Hiroto Ueda

Variación léxica y televisión:
consideraciones demolingüísticasHiroto Ueda
Profesor de la Universidad de Tokio

En 1996 se empezó a transmitir en Japón la televisión digital vía satélite, la cual, por fin, nos permite ponernos en contacto con la actualidad hispanoamericana en sus distintos aspectos de la vida.1

Por otra parte, desde hace cinco años, Televisión Española nos ofrece la oportunidad de ver los sucesos del día anterior en el marco de Noticias de Europa. Así pues, ahora los japoneses estamos conectados con el mundo hispánico, cosa sorprendente para algunos que soñaban con la idea de importar los vídeos de distintos países a través del correo tradicional.

Internet nos abre otra posibilidad de ponernos al día. Las múltiples páginas visuales nos asombran y nos maravillan por su calidad y cantidad de datos lingüísticos. Con la ayuda de un software, ya es posible escuchar distintas cadenas de radiofonía tanto españolas como hispanoamericanas. En un futuro cercano podremos ver incluso imágenes en movimiento emitidas desde los países de habla española.

La comunicación masiva internacional se está desarrollando constante, con un ritmo verdaderamente vertiginoso, inimaginable hace unos años. Quizá todavía sea temprano para intentar una evaluación del lenguaje observado en esta red de comunicaciones, puesto que está creciendo en eficacia, volumen y calidad. Merecería la pena, sin embargo, dedicarnos a unas consideraciones sobre la variación léxica, cosa que nos compete a los profesores de lengua, ya que nos sigue preocupando la diferencia léxica entre los distintos países de la misma lengua española.

He aquí algunos ejemplos recogidos de la mencionada televisión digital: brevete (Perú) / carnet de conducir (España); nafta (Perú) / gasolina (España); pavada (Argentina) / tontería (España); mercadería (Argentina) / mercancía; vocero (Perú) / portavoz (del gobierno); comercial (Chile) / anuncios; embarrada (Colombia) / fallo (España) / falla (México), etc., etc. Estos ejemplos han sido sacados de mi fichero de recolección. Cada día tenemos oportunidad de observar variaciones tan rica como éstas.

¿Causa problema esta situación? De ninguna manera a los investigadores, ya que ellos se dedican a los estudios científicos de los distintos aspectos lingüísticos. Muchos, por el contrario, a los profesores de lengua, puesto que tienen que dar una norma de la lengua como ejemplo a seguir. No sabemos qué nivel de preocupación causa a los especialistas de la comunicación masiva internacional, pero sí sabemos por nuestra experiencia didáctica que tanto los alumnos como los docentes no tienen otros medios de conocer la variación total del léxico español más que los diccionarios que ofrecen unos datos parciales, y aun en el caso de que conozcamos alguna norma, no sabemos tampoco qué norma seguir.

Lengua internacional y lingua franca

Antes de entrar directamente en la cuestión, sería conveniente reflexionar, aunque sea someramente, sobre el carácter internacional de la lengua española. Recientemente, se discute con cierta candencia sobre si el español es una lengua internacional o no. En el cuadro 1 se pueden conocer las estadísticas de las lenguas más habladas del mundo.2

Cuadro 1. Lenguas más habladas del mundo
Número
de países
Hablantes Población Hablantes
(% población)
Población
(% Mundo)
Hablantes
(% mundo)
Superficie Superficie
(% Mundo)
Inglés 50 489.966 1.772.298 28 32,5 9,0 39,467 29,4
Francés 27 98.802 278.134 36 5,1 1,8 20,619 15,4
Español 20 323.180 339.010 95 6,2 5,9 12,207 9,1
Ruso 2 151.494 158.578 96 2,9 2,8 17,282 12,9
Chino 3 790.135 1.222.286 65 22,4 14,5 9,611 7,2
Alemán 6 89.401 107.531 83 2,0 1,6 515 0,4
Japonés 1 123.830 123.830 100 2,3 2,3 377 0,3
Hindi 1 354.270 913.744 39 16,7 6,5 343 2,4
(Número de países: donde cada lengua es oficial o cooficial, excluyendo los países y territorios dependientes. Hablantes: miles de personas. Población: mil personas, última estimación para mediado 1994. Superficie: mil km2).

De todas estas cifras, se deduce que la lengua española es tan grande que ocupa el segundo lugar después del inglés en cuanto a su importancia numérica en la comunicación internacional. No hay duda de que el español es una gran lengua considerando el número de hablantes, de países y de superficie. Pero, ¿ocupa el segundo lugar como alternativa del inglés? Aquí tenemos que distinguir dos conceptos afines, pero distintos: lengua internacional y lingua franca. Santiago de Mora Figueroa precisa este punto, de manera siguiente:3

Cuando digo que el español es una lengua internacional mas no una lingua franca estoy usando este último término en el sentido restrictivo de habla empleada por interlocutores que no la tiene, ninguno de ellos, como lengua materna. Un argentino hablará naturalmente en español con un uruguayo, y es probable que también con un brasileño. Pero es casi seguro que hablará en inglés con un japonés en Helsinki, igual que un checo y un húngaro hablarán en ruso o en alemán, que también son linguas francas, aunque regionales o no mundiales.

De modo que lengua internacional es una caracterización de importancia numérica de la lengua, mientras que lingua franca es concepto cualitativo, basado en su utilidad comunicativa. El swahili es lingua franca en África Oriental, pero no puede ser una lengua internacional.

Por otra parte, aunque es cierto que un checo y un húngaro hablarán en ruso o en alemán, si entra en la conversación un chino o un español, la lengua de comunicación debería ser el inglés más bien que el ruso o el alemán. Por esta razón, debería hacerse una distinción entre la lingua franca regional y la mundial. Aquella puede ser el alemán, el ruso o el swahili, mientras que ésta será únicamente el inglés en el mundo actual.

Ahora bien, ¿cual sería la norma lingüística de una lengua internacional y la de una lingua franca mundial? Se supone que para la norma de la lingua franca, habría que tomar en consideración su carácter utilitario de comunicación, es decir, su eficiencia en el mutuo entendimiento. Aquí se excluirían los regionalismos en todos los aspectos de la lengua: fonéticos, morfosintácticos y léxicos. El inglés, como lingua franca mundial, es de todos, y para que sea de todos, los elementos que estorban la comunicación deberían ser excluidos deliberadamente.

Entre los elementos perturbantes, se cuentan no sólo los regionalismos, sino también arcaísmos (los japoneses no conocemos el estado del inglés victoriano), jergas, locuciones no transparentes (reflejos de una cultura histórica), etc. Por esta razón, incluso los pueblos anglófonos, si quieren de verdad ponerse en contacto con el mundo exterior, se verían obligados a «aprender» la lengua inglesa común, es decir la lingua franca desprovista de sus propias características nacionales.

Las lenguas internacionales, y entre ellas, el español, situado en la escena de la comunicación internacional, serán objeto de comprensión transnacional tanto dentro de la sociedad hispanohablante como entre el pueblo hispanohablante y el foráneo. Y el significado de aprender esta lengua de parte de los foráneos consiste en profundizar el conocimiento de la cultura hispánica y profundizar el entendimiento de la vida, además de pulir la capacidad comunicativa.

Normas lingüísticas hispánicas

Un argumento parecido se puede encontrar en menor escala entre la lengua española como medio de comunicación (lingua franca) y la misma como reflejo de la cultura regional o nacional (lengua internacional). Pero, en lugar de apresurar nuestra conclusión, detengámonos un poco en el problema muy discutido de la norma lingüística hispánica.4

Al reflexionar sobre la norma lingüística ante la suma riqueza de la variación léxica, nos encontramos con dos actitudes netamente diferenciables: la actitud descriptivista y la normativista. Si nos limitáramos a la descripción objetiva de la variación lingüística, nos bastaría con preparar la lista de voces variantes con su identificación geográfica. Y si nos aventuráramos a interpretar la variación dentro del marco del sistema lingüístico, sería suficiente presentar algunas observaciones pertinentes.

Pero si nos situamos en el campo de la lingüística aplicada, y más concretamente, en nuestra tarea de docencia de la lengua española como segundo idioma, la situación nos exige algo más. Es decir, nos obliga a pensar en el modelo lingüístico español como variedad estándar en la que concentrar más nuestra atención.

Se ha indicado la pluralidad de normas lingüísticas que se presenta en una lengua.5 Y, en realidad, en el nivel de hablas concretas observamos una variación sumamente amplia en la diatopía española. Ante esta manifestación de variabilidad léxica, lo usual es que se apunte el contraste entre la modalidad peninsular y la hispanoamericana. Y al enfrentarse las dos, se suele preferir la norma castellana a la americana como variedad ejemplar tanto dentro de la lingüística descriptiva como dentro del campo de la enseñanza del español. Citemos las opiniones de lingüistas de trasfondos diferentes. Veamos primero el comentario que hace Rafael Lapesa (1992) sobre la cuestión:6

¿Qué actitud, qué papel nos corresponde a los hispanohablantes de España en este inmenso mundo de usuarios de nuestra lengua común? A fines del siglo pasado o principios de éste un escritor peninsular se permitió decir que éramos los dueños del idioma. Lamentable error. El español peninsular norteño y central sería pronto un dialecto arcaizante arrinconado, si las cifras globales de hablantes fuesen el único factor, el decisivo.

Después de haber contrarrestado la fuerza del español peninsular y haber confirmado así la importancia del factor demográfico, hace una reflexión sobre el papel que debería jugar la Real Academia Española como «moderador neutral»:

¿Cómo explicar entonces que en América se consulte más que en España el Diccionario de la Academia de Madrid y que las Academias americanas de la Lengua sean, casi todas, correspondientes suyas, y las que no lo son se cuenten entre sus mejores colaboradores? La norma de cada país hispanoamericano difiere de la de otros: Méjico no aceptaría la norma de la Argentina, ni viceversa; ni uno ni otro aceptarían la de Colombia; Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, no se sienten con títulos inferiores. Ello hace que se mantenga la autoridad de la Academia Española como poder moderador neutral —mucho más respetado, como digo, en América que en España— con una condición: que considere tan valedero como el uso culto español el uso culto de cada país hispanoamericano.

Desde el Continente Americano, viene la opinión de Juan M. Lope Blanch en la que admite el «prestigio histórico de que goza la norma castellana culta», con la reserva de prestar merecida atención al predominio numérico de los americanismos generales:7

En conclusión, la norma castellana culta (madrileña, «académica») tiene sobre cada una de las fragmentadas normas locales de Hispanoamérica la ventaja de su prestigio histórico, pero cuando la norma americana es general —común a todas las hablas prestigiosas del Nuevo Mundo—, su peso contrarresta plenamente esa prioridad de raigambre histórica. Y en tales ocasiones no existe ya una «norma hispánica» superior, un ideal de lengua común. Aunque muy reducidos en números, esos casos suponen un verdadero divorcio entre la norma castellana y la americana.

Finalmente, desde un campo geográfico neutro, E. Coseriu ha hecho una distinción clara entre el concepto de ‘lo correcto’ y el de ‘lo ejemplar’ para llegar después a la conclusión siguiente:8

De todos modos, en todo aquello en que no se opone a todo el español de América en su conjunto, el español de España tiene muy buenas probabilidades de convertirse en ejemplaridad panhispánica o, al menos, de constituir la base de tal ejemplaridad ideal. Ello, por toda una serie de razones. En primer lugar, porque, entre los mismos hispanoamericanos, tiene más prestigio que cualquier ejemplaridad regional o nacional y ostenta una motivación histórica aceptable para cualquier nación hispánica. Difícilmente un argentino aceptaría en el nivel panhispánico lo mejicano, o un mejicano, lo argentino; pero el uno y el otro están dispuestos a aceptar en este nivel lo español de España. En segundo lugar, porque las diferencias, en el nivel de lo ejemplar, son efectivamente menores entre España y cada país hispanoamericano en particular que entre dos países hispanoamericanos de regiones diferentes. Asimismo, porque el español de España se conoce, en cada país, mucho mejor que el de otro país hispanoamericano: un argentino, por ejemplo, si no tiene experiencia directa, no sabe cómo se llama tal o cual cosa en Venezuela o en Méjico, pero suele saber cómo se llama en España. Y, finalmente (o ante todo), porque la lengua ejemplar de España representa ya, de algún modo, una ejemplaridad panhispánica: el español mejicano es de los mejicanos, y el argentino, de los argentinos, mientras que el español de España es de todos.

De nuestra parte, creemos oportuno señalar los tres puntos siguientes:

Primero, sería necesario distinguir entre madrileñismos o, también, españolismos, y la norma culta castellana. Hay voces peculiares de la Península, que no se conocen muy bien por varias razones. Dentro de ellas, podríamos destacar los neologismos nacidos en España que carecen de mucha influencia en otras naciones. E. Coseriu habla precisamente de este hecho cuando nos advierte sus reservas al admitir la ejemplaridad del español de España: «en todo aquello en que no se opone a todo el español de América en su conjunto». Por otra parte, no es menos importante la influencia de otras lenguas adstráticas, como el francés en el caso del español de España y el inglés americano en el del Nuevo Continente.

En segundo lugar, también será conveniente hacer la distinción entre la norma prescriptiva de España y la norma lingüística peninsular que se definiría con términos descriptivos. Naturalmente, a la ciencia compete la norma lingüística descriptiva, mientras que en la enseñanza del idioma no se puede pasar por alto el modelo ‘correcto’ de la lengua.

Por último, subrayemos que es necesario llevar a cabo una descripción objetiva de la variación lingüística en todos los países hispanohablantes para conocer una realidad lo más actual posible.9 La norma lingüística, con todo, nunca podrá ser ‘fijada’, puesto que la lengua es dinámica por naturaleza. Todo lo que podemos hacer en la investigación de este campo sería seguir observando las actividades y desarrollos lingüísticos, con especial atención a las partes variables de la lengua.

Análisis demolingüístico

Lo que presentamos a continuación es un intento de realizar un análisis demolingüístico de la variación léxica con el fin de determinar el grado de representatividad de cada variante. Se trata de comprobar la amplitud de uso de cada voz dentro de la comunidad total de la lengua española. Este análisis se basa en la distribución de las voces por una parte, y los datos demográficos, por otra. El grado de uso de una voz determinada puede ser concebido como el porcentaje de sus usuarios dentro de toda la comunidad de la lengua. La fórmula matemática que proponemos para expresar el grado de representatividad (g. r.) es tan sencilla como la siguiente:

Sn a x P1
1=1
g.r.=——————       
n
S P1
1=1

donde n = número de países; a = 1 (cuando se presenta la voz en el país en cuestión), a = 0 (cuando no se presenta la voz); Pi = población de cada país.

Veamos un ejemplo. Para la ‘prenda’ de vestir masculina, que forma con el chaleco y los pantalones el traje completo (No es de paño con botones dorados), encontramos cinco variantes principales: americana, chaleco, saco, vestón, gabán. La primera voz de nuestra lista, americana, tiene una distribución exclusiva en España, de modo que su población (44 millones) será su cifra absoluta de usuarios, que ocupa el 12 por ciento dentro de todo el ámbito investigado de la lengua española.

La segunda voz, chaqueta, tiene en cambio una distribución mayor, es decir, en nueve países (España, El Salvador, Cuba, Puerto Rico, Ecuador, Colombia, Venezuela, Paraguay y Chile), que llega a 125 millones de hablantes en total. Un ejemplo minoritario será el caso de gabán, que se usa sólo en Puerto Rico con 4 millones, que apenas llega al 1 por ciento.Y así sucesivamente; analizando las voces junto con los datos demográficos, podremos elaborar una tabla de los datos estadísticos, que se puede consultar en el cuadro 2.

Cuadro 2. Datos demolingüísticos: chaqueta-saco
  Suma de población (miles) % N.º de países
1 americana 43.872 11,72% 3 ES, GE, PR
2 capa 0 0,00% 1 MA
3 chaleco 11.131 2,97% 1 CU
4 chaqueta 117.806 31 47% 8 ES, MA, GE, CU, RD, PR, CO, CH
5 gabán 3.850 1,03% 1 PR
6 saco 292.522 78,14% 15 CU, RD, PR, MX, GU, NI, CR, PN, CO, VE, PE, BO, PA, UR, AR
7 saco de traje 143.843 38,43% 3 MX, NI, AR
8 vestón 14.996 4,01% 1 CH
9 traje 0 0,00% 1 MA
Total 374.344 100%  

Naturalmente, debemos admitir que el valor de este análisis es relativo, puesto que los datos demográficos no son interpretables como los auténticos números de hablantes de la lengua española por cuestión de la diglosia (o multiglosia) nacional. Por otra parte, sería demasiado arriesgado determinar el grado de uso de las palabras basándonos sólo en el resultado de una encuesta realizada con un grupo extremadamente reducido de personas. Cuatro colombianos o nueve argentinos no podrán representar 27 millones o 30 millones de habitantes de toda la nación, respectivamente. Ni 32 españoles son suficientes para conocer el uso lingüístico real de todo el país de 38 millones.

Aun dentro de las limitaciones de este análisis, nos atrevemos a seguir calculando la suma de los habitantes, para conocer un valor, insistimos, «relativo» del grado de uso de cada voz. Una voz de más del 50 por ciento será concebida como una voz más generalizada que otra voz de menos del 10 por ciento. Pero no entramos en detalles de diferencias de menos del 5 por ciento.

Naturalmente nos interesa también el número de los países correspondientes, puesto que una palabra usada en cinco países, por ejemplo, será admitida como una voz más general que la otra de, digamos, dos países. Ofrecemos al final de este artículo más datos del léxico variable estudiado en la primera etapa de investigación, junto con el programa que utilizamos para este análisis.

Televisión

Tanto la discusión de la norma lingüística hispánica, como la de la variación léxica, ¿qué pueden aportar a la cuestión del español usado en la televisión? Para contestar a esta pregunta, tenemos que volver a la distinción que hemos establecido para la lengua internacional y la lingua franca. La distinción se realiza esta vez en menor escala en comparación con la discusión de las grandes lenguas del mundo. Ahora se trata del español de España, el de Cuba, el de México, etc., es decir las variedades del español. Recordemos que el idioma español posee dos aspectos: el español como lengua nacional y el español como medio de comunicación internacional.

En la mencionada transmisión de la televisión digital, lo que encontramos es una reunión de los elementos nacionales. Un suceso, objeto de atención mundial, se expresa de una manera en Perú (por ejemplo ‘huayco’) y de otra en España (‘alud de tierra’). Quizá causaría a los españoles el problema de no entender lo que quiere decir ‘huayco’ en Perú. ¿Y a los japoneses que vemos ahora las noticias de distintos países de habla española?

A nuestro modo de ver, la cuestión no es elegir uno u otro, sino disponer de información sobre la variación léxica para evitar los malentendidos del significado de cada forma. Sería ideal elaborar un Manual de estilo del español internacional. Una vez consultada la variante nacional aparecida en el texto de noticias (televisión, radio, prensa), se podría saber exactamente a qué termino corresponde en otra variedad lingüística española (‘huayco’ en Perú = ‘alud de tierra’ en España). Para este fin, sería sumamente necesario elaborar un repertorio del léxico variable.10 Nos permitimos presentar unos ejemplos de tal inventario léxico al final de esta comunicación.

Lo normal en la transmisión televisiva es que se encuentre una variedad de español dotada de color regional más destacado en, por ejemplo, telenovelas, discusiones, programas de variedad, etc., mientras que en las noticias se utilicen los códigos lingüísticos comunes. Para los foráneos, naturalmente estos son más transparentes (fáciles de descodificar) que aquellos, puesto que se acercan a las formas neutras de expresión, adecuados al objeto de comunicarse de manera objetiva. Entonces, si en el futuro en la escena internacional se persigue una mayor eficacia de comunicación en la transmisión de noticias al mundo exterior, ¿qué criterio escoger para conseguir el mismo fin?

Para poder establecer una comunicación es imprescindible que exista un código común entre el emisor y el receptor. En el caso de la televisión internacional del mundo hispánico, naturalmente el código es el español, pero ¿qué español? En este aspecto de la lengua, el aspecto utilitario, lo que se debería considerar sería la potencia demográfica.

Una palabra que comprenda sólo 5 por ciento de la población total sería excluida del repertorio léxico comunicativo. Unas voces que comprenden la mayoría de los hispanohablantes son los que consideramos representativas en el dicho léxico. Afortunadamente, en está época, sabemos con exactitud qué población tiene cada región, país, o ciudad. El análisis realizado en la sección anterior, creemos que es bastante aprovechable para este fin.

El repertorio léxico comunicativo no es de ninguna manera estático. Tanto el parámetro lingüístico como el demográfico varían de un año a otro, de un mes a otro, e incluso, en teoría, de un momento a otro. La lengua evoluciona constantemente en todos los aspectos lingüísticos. El número de los hablantes, por otra parte, nunca cesa de crecer o de decrecer. Además, en la práctica de la investigación, el análisis cualitativo lingüístico está siempre determinado por condiciones de observación. Una cosa es el hecho como lo observamos, y otra, el hecho mismo. Lo mismo puede decirse de los datos demográficos.

A pesar de estas restricciones teóricas y prácticas, estamos convencidos de que el futuro léxico-comunicativo debería ser representado por estos dos factores y para ofrecer el estado más actualizado del léxico variable, presentamos, al final de esta comunicación, sólo los parámetros lingüísticos y demográficos, junto con un ejemplo de programa computacional, fácil de entender para efectuar el análisis de un determinado concepto en un determinado año en cuestión.

Conclusión

Antes hablábamos de la variedad del inglés como lingua franca mundial. Ahí se excluirían los regionalismos, arcaísmos, popularismos, etc., todos los ísmos preñados de la cultura histórica regional, los cuales oscurecen el significado que, de no ser así, deberían ser transparentes. Si algún norteamericano utilizara la palabra kick the bucket, para los no anglófonos, esta expresión significaría simplemente ‘golpear el cubo (balde)’ en vez de la interpretación correcta de ‘morir’.

Pero, ¿los anglófonos se reirán de nuestra ignorancia? Creemos que no, porque sabemos que en inglés, ‘morir’ es die más que kick the bucket. Lo mismo ocurrirá en la transmisión de noticias. Se evitará tal expresión como «armarse la Marimorena» (producirse una riña). Muy rara vez el locutor de televisión usaría esta expresión para hablar de un suceso de alboroto en un bar.

Lo curioso es que las formas expresivas suelen pertenecer a los distintos ísmos al mismo tiempo. La lingüística utiliza los términos diacronía, diatopía, diafasía y diastratía para referirse a las variantes históricas, dialectales, estilísticas y sociales. A nuestro modo de ver, un término o una expresión determinada puede ser al mismo tiempo una variante diacrónica, diatópica, diafásica y diastrática. Veamos un ejemplo; hace algún tiempo en Madrid se usaba el término loro para referirse al ‘radiocassette’.

Como ya está en desuso, el término queda como una variante diacrónica; y al encontrarse sólo en ciertas ciudades de España, es una variante diatópica; y ya que el término se usaba sólo con cierto matiz humorístico, es una variante diafásica; y finalmente, si tenemos en cuenta que sólo los jóvenes usaban este término con exclusión de los mayores, se considera como una variante diastrática. Aumentarían los ejemplos si investigáramos más la variación lingüística. ¿Por qué ocurre esto?

Los lingüistas, para no confundir los planos en que se sitúan, suelen restringirse a una determinada sincronía, sintopía, sinfasía y sinstratía. Se investiga, por ejemplo, el uso lingüístico moderno de Madrid, perteneciente a la norma culta, en el estilo espontáneo. Se hace, como mucho, unos estudios comparativos diacrónicos (historia de la lengua), diatópicos (geografía lingüística o dialectología), diafásicos (estilística lingüística) o diastráticos (sociolingüística), pero siempre manteniendo los otros parámetros variables.

Pero la experiencia nos enseña que la lengua, nuestro objeto del estudio, no es un ente puro desprovisto de su historicidad, regionalidad, estilo y uso en la sociedad, es decir, de su cultura. La lengua, lo mismo que el hombre, es un complejo multifacético, de modo que deberíamos observar los fenómenos lingüísticos en su totalidad, y no en su parcialidad. Y este modo de ser complejo de la lengua es lo que se desarrolla en la transmisión televisiva de la cultura nacional, basada en su calidad de manifestar la vida regional.

Otra faceta bastante distinta de la lengua es la que hemos propuesto para la transmisión internacional de noticias, el modo neutro basado en su eficacia de comunicación.11 Es una realidad artificial. ¿Tal propuesta sobre el lenguaje en televisión será aceptada por las personas especialistas de comunicación? Creemos que encontrará la resistencia de bastantes personas. Algunas de las razones pueden ser culturales.

Es decir, se sabe que los hispanohablantes aprecian más la libertad que la norma; no tienen una inclinación a la unificación forzada, como, por ejemplo, los japoneses. Es más, valoran estas diferencias. Por ejemplo, en Televisión Española podemos ver locutores o locutoras que hablan con sus respectivos acentos locales. Esto no se ve como un defecto, sino casi como un ideal de coexistencia de las variantes regionales.

Por otra parte, los telespectadores disfrutan esta variedad. Este hecho es muy destacable si se compara con la transmisión nacional de la televisión japonesa, donde se respeta unas normas lingüísticas muy bien definidas. Si esta actitud es de cultura hispana, no hay ninguna razón por la que se niega, sino se debe respetar en su totalidad.

Completamente distinto es el caso de no poder entender las noticias. En realidad, esto es poco frecuente, pero habría que evitar el uso de estos regionalismos. Los locutores de noticias para programas de difusión internacional deberían recibir formación sobre estos temas para aumentar más su sensibilidad y consciencia. Un resultado podría ser que, sin evitar los regionalismos considerados como positivos y elementos de comprensión mutua de las diferencias, locutor dijera en su lectura de las noticias: «huaycos, como llamamos aquí a los aludes de tierra...», informando así de la riqueza y variedad local a los demás hispanohablantes y a los no hispanohablantes que quieran conocer la realidad lingüística del español. Al mismo tiempo evitaría la crítica de sus propios paisanos por utilizar vocabulario poco «natural».

Estas consideraciones sobre las características del español utilizado y utilizable en la televisión nos conduce a la conclusión que creemos aprovechable para conceptuar un modelo complejo de la lengua, donde proponemos realizar una neta y clara distinción entre los dos modos de existir de una lengua multinacional como el español: el modo comunicativo orientado a la eficacia de la comunicación y el modo expresivo que se desarrolla en la vida del hombre.

Estamos a la puerta de una nueva época de comunicación. En épocas anteriores no había razones por las que preocuparse por las comunicaciones tan inmediatas y masivas. Y el venidero siglo xxi será totalmente nuevo en distintos aspectos de la sociedad y la vida, uno de los cuales es el de una lengua internacional como el español; es decir, la lengua española es importante no sólo para la cultura nacional, sino también para la sociedad internacional. En este contexto, deberíamos ser conscientes de la importancia que cobran las tareas de los especialistas de comunicación, que, además de los expertos de la radio, la televisión y prensa, incluiría naturalmente a los profesores de la lengua.

Apéndice: procesamiento demolingüístico

El Proyecto VARILEX realiza cada año una encuesta global de la variación léxica en aproximadamente cincuenta ciudades hispanohablantes. Los datos recogidos están constituidos por tres parámetros: Informantes (DSI.PRM), Conceptos (DSC.PRM) y Formas (DSF.PRM). El lote de datos se denomina (VRLX.DAT) y el programa que procesa este lote es PB.AWK, que utiliza el lenguaje AWK.12 Para efectuar el procesamiento demolingüístico, se necesita otro parámetro 2000 (2010, 2020, etc.) que ofrece los datos del pronóstico demográfico del año correspondiente. El organigrama del procesamiento es el siguiente:

(INPUT1; INPUT2)

|

[PB.AWK] << (DSI.PRM; DSC.PRM; DSF.PRM)

|

(OUTPUT)

El lenguaje AWK es ejecutable desde la línea de comando en MS-DOS:

>awk -f pb.awk jacket.dat 2000 > DESTINO REDIRIGIDO

[PB.AWK]

# PB.AWK: ANALISIS DEMOLINGUISTICO VER.1.1. 97/2/26

BEGIN {FS=" "

while (getline < "dsi.prm" > 0) {ix[$1]=$2; iy[$2]=$3; if ($2>imx) imx=$2}

while (getline < ARGV[2] > 0) {pn[$1]=$2; px[$1]=$3; pt=pt+$3}

}

{

while (getline < ARGV[1] > 0) {

v[ix[$3],$2]++; ac=$1

}

}

END {

while (getline < "dsc.prm" > 0) {if ($1==ac) {print $1,$2,$3}}

while (getline < "dsf.prm" > 0) {

if ($1==ac) {fx[$2]=$3; if ($2>jmx) jmx=$2}

}

printf " Suma de población (mil) % Núm. de pases "

for (j=1;j<=jmx;j++) {

ps=""; np=0

for (i=1;i<=imx;i++) {

if (v[i,j]>1) {pb=pb+px[i]; np++; ps=ps","pn[i]}

}

printf "%3d %-20s %10s %5.2f% %2d ", j, fx[j],agc(pb),pb*100/pt,np; pb=0

print substr(ps,2)

}

printf " %-24s %10s 100.00% ", "Total: ", agc(pt)

}

function agc(s,t) { # funct. AGREGAR COMA

s=s"";t=""

for (k=1;k<=length(s);k++) {

if ((k-1)%3==0 && k!=1) t=substr(s,length(s)+1-k,1)","t

else t=substr(s,length(s)+1-k,1)t

}

return t

}

(INPUT1: jacket.dat)

A1 1 5

A1 1 8

A1 1 9

A1 1 11

A1 1 12

A1 1 13

A1 1 14

A1 1 15

A1 1 16

(...)

(INPUT2: 2000)

** *** 2000

1 ES 39545

2 MA

3 GE 477

4 CU 11131

5 RD 8635

6 PR 3850

(...)

(DSI.PRM)

1 1 ES

2 1 ES

(...)

296 23 AR

297 23 AR

298 23 AR

299 23 AR

(...)

(DSC.PRM)

A1 JACKET «Chaqueta (saco): Prenda de vestir masculina, que forma con el chaleco y los pantalones el traje completo. No es de paÆo con botones dorados.»

A2 CARDIGAN «Rebeca (cárdigan): Prenda de lanas, con botones.»

A3 T-SHIRT «Camiseta: Prenda que se lleva pegada al cuerpo con adornos y leyendas. (No es una prenda interior).»

A16 BOW TIE «Pajarita (corbata de lazo) : Pieza de adorno usada por el hombre, con dos extremos cruzados.»

A23 SUSPENDERS «Tirantes (suspensores): Dos tiras de tela que sostienen desde los hombros los pantalones.»

A42 SUITCASE «Maleta (valija): Bolso grande hecho de material duro, con asas para ser transportada a mano, que se usa en los viajes.»

A68 POPCORN «Palomitas (popcorn): Maíz tostado, abierto tras estallar por su exposición al fuego.»

(...)

(DSF.PRM)

A1 1 americana

A1 2 capa

A1 3 chaleco

A1 4 chaqueta

A1 5 gabán

A1 6 saco

A1 7 saco de traje

A1 8 vestón

A1 9 traje

A2 1 abrigo

(OUTPUT)

A16 BOW TIE «Pajarita (corbata de lazo): Pieza de adorno usada por el hombre, con dos extremos cruzados.»

Suma de población (mil) % Núm. de pases

1 continental 0.00% 0

2 corbata de cuello 19,766 5.28% 2 CU,RD

3 corbata de gato 11,463 3.06% 2 RD,PN

4 corbata de humita 14,996 4.01% 1 CH

5 corbata de lacito 19,766 5.28% 2 CU,RD

6 corbata de lazo 90,062 24.06% 7 ES,GE,CU,RD,PR,PN,VE

7 corbata de moño 156,231 41.73% 5 MX,BO,PA,UR,AR

8 corbata de pajarito 3,850 1.03% 1 PR

9 corbata gato 10,508 2.81% 2 PN,BO

10 corbata michi 26,198 7.00% 1 PE

11 corbatal 0 0.00% 0

12 corbatín 47,645 12.73% 3 NI,CR,CO

13 corbatín de palomita 0 0.00% 0

14 gatito 2,828 0.76% 1 PN

15 humita 14,996 4.01% 1 CH

16 lacito 11,131 2.97% 1 CU

17 lazo 54,526 14.57% 3 ES,CU,PR

18 moÆita 0 0.00% 0

19 moÆo 145,218 38.79% 3 MX,PA,AR

20 pajarita 63,561 16.98% 5 ES,MA,GE,CU,GU

21 chalina 0 0.00% 0

22 moñito 0 0.00% 0

23 bigote de gato 0 0.00% 0

24 mariposa 0 0.00% 0

25 corbata pajarita 0 0.00% 0

Total: 374,344 100.00%

A23 SUSPENDERS «Tirantes (suspensores): Dos tiras de tela que sostienen desde los hombros los pantalones.»

Suma de población (mil) % Núm. de países

1 breteles 8,635 2.31% 1 RD

2 elæsticas 0 0.00% 0

3 suspensores 23,153 6.18% 3 GE,BO,CH

4 tiradores 148,551 39.68% 4 MX,PA,UR,AR

5 tirantas 89,848 24.00% 3 ES,CU,CO

6 tirantes 335,572 89.64% 16 ES,GE,CU,PR,MX,GU,NI,CR,PN,CO,

VE,PE,BO,CH,PA,AR

7 bruteles 0 0.00% 1 MA

Total: 374,344 100.00%

A42 SUITCASE «Maleta (valija): Bolso grande hecho de material duro, con asas para ser transportada a mano, que se usa en los viajes.»

Suma de población (mil) % Núm. de países

1 bolso de viaje 0.00% 0

2 maleta 323,326 86.37% 15 ES,MA,GE,CU,RD,PR, MX,PN,CO,VE,PE,BO,CH,PA,AR

3 valija 169,432 45.26% 7 MX,GU,NI,CR,PA,UR,AR

4 veliz 102,912 27.49% 1 MX

Total: 374,344 100.00%

A68 POPCORN «Palomitas (popcorn): Maíz tostado, abierto tras estallar por su exposición al fuego.»

Suma de población (mil) % Núm. de países

1 alepa 0.00% 0

2 cabritas de maíz 14,996 4.01% 1 CH

3 cancha 26,198 7.00% 1 PE

4 canchita 26,198 7.00% 1 PE

5 canguil 0 0.00% 0

6 cocaleca 0 0.00% 0

7 copos de maz 0 0.00% 0

8 cotufas 63,141 16.87% 2 ES,VE

9 crispetas 0 0.00% 0

10 maíz 0 0.00% 0

11 maíz pira 39,172 10.46% 1 CO

12 palomitas 171,294 45.76% 6 ES,GE,RD,MX,NI,CH

13 palomitas de maíz 255,247 68.19% 12 ES,GE,CU,RD,PR,MX,

NI,CR,PN,PE,CH,AR

14 pipocas 13,784 3.68% 2 BO,PA

15 pocorn 26,198 7.00% 1 PE

16 pochocle 0 0.00% 0

17 pochoclo 36,202 9.67% 1 AR

18 pop 3,333 0.89% 1 UR

19 popcorn 32,876 8.78% 3 PR,PN,PE

20 poporopo 12,408 3.31% 1 GU

21 pororó 9,437 2.52% 2 PA,UR

22 rosetas 48,180 12.87% 2 ES,RD

23 rosita de maz 19,766 5.28% 2 CU,RD

24 tostones 39,545 10.56% 1 ES

25 rosas 0 0.00% 0

26 crispetas 0 0.00% 0

27 roscas 39,545 10.56% 1 ES

Total: 374,344 100.00%

Notas

  • 1. Este estudio se ha realizado en coordinación con el Proyecto DIES-RTP (Difusión Internacional del Español por Radio, Televisión y Prensa), representado por Raúl Ávila (Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, El Colegio de México). Para resultados del Proyecto véase Raúl Ávila (1994), «El lenguaje de la radio y la televisión: primeras noticias», II Encuentro de lingüistas y filólogos de España y México, Junta de Castilla y León, pp. 101-117. Agradecemos al prof. Ávila sus atenciones y consejos que nos ha ofrecido para nuestro proyecto de VARILEX (Variación Léxica del Español del Mundo). Hemos podido realizar este estudio gracias a la subvención para investigación ofrecida por el Ministerio de Educación, Ciencia, Deporte y Cultura de Japón (1996-97). Volver
  • 2. Los datos son de Jaime Otero (1995), «Una nueva mirada al índice de importancia internacional de las lenguas», en Santiago de Mora Figueroa (ed.) El peso de la lengua española en el mundo, pp. 243 y ss. Volver
  • 3. Santiago de Mora Figueroa, «El papel internacional del español», El peso de la lengua española en el mundo, pp. 55-56. Volver
  • 4. Esta sección y la siguiente están en nuestro artículo «Análisis demolingüístico del léxico variable español» (Lingüística Hispánica, n.º 20, en prensa). Como creemos necesaria la misma discusión, nos permitimos reproducirlas, aunque en contexto distinto. Síntesis, Madrid, 1997 (en prensa). Volver
  • 5. Por ejemplo, Marius Sala dice: «La investigación del español de América, pone de manifiesto, en realidad, la existencia de varias normas latinoamericanas que se oponen a la norma del español peninsular» «Sobre las normas del español de América», Logos Semantikos. Studia linguistica in honorem Eugenio Coseriu. 1981, Vol. V. Madrid: Gredos, pp. 446-469 (p. 465). Volver
  • 6. LAPESA MELGAR, R: «Nuestra lengua en España y en América», Revista de Filología Española, 1992, 72, pp. 269-282 (p. 281).Volver
  • 7. LOPE BLANCH, J.M: «El concepto de «prestigio» y la norma lingüística del español», Anuario de Letras, 1972, 10, pp. 29-46 (p. 46).COSERIU, E.: «El español de América y la unidad del idioma», en I Simposio de Filología Iberoamericana, Zaragoza: Libros Pórtico, 1990, pp. 43-75.Volver
  • 8. COSERIU, E: «El español de América y la unidad del idioma», en I Simposio de Filología Iberoamericana, Zaragoza: Libros Pórtico, 1990, pp. 43-75.Volver
  • 9. Por ejemplo, la afirmación siguiente de Coseriu debería ser puesta a examen con los datos concretos: «(...) las diferencias, en el nivel de lo ejemplar, son efectivamente menores entre España y cada país hispanoamericano en particular que entre dos países hispanoamericanos de regiones diferentes». (loc. cit.).Volver
  • 10. Creemos oportuno presentar al mundo de Televisión el proyecto VARILEX(Variación Léxica del Español del Mundo). Ya tenemos resultados, aunque parciales. Véanse: H. Ueda 1992. «Hacia la investigación del léxico moderno español.» Estudios Lingüísticos Hispánicos, 6, pp. 79-96; 1993. «Léxico moderno urbano de la lengua española», (en japonés) Estudios Lingüísticos Hispánicos (Círculo de Estudios Lingüísticos Hispánicos de Tokio), 8, pp. 49-68; 1994. «Investigación in situ del léxico moderno español: México, 1993», (en japonés) Estudios Lingüísticos Hispánicos (Círculo de Estudios Lingüísticos Hispánicos de Tokio), 9, pp. 91-107; 1995. «Variación léxica en el español urbano: Técnicas de análisis (1)», (en japonés) Estudios Lingüísticos Hispánicos (Círculo de Estudios Lingüísticos Hispánicos de Tokio), 10, pp. 73-91; 1996. «Estudio de la variación léxica del español. Métodos de investigación», Homenaje al profesor Makoto Hara. Trabajos reunidos con motivo de la jubilación universitaria. Tokio, pp. 341-375; H. Ueda y Takagaki, Toshihiro, 1993. VARILEX, Variación Léxica del Español del Mundo: Mapas y estadísticas. Proyecto Internacional de Investigación, Español del Mundo, Univ. de Tokio; 1994. VARILEX 2, Variación Léxica del Español del Mundo: Índice de palabras. Proyecto Internacional de Investigación. Español del Mundo; VARILEX 3, Variación Léxica del Español del Mundo: Distribución de palabras. Proyecto Internacional de Investigación. Español del Mundo; VARILEX 4, Variación Léxica del Español del Mundo: Distribución de palabras. Serie-B. Proyecto Internacional de Investigación. Español del Mundo. Volver
  • 11. La discusión de este párrafo y el siguiente es debida al comentario que nos ha dedicado el prof. Antonio Ruiz Tinoco (Univ. de Sofía, Tokio). Le agradecemos su amabilidad de siempre.Volver
  • 12. Es un software gratuito. Véase Alfred V. Aho, Brian W. Kernighan y Peter J. Weinberger, 1988, The AWK Programming Language, Addison-Wesley Publishing Company.Volver