Desde el punto de vista lingüístico-cultural, dos Américas componen América del Sur —una América Portuguesa y una América Española—. Constituyen juntas, por tanto, una América Ibérica. La cercanía de territorios que se verifica en la Península Ibérica se transportó del Viejo Mundo a las tierras allende los mares.
Hasta la llegada de los europeos, el territorio que habría de llamarse América era uno y sin divisiones. No existían fronteras geográfico-políticas fijas, permanentes. Centenas de pueblos indígenas poblaban el continente, de forma nómada, dislocándose en función de sus necesidades primarias o como consecuencia de los resultados de las guerras entre tribus. La división geográfica efectiva de América comenzó con la llegada de los europeos a la nueva tierra.
En el siglo xv, los europeos inician el proceso de ocupación y exploración del continente. América del Norte queda, fundamentalmente, bajo el control de ingleses y franceses, mientras que los portugueses y españoles colonizan la mayor parte del territorio de América Central y del Sur, área conocida hoy como América Latina. Esa denominación se basó en criterios históricos, culturales, socioeconómicos y políticos. Reúne las naciones del centro y del sur del continente, en su mayoría colonizadas por países con lenguas derivadas del latín.
Portugal inicia, en el siglo xv, la expansión marítima que los llevaría a los descubrimientos y a las conquistas que formarían el Imperio colonial lusitano. Fruto de aquella expansión fue la difusión de la lengua portuguesa en América, África y Asia. Hoy, el portugués es el sexto idioma más hablado del mundo, es la lengua materna de cerca de 170 millones de personas y segunda lengua de otros 12 millones. En Brasil, único país de lengua portuguesa en América, hay cerca de 163 millones de hablantes en total (lengua materna y segunda lengua).
España, la mayor potencia colonizadora entre los siglos xv y xvii, también llevó la lengua española por el mundo. El español es la cuarta lengua del mundo en número de hablantes, la segunda como vehículo de comunicación internacional y la tercera como lengua internacional de política, de economía y de cultura. Es la lengua materna de aproximadamente 330 millones de personas. Se calcula que, en breve, la población de hablantes de español llegue a 500 millones, un mercado potencial extremamente envidiable y codiciado. El español es la lengua oficial de más de dos docenas de países distribuidos por Europa, América y África.
A esa extensión geográfica, se suma el hecho de que en muchos otros países hay grandes comunidades de hablantes de español, como por ejemplo en Estados Unidos, donde más de 30 millones de personas hablan español. El campo editorial en lengua española, ante la importancia de tal mercado de posibles consumidores, es uno de los más prometedores del mundo. En consonancia con este cuadro, el estudio de la lengua española se ha expandido expresivamente, hace ya algún tiempo, por todo el mundo.
En Brasil, el fenómeno de la expansión del español no se verificó con la esperada rapidez, probablemente porque la semejanza entre las dos lenguas, haciendo la comunicación mutuamente inteligible, haya debilitado la necesidad de los hablantes de portugués y de español de estudiar cada uno la lengua del otro. En el caso específico de las transacciones comerciales entre países de habla portuguesa y de habla española, que se realizaban antes, incluso, de que se firmase el tratado del MERCOSUR, ya era un hecho notorio y perceptible que la diferencia lingüística entre los hablantes nunca fue y nunca será impedimento para el libre comercio. En una época en la que ni siquiera se soñaba con la creación de bloques regionales en las Américas, los intercambios comerciales atravesaban fronteras sin mayores dificultades, cada uno empleando su propia lengua en esos contactos internacionales.
Muchas veces, en el intento, en la tentativa de hablar en el idioma vecino, se arañaba la lengua descuidadamente, surgiendo de ahí lo que se llama jocosamente portuñol o espanhês, entidad lingüística que no siempre asegura la eficacia comunicativa. Hay un caso divulgado en la revista Época, edición de enero de 1999, que merece la pena reproducir a título de ilustración. Relata que un consultor de empresas vio una negociación bloqueada cuando un cliente argentino afirmó que quería vender porotos negros en Brasil. Solamente después de llamar a un traductor supo que el negociante se refería al popular feijão preto.
En el mundo de los negocios se sabe que, a la hora de convencer a un cliente, firmar acuerdos, establecer contratos y colaboraciones, no sirven ni el portuñol ni el espanhês. Es necesario tener dominio y demostrar fluidez en el uso del idioma en su forma escrita y oral.
La Revista del MERCOSUR, de julio de 1999, publicó un materia reportaje titulado «Dominio del español agiliza negocios», dando noticia de que el estudio de la lengua española se estaba expandiendo en Brasil, debido al aumento del número de negocios en el MERCOSUR, llevando a pequeños, medianos y grandes empresarios a aprender el idioma.
En enero de 1999, la revista Época ofreció un reportaje titulado «¿Hablas español?», mostrando que el aumento de las oportunidades de negocios entre los países miembros del MERCOSUR ha hecho crecer el interés por el idioma español en Brasil.
El artículo llama la atención sobre el hecho de que gran parte de las escuelas tradicionales de inglés, como, por ejemplo, CCAA y Yázigi, estaban ofreciendo también cursos de español. En 45 años en el mercado, Yázigi Internacional pasó a ofrecer un programa de lengua hispánica en muchas de sus 170 unidades repartidas por Brasil.
Según un estudio del Ministerio de Educación, realizado en 949 escuelas de enseñanza primaria del país, el 43 % de éstas —sólo en la región sur— ya ofrecen clases de este idioma. En las otras regiones, el porcentaje está en torno al 20 %, a excepción del Nordeste, donde es de sólo un 1 %.
Bajo la égida del MERCOSUR, la nueva generación de profesionales del área de marketing, comercio exterior, turismo y economía, entre otras, se siente inducida a aprender la lengua de Cervantes. Es de suponer que, con la intensificación de las relaciones entre los estados miembros del MERCOSUR, se extienda la tendencia a aprender un idioma extranjero, como ya sucede en Europa, en la que buena parte de la población de cada país domina, además de su lengua materna, el inglés como lengua extranjera, dado que el requerimiento para saber inglés es omnipresente, favoreciendo inclusive el aprendizaje informal.
Así, cuanto mayor sea nuestra interacción con los países vecinos, mayor será el input natural de español al que estaremos expuestos. Además, empujado por cuestiones pragmáticas e inmediatistas o no, el estudio del español podrá relativizar la hegemonía del inglés que, bajo el signo del imperialismo americano, reinaba casi absolutamente en la enseñanza regular pública y privada, y en los cursos libres de idiomas del sistema educacional brasileño.
Además de eso, el español tiene un atractivo extra para los brasileños, por ser un idioma importantísimo para circular e interactuar en el mundo global. Entre los idiomas disponibles para extranjeros en gran parte del mundo, puede no constar la lengua portuguesa, pero, con seguridad, el español ahí está, incluso para hacernos sentir más latinoamericanos.
Pero hay todavía una tercera razón que debe ser tenida en cuenta, en esta ruta que nos lleva al idioma español. Hay buenas razones culturales para estudiarlo. En sus mil años de existencia, acumuló una de las más expresivas literaturas del mundo. Para dialogar con nuestros vecinos en las relaciones cotidianas podemos no necesitar tanto el español, pero para dialogar más próximamente con Cervantes, Borges, Neruda, Lorca, es fundamental, indispensable.
En la línea del español, algunas legislaciones estatales, contrariando incluso la ley de Directrices y Bases de la Educación, que da a la escuela la elección de la lengua extranjera que se enseñará, decretan la obligatoriedad del español. Muchas Universidades lo incluyen entre opciones de lengua extranjera para el examen de acceso a la Universidad. El examen de la Universidad de Brasilia ofrece al candidato la opción de tres lenguas: inglés, francés y español. La Fundación Armando Álvares Penteado, de São Paulo, con una actitud pionera, retiró el francés como opción al inglés, y empezó a ofrecer español. Consecuentemente, los cursos de enseñanza secundaria y preuniversitarios también lo incluyen entre las asignaturas curriculares.
No se dispone todavía de datos suficientes para calibrar la penetración del portugués en los países miembros del MERCOSUR. Noticias recogidas aquí y allá, hasta el momento, muestran el interés de los argentinos en el aprendizaje del idioma de Camões. Para tener una idea del avance del portugués más allá de las fronteras brasileñas se pueden consultar las estadísticas de la Fundación Centro de Estudios Brasileños (FUNCEB), la institución más antigua de enseñanza de la lengua en suelo argentino.
Fundado en 1943, el Instituto recibió, en las dos primeras décadas, una media de 300 estudiantes por año. En los años 80, este número aumentó a mil alumnos. A partir de 1991, fecha de la firma del Tratado de Asunción, que creó el MERCOSUR, la demanda se duplicó. El aumento de los números revela que el portugués se considera actualmente como una herramienta básica, tanto para el alto ejecutivo, como para el recién licenciado. Además, muchas empresas invierten en la preparación de los trabajadores, ofreciéndoles la oportunidad de aprender el idioma en el propio lugar de trabajo. Es el mercado laboral impulsando la demanda del dominio de la lengua portuguesa.
Esa Fundación participa en la creación de las primeras escuelas públicas bilingües español-portugués en la capital argentina. Eso significa que el movimiento al alza de la lengua hablada en Brasil se extiende a los programas curriculares de la enseñanza primaria. La FUNCEB es el principal formador de profesores de lengua portuguesa en el país vecino. En los últimos cuatro años, formó a 120 docentes.
La Institución coordina también otro proyecto importante dentro del contexto de valorización de la lengua en Argentina. A partir de abril, saldrá al aire, diariamente, en la red nacional de televisión por la cadena estatal ATC, un curso a distancia.
Otras instituciones registran, igualmente, el crecimiento de la demanda del portugués. En la Universidad de Buenos Aires, este idioma se incluye entre las disciplinas de diversas carreras, como las de Filosofía y Letras, además de ser enseñado en cursos extracurriculares. También la Universidad Argentina de Empresariales y la mayoría de las Universidades ofrecen el portugués intensivamente. En el Ministerio de Educación, un programa de formación técnica de profesores a distancia ofreció el certificado, el año pasado, a los 226 primeros alumnos.
Investigaciones en casi 300 escuelas de idioma en Argentina señalan al portugués como la segunda lengua extranjera más estudiada, después del inglés. Hace tres años, el portugués estaba en el cuarto lugar.
El turismo constituye otro factor que favoreció la proliferación de cursos de portugués en la tierra del tango. Es necesario recordar que por lo menos dos docenas de vuelos entre Brasil y Argentina cruzan diariamente el Río de la Plata. Compañías aéreas, hoteles y agencias de viajes invierten en personal laboral bilingüe. Y, en este caso, la segunda lengua no es el inglés. Es el portugués.
Según el reportaje de la revista ISTOÉ, de octubre de 1997, «la capital argentina va a ser la primera en obedecer el acuerdo que prevé la inclusión de los idiomas del MERCOSUR en el currículo escolar de los cuatro países-miembros. El problema mayor es la falta de profesores cualificados».
El Centro Argentino-Brasileño para la Integración Idiomática (CABI) enseña portugués en varios lugares, como en el Colegio Militar de la Nación, la escuela de oficiales de las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Economía, el Banco Central argentino y en una empresa de calentadores eléctricos. Este centro ganó el premio otorgado a persona, empresas y entidades que más contribuyeron a la integración de Argentina y Brasil.
Además de este centro, el Instituto Lenguas Vivas, argentino, y la FUNCEB promueven cursos de profesores para preparar titulados de posgrado en lengua portuguesa, buscando minimizar la falta de docentes.
Si el español avanza en Brasil, el portugués también intenta ganar espacio en España. En marzo de este ano, el ministro de Educación, Paulo Renato Souza, inauguró el primer centro de estudios brasileños de la Universidad de Salamanca, donde más de 50 alumnos españoles tienen clases de lengua Portuguesa, Derecho y Economía, entre otros cursos. El centro es parte de un acuerdo de cooperación académica que ofrece también becas de estudio y cuenta con una inversión de 600 mil reales del gobierno brasileño y una contrapartida igual del español.
La cuestión de la enseñanza de los idiomas portugués y español ha merecido la atención en el ámbito del MERCOSUR Educacional. Existe un grupo técnico que trata de este asunto. Hasta ahora, el grupo se ha reunido tres veces para discutir propuestas de políticas lingüísticas que podrían ser adoptadas en la región (ver, en anexo, la fecha de la última reunión de este grupo). Infelizmente, no se ha conseguido avanzar mucho. Brasil está más adelantado, porque ya existe en el Congreso un proyecto de ley sobre la enseñanza de español en las escuelas brasileñas. El obstáculo mayor reside en el hecho de que los países no disponen del número de profesores de lenguas suficientes para cubrir la demanda.
Brasil ya asegura, en su cuerpo de leyes, la obligatoriedad de enseñar por lo menos una lengua extranjera moderna, a partir del quinto curso de la enseñanza primaria. La ley de Directrices y Bases de la Educación (LDB), dispone, en el § 5º del art. 26, respecto a la enseñanza de idiomas en la enseñanza primaria, en los términos siguientes: «En la parte diversificada del currículo se incluirá, obligatoriamente, a partir del quinto curso, la enseñanza de por lo menos una lengua extranjera moderna, cuya elección estará a cargo de la comunidad escolar, dentro de las posibilidades de la institución».
Se observa que, a pesar de ser obligatoria la enseñanza de una lengua extranjera a partir del quinto curso de la enseñanza primaria, la elección del idioma que se impartirá es competencia de la comunidad escolar. Esta previsión es correcta, pues, aunque la lengua inglesa sea predominante como idioma internacional, los efectos del MERCOSUR están recomendando firmemente la preferencia, en algunas regiones, por el español. El objetivo puede ser imposibilitado, en muchos casos, por la carencia de docentes de determinadas lenguas, incluso de español, como veremos más adelante.
En 1993, el Poder Ejecutivo formuló un proyecto de ley que hacía obligatoria la inclusión de la enseñanza de la lengua española en los currículos plenos de los establecimientos de enseñanza primaria y secundaria.
Discutido y analizado en varios plenarios y comisiones, el proyecto sufrió una modificación, que restringe la obligatoriedad de la implantación de la lengua española en los currículos plenos sólo a los establecimientos de enseñanza secundaria, quedando facultada la inclusión del idioma en los currículos plenos del quinto y octavo curso de la enseñanza primaria. Además, la implantación de la enseñanza del español en la enseñanza secundaria se hará gradualmente, debiendo concluirse en el plazo de cinco años a partir de la promulgación de la ley.
Este proyecto está en tramitación en el Legislativo brasileño y ha recibido mucho apoyo de los parlamentarios, aunque también ha encontrado dificultades para su aprobación. Teniendo en cuenta que el sistema educativo brasileño es descentralizado, compete a los Estados y Municipios la administración de la enseñanza primaria. De esa manera, el Ministerio de Educación tendría dificultades para imponer la inclusión en el currículo de una u otra lengua.
Además, Brasil no dispone de profesores suficientes de español para atender la demanda provocada por la aprobación del proyecto de ley en tramitación en el Legislativo. No se sabe a ciencia cierta cuántos profesores de español trabajan actualmente en el país, pero una cosa es segura: el número es inferior a la necesidad.
Hoy por hoy, los licenciados en español que salen de las universidades son pocos. Según el reportaje publicado en la revista Época, de enero de 1999, se licenciaron en 1995, último año en que se divulgó la estadística, 335 estudiantes. Como no todos van a la enseñanza, porque hay sectores financieramente más atractivos, el número de profesores licenciados efectivos por año es mucho menor.
El gobierno brasileño ha estudiado estrategias para formar más profesores. En 1996, El Consejo Nacional de Educación dictaminó que el DELE, diploma superior de español, expedido por el gobierno de España, era equivalente a los de Cambridge y Michigan, para el inglés, y el de Nancy, para el francés. Así, las escuelas de la red pública pueden contratar a aquellas personas que tengan el DELE superior, junto a la adaptación pedagógica en una Facultad. También está en la mira del Ministerio de Educación la creación de cursos de educación a distancia y el intercambio de profesores con los países vecinos.
Una posible salida para esos dos obstáculos, que el Ministerio de Educación está inclusive estudiando, sería garantizar la opción de estudiar la lengua española a los alumnos interesados, no constituyendo ésta, sin embargo, una asignatura obligatoria para todos los alumnos.
El mercado internacional se caracteriza, hoy día, por la formación de bloques económicos que ejercen, en relación a sus compañeros comerciales, una fuerza doble. Una, centrípeta, que atrae negocios de mayor volumen para el mercado ampliado. Otra, centrífuga, ya que puede alejar el ingreso de bienes y servicios a través de barreras proteccionistas, además de reunir una mayor fuerza para enfrentar la globalización de los circuitos productivos y de las corrientes de comercio e inversiones.
La globalización tiene lugar en dos niveles. Resulta de los avances de las telecomunicaciones, que acercan pueblos, naciones e ideas. En un segundo plano, se puede interpretar como la multinacionalización de las estructuras de producción y de comercio, siendo, en cierta forma, una estrategia empresarial.
Brasil ha participado de los esfuerzos integracionistas de América Latina. Participó también del Tratado de Montevideo (1960), de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), de la misma manera que participa del órgano que le sucedió, la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), desde su constitución en 1980.
El país contribuyó, no sólo en el proceso de integración física y de desenvolvimiento armonioso, sino también en las múltiples modalidades de cooperación en el continente, a través del Tratado da Bacia do Prata, de 1969, y del Tratado de Cooperación Amazónica, de 1978.
El impulso más fuerte dado por Brasil para la integración tuvo lugar en 1991, con la firma del Tratado de Asunción. Firmado en marzo de ese año por los gobiernos argentino, brasileño, paraguayo y uruguayo, consolidó la integración y cooperación económica iniciadas entre Argentina y Brasil en 1985. Este proceso tuvo como objetivo principal la creación de un espacio económico integrado entre Brasil y los países del Cono Sur, desde el comienzo.
La creación del MERCOSUR surgió, inicialmente, como zona de libre comercio, estimulada por la liberalización gradual de tarifas, lineal y automática, acordada por sus cuatro Estados-Partes (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay). El segundo paso fue establecer los primeros contornos de la Unión Aduanera, con la entrada en vigor, el 1 de enero de 1995, de la Tarifa Externa Común (TEC). La creación de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), en 1960, su sucesión por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), en 1980, y el proceso de integración entre Brasil y Argentina, iniciado con la firma del Acta para la Integración Argentino-Brasileña, en 1986, constituyen antecedentes relevantes del proceso de implementación del bloque.
El Tratado de Asunción, firmado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay el 26 de marzo de 1991, es el instrumento jurídico fundamental del MERCOSUR. Como resultado de la utilización de los instrumentos previstos en el tratado, cerca del 95 % del comercio interno en el MERCOSUR se realiza actualmente libre de barreras arancelarias. La Tarifa Externa Común (TEC) está definida para prácticamente todo el universo arancelario del MERCOSUR, habiendo sido implementada en gran parte a partir del 1 de enero de 1995. Hasta 2006, cuando termina el período de convergencia ascendente o descendente de las tarifas nacionales que todavía están en régimen de excepción, la TEC estará implementada para la totalidad del universo arancelario.
La configuración actual del MERCOSUR tiene su marco institucional en el «Protocolo de Ouro Preto», firmado por los cuatro países, en diciembre de 1994. El protocolo reconoce la personalidad jurídica de derecho internacional del bloque, atribuyéndole, de esta manera, competencia para negociar, en nombre propio, acuerdos con terceros países, grupos de países y organismos internacionales. Hoy en día, la compatibilidad jurídica del MERCOSUR con la ALADI y con el GATT, el éxito comercial de la integración y el hecho de ser una entidad dotada de personalidad jurídica garantizan su condición de socio económico relevante en el plano internacional.
El MERCOSUR es hoy una realidad económica de dimensiones continentales. Sumando un área total de poco menos de 12 millones de kilómetros cuadrados, que equivale a más de cuatro veces la Unión Europea, el MERCOSUR representa un mercado potencial de 200 millones de habitantes y un PIB acumulado de más de 1 trillón de dólares, el cual lo sitúa entre las cuatro mayores economías del mundo, después del NAFTA, Unión Europea y Japón.
El MERCOSUR es hoy un de los principales polos de atracción para inversiones del mundo. Las razones para este éxito no son pocas: el MERCOSUR es al mismo tiempo la cuarta economía mundial y la principal reserva de recursos naturales del planeta. Sus reservas de energía están entre las más importantes, en especial las de minerales y las hidroeléctricas. Su red de comunicaciones está muy desarrollada y pasa por un constante proceso de renovación. Más de dos millones de kilómetros de carreteras unen nuestras principales ciudades, y nuestra población viaja a través de más de seis mil aeropuertos. Las perspectivas futuras del sector de las comunicaciones son extremamente prometedoras: con la privatización de las principales empresas del ramo, se abre la posibilidad de explotación de un mercado muchas veces mayor.
El MERCOSUR posee, hoy, uno de los sectores industriales más importantes de los países en vías de desarrollo, mayor, incluso, del que el de muchos países considerados «desarrollados». La capacidad económica de la sub-región ha demostrado que el MERCOSUR es hoy una de las economías más dinámicas del mundo. Nuestra tasa de crecimiento medio para el período 1991/98, del orden del 3,5 %, es bien superior al de la media mundial. Se suman a estos números otro factor importante, que es el de la estabilidad: en el MERCOSUR de hoy, el descontrol de la inflación es sólo un desagradable recuerdo.
El MERCOSUR es hoy un global trader y como tal, tiene todo el interés en mantener unas relaciones externas amplias y variadas. Sus cuatro países miembros se han preocupado constantemente en mantener una inserción comercial global, sin privilegiar a uno u otro país, con el fin de garantizar un espacio mayor de actuación en la escena internacional. Sus importaciones y exportaciones se distribuyen, de forma equilibrada, entre las diversas economías del mundo. En este sentido, es natural que el MERCOSUR practique y respete los principios del regionalismo abierto, en la medida en que fue originalmente concebido, precisamente para aumentar y mejorar la participación de sus cuatro economías en el mercado mundial.
En la agenda externa del MERCOSUR, que incluye iniciativas en las esferas latinoamericana, hemisférica y extra-hemisférica, destacan los siguientes temas:
a) la negociación de acuerdos de libre comercio entre el MERCOSUR y los demás miembros de la ALADI;
b) la implementación del Acuerdo-Cuadro Interregional de Cooperación Económica y Comercial, firmado en diciembre de 1995 entre el MERCOSUR y la Unión Europea;
c) la coordinación de posiciones en el ámbito de las negociaciones con vistas a la formación del Área Hemisférica de Libre Comercio.
La integración comercial propiciada por el MERCOSUR también favoreció la implantación de realizaciones en los más diferentes sectores, como educación, justicia, cultura, transportes, energía, medio ambiente y agricultura. En este sentido, se firmaron varios acuerdos, que van desde el reconocimiento de títulos universitarios y revalidación de diplomas hasta, entre otros, el establecimiento de protocolos de asistencia mutua en asuntos penales y la creación de un «sello cultural» para promover la cooperación, el intercambio y la mayor facilidad en el tránsito aduanero de bienes culturales.
Como latinoamericanos tenemos los mismos orígenes: el indio, primer habitante del continente, el negro africano y el blanco europeo. Pero, a pesar de esta semejanza, con el pasar del tiempo, nuestra cultura fue tomando rumbos distintos, diferenciando nuestras creencias, nuestras artes, nuestra organización social, política y económica.
La cultura popular de los países que componen el MERCOSUR es muy rica: el tango, la zamacueca, en Argentina; los vinos, los festivales de bailes típicos de Osorno en Chile; el carnaval, el acarajé brasileño, entre muchos otros datos.
Con el fuerte proceso de globalización de los últimos años, es posible ver algunos trazos culturales que son adquiridos por países vecinos y de otros continentes. Un buen ejemplo de esto son las comidas típicas, vinos, clases de tango repartidas por todo Brasil, y la samba, penetrando en toda América del Sur. Esa integración cultural es de fundamental importancia en el proceso de consolidación del MERCOSUR.
Este estudio tuvo como base las siguientes fuentes:
Cox, M. I. P. «Ahora es la vez del español». Internet. «Dominio del español agiliza negocios». Revista del MERCOSUR, n.º 49, julio de 1999, pp. 34-35. «Se enseña portugués», ISTOÉ, n.º 1462, 8/10/1997, pp. 50-51. «¿Hablas español?», Época, n.º 36, 25/01/1999, pp. 64-65. «Mercosul faz do espanhol idioma da moda», Estado de S. Paulo, 04/06/1995, pp. A31. «Português à frente do francês na Argentina», Gazeta Mercantil, 2, 3 e 4/02/2001, pp. A-8.
Acta de la III Reunión del grupo de trabajo sobre políticas lingüísticas del MERCOSUR educacional
Se realizó en la ciudad de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, en los días 16 y 17 de noviembre de 2000 la III Reunión del Grupo de Trabajo sobre Políticas Lingüísticas del MERCOSUR Educacional, con la presencia de las delegaciones de Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Los nombres de los delegados que participaron en la reunión se encuentra en el Anexo I.
Se procedió a la consideración de la agenda (Anexo II), que fue aprobada, resaltándose que, para esta reunión, sería trabajado el perfil de un proyecto, definiéndose los objetivos prioritarios a alcanzarse a corto y medio plazo, y las acciones necesarias para alcanzar esos objetivos.
Tomando como punto de partida las áreas de acción definidas en el acta de la II Reunión del Grupo de Trabajo sobre Políticas Lingüísticas (GTPL), cada país presentó un informe sobre los avances relativos a la elaboración de censos lingüísticos y diagnósticos sociolingüísticos en la región; diploma de competencia de español y portugués como lenguas extranjeras y formación de docentes de portugués y español como lenguas extranjeras.
La delegación de Argentina presentó un cuadro informando sobre los avances en las áreas priorizadas, incluyendo la copia de resoluciones del país referentes a la política de enseñanza de lenguas extranjeras. (Anexo III).
Cada país hizo un relato sobre las investigaciones existentes en el área (estudios variacionistas, atlas lingüísticos de la Región, resultados preliminares de encuestas sobre actitudes lingüísticas en las regiones de frontera y sobre un censo lingüístico en Buenos Aires), resaltando que hay un conjunto disperso de informaciones y publicaciones que deben ser sistematizadas.
La delegación brasileña informó sobre la no atención a la solicitud hecha al IBGE de la inclusión de preguntas sobre la situación lingüística en el censo del Brasil del año de 2000.
En cuanto a las acciones en las comunidades indígenas, la delegación de Brasil hizo un relato sobre las acciones del Sector de Apoyo a las escuelas indígenas (MEC/Brasil) relativas a la formación de profesores, creación de tres cursos de licenciatura para las escuelas indígenas; financiación de proyectos de revitalización de las lenguas indígenas y de elaboración de materiales didácticos. Los representantes de Argentina presentaron un informe sobre las actividades de un equipo de especialistas para orientar la formación de monitores sobre su actuación en las escuelas indígenas.
Se informó sobre la creación del Instituto de Investigación y Desarrollo en Política Lingüística (IPOL), con sede en Florianópolis, SC, Brasil y del Consejo Internacional de Políticas Lingüísticas, que actúa en el referido Instituto.
La delegación de Brasil presentó un informe sobre las aplicaciones del examen CELPE-BRAS (Anexo IV).
Se constató que la implementación del CELPE-BRAS continua avanzando, especialmente después de la resolución que exige el examen para los candidatos al Programa de Estudiantes Convenio de Graduación y Postgraduación en Brasil, pero que todavía son necesarios avances en cuanto a la divulgación del certificado y de la realización del examen, y en cuanto a la exigencia de la comprobación de la competencia en portugués de Brasil en instituciones en las cuales el conocimiento del idioma es necesario (por ejemplo, en la carrera de Relaciones Internacionales, y Turismo, entre otras).
En relación al español, hubo reuniones de especialistas de Universidades de Uruguay y de Argentina para discutir la posibilidad de un examen único, pero sin grandes avances prácticos. La delegación de Argentina presentó una propuesta para la realización de un fórum entre las Universidades e Institutos de Formación Docente de la Región para discutir sobre la posible elaboración conjunta de un certificado de competencia de español, que deberá ser realizado en el primer semestre de 2001. Se reiteró la importancia de un diploma de esta naturaleza, que contemple las variedades de español de la Región, y se decidió que este sería uno de los objetivos prioritarios del plano de actuación propuesto.
Cada delegación hizo un relato sobre el proceso de implementación de los cambios curriculares en la enseñanza primaria y secundaria en los respectivos países. Se constató que las iniciativas de formación de profesores de ELE y PLE existen, pero de forma aislada e insuficiente. Se resaltó, igualmente, la inexistencia de formación de profesores de PLE en Uruguay. La delegación de Brasil informó de la creación de una licenciatura de Portugués como Segunda lengua en la Universidad de Brasilia.
El GTPL definió como funciones principales del grupo:
· proponer, articular y coordinar acciones que fundamenten las tomas de decisiones en cuanto a políticas lingüísticas para la Región;
· indicar prioridades para la investigación en política lingüística en el MERCOSUR;
· promover la articulación y difusión de los resultados y
· proponer políticas públicas en el área de lenguas.
Tres proyectos se hacen necesarios para la consecución de los objetivos:
I. Banco de Datos MERCOLINGUA
a) Objetivos
· Contar con datos objetivos para formular políticas lingüísticas de cobertura Regional y disponibilizarlos para políticos, investigadores y docentes.
· Crear una red de especialistas capaces de actuar y acompañar el proceso de integración Regional.
b) Acciones
Tendrán que levantarse datos correspondientes a las siguientes áreas:
· Recursos humanos para la actuación de las investigaciones propuestas y formar una red de especialistas;
· Legislación lingüística y actuación de los Ministerios y Secretarías de Educación;
· Instituciones formadoras de docentes de portugués y español que ofrecen programas oficiales;
· Distribución editorial en español y en portugués (libros, revistas, métodos didácticos, tiradas, editoras);
· Normas y variedades utilizadas en la enseñanza y en los materiales didácticos;
· Señalización del espacio público y etiquetado de productos comerciales;
· Investigaciones y proyectos realizados y en realización en el área de la sociología del lenguaje relacionada con los idiomas del MERCOSUR.
c) Etapas
FASE I
· Levantar los recursos humanos para la actuación en las investigaciones propuestas y e formar una red de especialistas
· Levantar Políticas Públicas: Legislación, actuación de los Ministerios y Secretarías de Educación de diversos niveles
· Levantar proyectos e investigaciones realizados y en realización en el área de la sociología del lenguaje relacionada con los idiomas del MERCOSUR
Para la implementación de esta fase sugerimos los tres proyectos presentados a continuación, cuyo delineamento de los objetivos específicos, constitución del equipo ejecutor, justificación y presupuestos teóricos, cronograma y presupuesto económico se definirán en la próxima reunión del GTPL.
PROYECTO REGISTRO DE LA LEGISLACIÓN POLÍTICO-LINGÜÍSTICA
· a desenvolver en la próxima reunión
PROYECTO REGISTRO DE LA ATIVIDAD DE INVESTIGACIÓN en POLÍTICAS LINGÜÍSTICAS en el MERCOSUR
· a desenvolver en la próxima reunión
PROYECTO REGISTRO DE LA FORMACIÓN DE PROFESORES
De forma preliminar, fueron esbozados los siguientes objetivos específicos:
· las lenguas extranjeras en los currículos en los diferentes sistemas educativos · experiencias de educación intercultural bilingüe
· la formación inicial y programas nacionales de capacitación de los docentes de lengua materna y extranjera
· currículos y materiales destinados a la enseñanza de lenguas maternas y extranjeras
· recursos humanos altamente especializados en las áreas de sociolingüística, lingüística aplicada y psicolingüística
II. Elaboración de un examen de competencia de ELE
a) Objetivos
Contar con un instrumento de evaluación en todos los países miembros, con la finalidad de establecer en el futuro una exigencia de comprobación de competencia de español en instituciones en las cuales el conocimiento del idioma es necesario.
b) Acciones
· Realización de un fórum de discusión integrado por especialistas en español como lengua extranjera, representantes de diferentes universidades e institutos de formación docente, para reflexionar sobre la posible elaboración conjunta de un certificado de español;
· Creación de una comisión de especialistas para la elaboración del examen;
· Reuniones bimensuales para la elaboración del examen.
Previsión de conclusión del trabajo: diciembre de 2002.
III Creación de cursos de formación de profesores de ELE y PLE
a) Objetivos
Cubrir la demanda de profesores de ELE y PLE en los países del MERCOSUR.
b) Acciones
· Elaboración de criterios de reconocimiento de saberes previos;
· Planeamiento de los cursos según las necesidades;
· Propuesta de validación de créditos.
IV Propuestas y recomendaciones para la toma de decisiones en instancias superiores de los países
· Fomentar la formación de docentes de ELE y PLE a través de la creación de cursos de formación de profesores de PLE en Uruguay y de cursos de postgraduación en la Región y de inclusión de disciplinas de lingüística aplicada a la enseñanza de ELE y PLE en cursos ya existentes. · Crear plazas y convocar concursos en el área de enseñanza de ELE y PLE.
· Incluir el programa CELPE-BRAS en la planificación del presupuesto del MEC/Brasil.
· Viabilizar la elaboración y la publicación de materiales didácticos que contemplen las variedades Regionales.
Surge la necesidad de recomendar al CCR:
· Destinar recursos económicos y humanos que permitan llevar a cabo cada una de las acciones previstas en los proyectos en los plazos previstos.
· Obtener financiamiento para los proyectos previstos.
· Convocar una nueva reunión de trabajo durante el primer trimestre de 2001 para la delimitación y especificación de cada una de las acciones y proyectos para su elaboración definitiva.
El GTPL recomienda, así mismo, la realización de tres reuniones anuales con vistas a impulsar los trabajos, siendo que la primera tendrá lugar en el mes de marzo de 2001.
Con el objetivo de garantizar que el trabajo del GTPL pueda desarrollarse con eficacia, se solicita a todos los países que aseguren la participación de los delegados de cada país en las reuniones acordadas.
Estimamos imprescindible la participación y contribución de los delegados de Paraguay y Bolivia.
El 17 de noviembre de 2000, se da por finalizada la III Reunión del Grupo de Trabajo sobre Políticas Lingüísticas del Sector Educacional del MERCOSUR, subscribiendo los delegados el presente acta.
Por Argentina
Ana María Armendáriz
Silvia Marta González
Roberto Bein
Por Brasil
Margarete Schlatter
Gilvan Müller De Oliveira
Por Uruguay
Thisbé Cantonnet
Por Chile, como país asociado
María Eugenia Nordenflycht