En un congreso sobre nuestra lengua, hablar de cine en español es sacar sobre la mesa, primero la premisa del cine como arte e industria.
Sobre esto creo estaremos todos de acuerdo en la doble militancia cultural e industrial sobre la que se mueven las cinematografías, en la enorme importancia económica y social y en la decisiva contribución al desarrollo de nuestros pueblos.
Quisiera centrarme en esta exposición y recordar y analizar la situación de nuestro mercado común iberoamericano.
La importancia del cine en la cultura universal está hoy fuera de discusión. El cine es hoy día la punta del iceberg del llamado mundo audiovisual. El consumo de cine después de su paso por las salas es cada día mayor; la aparición del DVD ha revitalizado a la industria del vídeo, la implantación de la cadenas de pago en muchos países del mundo occidental ha supuesto una mayor financiación al sector cinematográfico y un consumo específico de películas en televisión. Decir que la industria audiovisual está en expansión es confirmar una verdad que todo el mundo asume.
Señalar al idioma español como el segundo idioma en importancia del mundo, es destacar una verdad de perogrullo, ¿entonces…? El cine iberoamericano representa un porcentaje del 1 % de la cuota de mercado de los países de la región. Solo España exportó por un valor un poco más significativo pero todavía modesto.
Esto se debe, según el informe de la industria audiovisual iberoamericana elaborado por la FAPAE (Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles) a la compartimentación de los mercados nacionales, que provoca debilidad de las estructuras de producción, dificultad de distribución fuera de sus fronteras, incapacidad para atraer capitales extranjeros, ausencia de estructuras comerciales, etc. Por otro lado, existen cadenas y señales de televisión muy fuertes en sus países de origen con una mínima capacidad de exportación.
Les adjunto una serie de cuadros sobre el sector audiovisual que hablan por sí mismos. (Gráficos 1a-1g)
Quisiera señalar que el talento tanto técnico como artístico que existen en Iberoamérica no se corresponde a la realidad de su débil mercado.
La demanda del sector se cubre con productos norteamericanos dada la escasa oferta iberoamericana tanto por falta de productos propios como de material exportable en muchos casos, y también debido a la falta de canales propios de comercialización y estructuras sólidas de distribución que están fragmentadas entre los distintos países.
Iniciativas como el programa Ibermedia están sirviendo para desarrollar e integrar a nuestras compañías dentro del mercado iberoamericano. Pero si no se contempla el desarrollo de la industria como un conjunto tanto en los mercados domésticos como en los mercados internacionales, la situación actual difícilmente se podrá variar.
Por eso es tan importante el programa Ibermedia. Por eso es tan importante aumentar el número de coproducciones entre los países. Por eso es vital fomentar la distribución de películas en las salas y en las televisiones.
Estamos esperando mayores alianzas entre empresas para crear compañías capaces de competir en nuestros propios mercados con una fuerte capacidad de exportación.
Cada año uno descubre en los festivales una buena cantidad de nuevos talentos, de nuevas miradas, de nuevos directores. A uno se le aparecen en pantallas y escenarios actores y actrices con gran capacidad, con buena preparación, capaces en su oficio.
Todo esto viene a cuento para señalar que la lista que uno podría hacer con directores y actores que trabajan con nuestro idioma sería interminable. Sin embargo, echamos en falta un mayor movimiento, un mayor flujo de artistas que trabajen en otras cinematografías. Hacen falta más intercambios, más propuestas, mas conocimiento recíproco, disfrutar más con los acentos de los actores. Tenemos que encontrar una identidad propia, la tenemos en el idioma pero apenas podemos utilizarla.
Les puedo asegurar que tenemos entre todos los países que hablamos el español un potencial increíble a punto de explotar.
¿Por qué teniendo el talento no somos capaces de llegar mas lejos? Fundamentalmente, por la reducida dimensión empresarial promedio; por un pequeño nivel de internacionalización. No tenemos empresas fuertes, fuera de nuestros mercados, capaces de distribuir nuestras producciones. Falta capacidad financiera, promoción internacional, marketing; hay una insuficiencia potencial del mercado propios, un insuficiente nivel de ayudas públicas en comparación con los competidores más cercanos (europeos, norteamericanos), una falta de regularidad productiva y un fuerte riesgo de los proyectos audiovisuales por la incidencia de lo artístico y creativo.
En lo positivo, hay mucho que señalar y destacar: aparte de un mercado en crecimiento, la calidad de nuestras producciones, la gran importancia de nuestro idioma, una estructura profesional de gran capacidad con un fuerte desarrollo tecnológico, una mayor expansión de las necesidades de ocio, cultura y arte… y sobre todo una mayor demanda de productos audiovisuales
El reciente informe del ICEX (Instituto de Comercio Exterior) sobre «La producción audiovisual española ante el reto de la internacionalización» sería aplicable a todo lo que estamos tratando y establece una líneas concretas de actuación agrupadas:
a) Política de producción comercial exterior
d) Política de formación
Creo que estas propuestas nos pueden permitir discutir mucho sobre el llamado diagnóstico sectorial.
Pero antes de terminar quisiera lanzar una idea a todos los presentes: ¿Por qué no creamos un plan de promoción en las escuelas de cine iberoamericanas? Una serie de películas, entre 10 y 20, por ejemplo, que se verían en las escuelas por los alumnos de nuestros países. Se podrían proyectar en DVD y servirían para acercar al alumno con la cultura de nuestros diferentes países, con la riqueza de nuestro vocabulario y acostumbrar al estudiante de cine a ver nuestro cine, a escuchar diferentes acentos, a disfrutar de nuestra cultura.
Como decía Umberto Eco en un reciente artículo: «Es más facil modificar las cabezas de los jóvenes que la de los viejos». Vamos por ello.
Muchas gracias.