Hacia dónde caminan los adverbios Luis Santos Río
Profesor titular de Lingüística General de la Universidad de Salamanca (España)

0. Consideraciones generales

En esta ponencia expongo las que yo considero principales tendencias dentro del complejo campo cubierto por la categoría adverbial en español. En general, las dos tendencias más sobresalientes podrían sintetizarse así: por un lado, la incorporación de la imagen, tendencia que se plasma sobre todo en la proliferación de adverbios relacionales de punto de vista (presupuestariamente, muscularmente), así como de adverbios locativos de los que incorporan la referencia al lugar o emplazamiento pertinente (animal ventralmente blanquecino y dorsalmente verdoso. Plantas desarrolladas acuáticamente) y, por otro, la facilidad de los adverbios en -mente para no rechazar la complementación regida, casi siempre la misma que corresponde al adjetivo de base (adecuadamente a la ocasión, acompasadamente con esos hechos, independientemente de los demás).

El incremento y vigor de otras subclases de adverbios en -mente, como los evaluativos, los anafóricos y los realizativos, y el propio arraigo de los adverbios adjetivales (fácil, raro, fenomenal) es también una tendencia importante, bien que menos espectacular que las dos anteriores. Y no son despreciables, relacionadas con la complementación, la creciente vitalidad del adverbio en -mente como elemento modificador de modificadores (ventralmente blanquecino, anímicamente débil, espiritualmente cerca, anímicamente bien, definitivamente libres...) o la muy frecuente complementación adverbial encabezada por la preposición para. Tendencias relativamente curiosas, como la discutible y ya imparable complementación analógica mediante el posesivo (delante suyo) o la sorprendente posibilidad de segmentación de piezas léxicas locucionales (a base, normalmente, de somníferos, siempre, naturalmente, que sean mayores de edad, a causa, precisamente, de un catarro, a condición, claro, de que tengan la edad...), también reciben alguna atención en este pequeño repaso. Salvo excepciones (véase § 11), sólo de pasada se toca el aspecto del doble funcionamiento de algunos microsistemas, por ejemplo, el de los adverbios de lugar abajo, adelante, adentro, afuera, arriba y atrás, sea como transitivos («Colóquense atrás de la mesa») o como deícticos anafóricos (—¿Dónde nos colocamos?¿Ven aquella mesa? Pues colóquense atrás). Naturalmente, la docena de apartados que he elegido no cubre, ni de lejos, todas las especificaciones pertinentes en un terreno lingüístico que, verdaderamente, se encuentra en ebullición.

Soslayo, en general, la alusión a casos de uso dialectal muy reducido (por ejemplo, apeto [‘adrede’] y apetamente) y no entro directamente en aspectos estadísticos detallados: no ocultaré, no obstante, que, según mis datos, la proporción de piezas léxicas adverbiales en los textos del español viene siendo, en relación con el conjunto de las demás piezas léxicas del texto, progresivamente creciente.

1. Pujanza de los adverbios de punto de vista

La mayoría de los adverbios de punto de vista son adverbios relacionales clasificativos respectuales aspectivos (indican el aspecto de un individuo u objeto, o de la realidad en general, al que se circunscribe lo que se predica, sea en sintagma verbal, adjetival [económicamente débiles] o adverbial [anímicamente bien], y equivalen a ‘en el aspecto AdjAspectivo’, ‘en lo AdjAspectivo’, ‘en el aspecto de SNAspectivo’, ‘desde el punto de vista AdjAspectivo’, ‘en cuanto a SNAspectivo’). De entre éstos, la mayoría son aspectivos propios (presupuestariamente, financieramente, energéticamente, psicológicamente [‘anímicamente’ o ‘psíquicamente’], geográficamente [‘en el aspecto geográfico’, ‘en cuanto a lo territorial o geográfico’], lingüísticamente (‘en cuanto al lenguaje /a (las) lenguas /a la langue)’], medioambientalmente) y los demás son aspectivos méricos (cranealmente distintos, cromosómicamente afines): en unos pocos casos el adverbio aspectivo propio conlleva, junto al matiz de aspecto puro, el de faceta (individualmente [‘en el aspecto individual’, ‘como individuo(s)’], colectivamente [‘en el aspecto colectivo’, ‘como grupo’], testimonialmente, humanamente [‘en el aspecto humano’, ‘como persona’], simbólicamente). Otro grupo importante de adverbios de punto de vista lo constituyen los adverbios de perspectiva, ya sean típicos, o sea, los referidos a un compendio epistémico (Psiquiátricamente, esa solución es una barbaridad. Tanto lingüística como sociológicamente, ese dato ofrece poco interés. Psicológicamente, ese planteamiento da risa), o atípicos (los referidos a compendios deónticos: Reglamentariamente, no fue gol. Legalmente, tú no estás casado. Constitucionalmente, el heredero es él. Estatutariamente, tiene razón): nótese que aquí no es adecuada la idea circunstancial ‘en el aspecto…’ sino más bien otras como ‘considerado desde la perspectiva…’ o ‘desde el punto de vista…’ (no se trata de remitir a un aspecto o campo delimitante, sino a un compendio metodológico o deóntico desde cuya perspectiva o enfoque se juzga la predicación). De los adverbios de perspectiva típicos surge la variante de los «adverbios relacionales respectuales híbridos» o «adverbios aspectivos de compendio» (Psicológicamente formado con George Miller, daba mucha importancia al aspecto lingüístico de la persona. Ambos profesores se habían formado lingüísticamente con Saussure). En muchos casos al adverbio de punto de vista le corresponde otra variante relacional en que no es adverbio de punto de vista sino adverbio relacional de ámbito (Industrialmente, se le emplea también para reforzar ciertas sustancias. Profesionalmente (‘en el ámbito de su profesión’) se le conoce como Rompellaves. Artísticamente conocido como Lucho Pata. Médicamente, esta sustancia fue tenida por inocua durante mucho tiempo. Futbolísticamente, era conocido como «Míchel». Familiarmente, ha tenido problemas siempre. Biológicamente este fenómeno se denomina con palabra inglesa. Psicológicamente, se da mucha importancia a este rasgo de la personalidad). Téngase en cuenta, además, que son posibles las proyecciones (fracasar escolarmente [<fracaso escolar], intervenir quirúrgicamente [<intervención quirúrgica] a alguien, etc.). La posibilidad de que los adverbios relacionales de perspectiva típicos se empleen como calificativos sigue una doble dirección: por un lado, la del adverbio de modo corriente (Enfocas la vida demasiado matemáticamente. Vivir filosóficamente) y, por otro, la del adverbio de modo modificador de la ilocución (‘dicho en términos Adj.’, ‘en términos Adj.’, ‘expresándolo en lenguaje Adj.’): El terreno será repoblado con roble americano (botánicamente, «quercus rubra»). Eso no es un fonema, sino una realidad más concreta; técnicamente, «una variante alofónica». […], técnicamente, «deflación». […], técnicamente, «presuposición de segundo orden». […], jurídicamente, «nulo de pleno derecho».

Los adverbios relacionales pueden ser modificados por adverbios subjúnticos no intensificadores (o por las pertinentes locuciones adverbiales subjúnticas): muy intelectualmente y poco pedagógicamente no son circunstanciales relacionales, sino calificativos, y *muy docentemente y *poco docentemente no son, hoy por hoy, expresiones castellanas. Si el subjunto termina en -mente, la construcción tiende a verse como cacofónica (y normativamente anómala), aunque se usa (Es muy superior el otro, especialmente [’sobre todo’] físicamente). Es normal la premodificación (sobre todo físicamente), pero la posmodificación no suele estar vedada (físicamente sobre todo). Son aquí pertinentes: los inclusores puros (también intelectualmente), los inclusores con elevador, o sea, los ponderadores (inclusive intelectualmente, intelectualmente incluso), los resaltadores (sobre todo intelectualmente), los indicadores de mínimos (Al menos industrialmente, es más importante Milán. Al menos estatutariamente, el director es él. Al menos foniátricamente, eso es una barbaridad. Al menos industrialmente, esta sustancia había sido ya utilizada), los modalizadores (quizá intelectualmente), los delimitadores presuposicionales (sólo intelectualmente, no más que intelectualmente) y alguno más. No impide, en principio, la modificación el hecho de que el adverbio relacional aparezca, a su vez, modificando a otra expresión adverbial, eso sí, calificativa siempre (sólo físicamente lejos [con sólo modificando a físicamente y sólo físicamente a lejos], cerca geográficamente al menos, en las antípodas sobre todo políticamente, etc.), o a una expresión adjetival calificativa (individuos sólo físicamente débiles, un equipo superior sobre todo técnicamente, naciones más fuertes económicamente al menos).

Aunque puede que no lleguen a mil, es seguro que sobrepasan muy ampliamente el medio millar los adverbios relacionales respectuales que terminan (citando por orden de importancia cuantitativa) en -ica-mente, -al-mente o -iva-mente. Son también relativamente numerosos los terminados en -aria-mente, -ística-mente, -oria-mente o -ar-mente. Unos cuantos terminan en -eramente (el segmento -[ér]- es un sufijo relacional y calificativo muy importante). Son marginales las terminaciones -blemente, -(ía)camente, -(í)colamente, -eamente, -ensemente, -escamente, -iciamente, -(í)feramente, -(í)ficamente, -ilmente, -ilmente (/-átilmente), -inamente, -istamente, -ítimamente, -ntemente, -oramente (-trizmente) y -osamente [nótese que -ble, -nte, -or, oso y los formativos -(í)fero e-(í)fico, remiten prototípicamente a la idea de calificación]. Muchos de estos adverbios relacionales están formados sobre adjetivos que son cultismos (latinos o grecolatinos). Por lo demás, el elenco de terminaciones no queda cerrado (por ejemplo, he visto usados como relacionales aspectivos, aunque accidentalmente, los adverbios, formados sobre adjetivos de suyo calificativos, corajudamente (‘en cuanto a coraje, en el aspecto del coraje’) y salubremente (‘en cuanto a salubridad, en el aspecto de la salubridad’): no ha de olvidarse que el mundo de los adjetivos y adverbios relacionales se encuentra aún en verdadera ebullición y, asimismo, que son muy numerosas las casillas vacías en el campo de los adjetivos relacionales (aspectos importantísimos como la seguridad, el paro, la estabilidad o la contaminación carecen de adjetivo relacional que los recoja) y hasta sucede algunas veces que, existiendo el adjetivo relacional y siendo de una subclase que sí forma adverbios (la clase de los adjetivos relacionales clasificativos respectuales aspectivos, por ejemplo), el adverbio pertinente está bloqueado por motivos de prototipicidad sufijal (?departamento investigadoramente modélico, ?*partido atacantemente [‘ofensivamente’, ‘en el aspecto atacante’] espectacular…).

He aquí una amplia muestra de adverbios relacionales de punto de vista:

-almente (accionarialmente, acentualmente… medioambientalmente, mentalmente, microestructuralmente, modalmente, monumentalmente, moralmente, morfofuncionalmente, motivacionalmente, musicalmente… visualmente, vitalmente, vivencialmente, vocacionalmente, zonalmente) [Abundan los casos dudosos: ?abdominalmente, ?matricialmente, ?viralmente].

-armente (articularmente, auricularmente, capilarmente, cardiovascularmente, celularmente, curricularmente, disciplinarmente, escolarmente, familiarmente, militarmente, molecularmente, muscularmente, nuclearmente, protocolarmente, solarmente tisularmente, vascularmente) [?alarmente, ?epistolarmente, ?foliarmente, ?ganglionarmente, ?liminarmente, ?medularmente, ?pulmonarmente?, ?testicularmente, ?tutelarmente, ?vincularmente].

-ariamente (aeroportuariamente, agrariamente, agropecuariamente, alimentariamente, arancelariamente, bancariamente, bibliotecariamente, cambiariamente, culinariamente, dinerariamente, disciplinariamente, doctrinariamente, estatutariamente, fitosanitariamente, hereditariamente, horariamente, hospitalariamente, humanitariamente, ilocucionariamente, indumentariamente, inmunitariamente, literariamente, monetariamente, originariamente, parlamentariamente, pecuariamente, pecuniariamente, penitenciariamente, perlocuionariamente, portuariamente, presupuestariamente, publicitariamente, reglamentariamente, revolucionariamente, sanitariamente, societariamente, sociosanitariamente, suntuariamente, tegumentariamente, testamentariamente, tributariamente, universitariamente, urinariamente, vestimentariamente, veterinariamente, viariamente) [?agroalimentariamente, ?comunitariamente, ?concordatariamente, ?crítico-literariamente, ?frumentariamente, ?honorariamente?].

Nótese que se trata de formaciones sobre base latina o alatinada y, asimismo, que los adjetivos pertinentes en unos casos tienen variante calificativa (humanitario, humanitariamente, reglamentario, reglamentariamente...) y en otros no (presupuestario, alimentario...): la posibilidad de ausencia de variante relacional es frecuente (rutinario, antirreglamentario… muy rutinariamente, tan antirreglamentariamente...).

-blemente (contablemente, extracontablemente) [?sensiblemente].

-(ía)camente (cardíacamente, policíacamente).

-(í)colamente (agrícolamente) [?hortofrutícolamente, ?piscícolamente…].

’-eamente (aéreamente, corpóreamente, óseamente, sanguíneamente).

-ensemente (castrensemente, forensemente).

-eramente (aduaneramente, financieramente, ganaderamente, hosteleramente, hoteleramente, madereramente, pesqueramente, petroleramente) [con casos dudosos, como, por ejemplo, ?mineramente].

El sufijo -I (-/ér/-) es importante en la constitución de adjetivos relacionales respectuales, muchos de ellos relativos a actividades y algunos de ellos respectuales aspectivos plenos (aduanero, ganadero, hostelero, hotelero, maderero, pesquero, petrolero y seguramente algunos más). Ahora bien, de entre los relacionales aspectivos terminados en -ero el único que ha dado lugar a un adverbio aspectivo no puramente ocasional no está, propiamente, sufijado en -ero. Se trata de financiero, galicismo evidente (financiero (<financ-ier).

-escamente (caballerescamente [muy raro]).

-(í)feramente (petrolíferamente).

-(í)ficamente (científicamente, caloríficamente, honoríficamente).

‘-icamente (académicamente, alfabéticamente, dietéticamente, energéticamente, gastronómicamente, genómicamente, numéricamente, proteínicamente, sincrónicamente, zootécnicamente: son unos cuantos centenares). Nótese que el nombre que subyace al adverbio (a través del adjetivo relacional pertinente) contiene en muchas ocasiones un elemento compositivo final (-logía [muy productivo, como también, aunque menos, -grafía], -grafía, -fonía, -tecnia, -nomía…: psicológicamente, demográficamente, radiofónicamente, zootécnicamente, gastronómicamente, toponímicamente, dramatúrgicamente, anatómicamente, pedagógicamente, foniátricamente, orogénicamente, trigonométricamente, fisioterapéuticamente, logopédicamente, demoscópicamente, etc. [Son numerosísimos los casos dudosos: ?acuáticamente, ?xerográficamente].

Por comodidad, incluyo aquí las (casi improductivas) variantes con sufijo «-/(átik/-» o «-/étik/-» (medi-áticamente o fil-éticamente; frente a somát-ic-a-mente o alfabét-ic-a-mente) o con «-/jk/-» (algebraicamente): en cambio, separo «-/ístik/-» por su relativa pujanza actual. Nótese que algunos de los adverbios de punto de vista pueden tener acepción aspectiva y de perspectiva (psicológicamente [‘anímicamente, moralmente’] hundido o psicológicamente [‘psíquicamente, mentalmente’] enfermo frente Psicológicamente, ese tratamiento es discutible o Psicológicamente, la aportación de Freud es fundamental, Demográficamente, la zona ha ido a menos frente a Demográficamente, ese planteamiento es un error. También incluyo aquí los adverbios cuyo adjetivo de base es un derivado isosilábico terminado en –ico pero no sufijado en –/ik/- (informáticamente, electrónicamente, semióticamente…). Soslayo, aquí y en los demás casos, la importante distinción entre adverbios creados sobre cultismos (numérico, formal, civil) y los que toman como base adjetivos de otra índole (vitamínico, presupuestario, baloncestístico).

-iciamente (alimenticiamente).

-ilmente (civilmente, mercantilmente).

‘-ilmente (/-átilmente) (táctil, bursátil).

-inamente (taurinamente).

-istamente (egoístamente) [?armamentistamente, ?cerealistamente, ?gasistamente, ?viveristamente].

-ísticamente ([selección]: agonísticamente, ajedrecísticamente, archivísticamente, armamentísticamente, artísticamente, automovilísticamente, baloncestísticamente, billarísticamente, bolsísticamente, boxísticamente, cabalísticamente, casuísticamente, catequísticamente, ciclísticamente, crematísticamente, ensayísticamente, estadísticamente, estilísticamente, faunísticamente, florísticamente, futbolísticamente, geoturísticamente, golfísticamente, guitarrísticamente, hacendísticamente, heurísticamente, humanísticamente, humorísticamente, lingüísticamente, logísticamente, museísticamente, novelísticamente, operísticamente, paisajísticamente, periodísticamente, propagandísticamente, pugilísticamente, quinielísticamente, rentísticamente, tenísticamente, turísticamente, urbanísticamente).

Nótese que existen adverbios de punto de vista terminados en -ísticamente formados sobre adjetivos relacionales de derivación isosilábica (balísticamente, estadísticamente, etnolingüísticamente (/psicolingüísticamente /sociolingüísticamente /…), logísticamente): el propio relacional lingüísticamente tiene, además de las tres acepciones como adverbio aspectivo correspondientes a la derivación sufijada, sobre la base de lingua (lingüístico, ‘relativo al lenguaje /relativo a las lenguas /relativo a la langue’), otra acepción basada en la creación isosilábica lingüístico (‘de la lingüística’) y consistente en un adverbio relacional de perspectiva (Lingüísticamente, ese planteamiento no tiene pies ni cabeza), con capacidad para actuar como adverbio relacional híbrido, o sea, como adverbio «aspectivo de compendio» (Se formó lingüísticamente con Chomsky, en el MIT).

-ítimamente (marítimamente).

-ivamente (adaptativamente, administrativamente, adquisitivamente, afectivamente, apreciativamente, argumentativamente, asociativamente, legislativamente, locativamente, narrativamente, normativamente, nutritivamente, objetivamente, ofensivamente, olfativamente, operativamente, organizativamente, remunerativamente, reproductivamente, retributivamente, sensitivamente, significativamente, subjetivamente, televisivamente, transformativamente, valorativamente, volitivamente) [con abundantes casos dudosos: ?abductivamente… ?vegetativamente].

-ntemente (docentemente) (?*atacantemente (cf. debilidad ofensiva (/ atacante), partido ofensivamente pobre).

-oramente (/adoramente) (motoramente, psicomotoramente).
(?anotadoramente, ?inversoramente, ?investigadoramente, ?goleadoramente, ?rematadoramente; cf. suficiencia investigadora [
adj. relacional clasificativo respectual aspectivo], sequía anotadora (/goleadora), etc.)

-oriamente (/-toriamente).
(articulatorio, circulatorio, clasificatorio, combinatorio, emigratorio, evocatorio, gravitatorio, ilocutorio, inmigratorio, migratorio, olfatorio, operatorio, oratorio perlocutorio, probatorio, recaudatorio, respiratorio, suasorio, sucesorio, transformatorio, transmigratorio) (?amatorio, ?conversatorio, ?entonatorio, ?indagatorio, ?inquisitorio, ?natatorio, ?persuasorio, ?sensorio)
.

-osamente (religiosamente, amorosamente) (?nerviosamente, ?piadosamente).

-(t)rizmente (motrizmente, psicomotrizmente).

La expansión y generalización del uso de los adverbios de punto de vista tuvo lugar a lo largo de todo el siglo xx. En la segunda mitad del xix se usaban ya algunos, normalmente en lenguaje ensayístico y técnico. En la primera mitad de aquel siglo estos adverbios son muy raros, aunque algunos intelectuales comienzan ya a hacer uso de ellos (por ejemplo, gramaticalmente aparece en las obras de Bello tanto en uso calificativo como en calidad de adverbio de punto de vista). Por lo demás, los adverbios de punto de vista, aunque son relacionales, no son argumentales: en otros lugares he señalado ya la posibilidad de que el siglo xxi sea, en la morfología léxica del español, el de los adverbios relacionales argumentales.

[Algunos de los adverbios relacionales a los que aludo, expresa o veladamente, no aparecen, o aparecen en documentación más tardía que la inicial, en los utilísimos corpus lingüísticos electrónicos que, gratuitamente, han sido puestos a disposición de los usuarios por la Real Academia Española: por ejemplo, salvo error en mi consulta, genómicamente no se registra allí y docentemente se registra una sola vez y en un texto de 1994. Otro tanto cabe decir del bloque de adverbios relacionados con la localización aducido en el apartado siguiente de este trabajo (por ejemplo, pos(t)verbalmente), los cuales, en la mayoría de los casos, son, en esas acepciones o en todas, creaciones relativamente recientes].

2. Adverbios relacionados con el ámbito y la localización

El auge actual del uso del adverbio para señalar los ámbitos y niveles (estatalmente, comarcalmente, mundialmente [Obra estrenada mundialmente ayer en Londres], comunitariamente…) y las localizaciones (pos(t)verbalmente, intracelularmente…) incorporando la imagen pertinente (la célula, el verbo, la Comunidad [Económica Europea]…) es hoy espectacular y todo apunta a que ésta es una tendencia que se irá incrementando, bien es verdad que, de momento, destaca sobre todo en el lenguaje culto e intelectual y principalmente en el de tipo ensayístico. Cuando el adverbio es relacional, en algunos casos la función semántica de argumento anda cercana (Proyecto comunitariamente mal visto. Palabra aún no aceptada académicamente) o está, por sorprendente que parezca, veladamente presente («[…] parecen unidades oracionalmente integradas en función de aditamento, […]»). Por lo demás, es ya un hecho la consolidación de adverbios de ámbito relacionados con nombres propios imperfectos de procedencia antonomástica (peninsularmente, comunitariamente, continentalmente) y existen ya indicios de que el fenómeno puede extenderse a casos relacionados con nombres propios (geográficos) perfectos (europeamente, ‘en el ámbito de Europa’, ‘a nivel europeo’). He aquí una muestra (nótese que el adverbio puede tener otras acepciones, por ejemplo, en el caso de abdominalmente, la presente en Procurad respirar abdominalmente):

abdominalmente (Abdominalmente, presenta varias manchas preocupantes), académicamente (Muchas palabras nacen y mueren sin ser aceptadas académicamente), acuáticamente (Son muchas las especies que se desarrollan acuáticamente), apicalmente (Tanto apical como basalmente, presenta manchas moradas), analmente (Todos los medicamentos se le suministraron analmente), articularmente (Articularmente, no se le han observado síntomas preocupantes), artísticamente (Artísticamente conocido como «Lucho Pata»), autonómicamente (El asunto debe ser abordado tanto autonómicamente como a nivel estatal), axilarmente (Axilarmente se le observaron varios bultos que requieren examen particular)… extracelularmente, extracomunitariamente, extracontinentalmente, extraconyugalmente, extracorpóreamente, extradeportivamente, extradomiciliariamente, extraescolarmente, extrafamiliariamente, extraintestinalmente, extrajudicialmente, extramatrimonialmente, extrapulmonarmente, extrasensorialmente, extraterritorialmente, extratextualmente, extrauterinamente, extrazonalmente… uretralmente (El medicamento le fue suministrado utretralmente), urbanamente (Urbanamente, el impacto de esta medida gubernamental ha sido mucho menor que el habido en los medios rurales), vaginalmente (El tumor no pudo serle extirpado vaginalmente), vascularmente (La sustancia en cuestión es transmitida vascularmente), ventralmente [y ventrocaudalmente y ventrolateralmente] (Tórax ventralmente blanquecino, pero lateral y dorsalmente verdoso), zonalmente (Zonalmente se observan algunas manchas que delatan antiguas cicatrices).

[Es menor, pero también es importante, el auge actual de la expresión temporal con imagen (pos(t)operatoriamente, intraoperatoriamente, prenupcialmente...)].

3. Auge de los adverbios adjetivales

Los adverbios adjetivales han ido poco a poco ganando terreno en español, bien es verdad que la variación diatópica es aquí notable (por ejemplo, no suenan igual en todas partes las oraciones Ganamos fácil, Cantó fatal o Que te vaya bonito), como lo es también la relativa a los niveles de habla, de edad y de cultura (Allí se vive superior, tío; Aquí se está guay; etc.). Aparte del hecho de que suelen incorporar restricciones colocativas importantes (piénsese en los adverbios de modo alto, bajo, claro, fuerte, raro… o en el cuantitativo infinito), debe destacarse el dato de que ninguno de ellos procede de adjetivo relacional: el adjetivo es, salvo excepciones como la de mismo y algún otro, un calificativo. Las restricciones colocativas disminuyen en el caso de los calificativos de modo que son superlativos semánticos (fenomenal, fatal…), en los comparativos (mejor, peor) y en algunos de gradación intermedia (regular). La mayoría de los adverbios adjetivales son adjuntos de modo (algunos con capacidad para llevar complemento [Bailan muy distinto de como se baila aquí]) o, en mucha menor medida, de cantidad (regular, bastante, infinito...), pero no faltan entre ellos, desde hace siglos, los que actúan como elementos subjúnticos, sea de intensificación o no (harto, bastantejusto, mismo, el marcado mero…). Los adverbios adjetivales de modo, frente a los adverbios cortos de modo corrientes (bien, mal) y los terminados en –mente, no premodifican a adjetivos ni a participios (*fuerte golpeados, *golpeados fuerte, *raro pronunciadas, *pronunciadas raro). Los aludidos adverbios cortos sí premodifican a participios, aunque con limitaciones posicionales (*regular traducidos, mal cantada /*cantadas mal, *adrede prolongado /prolongado adrede) y los compuestos premodifican tanto a participios como a calificativos (serenamente altiva, intencionadamente prolongado), incluidos los adverbios (deliberadamente lejos, intencionadamente así). Sorprende que los adverbios adjetivales valorativos no hayan invadido el campo de la evaluación factual oracional: sólo el evidencial claro parece poder desempeñar esa función (Son, claro, los más perjudicados. Son los más perjudicados, claro), si es que verdaderamente es ésa la función que desempeñan (nótese que el evaluativo factual, en la posición típica, que es la inicial, impone entonación ascendente (Lógicamente, son los más perjudicados) y claro ni la admite: Claro, son los más perjudicados debe interpretarse, al igual que Claro. Son los más perjudicados, como la secuencia de un adverbio prooracional reactivo más un enunciado descriptivo, con presencia o no, según el contexto, de matiz causal explicativo). Precisamente, la reacción lingüística no es ajena a los adverbios adjetivales (—¿Vienes conmigo?Bueno [adv. reactivo]. —¿Son tuyas?Claro. —Te invito a cenar. —Estupendo), aunque debe advertirse que en muchos casos en el adjetivo inmovilizado no parece estar del todo muerta la calidad de adjetivo, adjetivo neutro que califica el contenido del mensaje que el interlocutor acaba de aducir (lógico, correcto, natural, fenomenal, elemental…).

4. Vigor de los adverbios realizativos

Son muy abundantes los adverbios de modo modificadores de la ilocución misma, tengan que ver con la actitud interna del hablante (sinceramente) o con aspectos del la producción textual (alfabéticamente).

He aquí una muestra: abreviadamente, adelantadamente, agradecidamente, respetuosamente, resumidamente, sencillamente, seriamente [raro], simplemente, sinceramente, sintéticamente, someramente, sucintamente, sumariamente, taxativamente, técnicamente, telegráficamente, textualmente, verdaderamente, vulgarmente. Añádase el uso calificativo realizativo ocasional, como adverbios de modo atípicos (‘en términos…’, ‘dicho en lenguaje de…’), de los adverbios relacionales de «compendios epistémicos» (botánicamente, jurídicamente, fonéticamente, químicamente, biológicamente…): El acto, en ese caso, es totalmente estéril: jurídicamente, «nulo de pleno derecho». Los adverbios oracionales de modo realizativos son, en general, adverbios terminados en -mente: son raros y atípicos los que se apartan de esta norma (alias, vulgo, total (con reservas), el muy marcado porfa…).

Aunque en dominios semánticos distintos del modo los adverbios realizativos tienen menos importancia y cobertura que las locuciones adverbiales, también en tales dominios pueden aquéllos aparecer. Por ejemplo, en el dominio de las causas y consecuencias ([…]. Consiguientemente, buenas noches a todos. […] Buenos días, pues, a todos los presentes), en el de la omniconcesividad (Independientemente, buenas noches a todos), en el del orden (Últimamente [‘por último’ (raro)], tú no eres nadie. Primeramente, tú no eres nadie. Primero, tú no eres nadie), en la tempoaspectualidad (Nuevamente, gracias por todo. Momentánemente, muchas gracias por el aviso) o en el de concesividad /adversatividad (Me han querido engañar; ahora, maldita sea su estampa). Otros dominios como, por ejemplo, el de la respectualidad temática (A propósito [loc. adv.], he vuelto a fumar) o el de la finalidad /causalidad (Por si acaso [loc. adv.], malditos sean) no parecen contar con el adverbio adecuado.

5. Auge de los adverbios deíctico-anafóricos

Entre los adverbios anafóricos, hay unos que remiten a hechos previamente narrados o aludidos en el mismo discurso y son importantísimos en la regulación discursiva (además, adicionalmente, alternativamente, análogamente...). Otros, en cambio, ejercen una función anafórica discursivamente más modesta: remiten sólo a elementos por así decir parciales: (abajo (‘debajo’), acá, adelante (‘delante’), adentro (‘dentro’), afuera (‘fuera’), adyacentemente, ahí, allá, allí, anejamente… Un mismo adverbio puede pertenecer a las dos clases (por ejemplo, paralelamente, inversamente, similarmente, igualmente (pero no igual), análogamente, independientemente…): de hecho, la polisemia es aquí normal (piénsese, por ejemplo, en paralelamente) y a menudo la versión anafórica convive con otra que sólo es deíctica (ahora, en Ahora estoy tranquilo): (Me lo volvió a ofrecer al día siguiente, pero ahora ya no me interesaba. Sí son buenas; ahora [‘ahora bien’], no son como las mías. Yo estuve en Francia en 1968, pero entonces [tiempo] la situación era distinta. No te acerques, porque entonces [hipótesis] te detendrían. Era de noche y, entonces [causa explicativa], las pisadas no se veían bien. Me admitieron, pero antes me obligaron a pagar. […] Antes queda la Plaza Mayor. […] Antes se dejaría matar. Te empeñas en hacer las cosas mal y así [modo] no conseguirás nada. […] Así [ejemplificación], los pájaros tienen alas, los peces aletas, etc. Los autobuses se pusieron en huelga, y así [causa explicativa del hecho], decidimos pedir un taxi. Hacía un calor espantoso. Era, así (/Era, pues) [causa explicativa de la modalidad], aconsejable aplazar el partido de tenis. Me invitaron a Roma y allá [locativo de meta] me fui. Lo busqué en el salón, pero allí (/allá) [locativo posicional] no estaba. La obligaron a firmar; de ahí [locativo posicional textual] sus protestas (/que protestara). Llamé a las nueve, pero aún era pronto, etc. ). Nótese que algunos tienen restricciones diatópicas (por ejemplo, el de Me acerqué a la cama y escondí el maletín abajo) y no escasean los que las tienen de tipo diacrónico o diacrónico-diafásico (otrosí, empero, otramente, talmente…). Asimismo, nótese que donde más se observa la ebullición de este fenómeno es en los adverbios terminados en —mente.

He aquí una muestra:

abajo (‘debajo’), (acá), adelante (‘delante’), además, adentro (‘dentro’), adicionalmente, adyacentemente, afuera (‘fuera’), ahí, ahora, allende, allá, allí, alrededor, alternativamente, análogamente, anejamente, antecedentemente, anteriormente, antes, aparte, (aquí), arriba (‘arriba’), así, atrás (‘detrás’), aún

…idénticamente, igual, igualmente, independientemente, inferiormente, inmediatamente, inversamente, «irrespectivamente»...

…seguidamente, semejantemente, simétricamente, similarmente, simultáneamente, subsecuentemente, subsiguientemente, superiormente, talmente, tanto, todavía, ulteriormente, ya. [Abundan los casos dudosos: ?adversamente, ?adjuntamente, ?transversalmente, ?tangencialmente o ?verticalmente].

No existen en español adverbios deíctico-anafóricos correspondientes a las expresiones cuantitativas la mitad, un tercioel doble, el triple… (Entonces nos divertimos mucho, pero ahora nos vamos a divertir el doble: el adverbio de Me sorprende doblemente no es deíctico y, además, tiene valor anticipativo y catafórico). Tampoco existe la versión subjúntica pertinente, o sea, la paralela a la que se da en dos rectas igualmente largas o un evento doblemente satisfactorio).

6. Los adverbios oracionales de evaluación factual

Tienen hoy extraordinaria pujanza aquellos adverbios oracionales atributivos que, periféricamente, evalúan hechos, conlleven o no evaluación cualitativa, o sea, de implicación bueno / malo‘ (desgraciadamente, afortunadamente… / extrañamente, significativamente…) y apelen o no al oyente (Francamente, ¿tú lo harías? / Francamente, yo no he sido. Telegráficamente, como usted sabe hacerlo, ¿dónde, cómo y cuándo se solicitan esas ayudas? / Telegráficamente, buscan sol, playa y sexo). Decenas y decenas de adverbios calificativos (absurdamente, curiosamente, desgraciadamente, extrañamente, felizmente, increíblemente, irónicamente, misteriosamente, significativamente, sorprendentemente, vergonzosamente) cumplen esta función; eso sí, todos ellos son compuestos (adj. calif. + -mente) y, además, suelen tener también acepción como simples adverbios de modo (vivir desgraciadamente), al margen de que, en unos pocos casos, puedan tener también acepción relacional (Dos expresiones formal y significativamente muy cercanas). Sorprenden en este punto dos hechos curiosos. El primero es que, tratándose de adverbios basados en adjetivos calificativos factivos (unos, de uso muy corriente como tales factivos [lamentable], otros, de empleo más bien raro [desgraciado]), no sean ellos, propiamente, adverbios factivos (Es significativo [foco] que no saludara al pasar [presuposición: ‘no saludó al pasar’] / Significativamente, no saludó al pasar [foco]), por más que siempre evalúen hechos. El segundo hecho tiene que ver con la sorprendente resistencia que muchos adjetivos calificativos utilizables como evaluadores de hechos (y como factivos claros) ofrecen a servir de base para adverbios oracionales de evaluación factual: sucede, entre otros, con los evaluativos abiertamente emotivos maravilloso, magnífico, bueno y estupendo y con el evaluativo y sólo indirectamente emotivo raro (Es estupendo que hayan venido / *Estupendamente, han venido. Es raro que haya venido solo / *Raramente, ha venido solo). Repárese, por lo demás, en que todos los evaluativos propiamente emotivos y algunos de los descriptivos admiten complemento orientativo (Afortunadamente para él, había una ambulancia en el garaje / El partido no se celebró, extrañamente para muchos de nosotros). Y nótese, asimismo, que, entre los evaluativos no cualitativos, hay varios que son especiales, en la medida en que soportan la equivalencia con un circunstancial periférico de tipo como es AdjFactivo (Naturalmente ( /Lógicamente), no vino). Sorprende que el adverbial evaluativo intensamente emotivo menos mal, que también se emplea como locución adverbial reactiva (—Ya no llueve. —Menos mal) y como evaluador emotivo en posición de coletilla periférica (Ya no llueve, menos mal (/afortunadamente) no imponga el subjuntivo (de hecho, no sólo no lo impone, sino que lo rechaza) en el segmento que O (cláusula subjetiva desdibujada) cuando tienden a imponerlo los pertinentes adjetivos factivos evaluativos (y los nombres, verbos y amalgamas factivas pertinentes), incluso los que sólo vagamente expresan emotividad (Es significativo que no haya venido): la explicación parece estar en que, en muchos casos, el hablante presenta el hecho o evento como novedoso porque realmente lo es (Menos mal que yo, al ver que tenían armas, me fingí amigo) y en otros se guía por el esquema incidental, que, aunque inverso del suyo en el aspecto de la focalización [Felizmente [no foco], estamos vivos [foco], tiende a presentar la predicación (P en Felizmente, P) a la manera como se presentan los contenidos novedosos, sea porque es un verdadero anuncio (Afortunadamente, hoy mismo, a las ocho de la mañana, uno de ellos ha salido en libertad y sin necesidad de fianza) o porque se aduce como una rememoración (Afortunadamente, estamos vivos).

Estos adverbios van siempre entre pausas y, además, cuando preceden a la predicación o se insertan en su interior como incisos, imponen entonación ascendente (Desgraciadamente, vino enfermo. Vino, desgraciadamente, enfermo). En posición periférica final, suelen llevar entonación descendente (Vino enfermo, desgraciadamente), salvo que elementos ajenos impongan lo contrario (Pero, ¿es que acaso no vino enfermo, desgraciadamente?).

En el caso de los evaluativos factuales especiales es posible la estructura Adv. que O (Naturalmente que Juan vino. Lógicamente que es bueno. Evidentemente que están secas), pero es que estos adverbios funcionan aquí como verdaderos modalizadores, y es bien sabido que los modalizadores permiten la construcción con que (seguramente, ciertamente, verdaderamente, indudablemente, claro, seguro, cierto, sin duda), por más que en algunos casos existan restricciones diatópicas sobre ese empleo (no son, por ejemplo, generales realmente que O y posiblemente que O). Por influjo de la estructura menos mal que O, se va extendiendo, creo, esta capacidad al adverbio de evaluación factual cualitativa afortunadamente (Afortunadamente que estás tú aquí, que si no...).

7. El auge de los adverbios transitivos

La complementación preposicional del adverbio no suele suscitar el entusiasmo de los gramáticos, pero es sorprendentemente grande el número de adverbios en que se da. En la mayoría de los casos el adverbio se mantiene como tal (dentro y fuera de la sala, dentro del círculo central), aunque en otros ha pasado ya a formar parte de una locución prepositiva (como en Dentro de dos horas sale el avión o La opinión de los votantes relativamente al paro le preocupaba mucho), aunque ésta pueda no corresponderse en todo con la preposición pertinente, si existe (hasta dentro de dos horas / *hasta en dos horas).

Presento aquí un segmento inicial y otro final de un listado alfabético de adverbios transitivos, sin excluir los casos en que el adverbio y la preposición regida han pasado ya a constituir, conjuntamente, una locución (se han eliminado las locuciones adverbiales y expresiones asimiladas (a sabiendas (de SN), más acá (de SN), en medio (de SN)) y no se incluyen los casos de complemento no estrictamente regido (tipo afortunadamente para él, lesivamente para terceros o demasiado para lo que en él es habitual). Nótese que no es rara la existencia de polisemia (El gato está abajo [‘debajo’] de la cama, Mi equipo está abajo [‘por debajo’] del tuyo en la clasificación, Gana abajo de cien mil pesos... La posición del planeta relativamente al sol, La opinión del hablante relativamente a las expectativas del oyente...). El símbolo SN no excluye los sintagmas nominales clausulares (O(Inf), que O), que, aunque raramente, pueden llegar a ser los únicos posibles (Ya de haber venido, vamos a ver cómo es el pueblo).

Las secuencias entrecomilladas corresponden a casos documentados sobre los que tengo alguna reserva. En los casos de polisemia, el rótulo no aparece más que una vez.

abajo de SN (sólo en zonas), «acompañadamente con» SN, «acompañadamente de» SN, acompasadamente con SN, acordadamente con SN, acordemente a SN, acordemente con SN, acumuladamente con SN, acumulativamente con SN, adecuadamente a SN, adelante [‘delante’] de SN (sólo en zonas), además de SN, adentro [‘dentro’] de SN (sólo en zonas), adicionalmente a SN, adjuntamente a SN, adjuntamente con SN, adjunto a SN, adversamente a SN, adyacentemente a SN, afuera [‘fuera’] de SN (sólo en zonas), aisladamente de SN, ajenamente a SN, «ajenamente de» SN, ajustadamente a SN, alejadamente de SN, allende de SN, alrededor de SN, alternativamente a SN, «alusivamente a» SN, amén de SN, análogamente a SN, anejamente a SN, antecedentemente a SN, anteriormente a SN, antes de SN, aparte de SN, armoniosamente con SN, arregladamente a SN, arriba (‘encima’) de SN (sólo en zonas) , así de SAdj Gradual / SAdv Gradual, así de SN, asociadamente a SN, asociadamente con SN, atrás (‘detrás’) de SN (sólo en zonas)...

… secundariamente a SN, «seguidamente a» SN, «seguidamente de» SN, semejantemente a SN, separadamente de SN, simétricamente a SN, similarmente a SN, simultáneamente a SN, solidariamente con SN, subordinadamente a SN, subsecuentemente a SN, subsiguientemente a SN, superiormente a SN, tangencialmente a SN, transversalmente a SN, ulteriormente a SN, unidamente a SN, verticalmente a SN, ya de SN. [Existen, además, muchos casos dudosos. Por ejemplo, ?adaptadamente a SN o ?subsidiariamente a SN].

Téngase en cuenta, además, que muchos adverbios transitivos (o locuciones adverbiales transitivas) admiten, además del complemento regido (de SN, a SN, con SN...) y en sustitución de él, un complemento respectual neutral simple, de la variante en que no aparece para ({respecto de / respecto a / con respecto a / al respecto de / relativamente a / en relación con / con relación a / «en relación a»} SN): Cerca con respecto al trabajo y lejos con respecto a la vivienda, Comparativamente respecto al primero, Paralelamente respecto de la vía férrea, Perpendicularmente respecto al diámetro, Con independencia respecto de sus padres, etc. Son ejemplos, entre otros, cerca, lejos, comparativamente, paralelamente, perpendicularmente, independientemente, dependientemente, oblicuamente, horizontalmente, diagonalmente, simétricamente, asimétricamente, tangencialmente, concéntricamente, mejor, peor, distinto, excéntricamente, dorsalmente, ortogonalmente, paralelamente, medialmente, opuestamente, con independencia, alejadamente, diferentemente, distanciadamente, a distancia, con independencia, en paralelo, en diagonal…

No debe pasarse por alto, asimismo, el hecho de que en unos pocos casos el segmento transitivo admite la complementación comparativa típica (que SN): distintamente que la otra vez, diferentemente que nosotros, preferiblemente que en su casa, semejantemente que en tiempos de los romanos, igualmente que como antes lo hacían, distinto que como lo hacían antes, antes que tú, después que tú...

8. Vigor de la complementación adverbial con para SN

Como se habrá advertido, he excluido en el listado de adverbios transitivos las numerosas secuencias posibles de adverbio más adyacencia para SN. La razón, seguramente ya adivinada por el lector, es que no suele tratarse de segmentos con adyacencia adverbial regida, salvo en casos muy especiales como los de apropiadamente (apropiadamente para ello), inapropiadamente (inapropiadamente para un acto tan formal) o propiciamente (propiciamente para la atención de enfermos contagiosos), todos ellos de complementación respectual neutral simple (en la variante regida). Merece la pena, no obstante, detenerse en esta complementación por su importancia creciente. Dejando al margen los posibles complementos regidos, los complementos adverbiales de tipo para SN se corresponden con 8.1-8.3, donde son respectuales 8.1.1 y 8.1.2 y no respectuales 8.2.1, 8.2.2, 8.2.3 y 8.3. Unas veces se trata de complementos respectuales (8.1) y otras no (8.2 y 8.3). Queda la duda de si el adverbio puede ser (directamente) modificado por complementos respectuales comparativo-proporcionales paraconcesivos (8.1.3), siempre presuposicionales (tipo Para estar lesionado, jugó bastante bien), a menudo sobre la base de un estereotipo (Para ser andaluz, es bastante antipático), y otro tanto cabe decir de los complementos de finalidad (lejos para no ser alcanzado), que no son respectuales (sería 8.4).

8.1. Los que admiten para respectual, sean complementos respectuales neutrales simples (8.1.1), normalmente asociados con un designio o función (lejos (de aquí) para ir andando), aunque no siempre (Vive en un piso alegre y muy soleado y, excepcionalmente para el barrio de Pizarrales, amplísimo), o respectuales comparativo-proporcionales (8.1.2) (lejos (del trabajo) para [‘comparativamente a’] lo que aquí se estila). Son núcleos adverbiales idóneos para este uso los sintagmas valorativos, admitan o no complemento preposicional regido (cerca del trabajo para lo que allí es normal, lejos de aquí para ir andando, lejos para lo que se esperaba… / estupendamente para lo que se esperaba, pronto para ser festivo, admirablemente para lo poco que entrenó, tarde para no haber tráfico, maravillosamente para la época en que estábamos, lentamente para lo que él solía, lento para lo que se estila en los doblajes, tardíamente para lo que nos tenía acostumbrados...), y en especial los que expresamente indican exceso, suficiencia o deficiencia (Se divirtió demasiado para lo que merecía, Suficientemente para lo que aquí interesa, Excesivamente para los méritos aducidos, Poco para lo que se temía), que pueden actuar como modificadores de adverbios graduables ([Demasiado bien] para el poco tiempo que le dieron, [Demasiado {cerca / lejos / suavemente/…}] para /W/INF(CO)/que O(SUBJ), Demasiado lejos de allí para que pudieran alcanzarlo, Demasiado cerca del arroyo para no escuchar el ruido del agua, Excesivamente lejos para la ocasión, Demasiado lejos de la cámara para un primer plano, Demasiado bien para mí, Demasiado lejos del hoyo para mí, etc.).

8.2.1. Los que admiten para orientativo de interés. Modifican a los adverbios oracionales de evaluación factual cualitativa propios (el hecho se enfoca como bueno o malo para alguien), junto con las correspondientes locuciones adverbiales: desgraciadamente (/ tristemente / desafortunadamente / lamentablemente / fatalmente / desdichadamente /…) para él, por desgracia para ella, afortunadamente (/ felizmente / venturosamente /…) para Juan, por suerte (/ por fortuna) para nosotros, esperanzadoramente para él...

8.2.2. Los que admiten para orientativo neutral, aunque evaluativo. Modifican a adverbios oracionales de evaluación factual descriptiva: Inexplicablemente (/ Incomprensiblemente / Sorprendentemente / Inesperadamente / Extrañamente /…) para ella, no bajó nadie.

8.2.3. Los que admiten para orientativo modal. Modifican a adverbios oracionales de modalización como manifiestamente, evidentemente, indudablemente…: Y, manifiestamente para mí, crean otros lo que crean, tocó el balón con la mano.

8.3. Los que admiten para orientativo de beneficio / perjuicio. Aquí no se trata de adverbios oracionales evaluativos o de modalización, sino de meros adverbios no oracionales de modo, eso sí, de la subclase de los modo-resultativos. Para permitir la complementación para SN deben contener un rasgo semántico asociable a ‘perjudicial’ o a su contrario (vejatoriamente para mí, perniciosamente para ella, propiciamente para mí, favorablemente para Baz, desfavorablemente para mí, beneficiosamente para Juan, gravosamente para mí, convenientemente para él, dolorosamente para mí, provechosamente para Eva, negativamente para mí, funestamente para él, útilmente para mí, molestamente para muchos, ventajosamente para Juan… lesivamente para él («…se lleve a cabo en perjuicio de tercero, es decir, lesivamente para otro» [comentario al art. 306 del Código Penal].

9. Auge de la complementación analógica mediante posesivo

Parece ser ya un hecho imparable en español, dada la cantidad de hablantes en que se observa, el empleo coloquial, y a veces incluso culto, de un posesivo tónico, singular y pospuesto al adverbio en sustitución del complemento preposicional de SN cuando SN es un pronombre personal. La solución, que es puramente analógica (se interpreta como posesivo el complemento no posesivo de SN), es muy discutible y a muchos nos parece inferior a la analítica, pero parece ya definitivamente acreditada por el uso. Este fenómeno aparece en el caso de los adverbios locativos transitivos de complemento de SN (cerca suyo, delante vuestro, detrás tuyo, encima mío, debajo tuyo, dentro suyo, enfrente nuestro…), incluyendo aquéllos que sólo zonalmente admiten complemento regido (atrás de ti / atrás tuyo): no es de extrañar, por tanto, que en lugares donde la locución prepositiva junto a tenga como variante la extraña secuencia junto + de (¿por afinidad con los segmentos cerca de y al lado de?) aparezca como natural, coloquialmente, la secuencia locativa junto tuyo). No suele usarse con lejos, quizá por su «apariencia de plural» (cf. lejísimos). El género suele ser el masculino (mío… nuestro…), pero en los casos de cerca, encima y detrás puede aparecer también el femenino. El fenómeno no afecta a los adverbios terminados en -mente ni a los adjetivales.

10. Auge del adverbio en -mente como modificador de adjetivos y adverbios

Dejando aparte la conocida capacidad de los adverbios en -mente para la premodificación intensificativa, sea pura (inmensamente rico, rematadamente mal) o híbrida (maravillosamente bella, satisfactoriamente bien, intolerablemente lejos), así como para ejercer de subjuntos pseudointensificativos (preferentemente grandes (/ cerca)) o como modalizador (epistémico, alético…), tipo supuestamente bueno (/ lejos) o probablemente malo (/ mal), o como evaluador factual, cabe señalar su creciente utilización como mero adverbio de modo, en uso atípico (serenamente bella) o típico (manera intencionadamente lenta, intencionadamente lejos), como adverbio de localización y ámbito (internamente alegre, regionalmente famoso, internamente mal), de temporalidad (actualmente lleno, ocasionalmente buenos, actualmente lejos, ocasionalmente aún peor) y aspectualidad (nuevamente tranquilo, nuevamente cerca), como adverbio respectual no relacional (comparativamente más caros, comparativamente peor, comparativamente cerca, proporcionalmente más rentable, proporcionalmente más) o relacional respectual (económicamente fuerte, cranealmente afines, ideológicamente lejos, anímicamente bien, matemáticamente impresentable, matemáticamente mal, estatutariamente válida, estatutariamente bien).

Bien es verdad que los modificadores imponen núcleos calificativos (adjetivos y adverbios, sin adyacencias o con ellas, y amalgamas adjetivales y adverbiales, locucionales o no): nótese que no es obstáculo para esta aserción el hecho curioso de que la cualidad indicada por el calificativo pueda ser realudida por el deíctico anafórico tal(es) (Se trata de un hombre débil, física y psíquicamente tal). Los núcleos relacionales, sean adjetivos o adverbios, rechazan todo complemento, no sólo los complementos de régimen. Repárese, a este respecto, en el hecho de que los adyacentes relacionales respectuales, los respectuales no relacionales, los temporales y tempoaspectuales, los relacionados con la localización y los de modo en empleo típico son verdaderos complementos, y no meros modificadores (un país fuerte económicamente (/ en el aspecto económico / en lo económico / en cuanto a la economía /…), lejos ideológicamente (/ en lo ideológico / en lo que se refiere a la ideología /…), lleno actualmente (/ en el momento actual / cuando más falta nos hace / desde hace tiempo /…), famoso regionalmente (/ a nivel regional /…), etc.). Recuérdese lo dicho (§ 1) sobre la modificación de los adverbios relacionales mediante subjuntos no intensificativos (débiles sólo económicamente, alejados sobre todo ideológicamente) y téngase en cuenta que los adjetivos relacionales aspectivos, propiamente, no se comportan de modo esencialmente diferente, teniendo en cuenta el veto habitual de la secuencia constituida por dos adverbios en -mente: razones pretendidamente (/ manifiestamente / supuestamente) económicas, motivos puramente (/ meramente) económicos, causas estrictamente religiosas, razones eminentemente culturales… A pesar de las apariencias, el adverbio más es un subjunto que no intensifica el núcleo modificado cuando significa ‘más bien’, por lo que los adjetivos de razones más políticas y religiosas que económicas o medioambientales no dejan de ser relacionales, frente a lo que ocurre, por ejemplo, con el que aparece en precios más económicos que los de aquí o individuo mucho más religioso que sus antepasados.

11. Duplicidad formal en construcciones pseudoescindidas

Se dan en español tres esquemas de construcción pseudoescindida aquí pertinentes, a saber, Relativa adverbial + SER + Circunstancial focalizado, Circunstancial focalizado + SER + Relativa adverbial y SER + Circunstancial focalizado + Relativa adverbial (Cuando gané la copa fue en 1995 [presuposición: ‘en algún momento gané la copa’] / Así fue como conocí el hielo [presuposición: ‘de alguna manera conocí el hielo’ y, por tanto, ‘conocí el hielo’] / Fue allí donde me di cuenta de todo [presuposición: ‘en algún lugar me di cuenta de todo’] ). De ellos, sólo el primero, o sea, el que sitúa al frente la cláusula relativa, carece de variante. El último, que es el que traduce las estructuras propiamente escindidas (cleft, clivées) del inglés y el francés, y también el penúltimo, permiten, aunque con desigual aceptación en las diversas zonas geográficas (menor en el español europeo), la inmovilización del elemento relativo utilizando, independientemente del tipo semántico de circunstancia, el comodín relativo invariable que y eliminando, en consecuencia, las variantes cuando, como y donde (Fue entonces que tuve la ocasión. Fue así que terminó la disputa. Es allí que se producen los mejores vinos. Entonces fue que gané la copa. Así fue que terminó la disputa. Allí es que se producen los mejores vinos). A pesar de que a menudo se rechaza la construcción con comodín, ésta parece definitivamente asentada y convive sin problemas, en muchos puntos del mundo hispanohablante, con la considerada estándar.

Como la partícula circunstancial hipotética si carece de correlato adverbial relativo específico, se recurre, para cubrir el vacío, a los adverbios cuando y como (en principio, aparecerá cuando en aquellos casos en que el contexto es más asociable, aunque lo sea de forma muy borrosa, con la temporalidad que con el modo, medio o instrumento y como en caso contrario, aunque esta regla es, de hecho, borrosa). Cuando me enfadaré (/ *me enfade) será si lo haces mal (, no si lo haces lento). Cuando lo haría (/ *hiciera) sería si tú no cumplieras tu parte. Es (precisamente) si no vienes cuando se sentirán molestos. Como no lo conseguirás es si te empeñas en mantenerte aislado. Como lo harías bien sería si te subieras a la mesa.

Repárese en los futuros y potenciales que acaban de aparecer, porque tienen interés. En efecto, se observará que, aun tratándose del adverbio cuando, se produce en las construcciones pseudoescindidas la curiosidad de que pueden aparecer el futuro y el potencial. En realidad, en el esquema en que se tematiza el contenido presupuesto, por ejemplo, ‘en algún momento ganarán’, el subjuntivo ni siquiera es posible (Cuando ganarán (/ *ganen) será cuando jueguen contra vosotros. Cuando te lo pasarías (/ *pasaras) bien sería en las fiestas de septiembre): sí lo es, en cambio, en los dos esquemas restantes, con la matización de que, en algunos hablantes, pesa una regla académica mal interpretada («Cuando en contexto de futuro impone subjuntivo») que puede llevarlos a utilizar aquí, en exclusiva, precisamente, la variante con subjuntivo (Será entonces cuando tendrás / tengas que medirte con los mejores). Nótese, no obstante, que si el contenido de la relativa claramente se anuncia, el subjuntivo debería tener poco sentido (Cuando venga Juan será cuando tendremos (/ ?*tengamos) problemas). Y repárese, de paso, en que en Cuando lo comprendas (/ *comprenderás) tú será ya tarde nos hallamos ante un circunstancial temporal corriente (‘en el momento en que lo comprendas’), el que conmuta con entonces, y no ante la cláusula relativa de una construcción pseudoescindida, que no se vería afectada por la regla restrictiva que afecta a cuando y no a donde ni a como. Esta variante de cuando es la que rechaza el futuro y condicional e impone subjuntivo (por cierto, salvo que el futuro o condicional expresen modalidad [probababilidad borrosa] y no tiempo, como, por ejemplo, en Todo eso sucedió cuando tendría yo quince o dieciséis años). De los restantes usos de cuando temporal, sólo admite futuro o condicional el cuando relativo de cláusula no-restrictiva, preferentemente si es anunciativa (Los problemas vendrán el sábado, cuando (, por increíble que parezca,) tendrán que jugar en un campo completamente helado).

12. Auge de la capacidad del adverbio para actuar como inciso intralocucional

Destaca la moderna facilidad del adverbio para actuar como verdadero inciso o segmento parentético. Esta capacidad se ha ido afianzando e intensificando en los sintagmas adverbiales (adverbios, locuciones o amalgamas adverbiales) hasta el punto de poder seccionar piezas de carácter locucional, concretamente, locuciones prepositivas y, aunque en menor número, locuciones conjuntivas ([…] debido, principalmente, al mal estado de la carretera. […], siempre, naturalmente, que sea mayor de edad). Los elementos parentéticos aquí aludidos corresponden no sólo a segmentos sintácticamente periféricos (lamentablemente, por suerte, verbigracia, al parecer, probablemente…) sino también a circunstanciales corrientes o adjuntos (siempre, a veces…) y a segmentos subjúnticos (incluso, sólo, exclusivamente, principalmente, sobre todo…) y aun a sintagmas de naturaleza no adverbial, como sucede en el caso de los verbos parentéticos, sean éstos o no cercas semánticas (creo / dicen). Los incisos aquí pertinentes son, por lo demás, de muy diversos tipos semánticos: epistémicos (especialmente, evidenciales) / de puntualización y restricción / de concesión pura / de causa explicativa / de condición / de temporalidad (cuantificada o no cuantificada) / tempoaspectuales / de exclusividad / de remisión polifónica / de remisión casual / de inclusión pura / de inclusión ponderativa / de muestra o de concreción / de selección / de cercamiento semántico (amplificativo o perfilador) / de modalización / evaluativos débilmente afectivos / emotivo-evaluativos (evaluativos cualitativos) / de tope por abajo / de resalte /… (a base, {lógicamente, como es natural, obviamente… / eso sí, bien entendido… / no obstante, empero, sin embargo… / pues, por tanto, entonces [caus.]… / entonces [cond.], en ese caso, si es necesario... / siempre…; ahora… / todavía… / exclusivamente, únicamente, sólo… / dicen, al parecer… / precisamente, casualmente… / también, igualmente… / incluso… / verbigracia, por ejemplo … concretamente… / entre otras cosas… / creo, supongo, imagino, prácticamente, en teoría, teóricamente…; estrictamente, exactamente… / sin duda, probablemente, seguramente, quizá… / curiosamente, significativamente… / lamentablemente, por desgracia… / cuando menos… / fundamentalmente, sobre todo /…}, de trabajar como bestias).

Bibliografía

Señalo aquí los nombres de autores consultados en relación con los adverbios del español. De entre todas las obras manejadas, seguramente la que más ha influido en mí por lo que respecta a la temática adverbial es el temprano y penetrante tratado del profesor Ángel López, disfrazado bajo el pintoresco título de Elementos de semántica dinámica (Zaragoza: Pórtico, 1977). Autores: Alarcos, E.; Alcina, J.; Alonso del Río, Alvar Ezquerra, M.; Álvarez Martínez, M.ª Á.; Álvarez Menéndez, A. I.; Azcárate, M.; Azpiazu, S.; Báez, V.; Barrenechea, A. M.ª; Bartol, J. A.; Beinhauer, W.; Bello, A.; Blecua, J. M.; Borrego, J.; Bosque, I.; Bouzet, Briz, A.; Brucart, J. M.ª; Bustos Tovar, J. J.; Calero, M.ª L.; Carbonero, P.; Casas, M.; Cifuentes, J. L.; Cortés, L.; Cuervo, R, J.; Demello, G.; Delgado, C.; Domínguez Cuesta, C.; Egea, E. R.; Fernández Marcos, V.; Fuentes, C.; Galán, C.; Garcés, M.ª P.; García Medall, J.; García-Page, M.; Girón, J. L.; Gómez Asencio, J. J.; González Calvo, J. M.; González Fernández, M.ª J.; Gutiérrez Cuadrado, .J.; Gutiérrez Ordóñez, S.; Hallebeek, J.; Haensch, R.; Hernández Alonso, C.; Hernández Paricio, F.; Hernanz, M.ª L.; Iglesias Bango, M.; Jiménez Juliá, T.; Kany, C. E.; Kaul, S. M.; Kovacci, O.; Lara, L. F. de, Lenz, R.; Llorente, A.; Lope Blanch, J. M.; López García, A.; López Morales, H.; Maldonado, C.; Maldonado, R.; Marcos, F.; Martín Zorraquino, M.ª A.; Martínez Álvarez, J.; Martínez García, J. A.; Matte Bon, F.; Mcwilliams, R. D.; Mederos, H.; Monge, F.; Molina, J. A.; Moliner, M.ª, Pascual, J. A.; Pavón, M.ª V.; Porto Dapena, J. A.; Portolés, J. L.; Pottier, B.; Prieto, E. J.; Rae, Rodríguez Díez, B.; Rojas, M.ª I.; Rojo, G.; Santos Río, L.; Salvá, V.; Seco, M.; Steel, B. Vázquez Veiga, N.; Veiga, A.; Vera Luján, A.; Vigueras, A.; Villaamil, R.; Wotjaj, G.; y Zagona, K.