Víctor Fabián Latorre Mansilla

Migración en la Patagonia: su espejo en los diarios de Comodoro RivadaviaVíctor Fabián Latorre Mansilla
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Comodoro Rivadavia (Argentina)

Además de la importancia que alcanzó en otras épocas, la inmigración es un proceso que recuperó en Comodoro Rivadavia un fuerte impulso durante la última década. Así, como fenómeno de actualidad, representa en esta ciudad del sur de la Argentina un foco de interés constante para el periodismo, sobre todo para los diarios El Patagónico y Crónica, sus principales referentes noticiosos. Ambos matutinos construyen ante la opinión pública una visibilidad positiva de lo que la inmigración significa desde una perspectiva histórica. Sin embargo, en ocasiones ese lenguaje editorial se contradice, porque el tratamiento informativo también vincula la llegada de nuevos migrantes con la inseguridad y otros problemas sociales.

En un país con una fuerte herencia cultural de la inmigración, en particular de aquella que arribó de España e Italia entre fines del siglo xix y las primeras décadas del siglo xx, la propia historia de Comodoro Rivadavia se ha caracterizado en distintas épocas por una masiva llegada de hombres y mujeres de diversas partes del mundo en busca de un mejor destino.

El desarrollo de esta ciudad, actualmente una de las más importantes de la Patagonia en términos de población y actividad económica, estuvo marcado desde comienzos del siglo xx por el aporte de inmigrantes europeos y de países limítrofes como Chile, que junto a la migración interna procedente del norte argentino, le dieron vida a un territorio distante de Buenos Aires y de otras grandes urbes, pero atractivo por sus recursos productivos como el petróleo o la ganadería.1

Hoy, sin embargo, la migración en Comodoro Rivadavia es mucho más que una característica de otros tiempos. Se trata de un fenómeno vigente, que resurgió en los últimos diez años con la reactivación de la industria petrolera y su incidencia en las demás ramas de la economía regional.

Atraídos por oportunidades laborales, a partir de 2002 o 2003 empezaron a arribar trabajadores de distintas provincias del norte argentino, al igual que de otros países de Sudamérica, en particular bolivianos y paraguayos. En el caso de los migrantes extranjeros, un factor que llama la atención es que no sólo llegan en forma directa de sus naciones de origen, también lo hacen inmigrantes que se encontraban viviendo en otras regiones de la Argentina.2

El último censo nacional, realizado en octubre de 2001, estableció que Comodoro Rivadavia sumaba en ese momento 135 632 habitantes. Actualmente, se estima que tiene unos 220 000, lo que la convierte en una de las ciudades argentinas de mayor crecimiento demográfico de la última década. Su población aumentó más de un 60 % en apenas 8 años.3

Dentro de ese crecimiento poblacional se calcula que sólo durante 2009 tramitaron permisos de residencia en la oficina regional de la Dirección Nacional de Migraciones más de 2000 extranjeros. De acuerdo a un estudio del mismo organismo, Comodoro Rivadavia ocupa hoy el cuarto lugar en el ranking nacional de centros urbanos con mayor radicación de extranjeros, luego de Córdoba, Mendoza y La Plata.4

Si ese contexto marca, como ya se planteó, que la inmigración representa para Comodoro Rivadavia un fenómeno de actualidad, también explica la relevancia que adquiere como tema en la agenda de los medios periodísticos de la región. Constituye un permanente foco de interés noticioso, sobre todo para los diarios, que en plena era digital siguen siendo el núcleo de referencia informativa para los habitantes de esta ciudad.5

Y si a ese factor se suma el comprobado protagonismo que los medios de comunicación alcanzan en la construcción social de la realidad, en la interpretación de los sucesos públicamente relevantes para una comunidad, puede aseverarse que también influyen en la integración o discriminación de los inmigrantes, a través de los marcos de sentido, de la imagen que presentan sobre «ellos».

No hay que olvidar que los medios son referentes privilegiados del conocimiento y la experiencia del mundo frente a su audiencia. Hoy en día, la industria de los medios figura como uno de los principales instrumentos de producción de modelos de identidad y alteridad, de articulación de comunidades de referencia, así como de creación de vínculos, espacios simbólicos y opiniones colectivas.6

Desde ese postulado, surge como interrogante: ¿cuál es la construcción que los diarios de Comodoro Rivadavia trazan en la actualidad sobre el fenómeno migratorio, en particular sobre la migración extranjera? Un análisis de las ediciones publicadas durante los últimos tres años por El Patagónico y Crónica, los principales matutinos que circulan en esta ciudad, arroja dos características que resultan coincidentes y a la vez contradictorias.

A través de su enfoque periodístico, del lenguaje que aplican para retratar la inmigración, ambos matutinos construyen una mirada positiva sobre lo que ese fenómeno representa desde un ángulo histórico, por el aporte de los migrantes extranjeros al desarrollo de la ciudad desde sus primeros tiempos. Sin embargo, en determinadas oportunidades estos diarios también manifiestan una tendencia a mostrar los problemas sociales de la actualidad como una consecuencia negativa de la migración reciente.

Un fenómeno y dos miradas

Mediante crónicas, notas y reportajes con titulares como «La inmigración caracteriza la historia de Comodoro» (El Patagónico - 13 de julio de 2008); «Comodoro Rivadavia experimentó como propia la tragedia en Chile» (Crónica - 28 de febrero de 2010); «La Feria de las Comunidades Extranjeras: una fiesta para el paladar» (Crónica - 14 de septiembre de 2009); «Comodoro Rivadavia evocó la llegada de los colonos galeses a Chubut» (El Patagónico - 4 de agosto de 2008), el fenómeno migratorio es expuesto como un factor positivo, ya que se apela a la metáfora del crisol de razas que moldea la centenaria identidad comodorense.

Incluso esa mirada integradora busca retratar a la inmigración actual. Así se refleja en trabajos periodísticos como «La migración boliviana: la influencia de familiares y amigos» (Crónica - 12 de enero de 2009); «Hasta el castellano resulta nuevo para muchos paraguayos que recién llegan» (El Patagónico - 31 de enero de 2010); «Los peruanos se afianzan como una nueva corriente migratoria» (El Patagónico - 14 de febrero de 2010); «Los bolivianos buscan la forma de sentirse menos lejos de su tierra» (El Patagónico - 24 de enero de 2010).

Las paradojas sobre el tratamiento noticioso de la inmigración, a partir de la función de actores políticos y sociales que tiene todo medio periodístico, asoman en el momento en que los dos diarios analizados también juegan un papel como agentes de exclusión. Lo hacen estigmatizando o victimizando a personas o grupos, cuando jerarquizan en la construcción de una noticia la condición de extranjero o foráneo del protagonista de la información, aunque el suceso que se narra no justifique que ese dato sea realzado.

Así lo ejemplifica una nota que el diario El Patagónico publicó en su edición del 13 de febrero de 2010 y que se titula: «Detuvieron a un carterista chileno que tenía pedido de captura». Es evidente que sin hacer referencia a la nacionalidad del sujeto de la noticia, existía la opción de titular: «Detuvieron a un carterista que tenía pedido de captura». Pero no se trata de una casualidad discursiva. Detrás de esas palabras hay una intención consciente o inconsciente del periodista para establecer una alteridad, para visibilizar al otro como una amenaza externa que irrumpe en la comunidad comodorense.7

En ciertas oportunidades esa visibilidad negativa también se manifiesta en la imagen de alteridad que se construye sobre la migración interna en las páginas policiales. Tal situación se presenta en casos donde los diarios que son objeto de este análisis, jerarquizan como criterio de relevancia informativa que una persona que delinquió o que resulta sospechosa de haber cometido un delito, es originaria de otra región del país.

Por su fuerza simbólica, lo polémico de ese enfoque periodístico es que su lenguaje alimenta respecto a la migración extranjera e interna, falsos consensos sociales que pueden conducir a que la ciudadanía establezca una mirada de sospecha sobre toda persona que sea de «afuera». Es decir, por culpa de un carterista chileno detenido o por un tucumano que robe un automóvil, no se puede generalizar que todos los inmigrantes chilenos son carteristas o que todos los migrantes tucumanos son ladrones de autos.8, 9

En el imaginario de la sociedad comodorense existe un repetido discurso que se escucha en boca de ciudadanos comunes, aunque dicha presunción no se encuentre estadísticamente demostrada: que la creciente inseguridad o sensación de inseguridad que se vive en esta ciudad, es producto del masivo arribo de delincuentes de otras provincias argentinas o de países limítrofes.

Como se abordará más adelante, sin embargo, las desvirtuadas imágenes que la comunidad suele elaborar sobre el fenómeno de la inmigración no sólo están condicionadas por la mediación del periodismo, sino también por otros poderosos actores de la opinión pública, ya sea del contexto regional como de la escena nacional.

Un debate globalizado

Al buscar puntos de coincidencia entre el presente trabajo y otros estudios que analizan la mirada que el periodismo ofrece sobre la inmigración, Miquel Rodrigo Alsina y Catalina Gaya Morla plantean que para los periodistas no siempre es fácil construir una alteridad exenta de connotaciones negativas, porque en muchas ocasiones el otro es construido en el imaginario cultural como un ser incompleto. «De alguna manera el diferente se nos muestra como un ser deficiente», evalúan.10

Teun Van Dijk, a partir de investigaciones centradas en el análisis de diarios europeos, afirma que las minorías «hacen su aparición con menor frecuencia como agentes principales (de las noticias), a menos que, una vez más, sean sospechosos o se les acuse de un acto negativo (…) los valores informativos de los periodistas tienden a excluir a los grupos socioculturales de fuera, tanto a título de temas como de fuentes de información fidedigna», manifiesta.11

En un idéntico sentido, el Grupo Picnic (Proyectos Interdisciplinarios en Comunicación) concluye al analizar el caso del periodismo español, que una práctica común en las relaciones de alteridad es la de posicionar al otro como amenaza. «Esta figurativización adquiere construcciones metafóricas recurrentes, cuyo tópico dominante es la caracterización de la inmigración como una avalancha», sostiene.12

«Este término prefigura al otro como una masa no delimitada, desestructurada, descontrolada e incontrolable, que se extiende y se ‘cuela’ en el territorio nacional. Esta metáfora acentúa la posición de riesgo y vulnerabilidad de la sociedad de acogida, al proponer asociaciones del fenómeno con peligros que en ciertos espacios de lo social tienen claras connotaciones de agresión, caos, deterioro y destrucción», añade su estudio.13

Según el análisis del Grupo Picnic, existe una representación de los inmigrantes elaborada a partir de una doble mediación: «la de la narración periodística y la del discurso de otros actores (organizaciones no gubernamentales, gobierno, partidos políticos), que subrayan la identidad de los inmigrantes como ‘otros’. Las poblaciones afectadas pocas veces exhiben una voz reflexiva propia, reconocible e institucionalizada, que les permita introducir una definición de sí que cuestione las visiones predominantes que circulan en el espacio público», señala.14

En opinión de Furio Colombo, el periodismo es el producto de las condiciones culturales, sociales y políticas de un país y de una época.15 En ese sentido, Carlos Mangone expresa que el mensaje de discriminación que transmiten algunos medios noticiosos en Argentina es funcional a una comunidad fragmentada en su conciencia social.16

Puede concluirse entonces que esa conciencia social fragmentada estimula a que en Comodoro Rivadavia distintos agentes de la opinión pública —desde reconocidos políticos a grupos de ciudadanos—, le atribuyan al arribo de extranjeros o de migrantes internos, los problemas que hoy en día inquietan a la comunidad, como la delincuencia, la trata de blancas, la usurpación de tierras, el desempleo o inconvenientes en el sistema estatal de salud. Y en ciertas ocasiones, ese discurso además encuentra una caja de resonancia en los medios informativos.17

Los pretextos políticos

Sin dudas, como antes se precisó, la mirada de desconfianza que algunos sectores de la comunidad de Comodoro Rivadavia tienen sobre la migración contemporánea, es resultado no sólo de la mediación periodística, sino además del influyente discurso de otros protagonistas de la opinión pública regional y nacional, sobre todo de actores políticos con relevancia mediática. En el caso de la escena nacional, esos actores políticos suelen imputarle al fenómeno migratorio la raíz de problemas sociales que afectan a Buenos Aires como epicentro y al resto de Argentina.

«Bolivianos, paraguayos, peruanos, chilenos y uruguayos han sido chivos expiatorios muchas veces de un discurso político que prefiere no asumir su propia responsabilidad. Los inmigrantes de países limítrofes han sido culpabilizados de la desocupación o el mal funcionamiento de los hospitales, entre otros mitos», expone Mariana Carbajal.18

Al respecto, Adrián Duplatt advierte: «los medios y los políticos se retroalimentan a conveniencia con las creencias populares». Y contextualiza: «una encuesta realizada por el Centro de Estudios de la Opinión Pública (CEOP) a fines de 2003 indicó que la mayoría de los entrevistados creía que la inmigración de ayer contribuyó a levantar el país, y la de hoy, al desempleo».19

Para derribar ese prejuicio instalado, Elizabeth Jelin señala que la investigación histórica muestra que la proporción de población argentina originaria de países limítrofes ha sido constante por casi 150 años. «Desde que se tienen datos —la primera mención es en el censo de 1869— hasta el último censo, entre 2 y 3 por ciento de la población del país es nacida en Paraguay, Bolivia, Uruguay, Chile, y Perú. De modo que en términos de peso en la población de Argentina no ha habido grandes variaciones», dimensiona.20

Junto a ese indicador, Sergio Caggiano cree que la falsa sensación que existe en la sociedad respecto de un aumento explosivo de la inmigración, ha sido potenciada en cierta forma por el hecho de que sí creció el desplazamiento de inmigrantes hacia las grandes urbes.21

Caggiano plantea que hasta hace unas décadas predominaba el asentamiento de inmigrantes en regiones de Argentina fronterizas a sus países, como chilenos en la Patagonia, bolivianos en el noroeste o paraguayos en el noreste. En cambio, a partir de los años 90 se produjo en Capital Federal y áreas metropolitanas de Buenos Aires una concentración de población originaria de naciones limítrofes, haciendo más visible el fenómeno migratorio.

De ese modo, Caggiano considera que de la mano de un crecimiento de la población de naciones limítrofes en metrópolis como Buenos Aires, Córdoba o Rosario, la construcción de prejuicios fue alimentada también por «el papel que jugaron actores políticos, sociales y grandes medios de comunicación en la estigmatización y visibilización de esos inmigrantes, sobre todo asociándolos a problemas sociales como la desocupación, la crisis en el sistema de salud y al crecimiento de la inseguridad».22

Ejemplifica que Carlos Corach, ministro del Interior durante la presidencia de Carlos Menem en la década de los 90, atribuía en declaraciones periodísticas el problema de la inseguridad a una «extranjerización de la delincuencia». Sin embargo, «uno podía comprobar que en las cárceles había un porcentaje mayor de personas de países limítrofes, pero eso no quería decir que fueran más delincuentes sino que eran más detenidos por la policía. Entre la detención y la comprobación del delito se iban depurando los porcentajes», arguye Caggiano.23

Respecto del papel jugado por el periodismo nacional en la construcción de ese discurso, Caggiano sostiene que durante cuatro años analizó los diarios El Día y Hoy, de La Plata. «Vi cómo aparecían los inmigrantes bolivianos, cuando no se trataba de artículos sobre la comunidad boliviana o sobre inmigración y encontré que aparecían sólo en la sección policial, vinculados a la comisión de algún delito», relata sobre un estudio que arroja características que coinciden con el análisis efectuado aquí respecto del escenario mediático comodorense.24

Conciencia periodística

«Si consideramos el periodismo desde la racionalidad democrática», propone Carlos Zeller, «vemos que presenta un conjunto de importantes patologías sociales que dificultan cualquier proceso de desarrollo de una ciudadanía cultural y de una democracia deliberativa. Plantear el periodismo como un bien público puede contribuir a mejorar el periodismo realmente existente y hacer más democrático el proceso de formación de la voz de los diferentes y grupos y actores sociales», argumenta.25

A partir de esa reflexión, se puede concluir que si la imagen social de la migración es el importante medida el resultado del tratamiento de los medios periodísticos, entonces uno de los factores para rescatar del enfoque de los diarios de Comodoro Rivadavia, es la presencia crónicas, notas y reportajes donde los inmigrantes tienen voz propia y una personalidad definida, de un encuadre informativo donde se busca retratarse el fenómeno desde una mirada integradora, como ya se analizó.

Como contrapartida, la cara negativa de esa misma moneda es la existencia de otro enfoque en las mismas páginas donde se vincula la migración con situaciones sociales de conflictividad, sobre todo en la sección policial, ya que en lugar de atribuirse una acción a un autor definido o a autores definidos, más bien se apela a un discurso etnificador. Es decir, cuando se pone énfasis en la nacionalidad del protagonista de una noticia sin que resulte justificado, se invisibiliza el «quién» de esa noticia26 y todo aquel que responda a las características de esa generalización identitaria pasa a ser ante los ojos de la opinión pública fuente de condena o de sospecha.

Notas

  • 1. «Tras el descubrimiento de petróleo en 1907, «desde el punto de vista sociocultural tanto el pueblo de Comodoro Rivadavia,  como los establecimientos de las compañías petroleras privadas, de la empresa estatal YPF y del ferrocarril estuvieron signados desde sus primeros años por la presencia de muy diversos contingentes de inmigrantes extranjeros, con un peso significativo de flujos de población procedentes de países europeos.
    Españoles, italianos, portugueses, búlgaros, rusos, polacos fueron, entre muchos otros actores centrales del poblamiento del área y del desarrollo de sus actividades productivas. Poco más tarde a estos grupos iniciales se sumaron catamarqueños, riojanos y otros provincianos llegados, en una primera etapa,en el marco de las políticas de reclutamiento de personal nacido en el país.
    Los inmigrantes limítrofes, fundamentalmente procedentes de diversas áreas de Chile, si bien fueron un grupo de presencia permanente en toda el área, acrecentaron su ingreso a la costa del Golfo San Jorge desde los años 40 y 50 en el contexto de las necesidades de mano de obra que requería el proceso de crecimiento urbano impulsado por la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia entre 1944 y 1955.
    Este proceso se extendió durante los últimos años a otros grupos procedentes de países limítrofes más alejados de la Patagonia, tales como Bolivia y Paraguay en el marco de la oferta de trabajo que ha generado el ciclo expansivo de la actividad petrolera sobre toda la Cuenca hidrocarburífera desde principios del siglo xxi y de su impacto sobre la casi totalidad de las actividades económicas».
    Cabral Marques, Daniel: «Una ciudad de zonas grises y versiones mitificadas», diario El Extremo Sur de la Patagonia, suplemento Confines, Artes y Cultura desde la Patagonia, n.º 9, Comodoro Rivadavia, abril-mayo de 2008, páginas 1-4. Volver
  • 2. Diario El Patagónico: «De enero a noviembre solicitaron su radicación 2.100 inmigrantes», Comodoro Rivadavia, 27 de diciembre de 2009. www.elpatagonico.net (fecha de última consulta: 10 de enero de 2010). Volver
  • 3. «Si se pretende saber cuál es la población actual, hay que tener en cuenta que el último censo nacional se efectuó en 2001 y reflejó una población de 135 632 habitantes. Sin embargo, hay que considerar que a partir de la última reactivación petrolera Comodoro Rivadavia creció considerablemente y la única forma de contabilizar en forma estimativa a sus habitantes —hasta el próximo censo nacional de octubre de este año— es a partir de los medidores de luz de las viviendas. Según el último balance institucional, realizado a fines de 2009, la Sociedad Cooperativa Popular Limitada —proveedora del servicio eléctrico— cuenta con 49 925 usuarios. Si se multiplica esa cifra por cuatro integrantes de una familia tipo (parámetro que utiliza el municipio en sus estudios sociales) resulta un total cercano a las 200 mil personas. Si a eso se le suma unos 3000 usuarios eléctricos no regularizados y un mínimo porcentaje de trabajadores golondrinas (población flotante), el total de habitantes se acerca a los 220 mil».
    Diario El Patagónico: «El boom económico impacta en la identidad comodorense», Suplemento 109º aniversario de Comodoro Rivadavia, Comodoro Rivadavia, 23 de febrero de 2010, página 11. Volver
  • 4. «Las estadísticas marcan que Comodoro Rivadavia ocupa el cuarto lugar en el ranking nacional de lugares con mayor radicación de extranjeros, luego de Córdoba, Mendoza y La Plata. A partir del movimiento económico que tiene la región, los inmigrantes que mayor interés muestran en radicarse son bolivianos, paraguayos y dominicanas. También se incrementan los controles sobre aquellos que pretenden permanecer indocumentados.
    El responsable de la delegación Comodoro Rivadavia de la Dirección Nacional de Migraciones, Julio Bonzani, comentó que desde enero a noviembre de este año esa oficina realizó un total de 2100 trámites de radicación, aunque no todos son de inicio de la radicación, sino que también hay cambios de categoría.
    Hay que destacar que esa delegación también tiene injerencia en trámites correspondientes a ciudadanos radicados en ciudades del norte de Santa Cruz y el cambio de categoría deviene luego de dos años de radicación en la zona.
    ‘Si bien tenemos una legislación que es muy beneficiosa para el extranjero y sobre todo para los sudamericanos,  eso también nos da el derecho para ejercer el control más estricto y exigir que el que se quiere quedar lo haga con la documentación al día y pague la tasa’, señaló.
    Bonzani estima que el 50 % de los extranjeros que se radican en Comodoro Rivadavia y el norte de Santa Cruz son bolivianos, y después le siguen los paraguayos. ‘Chile históricamente fue quien aportó más inmigrantes, pero hoy está un poco en baja a nivel país. Hay países que suben y bajan, y de Chile hay menos solicitudes que en otros años. Esta tendencia se da en todo el país. Ahora vemos que históricamente la paraguaya fue la colectividad que más aportó inmigrantes al país y ahora la colectividad boliviana los ha superado’, graficó el abogado.
    Con respecto a las regiones del país que atraen un mayor flujo de extranjeros, Bonzani recordó que ese factor guarda relación con la situación económica que se vive, en el caso de Comodoro Rivadavia y el norte de Santa Cruz, íntimamente relacionada a las actividades petroleras, pesqueras y de la construcción».
    Diario El Patagónico: «De enero a noviembre solicitaron su radicación 2100 inmigrantes», Ob.Cit. Volver
  • 5. Un análisis comparado de la información generada por los medios informativos en Comodoro Rivadavia durante el período junio-agosto de 2009, permite concluir que los diarios regionales predominan instalando los principales temas de agenda setting en comparación con la radio, la televisión y los nuevos medios digitales.
    Latorre Mansilla, Víctor Fabián: «Agenda informativa en la TV, medios gráficos y nuevos medios regionales», documento de cátedra de Actualidad Informativa II, Licenciatura en Comunicación Social, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Comodoro Rivadavia, septiembre de 2009.
    En coincidencia con esa conclusión, Miguel Wiñazki rescata sobre investigaciones recientes desarrolladas en el contexto mediático de los Estados Unidos: «La revolución de los medios ha transformado casi todo, en el campo de la información, excepto una y fundamental: las factorías más productivas para la generación de noticias, continúan siendo los diarios impresos, y tras ellos los medios tradicionales, como la TV y la radio y por último internet.
    El consumo de noticias crece en internet y eso es innegable e irrefrenable, pero la proporción de noticias publicadas por los medios periodísticos en sus versiones digitales, son producidas primero —en su mayor parte— en el campo impreso de cada organización. Son las redacciones en papel las que subsidian no sólo económicamente sino también periodísticamente a las online, según una investigación distribuida por el Project for The Excelence in Journalism del Pew Research, el instituto de tendencias sociológicas más prestigioso de los Estados Unidos», subraya. 
    Wiñazki, Miguel: «Los diarios impresos ganan la batalla noticiosa en la era digital», Diario Clarín, Buenos Aires, 12 de febrero de 2010, página 40. Volver
  • 6. Grupo Picnic (Proyectos Interdisciplinarios en Comunicación): «La estigmatización del discurso periodístico: Los ‘otros’ como criminales y víctimas», Cuadernos de Información n.º 18, Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad de Chile, Santiago, año 2005, páginas 132-139. Volver
  • 7. Duplatt, Adrián: «Los periodistas y el orden social. Actuar como se debe», Narrativas: Revista patagónica de periodismo y comunicación, n.º 18, Comodoro Rivadavia, abril-junio de 2009. www.narrativas.com.ar (fecha de última consulta: 20 de febrero de 2010). Volver
  • 8. Tucumano: gentilicio de una persona originaria de la provincia argentina de Tucumán. Volver
  • 9. El miércoles 10 de marzo de 2010, el diario El Patagónico publicó en la contratapa de su edición de papel y también reprodujo en su edición online —www.elpatagonico.net— una noticia titulada: «Caen carteristas chilenos». En la versión de internet de ese diario, existe un link al pie de la información, donde los lectores pueden dejar su opinión sobre cada noticia. Llamaba la atención el predominio de comentarios como este: «encima que los ayudamos después del terremoto (en referencia a la catástrofe sufrida el 27 de febrero de este año por el centro-sur de Chile), nos pagan con esta moneda y vienen a robarnos». Volver
  • 10. Rodrigo Alsina, Miquel y Gaya Morla, Catalina: «Medios de comunicación e interculturalidad», Cuadernos de Información n.º 14, Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad de Chile, Santiago, año 2001, páginas 105-110. Volver
  • 11. Duplatt, Adrián: «Racismo y medios de comunicación. El apartheid periodístico», Narrativas: Revista patagónica de periodismo y comunicación, n.º 19, Comodoro Rivadavia, julio-septiembre de 2009. www.narrativas.com.ar (fecha de última consulta: 20 de febrero de 2010). Volver
  • 12. GRrupo Picnic, Ob. Cit. Volver
  • 13. Ibidem. Volver
  • 14. Ibidem. Volver
  • 15. Colombo, Furio: Ultimas noticias sobre el periodismo: Manual de periodismo internacional, Editorial Anagrama, Barcelona, 1997, página 9. Volver
  • 16. Mangone, Carlos: «El negocio de la discriminación», Le Monde Diplomatique Edición Cono Sur, n.º 11, mayo de 2000, páginas 34-35. Volver
  • 17. En su edición del 10 de febrero de 2010, el diario El Patagónico publicó una nota titulada: «Los bolivianos solicitan un acceso más fácil a la vivienda: se lo plantearon a su cónsul itinerante, quien se encuentra de visita en Comodoro Rivadavia».
    Una treintena de personas dejó su opinión sobre esa noticia en la edición online del diario —www.elpatagonico.net—, generándose un debate entre los propios lectores.  La mayoría de esos comentarios critica el pedido de la comunidad boliviana residente. A modo de ejemplo, una de esas opiniones, señala: «Cualquier cosa que se diga, va a sonar a discriminación, pero me parece que hay gente nacida en Comodoro, de padres comodorenses, que hace treinta años esperan una vivienda, ¿y esta gente indocumentada ya está exigiendo casa?, sumado a que ya tienen salud y educación gratis, sacándoles lugar a verdaderos comodorenses. Me parece mucho ¿no?».
    Ese comentario encuentra adhesión en expresiones de otros lectores, pero también rechazo con respuestas como: «A la mayoría de los que han dejado sus mensajes, ¿se olvidan que Argentina es un país de inmigrantes? ¿O será que no gustan porque son bolivianos? Tal vez les gustan más los inmigrantes europeos, dan más estatus al país». Volver
  • 18. Carbajal, Mariana: «La mentira de la invasión silenciosa», Diario Página 12, Buenos Aires, 18 de septiembre de 2006. http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/index-2006-09-18.html (fecha de última consulta: 20 de febrero de 2010). Volver
  • 19. Duplatt, Adrián, «Racismo y medios de comunicación. El apartheid periodístico», Ob. Cit. Volver
  • 20. Carbajal, Mariana, Ob. Cit. Volver
  • 21. Ibidem. Volver
  • 22. Ibidem. Volver
  • 23. Ibidem. Volver
  • 24. Sergio Caggiano también recuerda que en consonancia con el discurso político predominante en la neoliberal década de 1990 en Argentina, el caso más emblemático de la estigmatización de la inmigración en el periodismo fue la nota de tapa de la revista de circulación nacional La Primera de la Semana, en su edición del 4 de abril de 2000.
    El título de portada «La invasión silenciosa», se ve reforzado por un lead que afirma: «Los extranjeros ilegales ya son más de dos millones. Les quitan trabajo a los argentinos. Usan Hospitales y escuelas. No pagan impuestos. Algunos delinquen para no ser deportados. Los políticos miran para otro lado».
    «Esa nota es paradigmática. Tomarla como ejemplo es hacerle trampa al análisis porque es una grosería en términos periodísticos: juega con los números, sin mentir no dice la verdad. Sin embargo, todo lo que menciona ese artículo está presente, pero de manera más sutil, en casi toda la prensa gráfica de aquellos años», señala Caggiano.
    Carbajal, Mariana: «La mentira de la invasión silenciosa», Ob. Cit. Volver
  • 25. Zeller, Carlos: «Los medios y la formación de la voz en una sociedad democrática», Anàlisi, n.º 26, Facultad de Ciencias de la Comunicación, Universidad Autónoma de Barcelona, Barcelona, año 2001, páginas 121-144. Volver
  • 26. En referencia a las preguntas básicas que entran en juego en la fórmula de construcción de una noticia: quién, qué cuándo, dónde, cómo y por qué. Volver