Observar, una alternativa para orientarnos frente al desastre Demián Arancibia y Manuela W. Ossa Holmgren
(Chile)

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Resumen

El texto plantea la utilidad de la observación astronómica para orientarnos frente a crisis de vida o muerte tales como el cambio climático o la pandemia del COVID-19. Producto de la participación del autor en las colaboraciones internacionales destinadas a la construcción de los mayores telescopios astronómicos del siglo XXI, y a su rol en la respuesta del Estado chileno a la crisis de la COVID-19, describe las funciones que desempeñan comunidades de científicas y científicos con los telescopios para crear conocimiento en la astronomía, y cómo estas funciones pueden emplearse para orientar a un país enfrentado al desastre.

Hace algunos días se publicó la síntesis para política pública del informe del Panel Internacional Intergubernamental del Cambio Climático y la imagen que plantea los distintos escenarios futuros en relación a cómo afectarán la vida de las personas nacidas en distintas décadas me pareció brutal.

Como saben, junto con el calentamiento, aumentan los fenómenos climáticos extremos. No sé en qué año han nacido ustedes, sus hijos, o sus nietos. Yo en la década de los ochenta, y estaré viviendo esto, independiente de los escenarios, durante aproximadamente la mitad de mi vida. Mi hija nacida en la década recién pasada, durante su vida completa. Aún hay matices, el escenario de menor calentamiento, que aún podemos promover, presenta menos calamidades que los escenarios de mayor calentamiento. En gran medida queda claro en el informe que depende de nosotros qué tan terrible será para nuestros hijos y nietos, de la humanidad, de la política, del empresariado; es en último término la responsabilidad de las personas, como colectivo, somos responsables por esto.

En Chile ha habido una violenta crisis social que abarcó todo el territorio y puso en jaque nuestra democracia. Alrededor del planeta el capitalismo democrático ya no está brindando las libertades y el bienestar que alguna vez brindó, y las sociedades están reaccionando contra esto. Veo similitudes con lo que ocurre en Francia, son tiempos complejos. Son tiempos de crisis.

Se vuelve muy usada la palabra «desastre», compuesta por el prefijo latino dis (que indica negación, oposición o privación) y la raíz grecolatina áster/ástron en griego, astrum en latín (referidas a los astros). En su origen, se usaba para distinguir fenómenos desgraciados fuera de nuestro control, producidos por los astros o los dioses. A través de los siglos, el término «desastre» ha estado siempre relacionado al sufrimiento, infortunio o a la desdicha. La concepción mágico-religiosa del desastre, recogida en el origen del término, ha persistido durante largas épocas históricas y, aún hoy, ésta vigente.

En un breve pero informado artículo sobre la noción de «desastre», Pablo Castro García (2021) usa la relación que Pascal Quignard, en su libro Vida secreta, establece entre deseo y desastre a partir del latín desiderare. Quiero resaltar que de ella emergen distinciones sobre un ejercicio que ofrece alternativas relevantes a considerar: el ejercicio de observar. Cito a Castro García: «Recordándonos que el término astrológico principal en latín no es astrum, sino sidus (cuyo plural sidera denomina el conjunto de constelaciones móviles que están en el cielo en las cuatro estaciones), Quignard subraya la oposición entre considerare (examinar con respeto y repetición el conjunto de las sideras) y desiderare (dejar de verlas, constatar la ausencia de las sideras, y añorarlas)» (2021: 108). De esta forma, tanto la acción de considerare como el deseo de desiderare traen consigo la observación de los astros en el presente para orientarnos. Ya sea frente al oscurecimiento del cielo, con deseo, como en su claridad, con las estrellas.

Y la observación es una acción largamente utilizada en las ciencias y analizada en las humanidades; quiero recordar lo importante que ha resultado el trabajo de Walter Benjamin, que rescata el flâneur de Baudelaire, y recordar que este, a su vez, leía a Edgar Allan Poe, para inspirarse, a sus detectives.

Yo soy ingeniero, pero en la Escuela de Ingeniería en Chile el profesor Jorge Mpodozis nos enseñó sobre la biología de nuestro sistema nervioso, y lo que queda muy claro es que esto de observar que describen Benjamin, Baudelaire y Poe es una manera muy humana de ser, es profundamente humano «considerar» cuando vemos los astros, «desear» verlos cuando no están; y orientarnos como podamos frente al desastre.

Y hay que poner ojo, como decimos en Chile cuando algo nos parece problemático; pongo en la imagen precisamente este órgano de sentido, que es el que muchas veces nos ayuda a ver, como un recordatorio o ejemplo de nuestros límites (McLean, 2008: 11). En una figura de un texto con el que yo aprendí a construir telescopios, lo que dicen estas dos imágenes es que apenas vemos un pelo, una pequeña ventana que pertenece a un mucho mayor espectro que es la luz. Somos animales grandiosos, pero a la vez muy limitados (McLean, 2008: 40).

Entonces frente a al sufrimiento del desastre, parece natural que, tengamos o no los astros, estemos iluminados o no, intentemos orientarnos sobre qué está pasando.

A mí me tocó ver qué pasaba en un país cuando no había luces, en medio de la pandemia. Astros que para mí son las cifras oficiales, los registros públicos sobre qué estaba ocurriendo en la pandemia (cuánta gente estaba infectada, cuáles eran los síntomas, cuantas personas estaban lamentablemente hospitalizadas o si habían fallecido). En un escenario de oscuridad, de falta de transparencia de los gobiernos al informar estas cifras, el deseo de orientación puso a muchos en el camino de las noticias falsas, en el camino orientado por el miedo.

Por otro lado, en aquellos países que pudimos proporcionar información oficial con claridad, porque tuvimos los observadores, los detectives y los medios de detección, hubo un mejor entendimiento del camino para salir de la crisis, las mascarillas, las vacunas, la ventilación. En Chile supimos la urgencia de compartir la información oficial lo más rápido y efectivamente, en parte porque nos inspiramos en el trabajo científico que se hace en la astronomía.

En el año 2018 publicamos este trabajo con un grupo de astrónomas en la asamblea general de esa disciplina en Viena (Arancibia, 2018: 1-3), y esto es lo que inspiró el trabajo que hicimos en Chile durante la pandemia, para orientar a la ciudadanía frente al desastre. En resumen, proponemos que hay cuatro categorías de tareas que se cumplen en la astronomía para progresar en el conocimiento, en los términos que he usado hoy, para contribuir a la orientación.

En la astronomía se dedican muchos recursos a la detección y al registro de los hechos, a transformar características físicas de la realidad en información útil para estudiar. El equivalente en una pandemia es el poder de una nación de diagnosticar adecuadamente una enfermedad, saber quiénes la tienen, cómo se contagia, etc.

En segundo lugar, a su análisis y estudio, que en resumidas cuentas son las tareas dedicadas a construir conocimiento sobre esos registros y detecciones, a verificarlas y validarlas con la realidad. En la pandemia estos eran los estudios de efectividad de las mascarillas, o las vacunas.

Luego, a la sistematización y el acceso, que, resumiendo, tiene que ver con poner las cosas en archivos o bibliotecas, lo que hace que tanto los registros como las teorías que nacen de ellos estén disponibles para ser usados y reusados. En la pandemia estos eran sitios web que permitían acceder al conocimiento que se iba a creando pero también a las cifras oficiales.

Y, en el centro de todo, a la enseñanza y comprensión, y proactivamente a educar y contextualizar. Que son las tareas que ponen el infinito de la astronomía a escala humana.

Es así como nos orientamos en la astronomía, destinando energía y recursos a tareas que se incluyen en estas categorías.

En la astronomía esto se lleva haciendo hace mucho tiempo, colectivamente, en el siglo xvi ya, sin telescopios, a ojo desnudo, anotando las posiciones de las luces en el cielo, Kepler las considera y publica las leyes de movimientos de los planetas; y Newton (y Leibniz) luego desarrollan las matemáticas para decir que igual como cae una manzana acá en la Tierra, se mueve Marte en el firmamento. Es una ley de la naturaleza (F = ma) que nos ha orientado para construir palacios de conferencias como éste, o volar en avión a Cádiz, y de vuelta a nuestros hogares.

Quiero terminar por hablar tangencialmente, sobre cuestiones que se han aludido en el congreso, como la inteligencia artificial. En la actualidad y hace casi una década ya en la astronomía, las tareas que he descrito hoy y las orientaciones que obtenemos de ellas son mayoritariamente nutridas por grandes volúmenes de datos (bytes). Las astrónomas y astrónomos hace varios años ya que se ayudan mucho con la inteligencia artificial. No es un reemplazo lo que ha ocurrido, es más bien similar a cómo el telescopio amplía la vista, así la inteligencia artificial amplía las capacidades de esta comunidad para orientar. Frente al desastre socioambiental, como seres humanos que somos necesitados de orientarnos, esta forma en que opera la astronomía, constituye una alternativa que hemos probado que funciona, y a la que podemos recurrir para ayudarnos.

Bibliografía

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  • Arancibia, D., Bayo, A., Cabrera-Vives, G. Föster, F., González, R., Hamuy, M., Maureira, J. C., Quinn, P., Rada, J., Rodríguez,g., Santander-Vela, J., Tarenghi, M., Ruiz, M. T., San-Martin, M. y Williams, R. (2018), «The Data Observatory, a vehicle to foster digital economy using natural advantages in astronomy in Chile», en Proceedings of the International Astronomical Union, Volume 14, Symposium A30: Astronomy in Focus XXX, pp. 591-593.
  • Benjamín, W. (2012), El París de Baudelaire. Buenos Aires: Eterna cadencia, pp. 97-137.
  • Baudelaire, C. (2005), El pintor de la vida moderna. Córdoba: Alción Editora.
  • Castro García, P. (2021), «Desastre», en V. Rocco Lozano (ed.), Glosario del fracaso. Madrid: Círculo de Bellas Artes, pp. 101-114. Disponible en: https://www.circulobellasartes.com/glosario-fracaso-desastre-pablo-castro-garcia/.
  • Intergovernmental Panel for Climate Change (2023), «AR6 Synthesis Report: Climate Change 2023, summary for policymakers». Disponible en: https://report.ipcc.ch/ar6syr/pdf/IPCC_AR6_SYR_SPM.pdf.
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  • Poe, E. A. (1996), «The Man of the Crowd», en E. A. Poe, Poetry, Tales, and Selected Essays. Nueva York: Library of America College Editions, pp. 388-396.