Como representante de Telefónica en este acto de clausura del II Congreso Internacional de la Lengua Española, quisiera agradecer a los organizadores, el Instituto Cervantes y la Real Academia Española, la oportunidad de haber podido patrocinar este importante evento, que está teniendo una extraordinaria repercusión académica, mediática y social.
También quisiera recordar la vocación de Telefónica como empresa de telecomunicaciones de habla hispana, ya que una gran parte de nuestros más de 73 millones de usuarios hablan este idioma y aproximadamente la mitad de ellos están ubicados en Iberoamérica; y asimismo quisiera insistir en el compromiso de la compañía con la defensa del español y con la promoción de su uso en las nuevas redes y servicios de telecomunicación.
Para una empresa de telecomunicaciones como Telefónica el idioma es esencial. Por las redes de telefonía fija y móvil circulan conversaciones de voz; a través de esas redes o de otras más especializadas se accede a Internet y a su amplio volumen de contenidos; las cadenas de televisión difunden por todo el planeta imágenes, textos y sonidos, etc. Las compañías de telecomunicaciones de hoy son empresas que producen contenidos, los empaquetan y los distribuyen al usuario final. Es decir, son empresas que giran alrededor del lenguaje.
En el marco del congreso hemos sido los proveedores de las comunicaciones. Gracias a ellas ha sido posible el acceso a Internet de la prensa y de las diferentes aplicaciones de la exposición tecnológica; la retransmisión por Internet de todas las sesiones —lo que ha implicado hasta 13 transmisiones simultáneas—; la generación, edición y distribución de señales de televisión en España, resto de Europa y América; la difusión de un canal de televisión interactiva a ambos lados del Atlántico, o la prestación de servicios de Internet móvil que incluyen juegos, diccionarios y el programa del congreso. Además, hemos puesto especial énfasis en presentar algunas de nuestras aplicaciones más innovadoras en el campo del idioma, como muestra del enorme potencial que tiene la combinación de lenguaje y tecnología.
Para finalizar, quisiera transmitir nuestra sincera felicitación a los organizadores, a los ponentes, a los congresistas y a la ciudad de Valladolid por el éxito de este II Congreso y animar a todos los presentes a iniciar el diseño de su próxima edición, que sin duda volverá a potenciar el papel del español como un idioma de valor añadido en el siglo xxi.
Muchas gracias.