¡Qué brillante red de mentiras con que pescar los peces
coloreados de la memoria (el alma)! ¡Qué risa!La cabeza a pájaros, José Bergamín
Estamos en los inicios de un cambio global apoyado en las telecomunicaciones. La mundialización está modificando los hábitos y los valores culturales, sobre todo entre las generaciones más jóvenes.
Durante 1996, la televisión perdió en EE. UU. más del 15 por ciento de la audiencia. En cambio, la red de redes (Internet) duplicó su número de usuarios, y continúa su extensión imparable en el ámbito hispanohablante.
Internet está acercando las orillas del Atlántico; en un año se han multiplicado por cinco el intercambio de mensajes entre grupos de debate de humanidades, ciencia y tecnología de habla hispana. Hoy se transmiten cerca de cien mil mensajes diarios en estas listas.
Los usuarios de habla hispana en Internet ya superan el millón. Las estadísticas demuestran que su principal interés son los contenidos culturales en español; sin embargo, estos mismos usuarios son principalmente consumidores de información, ocio y cultura de los países productores anglosajones.
La comunicación a través de los ordenadores está cambiando la importancia de las lenguas y las culturas en el mundo. La proporción de materiales en español en la red es muy reducida: un escaso 2 por ciento. Hay que reconocer que el desprecio por la tecnología entre los humanistas hispanos está muy arraigado.
Se abre paso un nuevo espacio de comunicación para el que no sirven las viejas políticas. La americanización no es una política cultural sino el resultado del apoyo, desde el gobierno de EE. UU., a sus empresas de infraestructuras y de contenidos. Ante este avance, la Unión Europea plantea políticas proteccionistas del sector audiovisual. En el ámbito hispanohablante se presta más interés al control del discurso político de las televisiones digitales y por cable que a la promoción de la lengua y cultura a través de las tecnologías interactivas.
Los mercados globales tienen un componente cultural decisivo, cuestión que se comprende mejor desde las universidades y empresas anglosajonas que en las hispanas. Sólo en Inglaterra hay mayor número de departamentos de español en la red que en todo el mundo hispanohablante.
Los Estados Unidos no tienen como objetivo la americanización de la red, de hecho ni siquiera tienen una política cultural.1 La potencia de su industria de contenidos en Internet se basa en la existencia de un mercado interior de información: más del 50 por ciento de los usuarios de la red residen en los EE. UU.; el 38 por ciento de los hogares disponen hoy de un PC y, en el 2001 será el 53 por ciento; las tarifas de conexión a Internet son casi gratuitas, los costes de distribución de contenidos pueden ser hasta cien veces menores que en España. De hecho en 1996, la televisión perdió un 15 por ciento de audiencia mientras que, desde 1995, los jóvenes prefieren interactuar con el ordenador que permanecer pasmados frente a la caja tonta.
La Administración norteamericana está ilusionada con el dominio de la red, por lo que se apoyan inicialmente en las infraestructuras. Jack Fields, presidente de la Subcomisión de Comercio de la Cámara del Congreso comentó, a propósito de la famosa Ley de Telecomunicaciones, que «… significará que las compañías norteamericanas dominarán el terreno de las telecomunicaciones mundiales».2 Los EE. UU. desean crear una especie de talasocracia en el ciberespacio apoyándose en la libre competencia, la desregulación, la capacidad de sus empresas de telecomunicaciones, su potencial exportador y su influencia política.
Se interpreta el cambio actual como la gran oportunidad para el avance de los mercados globales propiciado por el GATT. Internet carece de aduanas. El presidente de los EE. UU. comentaba, al valorar la Cumbre de las Américas de 1995:
…and to begin preparations for the negotiation of a Free trade Area of the Americas by the year 2005. Already, falling trade barriers allowed our exports to the hemisphere to grow by 12 percent in the first halh of 1995 to $ 112 billion, generating over180.000 export-related jobs. Steady progress means more jobs and oportunities for American workers and U.S. bussinesses as we look toward the next century
El despliegue es formidable. En el interior de los EE. UU. el acceso a Internet desde las escuelas es un objetivo destacado de la Casa Blanca desde donde se apoya la creación de la nueva red académica de banda ancha conocida como Internet 2. Las universidades de Ciencias sociales y humanidades lideran los accesos de toda la red universitaria, ya que gozan del suficiente apoyo técnico y de personal para capacitar a sus estudiantes frente a los nuevos retos del mercado de trabajo y la mundialización.
En el exterior, la «Iniciativa para las Américas» define la política americana para las comunicaciones que se ejecuta a través de las estructuras organizativas y programas de la Organización de Estados Americanos y la Organización Mundial de la Salud. Gracias a estos esfuerzos Latinoamérica se incorpora a las redes. Las universidades y fundaciones privadas promueven proyectos apoyados en la tecnología. En la práctica, un resultado adicional es la penetración de los proveedores nortemericanos de telefonía en estos países mediante las desregulaciones, el fin de los monopolios y la articulación de las comunidades de usuarios desde EE. UU.
El primer objetivo de la política global de los Estados Unidos es Latinoamérica y el mercado continental americano. Para Al Gore la lengua española es sólo una dificultad todavía no estandarizada:
Look at the difference our cooperation in science and technology is making. Through our joint efforts, and through the rowk of the OAS Inter-American Telecommunications Commission, we've made import new steps in bringing our societies, our markets, and our people closer together throgh standarization, and liberalization of service.3
Our language will be different. But in our beliefs, our commitment, and our dedication, we are one. Nos vemos en Miami.4
Decidir el atractivo de la redes es cosa de los usuarios y éstos no parecen dispuestos a interpretar el guión. La «fiebre del oro» en Internet necesita una fuerte dosis de aspirinas. Aunque el uso de Internet con fines comerciales aumentó en febrero de 1997, la difusión de un producto comercial 'urbi et orbe' no funciona. Según el informe de Forrester Research, la mayor parte de empresas con sitios en la www perderá dinero en los próximos cuatro años ya que hasta el año 2000 un 20 por ciento de la población no estará conectada 'en línea'. Los consumidores no pagaran el contenido del web para mantenerlo, las subscripciones no cubrirán el 40 por ciento de los costes. Mientras tanto Forrester propone seleccionar los objetivos a través del acercamiento a los usos y costumbres de los usuarios.5
Más que comprar, los jóvenes internautas buscan información y relacionarse. Se trata de una generación que usó la pantalla de la TV para los juegos interactivos de las consolas y no se contentan con ser espectadores ni actores, quieren escribir ellos su propio guión:
This group was born into technology. They grew up watching satellite images broadcasted from the space shuttle, pumping quarters into video games, and playing with personal computers new technology doesn't faze them.6
La minoría hispana de los Estados Unidos utiliza la red como un medio singular de integración social mediante la afirmación de sus raíces mas cultas. La propia música latina cobra prestigio en sus antecedentes españoles:
Desde el comienzo de la época colonial, Méjico y Lima fueron los principales centros desde donde irradió la cultura musical hispana… Estos factores sirvieron para acentuar la música compuesta en este continente para acompañar a aquellas comedias importadas de Lope de Vega y Calderón de la Barca…
Así cuando hoy en día nos entregamos a la pasión del tango argentino o la calentura de una salsa, rumba o cumbia del Caribe estamos, en realidad, invocando no solo el sabor latino, mestizaje de América, sino también al embrujo palpitante de las noches perfumadas en los jardines de España.
En el ámbito hispanohablante de los EE. UU. a través de Internet se articula la red más amplia de medievalistas de la península Ibérica, «Mediber». Es una lista de distribución que funciona como simposio permanente y grupo de ayuda mutua en temas de investigación. Lejos de la erudición gratuita asistimos a investigaciones sobre la convivencia en la España medieval de las culturas judía, musulmana y árabe, el mejor precedente histórico sobre cómo solucionar problemas de globalización.
Tener éxito en la Internet comercial obliga a las empresas a tener en cuenta los valores de los usuarios. La principal compañía de telecomunicaciones, ATT, ya dispone de un web propio en español con sabor a cultura hispana. El principal fabricante de software, Microsoft, realiza una apología de la lengua española en sus propios manuales para la creación de sitios en la web, en los que parece insólito leer:
Al terminar el siglo xx habrá en el mundo cerca de 400 millones de personas que tendrán el español (o castellano) como lengua materna. Esta expansión se ve, sin embargo, envuelta en numerosas dificultades y conflictos idiomáticos. Algunos de los peligros que acosan al español son: el influjo del inglés, el mal uso que del mismo hacen los medios de comunicación y, quizás, el más importante y relacionado con el primero, los vacíos existentes en el vocabulario técnico.
Conseguir la aceptación de las nuevas comunidades supone un cambio en la cultura empresarial. Más que propagar la americanización, las empresas deberán orientarse hacia sus clientes, acercarse a la cultura de los usuarios si desean que éstos se identifiquen con sus marcas. La cultura hispana puede tener una oportunidad siempre que aumente su masa de usuarios, articule las nuevas comunidades y fije sus referencias culturales.
François Mitterrand consideraba que «Una sociedad que renuncia a los medios [de que dispone] para mostrarse a sí misma pronto sería una sociedad esclavizada». Hoy el europeísmo es una fórmula de integración intraeuropea. En realidad las políticas culturales y lingüísticas dependen de las instituciones nacionales.
Lamentablemente y en opinión de altos ejecutivos norteamericanos y asiáticos, Europa esta quedándose atrás en la revolución de la información.7 Del total de equipos conectados a Internet menos del 20 por ciento lo hacen desde Europa. Durante 1996, el crecimiento de Internet en Europa fue inferior al norteamericano e hispanoamericano. El precio del teléfono en toda Europa es superior al de los EE. UU. Solo el 12 por ciento de los hogares europeos disponen de ordenador y la tendencia de crecimiento del mercado de tecnologías de la información no crecerá en el trienio 1997-1999 más allá del 7 por ciento mientras que en los EE. UU. será superior al 11 por ciento.8
Frente a la ilusión americana por los mercados globales, el informe Bangemann y el Libro Blanco de Delors definen los objetivos y proyectos europeos. Bruselas ha escrito la partitura del avance tecnológico en armonía con la integración de una sociedad europea, babélica y con culturas en conflicto, que caminará hacia una sociedad de la información multilingüe. De igual forma el Consejo de Europa considera:
que las políticas lingüísticas, de conformidad con el Derecho comunitario, son competencia de los Estados miembros; que, no obstante, la promoción del desarrollo de instrumentos modernos de tratamiento y utilización de la lengua constituye un sector de actividad en el que resulta necesaria una acción de la Comunidad para poder obtener importantes economías de escala así como la cohesión entre las diferentes zonas lingüísticas.9
Mientras espera la sociedad de la información, la Unión Europea plantea políticas defensivas para proteger, aunque sea provisionalmente, la producción de contenidos. Para la Comisaria Cresson, «…la question des contenus est évidemment capitale. Or, c'est un domaine dans lequel l'Europe a pris du retard, notamment par raport aux États-Unis».10 Aunque no existe una cultura europea, en singular, que defender, el argumento de la cohesión cultural en un contexto de globalización da cobertura a las subvenciones al sector audiovisual seriamente amenazado por la penetración americana. En efecto, éste es el segundo sector exportador en los EE. UU. y su primera fuente de ingresos.
En el interior, y gracias al proyecto TEN 34 de la UE, las redes universitarias están articulándose gracias a la mejora de sus conexiones telemáticas. A finales de 1997 las universidades europeas estarán conectadas con un ancho de banda de 34 Mbps. lo que amplía notablemente la deficiente conectividad actual. Esto sería la mejor noticia si el edificio de la sociedad del conocimiento se construyera por el tejado.
La ciudadanía europea no es el mejor coro para esta partitura. Según el Libro blanco de la educación y formación, en Europa «la opinión pública percibe a menudo la empresa científica y el progreso tecnológico como una amenaza». Esta falta de entusiasmo puede retrasar el uso de las tecnologías interactivas frente a la TV, pero no impedirá importantes cambios en el sector editorial, uno de los más afectados por el avance de las telecomunicaciones.
El 'orden disperso' de la política de los Quince
En el ciberespacio y fuera de él lo que más cuenta son las iniciativas nacionales, que son muy heterogéneas. La lengua inglesa y la francesa no parecen gozar de la misma salud. La cooperación con Iberoamérica una intervención contradictoria en el ámbito extrauropeo.11
Francia disponía en febrero de 1997 aproximadamente de 250.000 ordenadores conectados, tres veces menos que Inglaterra, Dinamarca o Suecia.12 La generalización del sistema Minitel, no compatible con Internet, parece la causa de este notable retraso.
La lengua francesa en Internet tiene su mayor presencia en Quebec (Canadá), por encima de la propia Francia. En opinión de Bernard Cassen la lengua francesa no debe sentirse amenazada en Internet.13 Se muestra convencido de que la generalización de la lengua inglesa en Internet no debe considerarse como una fatalidad y que en la red pueden crearse subespacios lingüístico-culturales específicos en francés dentro del territorio de la francofonía. Establece en dos millones la cantidad de usuarios potenciales necesarios para la consolidación de materiales en lenguas distintas del inglés. Daniel Pimienta corrobora y localiza parte de estos nichos en temas tópicos del francés como la francofonía o la gastronomía y ha realizado, en febrero de 1996, un rastreo de las lenguas usadas en la red:
Avec prudence, il est donc possible d'estimer que l'anglais est, en moyenne, 20 fois plus utilisé que le français sur l'Internet; et l'espagnol deux à trois fois moins que le français. La variance est forte, et il est possible de voir quelques cas où le français s'approche de l'anglais.14
Inglaterra aprovecha la posición privilegiada de su lengua para extender su penetración en la venta de información a través de las redes. La industria de la información en línea en Europa mueve al año unos mil millones de dólares, cantidad que se duplicará hacia el año 2000. El 50 por ciento de los usuarios y el 60 de la facturación están en el Reino Unido.
Portugal dispone en enero de 1997 de poco más de 25.000 ordenadores conectados. La presencia más significativa del portugués en Internet está en Brasil, cuyo parque de ordenadores conectado a la red es tres veces superior, además de ser el mayor de toda Iberoamérica. Esta lengua parte de una situación muy particular que se ha ido fraguando en una década: la necesidad de formación rápida de mano de obra y sus características geográficas han motivado que la formación a distancia sea considerada en este país como una cuestión de estado. Por ello puede considerarse que existe actualmente un nicho en la red en el sector de educación a distancia en portugués.
En la política cultural y lingüística que la Unión Europea15 lleva a cabo en Iberoamérica, los comisarios españoles ocupan lugares estratégicos. Marcelino Oreja es el responsable de la política audivisual europea. Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea, está estrechamente relacionado con el programa de cooperación Alfa (Formación Académica de América Latina) de la Unión Europea. Es posible que esta posición no se corresponda con los resultados ya que, aunque España ha promovido el mayor porcentaje de proyectos Alfa, no participa en más del 80 por ciento de los proyectos aprobados.16
Los contenidos fácilmente digitalizables (libros, prensa…) son los que mejor asimilan las redes de ordenadores, ya que suponen una gran comodidad para los usuarios y eliminan costes de almacenamiento y distribución; la edición electrónica representará entre el 5 y el 15 por ciento del total del sector editorial en el año 2002. Para hacer frente al reto se deberá prestar especial atención a las comunidades de usuarios:
Les communautés on line sponsorisées par des éditeurs peuvent répondre à ce besoin en fournissant des Ilôts de confiance» aux utilisateurs. Des nouveaux liens entre les éditeurs et leurs lecteurs apparaissent et les audiences se définissent comme des membres d'un groupe d'individus aux intérêts semblables et qui peuvent interagir en ligne.17
Aunque la lengua inglesa ya no es considerada como la lengua única de la red Internet, su uso es muy superior al número de cibernautas angloparlantes: un 90 por ciento de los documentos están en inglés y solo un 70 por cientos de ls equipos se conectan desde países de habla inglesa. Países como Japón, Alemania, los Estados del norte de Europa y, en menor medida, España utilizan esta lengua para aprovechar la difusión mundial de la red.
La lengua española tiene su habitat en las orillas del ciberespacio, es una lengua marginal en este nuevo medio. Sólo un 20 por ciento de los hogares disponen de ordenador. En enero de 1997 sólo el 1,21 por ciento de los ordenadores conectados lo hacía desde un país hispanohablante. Sin embargo, el crecimiento de la red en estos países ha sido superior al de los países desarrollados: Perú 128,82 por ciento, España 76,22 por ciento.18
Aunque hay iniciativas sectoriales en la red, con respecto a la política para el español en Internet no conocemos un proyecto como la «Iniciativa para las Américas» de Clinton y Gore o un informe como el de Martin Bangemann que tenga en cuenta las sinergias cultura, comunicación y tecnología apuntadas en el Libro Blanco de Delors.
Mientras tanto, las iniciativas en curso desde las administraciones americana o europea, e incluso desde la japonesa, deseosa de comercializar sus equipos, afectarán al uso de la lengua y a la identidad cultural.
La clase política española está más preocupada por ordenar el mercado interior de telecomunicaciones en lo relativo a la televisión por satélite y por cable. El discurso político cada vez está más dirigido a la televisión que a la prensa. Además, en este tema son especialmente sensibles la Banca, las compañías eléctricas vinculadas a ésta, Teléfonica y los operadores de telefonía, el Gobierno, los ayuntamientos y las comunidades autónomas.
El índice de penetración de la televisión por cable en España es de los más bajos de Europa. Supone un sector de grandes beneficios, no sólo económicos. La Banca, a través de las compañías eléctricas que disponen de una red de cableado y de alianzas con proveedores de telefonía, está interesada en un medio de comunicación que tenga cierta influencia. Las comunidades y ayuntamientos saben que la televisión por cable será la base de la información local y regional.
En España existen suficientes experiencias de fracasos en sistemas interactivos de TV y telefonía. Para Francisco Baquedano, el fracaso del Tele-pic fue el alto coste del receptor, la falta de una programación interactiva y sobre todo:
El mayor problema del sistema, como ya hemos indicado, se deriva del pequeño número de usuarios, razón por la cual no despierta gran interés en los responsables de los programas ni en las agencias publicitarias, que siempre requieren una masa crítica de, al menos, unas 60 o 70.000 unidades.19
Ibertext es la experiencia española de videotexto; mientras en Francia tiene millones de usuarios, en España ha tenido una expansión momentánea que, sin embargo, languidece por sus grandes limitaciones de velocidad y utilización y por el enorme potencial de Internet.20
Aunque actualmente es una incógnita la aceptación de la TV por satélite y por cable, el fútbol nacional centra el debate político y editorial sobre el medio audiovisual. De cualquier forma, se trata de un producto difícilmente exportable y cuya cohesión cultural se limita a las comunidades locales de forofos.
En España e Hispanoamérica, el que las comunicaciones más caras y de menor ancho de banda impide el desarrollo de productos que exigen mayor ancho de banda como la realidad virtual o los sistemas de audio y video interactivos. También obliga a las empresas hispanoamericanas de producción y distribución de contenidos a competir en condiciones desventajosas con las anglosajonas. Sin embargo, muchas empresas hispanas de televisión están financiando la creación de sitios en la web para cubrir la demanda de información interactiva.
En el V Foro de Redes de Latinoamérica y Caribe la mayor preocupación ha sido la marginación en el área del cambio tecnológico,21 y el que éste disminuya la cohesión regional y cultural de Latinoamérica, tanto por la desigual repercusión social y geográfica como por las dificultades de producción propia derivadas de las inversiones y de los altos costes de los proveedores de telefonía.
En España los graduados se incorporan al mundo laboral sin una experiencia en la utilización y producción de estos sistemas. A diferencia de lo que ocurre en EE. UU. o en muchos países de la Unión Europea, las tecnologías avanzadas no están integradas en la mayoría de los currículos. Tampoco se dispone de medios complementarios ni de orientaciones de aprendizaje y producción en las enseñanzas humanísticas. Esto, evidentemente, no es positivo para el desarrollo de la lengua española en la red, ya que en los próximos tres años la mayor parte de los materiales más demandados se producirán en las universidades. En necesario crear hábitos de uso de la red entre los jóvenes españoles cercanos a sus necesiaddes laborales y de enseñanza.
La proporción de Departamentos de Filología española e Historia de países hispanohablantes es muy escasa comparada con los anglosajones que se dedican al mismo tema. Sólo en Inglaterra hay más Departamentos de español representados en la Web que en todo el mundo hispanohablante.22
Los habitantes del distrito hispano de Internet ya superan el millón. La mayoría son jóvenes menores de 35 años, universitarios con ingresos superiores a la media. Internet es, de hecho, un espacio de comunicación nuevo y diferente que exige la participación del usuario y facilita el diálogo. Ya el padre Feijoo diferenciaba la voz sociabitur «que comprende la sociedad política, pública y privada», de la voz communicabit «que determinadamente significa la privada». En este nuevo medio los espectadores se convierten en protagonistas.
Los usuarios españoles de Internet se dirigen hacia la información de las universidades, las aplicaciones informáticas, el ocio y entretenimiento por medio del correo electrónico, conversaciones escritas interactivas, consultas de documentos y bases de datos. Reparten su interés entre la producción interna y la información importada. Entre los 100 sitios mas visitados sólo el 56 por ciento residen en España y la proporción es similar si observamos el volumen de tráfico generado por los españoles.
Nuestro interés por acudir fuera a buscar información no es correspondido y mientras que cada segundo recogemos tres megabits de información fuera de nuestras fronteras, sólo nos solicitan un megabit. La línea internacional de Red Iris (la red española de I+D) está ocupada en marzo de 1997 en un 70 por ciento de salida y sólo en un 30 por ciento de entrada.
A diferencia de norteamericanos, europeos y japoneses, donde el acceso a Internet de los universitarios se realiza en el aula, las bibliotecas o el hogar,23 los usuarios hispanos se conectan más desde el trabajo, la universidad o cabinas, ya que se dispone de menos ordenadores en los hogares. Sin embargo, un equipo informático conectado a la red es compartido por mayor número de usuarios.
Las páginas en español más consultadas se refieren a información sobre Latinoamérica, humanidades, lengua y cultura. Las de mayor éxito son las de música y las que permiten diálogos escritos entre los usuarios. En general, el español en la red es una lengua de cultura.24
En torno al 2 por ciento de los documentos que circulan por la red están escritos en español. Entre todos los tipos de documentos existentes, es en la prensa escrita donde la diferencia es menor con la lengua inglesa. Entre la prensa hispana México tiene el mayor número de periódicos en Internet, por encima de España que sólo supone el 23 por ciento. El auge de la prensa en la red no siempre suscita entusiasmos, caso del escritor García Márquez:
Los periodistas se han extraviad25o en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro.
Las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores.
La arraigada tecnofobia de los humanistas españoles e hispanoamericanos puede explicar que buena parte de las páginas escritas en español,26 y desde luego las más consultadas, tengan su origen en la minoría hispana de los Estados Unidos. Se considera que el uso de los ordenadores acelera un proceso de mecanización, que la superficie de los monitores son muros de incomunicación entre las personas en lugar de pasaportes y ventanas para el diálogo.27
Los responsables de las redes iberoamericanas intentan que el desarrollo tecnológico no suponga una división en la sociedad ni una pérdida de cohesión cultural. Esto pone de actualidad lo que hace más de cuarenta años ya afirmaba don Antonio Garrigues:
nos amerizanizaremos, en la medida en que seamos meros receptores de la técnica extranjera. Salvaremos, por el contrario, nuestra personalidad y nuestro ser histórico, en la medida en que hagamos técnica propia, manteniendo siempre la primacía del espíritu.28
Las listas de distribución hispanas comunican, diariamente, a miles de de usuarios suprimiendo fronteras y acortando distancias. Asistimos al nacimiento de nuevas comunidades sectoriales en español de ámbito global, lo que influirá en la propia lengua, como ya indicaba Menéndez Pidal: «… el acrecentamiento de las comunicaciones y las tendencias ideológicas se aúnan para contribuir a que las diferencias regionales del idioma disminuyan en vez de ahondarse».
Afortunadamente, la Red Iris y las redes académicas hispanoamericanas están llevando a cabo iniciativas coordinadas, mediante grupos de trabajo estables, para fomentar el uso del correo eletrónico y aumentar la masa crítica de las listas de discusión español que actualmente son más de 190 y agrupan a más de 10.000 usuarios.
El hermanamiento de listas de ambos lados del Atlántico ha evitado las duplicidades e incrementado el volumen de la masa crítica de usuarios necesaria para su mantenimiento. En un año el volumen de mensajes transmitidos desde las listas alojadas en la Red Iris se ha multiplicado por cinco, pasando de 250.000 mensajes mensuales a más de dos millones y medio.
La amplitud de los cambios modifica las políticas tradicionales de ámbito local, regional e internacional, surgen nuevos sectores transnacionales. El centro de la economía mundial se está desplazando hacia la satisfacción del cliente y hacia la personalización de productos y servicios. Las instituciones y las empresas utilizan cada vez más el español; la cultura se convierte en un factor de necesario para conseguir la identificación con ideas o marcas. Para Euryn Ogwen,
The driving force of the EE. UU. first media programme was the concept that culture, economics and technology were symbiotically related. On this basis each element had to be given equal prominence in the EE. UU. audio-visual policies.
Muchas empresas hispanas entran en la red sin las estrategias adecuadas. Para Ramiro Montealegre, la entrada de algunas empresas en Internet, sin la estrategia y los cambios organizativos adecuados, producirá un fracaso que actuará como una vacuna en la empresa y producirá una reacción negativa en el momento en que las oportunidades reales se produzcan.29
Si en algo coinciden los informes de Forrester Research, Nielsen y Arthur Andersen es en la importancia de que las empresas adopten una cultura de colaboración con las comunidades de usuarios.30 El patrocinio de la red será su principal fuente de beneficios.
Ésta parece ser la tendencia de los próximos tres años. Tener el viento a favor no basta, son necesarios financiación y compromiso. Ya hay indicios de que si el patrocinio no surge de la industria española se cubrirá desde la americana. Si las comunidades de usuarios no se fortalecen en nuestras redes, buscarán alojamiento en otros países.
No se trata de pervertir las listas sino de fomentar una nueva cultura empresarial en las telecomunicaciones. Como escribía Quevedo:
Al asiento de l'alma suba el oro,
No al sepulcro del oro l'alma baje.