Inicialmente se impuso la lengua kichwa, sin embargo, el pueblo palta viviendo las situaciones de exterminio producidas por el Inca Tupak Yupanki y su sucesor el Inca Huayna Capac, nacido en Guapondeleg, en lengua cañari, o Tomebamba «Tumipamba», hoy la ciudad de Cuenca, se resistió en aceptar la imposición de la lengua kichwa.
Esta política lingüística de imposición del kichwa no fue aceptada por el pueblo palta. En la colonia, la estrategia de la realenga, se impone en el territorio palta. De esta manera el pueblo palta vio en la estructura de la realenga una estrategia de supervivencia de sus hijos, de su cultura material como la textilería, la cerámica, sus dioses sagrados, sus sistemas de justicia, sus sistemas alimenticios, sus sistemas agrícolas, su filosofía y cosmovisión. Este sistema impuso el aprendizaje del español y del latín a través de la evangelización. Para ello se utilizó la figura de la Cofradía, entendida como una estrategia de catequización de los «indios».
Una de las lenguas milenarias amazónicas es la familia lingüística mal llamada jivaroana. Desde los estudios lingüísticos ecuatorianos se denomina aents chicham. Esta familia lingüística, según Aijiu Juank, estaba ubicada entre la ribera del río Upano hasta las riberas del Alto Amazonas, la cuenca del Alto Chinchipe al suroeste del Ecuador, continúa el protoshuar en todo el territorio de la provincia de Loja y continúa hasta lo que es actualmente el Puerto Bolívar en la costa ecuatoriana.
Las variantes dialectales de esta lengua son las siguientes: shuar, achuar, wampis y aguaruna. En la actualidad se tiene la variante dialectal shiwiar fruto de matrimonios entre la cultura shuar y la cultura kichwa amazónica. Las lenguas extintas de la familia aents chicham son el palta y el malacato (Juank, 1999).
La lengua palta se hablaba desde el Alto Chinchipe en lo que hoy es la provincia de Zamora Chinchipe y la provincia de Loja, hasta Puerto Bolívar, en la provincia del Oro. Esta variante dialectal del aents chicham convivió con la variante malacato que siguiendo con el análisis de Juank era la variante de los pueblos que vivían y/o viven en la ribera del río Upano, hoy la lengua shuar.
Para 1450 d.C. el Imperio inca hizo su incursión en el sur del país con el Inca Tupak Yupanki y se empieza un proceso de kichwanización del pueblo palta. La estrategia guerrerista del Inca diezmó la población, la cual fue perseguida hasta las montañas del este de lo que hoy es la ciudad de Loja. Los sobrevivientes consideraron internarse en la selva, particularmente en el Alto Chinchipe y el Amazonas.
El incario instaló en el territorio palta al pueblo saraguro proveniente del lago Titicaca en calidad de mitimaes para implementar la lengua y la cultura kichwa. La resistencia del Pueblo palta fue tal que no acató esta política lingüística incaica. Hoy en día, la lengua kichwa se habla en ciertas comunidades del pueblo saraguro. Sin embargo, la toponimia del territorio palta fue cambiado por topónimos kichwas, manteniéndose ciertos morfemas de lugar de la lengua palta combinados con la lengua kichwa.
La llegada de las colonias españolas se dio en 1548 con Alonso de Mercadillo, proveniente de Loja, de la región andaluza española. Inicialmente se ubicaron en el valle de Cuxibamba, conocido como «valle de los cuyes», hoy la ciudad de Loja. Cabe señalar que el cuy es un elemento esencial de la alimentación del pueblo palta. Loja se convirtió en el centro administrativo político de la colonia española. Al sur se convivía con la lengua malacatos de la familia aents chicham, al norte la lengua kichwa y, en toda la provincia, la lengua palta en proceso de kichwanización lenta.
El español que llega al territorio Palta proviene de la región andaluza, particularmente de la zona de Loja, por eso el nombre de la provincia actual. Entre las características lingüísticas de esta región está el seseo /s/, la /l/ y la /r/ que predominó en todo el territorio Palta. De igual manera hasta hoy en día se mantienen palabras del español antiguo como /pior/, /amuestra/, /vide/ entre otras.
En este contexto nace la estrategia administrativa española de utilizar las realengas y las cofradías como estrategia de enseñanza del español y evangelización del pueblo palta.
La lengua palta territorialmente se la hablaba desde el Alto Chinchipe, en la provincia de Zamora Chinchipe en la Amazonía ecuatoriana, hasta el Puerto Bolívar, en la provincia del Oro en la costa ecuatoriana. A continuación, se presentan varias palabras de la lengua palta.
- buchir
- cargar un bebé a la espalda o cargar a una persona.
- changuina
- canasta que se la pone a la espalda.
- chonta
- venado.
- chontillo
- venado pequeño.
- colambo
- boa constrictor de tierra, especie endémica del territorio palta.
- conza
- culebra.
- lapa
- recipiente de calabaza cortada por la mitad.
- macanche
- serpiente culebra más conocida como equis.
(José Calva, comunicación personal, 2023)
- pacazo
- ‘iguana᾿.
- taralla
- tronco de maíz seco ya cosechado.
- tumulle
- ‘armadillo᾿.
- tumbo
- fruta andina de la región como el melón.
- toronche
- fruta parecida al chamburo, una especie de papaya ácida.
- zambate
- humita.
- pilancón
- reservorio de agua, técnica ancestral de construir piscinas con barro ceroso blanco para que el agua recopilada no se filtre en la tierra. Esta tecnología hasta hoy en día se utiliza en las huertas para recopilar y regar las sementeras
A partir de 1450 en que el territorio Palta fue invadido por el Inca Huayna Capac, la influencia de la lengua kichwa de la variante chinchay se impuso, quedando en el hablar común del español muchas palabras como las siguientes:
(Pablo Guamán, comunicación personal, 2023)
- angaila
- gallinazo cuya cabeza es de color rojo.
- añango
- zorro.
- chacana
- camilla, especie de escalera que se coloca debajo de un enfermo o una persona muerta para cargarlo a grandes distancias.
- chucho
- seno, del kichwa chuku.
- chamba
- pedazo de tierra, terrón.
- guagua
- niño.
- guishco
- gallinazo.
- huanca
- palo que se coloca debajo o al lado de un objeto para moverlo, palanca «huanca» e indica que existe un tesoro enterrado ahí.
- lato
- zorro, del kichwa /atuk/.
- luma
- fruta propia del lugar, del kichwa /lukma/.
- llashipa
- helecho.
- ñuctu
- cerebro, del kichwa /ñuktu/.
- ñutu
- perdiz, del kichwa /ñutu/.
- pichir
- orinar, del verbo kichwa pishina.
- poto
- calabaza para cargar agua, de la palabra kichwa /putu/.
- puma
- león.
- sucu
- rubio .
- chinir
- ortigar, del kichwa chini ortiga.
- quinde
- colibrí, del kichwa kinti.
- yurusa
- hierba parecida a la avena, del kichwa yurak uksha ‘paja blanca’.
La lengua aimara, según Cerrón Palomino, estuvo presente en el sur de Ecuador desde hace más de diez mil años, antes que la lengua kichwa. Las palabras de la lengua aimnara que se encuentran en el territorio palta son las siguientes:
Los arcaísmos constituyen palabras muy antiguas que tiene su origen en lenguas extintas y que se entienden en un vasto territorio. Las siguientes palabras existen en el territorio palta de la provincia de Loja, Ecuador.
Los morfemas de lugar que se encuentran en el territorio palta indican sitios en varias acepciones:
Si bien en el territorio palta hoy en día la lengua dominante es el español, cabe señalar algunas palabras que se conservan del español antiguo como las siguientes:
La realenga fue una estrategia de sobrevivencia del pueblo palta y de otros pueblos originarios de la costa del Pacífico ecuatoriano. Permitió mantener las expresiones culturales del pueblo palta y por otro lado permitió el aprendizaje del español, particularmente de la región andaluza, cuyos fonemas /s/, /r/ y /ll/ hasta el día de hoy se mantienen.
El pueblo palta no aceptó la imposición de la lengua kichwa por parte del Inca Tupac Yupanqui y su sucesor el Inca Huayna Capac. Consideró aceptar la realenga como estrategia de sobrevivencia cultural.
En el hablar común del español de la provincia de Loja, se entremezclan palabras de la lengua palta, de la lengua kichwa, del aymara y arcaísmos de la familia lingüística aents chicham o familia lingüística jivaroana.
Se considera importante que los diferentes países investiguen el tema de realengas y pueblos originarios para recuperar glosarios de las lenguas antiguas que perviven en las expresiones de la lengua española.