Considerando a la educación intercultural bilingüe, como el camino hacia la igualdad de oportunidades de una sociedad democrática, diversa y multicultural en la búsqueda de ciudadanía, definida como personas de derecho, vinculadas a otra comunidad como los guaraní hablantes, mujeres, discapacitados/as, adultos mayores, etc. que deberían ser los sujetos de dicha educación en Paraguay, aunque la misma no haya pasado de ser un discurso interdisciplinar y simbólico, porque las culturas y lenguas, guaraní y castellano no han sido consideradas los ejes principales de la diversidad sociocultural y lingüística. Por consiguiente, el objetivo de esta presentación es analizar la situación de las lenguas guaraní y castellana, mayoritarias y oficiales del Paraguay, así como los dilemas principales para de un verdadero proceso educativo de equidad social en el siglo xxi.
El interés por la educación intercultural, aparece muy tardíamente en Paraguay, si analizamos la producción científica existente en España, respecto a la educación e investigación educativas. El eje central es la relación entre la educación y los medios para tratar las diferencias de culturas, lenguas, género, religión, a partir del intercambio y práctica de conocimientos, valores, actitudes y costumbres de la otra persona, tratando de erradicar la discriminación y exclusión de quién no es como nosotros. Sin embargo, es preciso distinguir entre educación bilingüe (EB) y educación intercultural bilingüe (EIB) como existe con más fuerza en países donde la etnodiversidad parte de una importante y extensa población indígena con problemas de segmentación social y lingüística. La EIB supone la intención de combatir de manera intencionada todas las formas de racismo y de discriminación, aunque hablemos de un racismo encubierto, que no se nombra, no se reconoce y no se puede combatir de manera directa. Por tanto, la formación de valores y actitudes respecto al origen sociocultural de los/as educandos son fundamentales para la construcción de la ciudadanía, a través de la equidad social.
En Paraguay ha habido propuestas resultantes de un convenio con la Universidad de Harvard, para la formación de recursos humanos en educación intercultural que nunca progresó y solo quedó en discursos sin contenido, sobre una posible educación intercultural bilingüe (EIB). Sin embargo, el desconocimiento de la misma en un país con una población relativamente homogénea, pequeño porcentaje de extranjeros/as, indígenas que apenas alcanzan el 1,8 % del total de habitantes, ha sido la causa de la indiferencia de las autoridades para su concreción. Se cree que la etnodiversidad en Paraguay, no justificaría un complejo y difícil programa de educación intercultural bilingüe, considerando sus implicancias pedagógicas y socioeconómicas.
La identidad cultural esta expresada a través del uso de la lengua guaraní, aunque las instituciones gubernamentales, no la han recreado ni revitalizado, a partir de una política sociolingüística de Estado, acorde a lo estipulado en la Constitución nacional de 1992 o hasta la aprobación de la Ley de Lenguas ya presentada al Congreso, considerando que es un país pluricultural, bilingüe y cuyos idiomas oficiales son el castellano 34 %, guaraní 60 %; bilingües 59 % de la población total.
Un sistema educativo todavía centralizado en la Capital del país, desde la perspectiva curricular y administrativa, es sin duda un primer obstáculo para una real educación intercultural, aunque veamos con sorpresa y real curiosidad, que a partir de la nueva Administración política iniciada en 2008, una nueva experiencia de formación de competencias ciudadanas con el uso de una computadora por niño/a en escuelas públicas y privadas en el interior del país, se encuentra en 2009 en funcionamiento, aunque todavía no sepamos los resultados educativos del uso de las TIC con los guarani hablantes y aun bilingües. Los primeros datos parecen ser muy alentadores en cuanto a la apropiación de conocimientos, pero también motivo de cambios socioculturales.
En la diversa población que habita el Paraguay ya casi en su Bicentenario el próximo 2011, encontramos 20 pueblos indígenas; diferentes grupos de inmigrantes de nuevo y viejo cuño, viviendo en armonía, aprendiendo de nuestras mutuas culturas, concientes de las diferencias en las diversas áreas del espectro sociocultural. El avance del poder monolingüe castellano en el Paraguay, iniciado durante la Colonia y la dictadura stronista, como la prohibición de usar guarani y la consiguiente pérdida de identidad, se podría haber recuperado con la educación escolar bilingüe a los/as hablantes de lengua guaraní, a través de una innovadora reforma pedagógica, el uso de la lengua madre y que ahora se piensa esta todavía en entredicho. La discriminación es parte de las alternativas de progreso de los guaraní hablantes, porque los castellano hablantes imponen sus reglas y condiciones. La llamada interculturalidad, es un discurso vacío hasta hoy de parte del Estado, que debería ser el primero en practicarla, ya que la discriminación de la lengua guaraní sigue vigente en la falta de uso en el Estado, Gobierno y por lo tanto, ausente de la vida moderna: tecnología, medios de comunicación, comercio y cultura formal, a pesar de la fuerza de una comunidad lingüística virtual, que se mantiene alerta en defensa de sus derechos ciudadanos, en términos de una real práctica de la oficialidad del guaraní.
Al superarse el concepto de pureza de lalengua, considerando las situaciones de contacto de lenguas y culturas surgidas de los diferentes y continuos procesos migratorios y cambios socioculturales, producto de la tecnología y de los movimientos sociales, como el feminismo y su lucha por el uso del género femenino en el español, son también cuestiones de constante debate. En este sentido, el uso de la variante lingüística de uso cotidiano que llamamos jopara,1 resultado de dichos contactos en los diferentes dominiosdeuso de ambas lenguas constituye el gran dilema del sistema educativo. En efecto, el habla del/a paraguayo/a , conocida como jopara, guarañol, lenguaviva, guaraní paraguayo o como quiera se llame, a la mezcla de ambos sistemas y al impacto de sus mutuas interferencias que por su tipo y frecuencia, se convierten en el mayor obstáculo para diseñar e implementar materiales educativos. La convivencia estrecha de dichas lenguas incide sobre sus estructuras y uso. El jopará es el guaraní históricamente hispanizado o el español guaranizado, aunque no de una manera uniforme, sino gradual y sectorialmente desarrollado, hasta constituir un continuum heterogéneo como los repertorios lingüísticos. El uso indiscriminado, es el grandilema que precisa enfrentar la educación formal y la misma lengua. En contraposición al guaraní paraguayo en constante cambio, se emplea el llamado guaraní escolar, que si bien genera problemas de tipo sicosocial en la población adulta, tiene la posibilidad de estandarización. Los neologismos constituyen los dilemas del desarrollo del Guarini, por las opiniones y actitudes de los hablantes nativos, generando inquietud, preocupación y rechazo.
Otro problema sumamente grave, surgido hace algunos años, es la transfonetización de los términos del Español usados en la escritura del guarani. Este desplazamiento lingüístico afecta directamente al castellano al tratar de guaranizar los préstamos cuando se escribe en guarani. Se pretende que términos como camisa que en guarani se pronuncia (kamisà) o vaca (vaká) se escriba con k, asi como: kostumbre, demokrásia y por supuesto antiguos nombres de pueblos y lugares. Por lo tanto, la escritura de vocablos castellanos con la ortografía del guaraní lleva a errores en la ortografía de ambas lenguas, haciendo más difícil la separación de uno y otro sistema y va de contramano con el objetivo final del Programa Escolar de Educación Bilingüe de 1992 que es la formación de bilingües coordinados. La realidad es que estudio del guaraní es resistido, mientras que a la inversa, el monolingüe guaraní acepta y usa el castellano, debido a causas funcionales de orden educativo, social y económico. Los guaraní hablantes pasan a castellano hablantes, pero los castellano hablantes no pasan a bilingües coordinados. La vertiente cultural se vuelve evidente, cuando se usa castellano con la maestra y guaraní entre pares. Si bien se requiere el uso del guaraní y del español en la comunicación oral y escrita, la maestra no ha recibido la formación correcta y capacitación suficiente para la enseñanza del guaraní y del español como segundas lenguas, que ya es otro tema.
El proceso de integración del Paraguay en el Mercosur, nos pone en la disyuntiva de repensar un antiguo e importante tema de índole cultural y educativa como es la política sociolinguísticade los pueblos inmersos en intercambios de bienes y servicios económicos y culturales por medio de la lengua, la expresión mas acabada de la identidad nacional. En efecto, la existencia de una activa frontera con Brasil socio en el proceso de integración regional, exige competencias lingüísticas, oral y escrita, en español y portugués. La difícil y compleja transiciónsocioculturalha dado lugar a una situación de tres lenguas en contacto: guaraní, español y portugués lo cual afecta al sistema educativo, a la educación superior, a la fuerza laboral y que finalmente es una cuestión de poder político y económico de los países miembros y donde la educación intercultural es fundamental.