Señoras y señores:
Agradezco y valoro la invitación a participar en este IV Congreso Internacional de la Lengua Española y me sumo con entusiasmo al homenaje a este extraordinario escritor y ser humano que es Gabriel García Márquez.
Desde mi perspectiva como cantante, quiero compartir algunas ideas con mis colegas y con todos ustedes. El fenómeno de la globalización nos enfrenta a retos y oportunidades. Por una parte, podemos tener acceso a lo que sucede en todo el mundo y, en principio, nuestro canto puede llegar más lejos y a más gente que nunca antes.
Por otra parte, ¿cuántos realmente tienen acceso en nuestros países a esa riqueza en teoría accesible para todos y qué tanto de la diversidad de nuestras voces se escucha, no solo en el mundo sino en nuestros propios países?
Una parte considerable de los medios de comunicación masiva no parece tener mucho interés en la diversidad de nuestras voces. En el caso de la canción, resulta paradójico que cuantos más géneros haya, menos géneros se escuchan en la radio y en la televisión. Con la globalización viene también, en muchos casos, una tendencia a la uniformidad que realmente no refleja la riqueza de nuestra diversidad.
Yo creo que lo que nos define como países y como individuos es nuestra historia y nuestra cultura. Así se define también el carácter particular de las distintas regiones de cada país. Los que hablamos español, lo hacemos con acentos y musicalidades que tienen referencias con regiones y países específicos.
Estoy convencida de la necesidad de incorporar el arte y la cultura en todos los niveles de educación en nuestros países. Todos estaremos mejor equipados para la vida si tenemos en nosotros mismos la certeza de nuestra identidad cultural.
Parte del mundo de hoy son también las migraciones y los exilios y viajan con nosotros todos estos elementos que nos definen y que nos ayudan a sobrellevar la vida en entornos distintos a los de nuestro origen.
En lo personal, he sido muy afortunada en mi carrera. Como intérprete, he podido acercarme a los autores y al público. Conviven en mi repertorio canciones de muchos países en muchos estilos; de lo tradicional a lo moderno, de lo clásico a lo contemporáneo, de la canción de amor a la de denuncia social. Cada canción la hago mía. La condimento con granitos de mi vida, de mi emoción y así se la entrego al público.
Deseo compartir con ustedes algo que me llama la atención y que seguramente también ustedes habrán notado, el tema más recurrente en la canción en español es la mujer: la más hermosa, la más amada, la más deseada o, también, la traicionera, la bruja, la maldita. Santa o puta la mujer está presente en la canción y yo, que soy cantante y soy mujer, la verdad, me siento muy bien.
Por último, quisiera agregar que no basta solamente con mantener o hacer crecer al idioma español; las costumbres, la identidad, las artes y el respeto a la diversidad lo tienen que arropar.
Muchas gracias.