Esta breve comunicación pretende llamar la atención sobre el vocablo «raza», que aparece en varias acepciones del Diccionario de la Lengua Española (DLE). Este término fue incorporado a nuestra lengua hace cinco siglos y ha generado problemas bien conocidos, agravados sobre todo desde el siglo XIX. Se trata de una construcción social con una fuerte carga ideológica y que carece de base científica. Considero muy conveniente abordar esta cuestión de manera seria y rigurosa. El DLE debería revisar el significado de raza, analizando tanto este término como aquellas palabras que lo incorporan en sus acepciones.
Esta sección del congreso trata de mestizaje, ciencia, tecnología y lengua. Qué mejor contexto para analizar una vez más el vocablo «raza», que sigue estigmatizando a determinados colectivos por cuestiones ideológicas. Sabemos que el significado de ese término carece de base científica. Por el contrario, el mestizaje es precisamente la mejor evidencia de la bondad que supone para nuestra especie el intercambio genético entre grupos humanos separados durante miles de años por cuestiones que solo atañen a los avatares de nuestro pasado milenario.
Por experiencia sé que no es sencillo borrar de la memoria colectiva determinadas tradiciones, costumbres o ideas, aunque potencialmente puedan resultar perniciosas. Bien puedo imaginar el esfuerzo de la Real Academia Española por mejorar un término tan polémico y complejo como «raza». Este término, de origen etimológico dudoso, fue usado cada vez con mayor frecuencia desde el siglo XVI y se desarrolló desde las colonias de América del Norte a partir del siglo XVII. No parece necesario que me extienda en las nefastas consecuencias del uso más frecuente de este vocablo para la vida de muchos seres humanos. Por desgracia, las ideas racistas siguen estando ancladas en la sociedad y con mucha frecuencia se humilla a quienes consideramos diferentes en virtud del color de su piel o por poseer ciertos rasgos fenotípicos menos evidentes.
En su segunda acepción, el DLE define «raza» como «cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia». El DLE también equipara «raza humana» con «humanidad», puedo imaginar que con la loable intención de dar a entender que todos los seres humanos pertenecemos a la misma especie y que no se pueden hacer distinciones peyorativas entre las diferentes poblaciones humanas. Ya sabemos que la palabra raza no conlleva un concepto biológico válido, sino que se trata de una construcción social utilizada para beneficio de unos y en detrimento de otros. La peor noticia es que si ese término no existiese idearíamos otro con las mismas connotaciones.
Animaría a todo el mundo a leer los trece puntos aprobados por los científicos reunidos el 18 de agosto de 1964 en Moscú bajo el amparo de la UNESCO. El texto completo fue publicado en castellano en El Correo de la UNESCO (e-ISSN 2220-2315) con fecha de abril de 1965. Sorprende la clarividencia del texto, redactado con los conocimientos científicos de ese momento, aunque todavía planea sobre el manuscrito la idea de raza. En el texto también puede leerse el término «grupo étnico», que a partir de ese momento empieza a considerarse como el vocablo políticamente correcto.
Desde entonces, podemos encontrar definiciones de «grupo étnico» como la que publica el Instituto Nacional del Cáncer:
Grupo de personas que comparten una cultura similar (creencias, valores y comportamientos), idioma, religión, antepasados y otras características que a menudo pasan de una generación a la siguiente. Las personas pueden venir del mismo país o vivir juntas en la misma zona. La población hispana y la población china son ejemplos de grupos étnicos. Algunas enfermedades o afecciones genéticas suelen ser más comunes en determinados grupos étnicos que en otros.
Parece un buen intento de hacer las paces con la historia reciente, buscando el uso habitual de un término más aceptable, «etnia», que, además, tiene un origen etimológico conocido: el sustantivo griego ethnos (pueblo, nación) y el adjetivo ethnikos (relativo a)
Volvemos pues al DLE y buscamos este término:
etnia
1. f. Comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc.
étnico, ca
1. adj. Perteneciente o relativo a una nación, raza o etnia.
En definitiva, parece que a pesar de los esfuerzos la palabra «raza» sigue estando presente en nuestro DLE con la idea de diferenciar unos grupos humanos de otros. El asunto merece atención.
Además, quiero hacer notar que el vocablo «raza» carece de validez taxonómica y, por tanto, no se contempla ni en el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica ni en el Código Internacional de Nomenclatura para algas, hongos y plantas (Código de Shenzen). Sin embargo, en su segunda acepción la RAE define «raza» como:
2. f. Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.
Se está admitiendo de facto que la especie biológica no es el último escalón taxonómico de los organismos de la biosfera. Esta segunda acepción de raza contemplada en el DLE nos lleva a considerar que la palabra raza representa realmente una categoría formal y rigurosa de la clasificación de los seres vivos, cuando todos sabemos que esto no es correcto. Pienso que esta acepción fue incorporada sin la suficiente información.
Ciertamente, la RAE no promueve, sanciona o disuade el uso de las palabras; tan solo da testimonio de su existencia entre los hablantes. Sin embargo, considero muy conveniente comprobar que lo que se escribe en el DLE es acertado y realizar revisiones cada cierto tiempo. No olvidemos que todos los seres humanos cometemos errores. Cuando eso sucede, lo correcto es enmendar.
Por todo ello, y tras un intenso debate con los miembros de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Real Academia Española, considero necesario realizar una revisión de estos términos, atendiendo a criterios de prudencia y siguiendo las directrices de lo que nos enseñan en la actualidad las ciencias biológicas. Mis tres propuestas son las siguientes:
En primer lugar, el término «etnia» podría ser enmendado eliminando la palabra raza y, tal vez, sustituirla por otra:
etnia
1. Comunidad humana definida por afinidades fenotípicas, lingüísticas, culturales, etc.
étnico, ca
1. adj. Perteneciente o relativo a una etnia.
En segundo lugar, el término «raza» podría ser enmendado del siguiente modo:
raza
2. f. Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies animales domésticas, tratadas mediante cruzamiento y selección, y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.
En tercer lugar, pienso que en el vocablo «raza» podría ser introducida una nueva acepción:
3. f. Cada uno de los grupos en los que, sin fundamento científico, se ha subdividido a la humanidad por afinidades de su fenotipo.
Por otro lado, existen en el DLE varios términos que también merecen atención por el hecho de incorporar la palabra raza. Vocablos tales como «antropografía», «canstadiense», «tipología», «monogenismo» o «poligenismo» están siendo analizados por la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Real Academia Española