Voces andinas en los diccionarios de la academia Marco Antonio Lovón Cueva
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú)

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Resumen

En esta investigación se estudian las definiciones de las voces andinas en los diversos diccionarios de la Real Academia Española, la Asociación de Academias y la Academia Peruana de la Lengua. Metodológicamente se recurre a un trabajo comparativo que desde el análisis crítico del discurso lexicográfico detecta observaciones sobre las maneras en que se definen las realidades americanas.

Inicialmente se puede preguntar ¿Cómo se tratan las voces andinas en los diccionarios? Según Forgas (2006: 14-15), las definiciones de los lemas americanos revelan «el punto de vista peninsular». Y añade que

(...) todavía continúan definiéndose la mayor parte de la fauna, la flora y las palabras de la cultura material americana (guisos, bailes, etc.) como realidades ‘alternativas’, que parecen o son semejantes a las peninsulares.

(Forgas, 2006:14-15)

Es decir, las palabras contenidas en el diccionario pueden mostrar miradas singulares desde la visión europea.

Siguiendo a Ramírez Luengo (2023: 172),

(...) poseedores de un idioma perfectamente apto para expresar las realidades peninsulares, los españoles llegados a América descubren que su vocabulario no es capaz de nombrar las novedades que ofrecen las tierras del continente.

Ello explica que los españoles se encontraron barreras especialmente culturales para recoger y describir las voces y sus contenidos americanos.

Ahora bien, con respecto a las voces andinas, ¿qué preocupa? Lo que preocupa son los prejuicios que los diccionarios puedan trasmitir de los americanos, entiéndase en este caso, los pueblos originarios de Latinoamérica. Para Rodríguez Barcia (2016: 276),

Los diccionarios son producto de la cultura, pero también son instrumentos que contribuyen a construir esa cultura, a consolidar prejuicios, tradiciones, estereotipos y, en general, ideas sobre la realidad.

Las representaciones sobre América pueden ser confusas en algunas ocasiones en los productos lexicográficos. Sin embargo, los diccionarios de la Real Academia Española realizan un esfuerzo en la descripción de las realidades americanas en sus diversas ediciones, especialmente desde el trabajo aunado con las Academias de la Lengua Española, el apoyo de investigadores de diversos países de América Latina y la bibliografía avanzada sobre América en estos años. Cabe señalar que es necesario que toda Academia cuente con hablantes de lenguas originarias, pues son estos quienes pueden guiar la información y los juicios sobre las realidades americanas.

Para el caso, la producción lexicográfica que muestra definiciones muchas veces raciales o estereotipadas de lo americano puede rastrearse en diferentes siglos. En el mundo hispano, es importante hacer análisis de las producciones del diccionario usual, de un diccionario americano y de uno nacional. Así corresponde evaluar los tratamientos lexicográficos de las 23 ediciones del Diccionario de la lengua española (DLE) de la RAE —que contiene tres ediciones en el siglo XVIII (1780, 1783 y 1791), diez en el siglo XIX (1803, 1817, 1822, 1832, 1837, 1843, 1852, 1869, 1884 y 1899), ocho en el siglo XX (1914, 1925, 1936, 1947, 1956, 1970, 1984 y 1992) y dos en el siglo XXI (2001 y 2014); y también del Diccionario de americanismos (DA) de la RAE y ASALE (2010) y el Diccionario de peruanismos (DP) de la Academia Peruana de la Lengua (2016). En esta investigación entendemos por diccionarios de la academia todos estos trabajos que se realizan, en tanto intervienen sobre todo participaciones institucionales.

Al respecto, Rodríguez-Barcia (2012) ha propuesto que por medio del análisis del discurso lexicográfico se puede conocer las maneras en que se representan realidades en los diccionarios. Si bien la macroestructura es el conjunto de entradas sometidas a la lectura vertical (Martínez de Sousa, 2009), ordenada de forma alfabética o temática, en esta se pueden excluir vocablos importantes que hacen ver sesgos institucionales, pues

la ideología por ausencia se observa en la macroestructura, ya que en las exclusiones del lemario pueden detectarse tendencias puristas, conservadoras, reaccionarias.

(Rodríguez Barcia, 2016: 281)

Por su lado, la microestructura que versa sobre la estructura horizontal del diccionario, en tanto que es la estructura informativa del artículo lexicográfico (Martínez de Sousa, 2009), conduce a mirar con atención diversos aspectos como el orden de las acepciones, con el que se pretende dar mayor relevancia a unas sobre otras; a revisar las definiciones, que reducen el uso de modalidades que evidencian la presencia y perspectiva de los redactores; y a estudiar las marcas lingüísticas y las marcas de uso, que responden a la decisión de los autores y a intervenciones ideológicas (Rodríguez Barcia, 2016: 281). En ese sentido, la lexicografía muestra ideologías en su tratamiento. Generalmente, los diccionarios muestran hábitos, creencias o comportamientos de un determinado grupo social que se refleja en el papel. Y los lexicógrafos no siempre terminan por ver las implicaciones que pueden traer unas definiciones para otros grupos sociales, sobre todo si se generan ofensas o malentendidos, y sobremanera si ocurre en relación con grupos étnicos (Lovón, 2018).

Un ejemplo de la manera en que una voz andina muestra sesgos ideológicos es la palabra «alpaca». Las producciones lexicográficas del DLE, DA y DP, si bien se asemejan en definir la voz, presentan narrativas distintas. Para el DLE se requiere una comparación con algún animal, para los otros no. El DA tiende a definiciones más científicas en tanto precisa características del animal, como el DP, con lo que exaltan su descripción. Al respecto el DP reclama la alpaca como animal andino. Asimismo, extrañan para los americanos las acepciones tres y cuatro, en tanto no es clara la precisión del paño y de la tela, pues no se conocen sus referentes en América. Consultando en España, parece que la acepción cuatro da cuenta de una tela para ternos empleada escasamente en una temporada.

DLE

alpaca¹
Del aim. all-paka.
1. f. Mamífero camélido, de la misma familia que la llama, propio de América del Sur y muy apreciado por su pelo, que se emplea en la industria textil.
2. f. Pelo de alpaca, que es más largo, más brillante y flexible que el de las bestias lanares.
3. f. Paño hecho con pelo de alpaca.
4. f. Tela de algodón abrillantado, a propósito para trajes de verano.

DA

alpaca.
I. 1. f. Pe, Bo, Ch, Ar. Mamífero rumiante doméstico, parecido a la llama, pero de menor tamaño; su lana larga y muy fina, generalmente de color oscuro, es apreciada en la fabricación de hilos y tejidos. (Camelidae; Lama pacos). (alpaco). ◆ pacocha.

DP

alpaca.
f. Rumiante andino de cuello largo recto, cabeza redondeada con orejas puntiagudas, cuerpo cubierto de abundante lana de fibra larga negra, marrón, gris o blanca y de cola caída. N.c.: Lama pacos.

Un aspecto altamente positivo para la alpaca peruana fue la aprobación por INDECOPI, en el 2004, de las normas técnicas peruanas de la fibra de alpaca de vellón.

Otro ejemplo del tratamiento lexicográfico ideológico es la definición de la voz «cañihua», que rememora aspectos étnico-raciales. El DLE aun en su última edición apunta que se trata de un alimento para «indios». Esta voz si bien puede no ser negativa en España, guarda connotaciones negativas en América Latina, pues responde a sesgos coloniales. Respecto de los diccionarios DA y DP se busca diferenciar la planta del grano; sin embargo, en los fraseos los colores descritos no coinciden plenamente generando dudas en el lector. Por otro lado, el DLE y DA detallan que la cañihua sirve para hacer chicha, omitiendo que se emplea como un cereal o barra de cereal y en otros espacios culinarios. Dado que su uso es amplio el DP no opta por ese detalle.

DLE

cañihua
Del aim. qañiwa.
1. f. Perú. Especie de mijo que sirve de alimento a los indios y con el cual, fermentado, se hace chicha.

DA

cañihua. (Del aim. qañiwa).
I.1. f. Pe, Bo. Planta anual hermafrodita similar al mijo, de hasta 60 cm de altura, de tallo erguido con manchas de color rojo y amarillo igual que las hojas, y flores pequeñas. (Poaceae; Chenoposium spp.). (cañahua).
2. Pe, Bo. Fruto en forma de grano de la cañihua, de 1 mm de diámetro y cubierta rugosa de color oscuro; sirve para hacer chicha cuando fermenta. (cañahua).
cañahua. I.1. Bo. cañihua.

DP

cañihua.
f. Planta herbácea anual, de tallos rojizos o amarillentos, delgados y erectos, de hojas lobuladas, de flores pequeñas sin pétalos y semillas rugosas de color ceniza. N.c.: Chenopodium pallidicaule.

Los dos tipos de cañihua que existen son la saihua, que viene a ser una semilla erecta de crecimiento determinado y la lasta, que es semilla semierecta de crecimiento no determinado.

2. Semilla pequeña, de cubierta rugosa de color ceniciento, de la que se obtiene una harina gruesa.

¿Cuántos cereales se pueden combinar para un desayuno de niños? ¿Es bueno usar para este desayuno avena más quinua, más kiwicha o cañihua?

Otra voz curiosa es «apacheta» que en el mundo andino rememora el conjunto de piedras ordenadas que se colocan hacia una divinidad. Esta práctica ancestral es común y atractiva hoy en día también entre los turistas. Al respecto, el DA señala que se trata un «montón de piedras», con lo que muestra un rasgo de dispersión, y apunta que son cosa de «indios y mestizos». Esta descripción étnica es matizada por el DLE con la voz indígena. Cabe señalar que en América Latina esta voz también presenta un nivel despectivo, por lo que incluso la voz indigenismo es ciertamente discutible, toda vez que se rechaza desde el Sur el ser visto o clasificado como indígena. El DP parece recurrir a una exaltación de lo propio en tanto que incluye desde una mirada nacional la voz «apu» para referir a la divinidad o ancestro.

DLE

apacheta
De or. aim.
1. f. Majano que los indígenas de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad.
2. f. Bol. Lugar elevado de caminos o montañas al que se atribuye carácter sagrado según antiguas tradiciones indígenas.

DA

apacheta. (Del aim. y del quech. apachita, ara de piedra).
I.1. f. Pe, Ch, Ar; Bo:O,C,S, rur. Montón de piedras que los indios y mestizos de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad.
II.1. f. Bo:O,C,S. Lugar alto de una colina. rur.

a. ǁ ¡a robar a la ~! loc. interj. Bo:O. Expresa negación y rechazo ante la pretensión de alguien de vender algo a precio muy elevado. pop + cult → espon. (a robar de la apacheta).
b. ǁ ¡a robar de la ~! Bo:O. ¡a robar a la apacheta! pop + cult → espon.

DP

apacheta.
f. Montón de piedras que se colocan al lado de un camino, especialmente en las partes altas de los cerros, para invocar a los apus.

Después de dudar un instante, prefirió huir por la vuelta del cerro. El alma buena bajó de la apacheta y derechito se vino hacia nosotros.

Con relación a alguna voz andina que refiere a mujer, se observa que la palabra «coya» está definida desde la pertenencia a un varón. La definición no propone «mujer soberana», sino «mujer del emperador» en el DLE y el DA. En ello un análisis detenido rememora la manera en que la mujer se sigue definiendo a partir del hombre. Su existencia responde a la existencia del otro. En el caso del DP no se describe una persona, sino que en una abstracción terminan por referir a un título, con lo que se oculta el rasgo humano. Nuevamente, los diccionarios no siempre coinciden en sus narrativas. Lo que lleva a pensar si una misma definición debiera aparecer en los tres productos lexicográficos sin recurrir a fraseos o parafraseos que afectan a las representaciones de las realidades.

DLE

coya
1. f. Entre los antiguos incas, mujer del emperador, señora soberana o princesa.

DA

coya.
I.1. adj. Ar, Ur. Relativo a los coyas o a su cultura.
II.1. f. Ec. Entre los antiguos incas, mujer del emperador, señora soberana o princesa.

a. ǁ~ loco. loc. sust. Bo. Hombre que trabaja en una mina. pop ^ fest.

DP

coya.
f. Trad. Título de nobleza de la esposa del inca durante el incanato.

La esposa principal del inca recibía el nombre de coya, o sea gran señora.

2. Título honorífico conferido a alguna descendiente de la estirpe del inca en el siglo XVII.

En reconocimiento a su nombre ancestro, a la coya Ana María se la nombró en 1614 Adelantado del Valle de Yupanqui.

|| coya raimi.
f. Fiesta en honor a la Luna, en el mes de septiembre.

Como Mama Killa era la coya de Apu Inti, esta fiesta también se denominaba coya raimi.

Por último, se estudia la voz andina «equeco». Para el DP se trata de un supuesto «duende»; no obstante, choca con la realidad americana, pues no es estrictamente un duende. Más allá de saber que es un referente occidental, el DLE y el DA proponen que es un amuleto, pero según el mismo DLE los amuletos se llevan sobre el cuerpo:

amuleto (Del lat. amulētum). 1. m. Objeto pequeño que se lleva encima, al que se atribuye la virtud de alejar el mal o propiciar el bien.


En este caso, el equeco no lo sería, dado que es un hombre que representa abundancias en forma de cerámico.

DLE

equeco
Del aim. Iqiqu, nombre del dios de la abundancia.
1. m. Arg., Bol., Chile y Perú. Amuleto de yeso o arcilla, en forma de figura humana, sonriente, con los brazos abiertos, al que se atribuye la virtud de propiciar prosperidad y abundancia.

DA

equeco. (Del aim. Iqiqu, nombre del dios de la abundancia).
I.1. m. Pe, Bo, Ch, Ar:NO. Amuleto en forma de muñeco de barro cocido, cargado con bolsas de fideos, azúcar, billetes u otras cosas que simbolizan la prosperidad. (ekeco; ekeko).
2. sust/adj. Bo:O,C. metáf. Hombre rechoncho y de pequeña estatura. pop.

a. ǁ como (un) ~. Bo, Ch. más cargado que equeco.
b. ǁ más cargado que ~. loc. adv.

Pe, Bo, Ch. Acarreando muchas cosas. pop + cult → espon. ◆ como (un) equeco.

DP

equeco.
m. Mit. Duende que se representa en forma de un hombrecillo obeso y sonriente, cargado de bultos de dinero y objetos de primera necesidad que simbolizan prosperidad y abundancia.

El equeco, personaje que simboliza la abundancia y la buena ventura, preside una suerte de imaginería popular de miniaturas.

Finalmente, las voces andinas reciben diversos tratamientos lexicográficos y algunas definiciones manifiestan estereotipos o prejuicios. Teniendo en cuenta los alcances del análisis crítico del discurso lexicográfico, se concluye que ciertas palabras encierran miradas eurocéntricas, otras americanistas y otras, incluso, nacionalistas o peruanistas. Aparentemente, no hay un trabajo conjunto en la recopilación y en la revisión de las voces andinas, ya procedan del aimara o del quechua, o de otra lengua. Sin embargo, hay un esfuerzo por recopilar e informar sobre las voces andinas sin sesgos raciales en las producciones lexicográficas.

En esta labor es importante subrayar que toda obra lexicográfica es siempre ideológica, dado que responde al recojo de informaciones de una sociedad y un tiempo determinados. No obstante, es de reconocer el papel que tiene el peso lingüístico para influir positivamente en el cambio social, por lo que los lexicógrafos pueden prever o adelantarse a favor de una mirada más plural y asertiva.

En lo que nos toca, es oportuno seguir trabajando con miembros y personal americano que conocen los contenidos y las connotaciones de las voces americanas. Si bien desde las academias se busca trabajar en la tarea de una lengua común, no puede dejarse a un lado la diversidad lingüística y sus realidades. Hasta ahora no se ha determinado cuántos lexicógrafos de lenguas originarias participan o trabajan en las academias; ni cuántas voces originarias, entre las andinas, han sido incluidas y excluidas en la historia de los diccionarios académicos. Se requiere realizar un rastreo. Un diccionario es un invento cultural que afecta y construye identidades, dejar estas a un lado es un riesgo, pues genera reproche, indignación, recelo y reclamo.

Bibliografía

  • Forgas, E. (2006), «Diccionarios e ideología», Interingüística, 17, pp. 2-16.
  • Lovón, M. (2018), «Análisis crítico del discurso lexicográfico (ACDL): un examen a la historia de las lenguas andinas en los diccionarios de la RAE», Boletín de la Academia Peruana de la Lengua, 64(64), pp. 141-172. Disponible en: https://doi.org/10.46744/bapl.201802.008.
  • Martínez de Sousa, J. (2009), Manual básico de lexicografía. Gijón: Trea.
  • Ramírez Luengo, J. (2023), «Mestizaje e identidad léxica: los indigenismos en el español mexicano del siglo XVIII», en Real Academia Española y Asociación de la Lengua Española, Crónica de la Lengua Española 2022-2023. Espasa, pp. 171-189.
  • Rodríguez Barcia, S. y Méndez Santos, M. del C. (2016), «La cultura panhispánica», en F. San Vicente, C. Garriga y H. Lombardini (coords.). Ideolex. Estudios de Lexicografía e ideología. Milán: Polimetrica.